EL FERROCARRIL, UNA CUESTIÓN NACIONAL

CRÓNICA DE UNA ESTAFA Y UNA VIOLENCIA ANUNCIADA

No somos estatistas. Y no lo somos, no sólo por
ideología, sino también por razones practicas. (...)
Queremos que las empresas estén en manos privadas,
y mejor aún sin continúan en las manos actuales
(Alberto Fernández-Jefe de Gabinete - La Nación
19/12/04
 

Por Juan Carlos Cena* especial para Villa Crespo Digital
 
1º de noviembre del 2005

A través de la Agencia de Noticias Argenpress hemos publicado más de 180 notas sobre los ferrocarriles argentinos y su situación. Un gran número de ellas se referían a los posibles cromañones. No expresábamos esa inquietud en forma superficial, sino que los accidentes que ocurrían a diario, y a veces, en forma repetida durante la misma jornada, avalaba nuestra preocupación. Además, como conocedores del oficio ferroviario ver un tren arribar a una estación es apreciar su estado bajo el punto de vista técnico. Llamábamos la atención y alertábamos de que en cualquier momento, y no por un designo maldito, un accidente de una gran magnitud iba a ocurrir.

No era para alegrarnos de que nuestras predicciones, ya son certezas, y que se vayan cumpliendo en forma inexorable. No es que uno sea un buen adivinador, no, ni mucho menos. Es que uno ha tratado y trata, simplemente de conocer la verdadera naturaleza del sistema capitalista en la Argentina
, es que no se puede y no se debe opinar desde la ignorancia. En consecuencia es toda una responsabilidad averiguar quienes son sus representantes, como actúan e interactúan, en este caso, los empresarios concesionarios de los Ferrocarriles Argentinos.

Se ha tratado de instalar en el seno de la sociedad de que estas anomalías en el transporte ferroviario es obra de concesionarios/empresarios malos, para desviar la atención sobre la verdadera naturaleza del problema, que es el sistema en que vivimos, es que esta nota comienza colocando lo negro sobre blanco. Estos empresarios responden disciplinadamente de acuerdo a la naturaleza del sistema capitalista que los parió, es decir, actúan como sujetos activos del sistema, y no de otra manera. La reproducción del capital es su objetivo, los métodos se verán después, de acuerdo a la dinámica del propio capital y a la situación política imperante.
Hoy ha ocurrido una pueblada en la Estación Haedo
protagonizada por los pasajeros del T.B.A. Llegó el hartazgo, todo estalló.

Todo comenzó en Estación Cautelar y terminó en Estación Haedo. Pero el viernes anterior hubo una gran demora por deficiencias mecánicas en la Estación Castelar
, el sábado un accidente desgraciado en el paso a nivel de Marcos Paz, no hay barreras. Antes en Liniers, antes en otra, así, demoras y más demoras en viajes hacinados.
Denunciábamos desde el Mo.Na.Re.FA, en forma reiterada, el 9/01/05, en una nota titulada ¡Alerta! Viene marchando el Cromagñon Ferroviario, la siguieron otras del 18/01/05 cuyo título dice El F.C. Mitre puede ser otro Cromagñón; otra nota del 23/01/05 titulada El Cromagñón Ferroviario Continúa; el 26/01/05 se titulaba ¡Atención! Los Trabajadores Ferroviarios le dicen no al Cromagñón Ferroviario y el último artículo del mes del 30/01/05 llevaba el nombre: Jornada Donde los Trabajadores Ferroviarios le dijeron ¡N0! Al Cromagñón Ferroviario, en total cinco notas. No fueron notas agoreras, son trabajos de alerta hacía los ciudadanos, al público que viaja diariamente a trabajar.
Los accidentes de trenes continuaron siendo moneda corriente. El día viernes 4 de marzo aproximadamente a las 22 horas, en una formación de trenes de pasajeros en la estación Castelar se produjo un incendio. Voló una de las tapas del piso del vagón incendiado; hubo fuego y mucho humo, por supuesto la empresa no apareció. Dejaron a los pasajeros sin protección, al garete, para ellos clientes. Salieron como pudieron de los coches, ayudándose unos a otros en medio de las vías. El guarda intentó ayudar, los pasajeros lo apedrearon. El Guarda que no tiene nada que ver, es un trabajador explotado y paga por la irresponsabilidad de los concesionarios de Trenes de Buenos Aires (T.B.A), cuyos dueños, la familia Cirigliano son la nueva camada de industriales polifuncionales 'nacionales' que viven del Estado.

