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Las tizas manchadas de sangre IV

 

El 4 de abril del 2007 fue asesinado el docente Carlos Fuentealba… hace un año, todo está igual…

Las tizas fueron manchadas con sangre
Parte IV

 
Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital
10 de abril del 2008

UN AÑO DESPUÉS…
El accionar de la justicia y la policía provincial…
Diez días después del asesinato de Fuentealba, el domingo 15 de abril se publica la historia negra de Poblete, el oficial acusado de matar al profesor Carlos Fuentealba.

La provincia de Buenos Aires le dio notoriedad a la nación y a todos los que quisieran enterarse de la famosa Maldita Policía, esa que está implicada en crímenes de lesa humanidad. Unos 9.026 policías revisten en esa repartición con una multiplicidad de cargos por violaciones a los derechos humanos, denunciados y que no fueron dados de baja.

Neuquén provincia bastante más pequeña en cuanto a la densidad poblacional, tiene otros antecedentes similares de Maldita policía.
José Darío Poblete tiene un historial que data de 1998, cuando se conoce que tuvo su primera condena.

Esta otra policía, la de Neuquén, tiene 521 denuncias por abusos policiales, 435 han sido archivadas. El cabo primero José Darío Poblete fue inhabilitado por 4 años pero lo dejaron volver a la Policía. En su foja de servicios no fue tenida en cuenta, por la oficialidad neuquina, las acusaciones por apremios ilegales.
La trayectoria de Poblete se inicia en aquellos cortes en Plaza Huincul y Cutral - Co, en esas puebladas donde los trabajadores desocupados cortaban las rutas de abastecimiento, para presionar sobre las patronales y multinacionales petroleras.

Estas puebladas ¨que son verdaderas rebeliones populares urbanas producidas en el interior del país. Constituidas a través de diversos afluentes sociales, que aportan contenidos y nuevas formas de lucha, donde se incluyen movimientos barriales, obreros desocupados, ocupados que trabajan en los servicios privatizados que resisten a los abusos y las violaciones de los convenios, la impunidad y la violencia policial, marchas sindicales, reclamos salariales, atrasos de meses en los pagos, paros y tractorazos agrarios, corte de avenidas por la falta de agua y seguridad; por eso, las Puebladas deben ser analizadas como parte de un movimiento social político amplio¨. El Cordobazo, una rebelión popular… Juan Carlos Cena, 1999.

Poblete, el cabo primero involucrado diez años antes en la muerte de Teresa Rodríguez. Una misma vista panorámica, televisiva, que recorrió el mundo, nada más que diez años antes.

El CeProDH (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos) es uno de los seis organismos que hay en Neuquén, en el año 2006 dan a publicidad un informe sobre la situación de violación a los derechos humanos del 2005, donde afirman que sobre 521 denuncias de abusos policiales, 435 fueron pasadas a archivo; en la capital provincial hubo 289 denuncias y sólo 70 tuvieron requerimiento de instrucción para ser investigadas. En dicho trabajo se manifiesta que los jueces responsables de liberar a los policías implicados en acciones represivas que violan los derechos humanos, fueron premiados por el gobernador Sobisch ya que pasaron al Tribunal Superior.

Otros casos que muestran el accionar de las fuerzas represivas
Pablo Ramírez fue asesinado en junio de 1993 por la policía provincial en la puerta de su casa. El responsable es Abraham Apulef, condenado a dos años y medio de prisión pero al poco tiempo se lo trasladó a Zapala y siguió en funciones.

Edgardo Quilapan, de veintiún años, estuvo dos días desaparecido en febrero de 1994. Su cuerpo fue hallado luego muy golpeado y con un disparo en la boca. Aunque varios indicios señalaban la responsabilidad de la policía provincial en el hecho, la causa fue archivada.

Teresa Rodríguez, trabajadora de 25 años, en abril de 1997, fue asesinada por una bala de plomo policial. Teresa pasó rodeando la pueblada de Cutral-Có camino a su trabajo. Hay fotos que muestran a quince policías de la provincia disparando balas de plomo. Uno de los sobreseídos en la causa fue, precisamente, José Darío Poblete.

En julio del año siguiente, o sea, 1998, Roberto Muñoz, de 18 años, salió de una disco acompañado por dos policías. Su cadáver fue encontrado a pocos metros del lugar, golpeado y con marcas de esposas en las muñecas. La causa fue archivada.

