No hay Derechos Humanos para los presos de la estación ferroviaria de Haedo

ROBERTO CANTEROS ES EL ÚNICO ENCARCELADO


¨El TBA seguramente sigue haciendo viajar a la gente como ganado, pero yo estoy aquí detenido por ser pobre y no tener recursos para defenderme de tanta injusticia¨.
Roberto Canteros

Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital

24 de junio del 2006

Roberto Canteros es el único preso que queda en la cárcel de máxima seguridad en Ezeiza, provincia de Buenos Aires, los otros seis detenidos recuperaron su libertad hasta que se instrumente el juicio oral. Sin embargo a Roberto le adjudican haber tenido un arma de fuego 9 mm
, el arma reglamentaria de la policía provincial, ya que dicha arma, sostienen desde la fuerza, le fue arrebatada a una policía femenina.
La lucha llevada adelante por familiares, amigos, por vecinos de Haedo y otros lugares, por organizaciones populares, centros culturales y los pocos medios de prensa que se comprometieron con la realidad de los encarcelados, además en el marco del desarrollo de la cumbre de Viena donde los países discutían con los organismos internacionales por Derechos Humanos, en el pasado mes de mayo. Todos fueron aspectos importantes para que seis de los siete imputados, entre ellos un discapacitado mental, José Gutiérrez de 20 años con una edad mental de 10 años (es decir es un discapacitado mental) recobraran la libertad.

Roberto es un trabajador tapicero que habitualmente llegaba hasta Lomas de Zamora en el sur de la provincia de Buenos Aires para cumplir su tarea habitual y llevarse 20 pesos por día, con eso les daba de comer a sus cinco hijos, que tienen entre un año y 13, está casado con María. El 1º de noviembre viajaba como todos los días para hacer el trasbordo en Haedo combinando con el tren que va a Temperley. Vaya viaje que realizan habitualmente los trabajadores, donde tienen que soportar el desastre en que han convertido a este siniestro transporte ferroviario las concesionarias como TBA.
Allende en otros tiempos, cuando viajar en tren era un servicio público que se prestaba, a pesar de las dificultades con otra infraestructura ferroviaria, con otra seguridad y con coches en condiciones técnicas inmejorables; a pesar del boicot interno y externo sobre la empresa Ferrocarriles Argentinos.

Hoy en el TBA se viaja como ganado, y el ganado en tiempos de Ferrocarriles Argentinos era transportado en los coches jaulas higienizados, a un determinado kilometraje recorrido se lo bajaba en los bretes (corrales) a la vera de la estación, se les daba panes de sal, agua, pastura, descansaban, se los refrescaba y seguían su viaje. Aunque usted no lo crea estamos hablando del ganado vacuno que se transportaba por Ferrocarriles Argentinos.
Y es cierto lo que dice Roberto Canteros, se sigue viajando como ganado porque la empresa TBA no mejoró el servicio, esto que decimos se constata diariamente por las quejas de los pasajeros. Por el contrario, a TBA lo premiaron desde el gobierno nacional con más subsidios, cero de inversiones y a soportar el desastre ferroviario de las concesionarias. Cualquier comparación con el gobierno privatista de Carlos Saúl Menem, lo decimos convencidos, corre por cuenta de los lectores.

Funcionarios del TBA son premiados en París, Marcelo Calderón viajó con el secretario de transporte Ricardo Jaime para mirar, ver, observar como funcionan los trenes de alta velocidad, allí también estaba Gabriel Romero, presidente de EMEPA S.A. todos los nuevos empresarios que incursionan en nuestros pobres trenes…
Aquí está todo dicho, ellos viajan a costa del pueblo argentino, mientras tanto Roberto Canteros está encarcelado por un delito que no ha sido probado; por el desastre del 1º de noviembre el gobierno nacional está tratando de deslindar responsabilidades a la empresa TBA… Está todo dicho… a seguir sufriendo… eso sí, no hay derecho a la protesta… porque el que protesta va a parar con sus huesos a la cárcel… este parece ser el mensaje.

Una cosa es reivindicar los derechos humanos de la década de los ´70 y la última dictadura militar, el otro bien diferente es: ¿Qué se hace con los derechos humanos actuales?

Roberto Canteros dice en su carta que transcribimos que es inocente… como si el tuviera que probar una inocencia, según la Constitución Nacional dice, claramente, que nadie es culpable hasta tanto se pruebe lo contrario en juicio sumario.
La pregunta es entonces ¿Por qué Roberto sigue encarcelado? ¿Dónde están las pruebas fehacientes de que tenía el arma reglamentaria y que se la quitó a un agente policial femenino? La verdad sea dicha Roberto Canteros es preso del TBA.
Hay algo más para decir de estas arbitrariedades, cuando los pueblos sostienen que la justicia no es para los pobres, tienen razón… ¿Dónde está la justicia que deja en situación de fragilidad total a una familia con cinco hijos?