T.B.A no tiene salidas de emergencias ni matafuegos, ni baños quimicos como marcan las reglamentaciones; ni tampoco esta empresa tiene una cuadrilla de emergencias para actuar en estos casos, como en tiempos cuando los trenes estaban en manos del Estado Nacional y era un servicio público. Los sábados y domingos, las boleterías están cerradas de la líneas Mitre - T.B.A. Un tren se incendió en la estación Carranza de esa misma Línea. Al estar la boletería cerrada no había comunicación interna. Intervinieron los bomberos, un fiscal y un Juez. La empresa al llegar el tren quiso poner en marcha la unidad y los bomberos se lo impidieron. Toda una negligencia. Los medios de comunicación adheridos a la SIP, bien gracias.

Las causas del incendio hay que investigarlas. La CNRT
-Comisión Nacional de Regulación del Transporte- debe intervenir. Pero nada se ha dicho. Cualquiera fueran las causales, nuestras denuncias demuestran que lo que lo que venimos anticipando de los posibles accidentes, no son una predicción, sino una certeza.
Los trabajadores ferroviarios vienen denunciando sobre el vaciamiento que hace esta empresa T.B.A., con la anuencia de la Secretaria de Transporte y con el silencio de la burocracia de la Unión Ferroviaria y La Fraternidad, y el periodismo que se calla. Hemos denunciando sistemáticamente la falta de inversión en coches de pasajeros, vías, repuestos y otros, que los trenes no son debidamente revisados, que estos circulan con más kilometraje de lo permitido, sin que se les realicen las revisaciones periódicas y el mantenimiento preventivo. Es dable preguntar, que dicen ahora los que reclaman en representación de los usuarios demonizando a los trabajadores cuando paran por reivindicaciones laborales.

Decíamos que 9 de marzo del 2005 en el F.C. Roca, línea concesionada a la empresa Trenes de Buenos Aires, cuyo socio mayoritario es el industrial 'nacional' polifuncional y transversal: Taselli, descarriló una formación con pasajeros, alrededor del mediodía, del tren eléctrico que va desde Constitución a Glew. Saltó de las vías a las 11.25, 'cuatro ruedas del último vagón de un tren' del ramal a Ezeiza 'descarrilaron' pasando la estación Temperley. Como consecuencia de este inconveniente, el servicio quedó suspendido. Esta falta de mantenimiento sólo se puede calificar, nada más, como la de una actitud genocida.
En estas dos oportunidades no ocurrió una tragedia porque los trenes iban a baja velocidad. Hay responsables. Los ejecutores del vaciamiento ferroviario son las empresas que obtuvieron las concesiones, ellos son responsables, el otro es el Estado, que desde la Secretaria
de Transporte no toma ninguna medida. Al contrario, continúa con la misma política diseñada por este administrador del Estado, y no porque sean inútiles.
Hoy la mayoría de los concesionarios no hace mantenimiento de vías, la razón es simple, las renovaciones las efectúa el Estado a su costa, y en general con cada obra el concesionario recauda. Si además de no invertir, el concesionario gana con las renovaciones, es muy lógico que no efectúe ningún tipo de mantenimiento. Si la vía que nos costo U$S 100.000 solo dura 10 años, el costo del kilómetro de vía, por año será de 10.000 dólares por año y por kilómetro.' 'Pretender que estas empresas con el régimen de las privatizadas funcionen correctamente dentro del sistema capitalista es tan ridículo como legislar contra la ley de la gravedad.

La crisis en el universo ferroviario es integral. Tanto en los suburbanos, cargas y en los trenes de cartón de pasajero. Abarca todo. No hay rincón donde ella, la crisis, no este presente. Hay crisis de parición o de finitud en un proceso determinado, en este caso, el de prescripción de un sistema perverso de las concesiones ferroviarias.
El nombre de Cromagñón es significativo. Revela y expone a la intemperie una realidad que se desnuda por demás contundente: corrupción y muerte. Todo el proceso concesionarista del sistema ferroviario, como de las demás empresas del Estado, está signado por la corrupción, herramienta política que utiliza el sistema capitalista para doblegar voluntades y reclutar cipayos.'