Sergio Ávalos, estudiante de 23 años, en junio de 2003 desapareció de otro boliche. Diversos testigos declararon haberlo visto en el baño siendo golpeado por personal de seguridad del lugar que hacía allí servicio adicional.

El 25 de noviembre de 2003 la policía reprimió brutalmente a un grupo de desocupados en el barrio Ruca Che. Hubo 9 heridos con balas de plomo y Pedro "Pepe" Alveal, trabajador de Zanón, fue perseguido por motociclistas de la policía que le dispararon 64 impactos de balas de goma en todo el cuerpo y uno de ellos en el ojo izquierdo, el cual perdió. Después de ser detenido lo tuvieron cinco horas sin atención médica en las comisarías Primera y Dieciocho. Los policías responsables fueron liberados por los jueces Eduardo Badano y Roberto Fernández, luego fueron promovidos al Tribunal Superior de Justicia.

Hay otros seis policías que irán a juicio oral por abandono de persona y falta de atención médica. En el año 2004, Alveal fue nuevamente detenido y golpeado en su ojo sano. Por este segundo hecho hay dos policías imputados, actualmente en libertad.

En abril de 2004 Víctor Gabriel Guiñez perdió un ojo por bala de goma mientras esperaba el colectivo en el barrio Confluencia y la policía reprimía a un grupo de jóvenes del lugar.

En el mismo mes del mismo año se denunciaron torturas a los detenidos en la cárcel local. La cúpula del Servicio Penitenciario fue removida, pero la causa penal jamás avanzó.

En septiembre de 2006 Luís Acuña y su hermano fueron interceptados sin razón por un móvil policial y les causaron diversas heridas con balas de goma. No hay detenidos ni imputados en la causa.

El prontuario de Poblete
El cabo 1º José Darío Poblete nació en Zapala, Neuquén, el 20 de junio de 1972. En 1998 fue condenado a un año de cárcel por apremios ilegales, esto significó que lo exoneraran de la fuerza. Pero al año recibió el privilegio de una habilitación judicial y volvió a la policía ese mismo año.

El 23 de agosto de 2006 fue condenado por segunda vez, con dos años de cumplimiento efectivo, la carátula fue por vejación policial en la vía pública, hecho sucedido en Zapala el 22 de marzo de 2003.

El relato de los sucesos se da cuando Gladys Montecino, vecina de un barrio pobre de la ciudad, salió a la calle al escuchar que sus hijos estaban envueltos en una pelea. Gladys pidió ayuda a dos policías que estaban en la esquina, y éstos llamaron a una camioneta del GEOP (Grupo Antimotines) que estaba circunstancialmente en la zona. El GEOP llegó, desarmó la pelea y también comenzó a pegarle a Gladys que rogaba que no se llevaran a sus hijos. Fernando Reyes, esposo de Gladys, presenció como su mujer se retorcía de dolor, víctima de un culatazo en el estómago. Sin poder preguntar nada lo tiraron al piso, lo esposaron con las manos en la espalda. Al incorporarse, uno de los policías le disparó con su Itaka en el pie. Después lo subieron en la camioneta, le quitaron el cinturón del pantalón, se lo pasaron por el cuello y lo colgaron de un gancho en el techo de la combi policial. Entonces lo golpearon hasta dejarlo inconciente. El equipo estaba a menos de doce cuadras de la comisaría, pero tardaron inexplicables treinta y cinco minutos en llegar.

El juez Saguez dijo, en la sentencia contra Poblete, que "la fuerte golpiza, certificada médicamente, no guarda relación racional alguna con los hechos producidos en la refriega de vecinos". Poblete fue condenado con cuatro años de inhabilitación como policía. La causa fue al tribunal de Casación, lo que significa que aún no está firme la condena.

Entonces, el 4 de abril, Poblete volvió a calzarse el casco, enfundó sus armas, se aprovisionó de toda su parafernalia represiva y volvió a las rutas y calles de Neuquén para, ahora, darle muerte a Carlos Fuentealba, si todas las pruebas así lo certifican.

El papel de la justicia nos remite a verificar como juega la justicia neuquina. La investigación tramitada en el juzgado de Cristian Piana, demuestra que el magistrado se negó a la incorporación como querellantes de la hermana de Fuentealba, de organismos de Derechos Humanos y de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN).