Los tratados internacionales suscriptos por los diferentes gobiernos argentinos sostienen que los derechos humanos deben ser respetados, que no se pueden arrancar declaraciones bajo tortura. Todos los encarcelados por los sucesos del 1º de noviembre del 2005 han afirmado que fueron golpeados, torturados con submarino seco y mojado, pasados por las leoneras, dejados sin comer, amenazados e inculpados por hechos donde aún no hay responsables.

Y nos volvemos a preguntar: ¿Cuándo será imputada la empresa TBA por el misérrimo servicio que presta?

No hay derechos humanos para los inculpados por los sucesos de la estación Ferroviaria de Haedo, Roberto Canteros está pagando por algo que no está probado que hizo.
En el mes del creador de la Bandera sirve esta sentencia:

"El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al inocente."
Manuel José Joaquín del Sagrado Corazón de Jesús Belgrano


CARTA DE ROBERTO CANTEROS

Junio del 2006, penal de Ezeiza, provincia de Buenos Aires

Mi nombre es Roberto Canteros, tengo 32 años, soy padre de 5 hijos, de 13 años a 1 año la más chiquita.
Trabajo como tapicero en una fábrica de living en Lomas de Zamora.
Me encuentro detenido en el Penal de Ezeiza desde el primero de Noviembre de 2005 por los hechos ocurridos en Haedo.
Aún no puedo creer lo que me pasó ese día. Soy un hombre humilde, trabajador, que iba a ganarme los $ 20 que cobro por día para el sustento de mis hijos.
En la Estación de Haedo hago combinación para tomar el ramal que va a Temperley.
El Primero de noviembre de 2005 la estación de Haedo fue un caos...gente que corría, policías que reprimían. No podía volverme, tenía que llegar a mi trabajo como fuera porque necesito sí o sí mis $ 20 diarios. Así que me quedé esperando que todo se calmara y que los trenes anduvieran. Y es así que esperando al costado de la estación me detuvieron.
Primero se me acercaron dos policías para decirme que tenía que salir de testigo, a lo cual yo me negué porque lo que quería era llegar lo más rápido que pudiera a mi trabajo. Entonces, uno de los policías me comenzó a insultar, a empujarme, yo no le contestaba nada, me estaba asustando, se acercan unos periodistas y los policías les dicen que me detienen porque me encontraron un arma. Yo mientras tanto estaba tirado en el piso, boca abajo con la rodilla de uno de los policías en mi espalda. Yo no podía creer lo que escuchaba ¿un arma yo? Si yo no me moví de ese lugar esperando el tren...
Y así fue. Me acusan de portación de arma, según ellos una ¡9 mm! de una mujer policía que se encontraba en el lugar. Yo jamás vi a la policía ni al arma. Cuando declaré no me mostraron el arma, tampoco a mis abogados, nunca jamás se hizo una pericia.

Entonces, aquí estoy en un Penal. No sufro por mí, sino por mis hijos y mi amada esposa María que hoy se está haciendo cargo de todo con un valor y una fortaleza que yo desconocía.
Yo lo que pido a la justicia es que vuelva a investigar mi causa, pero seriamente, no buscando un culpable como hasta ahora. Salieron los otros seis detenidos porque no encontraron pruebas, pero a mí me dejaron, también sin prueba alguna. Seguramente así como yo, todos son inocentes y el único culpable a quien nadie juzga es al TBA.

Para poder demostrar mi inocencia necesito de todas aquellas personas que se solidarizan con mi familia y conmigo. Pido a aquellas personas que viajan en el Sarmiento y que saben bien cómo se viaja, que no dejen que me condenen. El TBA seguramente sigue haciendo viajar a la gente como ganado, pero yo estoy aquí detenido por ser pobre y no tener recursos para defenderme de tanta injusticia.

Pido también a los medios, diarios, radios, o lo que sea, para que publiquen esta carta mía reclamando justicia y mi libertad... Porque repito, soy inocente.

¿Por qué la Justicia no va a preguntar por mí a mi patrón que sigue guardándome el trabajo? ¿Por qué si yo fuera mala persona mi patrón estaría ayudando con $ 100 por quincena a mi familia?

Gracias a quienes ayuden a mí y a mi familia.

Roberto Canteros

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