Los concesionarios han archivado este reglamento. La Ley General
de Ferrocarriles 18.360 y el RITO tienen vigencia. El contrato de concesión es cuasi un contrato comercial, a pesar de ello, luego, estos concesionarios solicitaron modificaciones al reglamento, o excepciones, como la anulación del guarda en trenes de carga, y así, poco a poco fue solicitando modificaciones y excepciones sobre la reglamentación operativa en los lugares donde se suprimía personal aunque esas bajas afectaran el servicio.
Se ahorraba, el costo era y es, la desocupación y los cromagñones, justificados en este sistema, porque el objetivo es engrosar el arcón del lucro y la ganancia. Durante la década del desastre ferroviario las variables de ajuste, para que el proyecto de destrucción cuadrara, fueron la desocupación y el salario. Variables aplicadas a todo el arco popular.
La realidad cotidiana, desgraciadamente, nos da la razón. Nos da la razón porque la naturaleza de los concesionarios, mejor dicho de estos mercaderes de la muerte está a la vista.

En el otro ramal concesionado a T.B.A. que va desde Retiro- Tigre fue arrollado un motociclista por un tren en San Fernando. El servicio funcionó con demoras de, al menos, 20 minutos. El accidente ocurrió a las 7.29 en la estación Carupá, en San Fernando, cuando 'un hombre pasó con su moto con las barreras bajas' y fue atropellado por un tren de la ex línea Mitre. Debido al accidente, el servicio funcionó en un primer momento en forma condicional, en el tramo que va de Victoria a Tigre y luego circuló con demoras de, al menos, 20 minutos hasta que se normalizó totalmente. ¿Dónde están los banderilleros, o los guardabarreras, o la barrera manual...? y así siguiendo, en esta danza macabra.
Todos los días hay accidentes seguidos de muerte en el ferrocarril, es cuestión sumarlos, como los accidentes en las rutas que llevan acumulados en el año más de treinta muertes por día. Esto es solo es una muestra.

Seguiremos denunciando todas las anomalías, como así la inercia cómplice de algunos organismos del Estado para controlar y poner en fila a estos comerciantes disfrazados de concesionarios ferroviarios.
Una vida, todas las vidas no son una mercancía de oferta y demanda, como ocurrió en Cromagñón, a través del exceso de las entradas vendidas. Acá, en el ferrocarril, es por los excesos de las concesionarias en la avaricia que no les permite realizar en forma integral el mantenimiento, la prevención, velar por el confort del pasajero, la higiene, y esas cosas tan simples que debe brindar un servicio de transporte, no hay preocupación por las vidas transportadas. Estas vidas parecen no tenerse en cuenta en los ámbitos y en las cuentas del Estado. Es la perversidad del sistema imperante en la Argentina, no hay otra explicación. Casi todas los que viajan son trabajadores, empleados, asalariados, estudiantes, profesores, profesionales, todos laburantes, es decir: es el pueblo.
Hoy en Haedo la realidad ferroviaria cacheteó al gobierno que salió a dar una conferencia de prensa, culpando a dos compañeros, insobornables de las luchas ferroviarias, de ser los responsables de las acciones emprendidas por el hartazgo de los usuarios, en su mayoría trabajadores y empleados. Como si referenciarse en los dirigentes de la Unión Ferroviaria y La Fraternidad, llenos de aflicción, según el Ministro del Interior, significara una muestra certificada de ética y honestidad obrera.

Mencionó una falla técnica en la zapata de freno y que tocaba el tercer riel. Tercer riel que lleva 860 voltios, que de tocarlo hubiera producido un desastre, zapata de freno que está a más de cuarenta centímetros del tercer riel que lleva la corriente. Inexplicable lo explicado por el Ministro del Interior, dos falacias seguidas. Que lo asesoren bien, por favor
A su lado el marmolazo e impertérrito Secretario de Transporte, el señor de los subsidios Ricardo Jaime, justificando lo injustificable: el comportamiento del T.B.A. Como si varios organismos, entre ellos el Defensor del Pueblo Mondino no hubiera denunciado, hasta bajo el punto vista de los Derechos Humanos, el desastre que es el T.B.A.
Como si esta empresa no hubiera tenido nada que ver con la furia de los usuarios, como si estos, los pasajeros, fueran una multitud de imbéciles que se dejan transportar dócilmente sin reacción como ganado, y que en sintonía el Ministro del Interior y el Secretario de Transporte no levantan ni una sílaba contra tanta perversidad empresarial.
Nadie de la empresa se apersonó en Haedo, ningún funcionario de la CNRT
ni de la Secretaria de Transporte, nadie se asomó. Solo las autoridades Municipales. Había terminado la campaña electoral.

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