La movilización por Fuentealba
El paro de este 2008, fue nacional, pero no fue convocado por CTERA, es así que la movilización y paro de actividades se expresó en todas partes del país, en las distintas provincias y sin la parafernalia que le gusta exhibir al poder político en Argentina, esos montajes escénicos, caros y nada espontáneos, sin ningún tipo de convicción, salvo muy pocos.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el pasado viernes 4 de abril, más de cinco mil docentes se movilizaron hacia la Casa de Neuquén, allí protestaron, recordaron y exigieron Juicio y Castigo. ¨La convocatoria tenía como eje no sólo el esclarecimiento del hecho criminal sino también exigir las reivindicaciones ligadas a un mejor salario para los docentes y un mejoramiento de la educación pública¨, dice la convocatoria.

"Nos movilizamos a un año del asesinato de Carlos porque su crimen se mantiene en la más absoluta impunidad, y exigimos juicio y castigo a los culpables porque naturalizar la impunidad es una de las cosas más peligrosas para el sistema democrático", Manuel Gutierrez, Secretario General de ADEMYS (Capital Federal).

Por su parte, Daniel Lombardo, Secretario General Suteba Echeverria - Ezeiza analizó: "A un año, nosotros hacemos tres evaluaciones en principio negativas: la primera es que los responsables ideológicos y políticos del asesinato están libres, la segunda que lo que le pasó a Carlos se puede repetir en la Argentina y la tercera es que Carlos murió peleando por un salario digno que todavía no tenemos", (la cobertura fue realizada por la agencia ANRED).
Asimismo, además de exigir la condena a todos los responsables, materiales, políticos e ideológicos, se hizo una fuerte crítica a CTERA que se mantuvo al margen de este reclamo.

En tanto Domingo Garro dijo que: "La conducción celeste de SUTEBA y de la CTERA tienen una forma de hacer las cosas que no compartimos, con esta actitud de garantizar la paz social con el gobierno nacional", señaló el Secretario de Derechos Humanos de SUTEBA La Plata. "Si hubiera llamado a un congreso para votar este paro, podemos asegurar que los congresales se hubieran pronunciado a favor de realizar el paro nacional y una movilización, porque la sociedad no debe olvidar estas cosas. Quieren disciplinarnos en nuestro reclamo por el aumento de salarios y la defensa de la escuela pública", manifestó Garro, pero aquí no termina el problema, esto se inscribe en la exigencia para que la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN) pueda presentarse como querellante en la causa para "exigir el juicio contra los autores materiales, intelectuales y políticos".

¨No se hizo el paro a nivel nacional, a pesar de que había un cincuenta por ciento de seccionales a favor del mismo¨, concluyó el dirigente docente. Eso sí, CTERA remitió a dicho conflicto para no convocar al paro nacional y asistió a la marcha en apoyo del gobierno nacional el pasado 1º de abril.

Para Lombardo, "lamentablemente para CTERA los acuerdos con el gobierno nacional son más importantes que los acuerdos con los compañeros. Esta es una fecha histórica, es un homenaje bien ganado de Fuentealba y es un homenaje importante, porque es la primera vez en la historia que se realiza un paro nacional al cual la CTERA no convocó¨.

Con respecto al rol del Gobierno nacional, para Gutiérrez, referente de ADEMYS, "debería haber mostrado una mayor decisión para impulsar la causa, porque es una situación provincial que tiene evidentemente un alcance a nivel nacional¨.

Nuevamente Lombardo, evaluó que "lo que hubo en Neuquén fue parte de un experimento de las fuerzas represivas, para evaluar hasta donde podía llegar la lucha de los docentes, y fue ejecutado por los responsables es la política educativa de Neuquén que no es otra que la política educativa nacional, por lo tanto la responsabilidad del entonces presidente de la Nación es innegable".

"No esperábamos esto en tiempos de democracia"
Lombardo recordó que el caso de Fuentealba no es el primero del gremio "Nos recuerda el ejemplo enorme que nos dejo Eduardo Arencibia, Secretario General de la CTERA, que en 1976, cuando las fuerzas represivas lo vinieron a secuestrar el decidió quedarse en la sede de su sindicato en Tucumán, armado, sabiendo que lo iban a ir a buscar. Lo mataron pero murió como un maestro y como un hombre de bien peleando por sus ideales. En todo caso, Fuentealba nos ha refrescado y nos ha sacudido un poco la memoria, porque no esperábamos esto en tiempos de democracia, por un lado, y por el otro agudiza la contradicción de la CTERA que unilateralmente ha decidido quebrar con el conjunto de los docentes de la Argentina".

Mientras se suceden las criticas hacia la CTERA por parte de los referentes de los distintos gremios docentes, es importante destacar que Carlos Fuentealba no ha encontrado justicia, que la democracia que tanto se levanta no repara en este hecho para nada menor.

El juicio
El próximo 4 de junio será elevada a juicio oral y público la causa Carlos Fuentealba I, que investiga la responsabilidad del cabo Darío Poblete en el fusilamiento del docente. Poblete es el único imputado y será juzgado por la Cámara en lo Criminal Primera de Neuquén. El cabo primero, a quien el jefe de la policía neuquina había catalogado como un "referente de la institución", fue reconocido nueve días después de la feroz represión del 4 de abril por una docente, quien será testigo en el juicio y cuyo nombre está en reserva.

El encubrimiento en marcha
"En esta causa, desde un principio la policía se investigó a sí misma. Entonces ya se empezó a hablar de encubrimiento", declaró la docente Sandra Rodríguez, esposa del profesor Carlos Fuentealba. Asimismo, la impunidad policial se completa con la denuncia dada a conocer tiempo atrás de que el subjefe de la policía a cargo de la represión, Moisés Soto, fuera designado integrante del gabinete que acompaña al intendente Gabriel Barros en el municipio neuquino de Buta Ranquil.

La instrucción está a cargo de Piana, también. El juez indagó a distintos funcionarios de seguridad y policiales quienes coincidieron en lo mismo: la orden de impedir el corte fue impartida por Jorge Sobisch. Eso sí, este no pasará por los Tribunales ni como testigo ni mucho menos como imputado.
Por su lado, ATEN insiste en que se lo debe imputar como responsable político del asesinato, y que esa responsabilidad puede traducirse en un delito penal. ATEN no es parte ni en la causa Fuentealba I ni en la II.

La
imposibilidad de que el gremio docente integre la querella viene de la mano de una situación marcadamente irregular. Uno de los jueces de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal de Neuquén que se había expedido favorablemente por la incorporación de ATEN como querellante fue sorprendido con el otorgamiento de una licencia psiquiátrica que nunca había solicitado. El juez Héctor Guillermo Rimaro le relató a un medio capitalino que: "En la semana del 5 al 9 de noviembre emito el segundo voto en esta causa denominada Fuentealba II, obviamente en disidencia con la del primer votante, el juez Daniel Varessio, que había ratificado la denegatoria de ATEN como querellante. A partir de allí me tomé unos días de licencia como compensatorios que me debían y cuando llego me encuentro con esta licencia psiquiátrica realmente sorprendente".

El gremio realizó un pedido de nulidad de lo actuado y manifestó: "Desde ATEN hemos decidido desconocer a este Tribunal Superior de Justicia como órgano máximo del Poder Judicial de la provincia, ya que los cuestionamientos por su estrecha vinculación al poder político sobischista son tema de denuncia constante".

En tanto, los mecanismos judiciales parecen agolparse como impedimento para concebir que la represión del 4 de abril del año pasado como un hecho absolutamente planificado y quienes son señalados como responsables políticos ni siquiera son convocados a los Tribunales.

El encubrimiento se armó, montó y se mantiene, aún como en los tiempos del gobernador Sobisch, que se jactaba de que "volvería a tomar la misma decisión", dichos con los que corrobora su responsabilidad en la represión. Silencio enmascarado, igual que el Gobierno nacional, que buscó eludir su responsabilidad en las represiones que se daban en simultáneo tanto en Santa Cruz, Salta y Neuquén.

Toda una política de Estado que se ajusta con el olvido deliberado de Jorge Julio López y ahora del maestro Carlos Fuentealba.

Un final trágico
Mientras la represión arreciaba, con los robocop, como afirma el humor popular, enfundados en sus trajes, equipos antimotines, sus armamentos y sus protectores que pueden resistir todo elemento contundente como piedras, baldosas u otros, casi imposible penetrar su material termoplástico; todo ese blindaje contra los guardapolvos blancos.

Podemos retrotraernos a aquellos días, volver a presenciar esas imágenes donde los pretorianos con sus cascos y armas, con sus trajes de guerreros que los protegen de posibles perdigones de tizas. A unos 200 metros de distancia… se preparan, apuntan y disparan a los guardapolvos blancos…
Por el camino han quedado diseminadas las trizas de tizas blancas enrojecidas…
Carlos Fuentealba fue asesinado, las tizas definitivamente y otra vez quedaron manchadas de sangre.

FUENTES: ANRED, Télam, Salta Libre, Agencia Walsh, Copenoa, APDH, DIN, Minuto Uno
 
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Viernes 30 Noviembre, 2018 19:37

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