MEDIOS DE TRANSPORTE

FERROCARRILES

Un trabajo realizado hace dos años...


El Ferrocarril una cuestión nacional


Ferrocarriles para la liberación nacional o la dependencia (Parte IV - Final)


Por Juan Carlos Cena especial para Villa Crespo Digital

 

19 de febrero del 2008

El pago de la deuda interna necesita de los Ferrocarriles Argentinos para tener Soberanía Nacional. El pago de la deuda externa consolida los ferrocarriles concesionados.

Ver también:
Ferrocarriles para la liberación nacional o la dependencia (Parte III) (del 18-02-2008)
Ferrocarriles para la liberación nacional o la dependencia (Parte II) (del 12-02-2008
Ferrocarriles para la liberación nacional o la dependencia (Parte I) (del 11-02-2008)


No venderé el rico patrimonio Oriental al vil precio de la
necesidad.
José G. Artigas

Algunos datos comparativos del antes y el después

1 - Media en la tonelada Kilómetro transportada media en pasajero kilómetro tomando un promedio de la sección únicamente.

2 - Capital aportado efectivamente por el Estado.

3 - Corresponde a las externalidades dejadas de percibir por el Estado.

Fuente: Comisión Nacional Salvemos al Tren

Consecuencias negativas de las concesiones

1 - El aporte del Estado se cuadriplicó.
2 - Las tarifas aumentaron entre 25 y 95 por ciento.
3 - La red fue entregada en condiciones de desarrollar una velocidad promedio de 55 kilómetros por hora (pasajeros – carga), en la actualidad no llegan al 20 por ciento de esa velocidad promedio. Las causas son: el deterioro y el abandono en la conservación y mantenimiento de vías.
4 - Las cánones comprometidos por los concesionarios de cargas jamás fueron abonados, al contrario, se prorrogó y se les refinanció por 16 años, el valor estimado más de 270.000.000 de pesos.
5 - El material rodante sufrió igual deterioro que la red.
6 - Desaparecieron 85.000 empleos directos y 20.000 indirectos-proveedores del Estado.
7 - Virtual desaparición de la Industria Ferroviaria.
8 - Desaparición de trenes de pasajeros de larga distancia con sus consecuencias.
9 - Endeudamiento externo de U$S 700.000.000.
10 - La red operable se redujo a menos del 25 por ciento.
11 - Escandalosa enajenación del patrimonio ferroviario.
12 - La desaparición total o parcial de pueblos, denominados pueblos fantasmas en todo el territorio nacional son aproximadamente 870 pueblos.


Fuente: Mo.Na.Re.FA

 



A estos cuadros hay que agregarles el efecto político y social de la desconexión territorial que trajo como consecuencia los pueblos fantasmas, aproximadamente 870 pueblos despoblados, transformados en semi fantasma y fantasmas. La ausencia de los servicios sociales que prestaba el ferrocarril, como el servicio de agua que abastecía de agua a los pobladores realizando perforaciones y la instalación de plantas de bombeo, los trenes aguateros que colmaban cisternas o tanques por todo el territorio nacional, podemos afirmar con total certeza que el ferrocarril daba de beber al país, es decir acarreaba vida.

Los trenes sanitarios con sus campañas de vacunación y medicina preventiva, especialmente contra el mal de chagas, hoy en el país nacen por año 2.000 niños con el mal de Chagas.

El tren de auxilio presente en tiempos de sequía o inundaciones

Los trenes mixtos cargas-pasajeros (encomiendas-correo) y, se suspendieron las comunicaciones y el transporte entre los territorios provinciales y zonales, motivo suficiente para quebrantar las economías regionales, la de los pequeños y medianos agricultores, comerciantes, cargadores, artesanos y así…

El Tren de las Artes, el tren de la cultura nacional que recorrió la red ferroviario durante cinco años, 1985-1990.

La suspensión de los trenes de pasajeros de larga y media distancia tienen viso de una crueldad manifiesta indisimulable. Los que pergeñaron y sostienen aún esta salvajada ferroviaria poco les importó y les importa el ser humano que habita en esas zonas, que son nuestros paisanos, nuestros compatriotas, nuestros habitantes naturales del lugar, nuestros lugareños, ¡cuánto desprecio!, ¡cuánta malignidad!

Pero, que importa, son zonas no rentables, son zona inviables para los que invierten, ¿para qué invertir?, mejor es clausurar. Si, se ha clausurado un vasto territorio nacional.

Ver el mapa luego de las concesiones grafica mejor que nada esa realidad.

 



A precio vil se remataron los bienes ferroviarios, este cuadro es una síntesis de los elementos vendidos. Hay que preguntarse ¿Dónde están los inventarios de los elementos dados en concesión a las empresas?

De los 1.240 galpones con repuestos y material, ¿a qué valor y cómo se remataron?

¿Dónde están las máquinas y herramientas de los 74 talleres de mecánica y de vías?

¿Dónde está la planta potabilizadora de agua del Taller Los Naranjos en Santiago del Estero?

¿De los 4.350 galpones de carga, que quedó de ellos, y los silos?

De las 1.806 estaciones que había en 1988, ¿que quedó?

¿Las 1.127 locomotoras y locotractores, más las locomotoras que el Estado adquirió (10 locomotoras usadas Alco a España) para suplantar las no reparadas por los concesionarios, para que cumplan con los servicios, ¿cuántas quedan?

Si uno compara los cuadros de la Comisión Nacional de Salvemos el Tren y los de APDFA (Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos) podrán apreciar las diferencias de valores, lo que demuestra el deterioro inducido, o sea, el boicot sobre los ferrocarriles desde las mismas entrañas del Estado.

Después de echar un vistazo a lo que quedó. ¿Cómo y cuánto costará recuperar los ferrocarriles? ¿Como podríamos utilizar esos enormes recursos que llegan a casi 10.000 millones de dólares que se pago al FMI, para saldar parte de la Deuda Interna? el ferrocarril es parte de ese adeudo. Nosotros lo intentaremos desde el ferrocarril.

Más allá de la recuperación material de la empresa ferroviaria, debemos tener en cuenta el impacto social que ocasionaría, de vertebración con la nueva integración del territorio nacional, cuestión que arrastrará enormes beneficios para el país.

Comencemos, pero vale la pena aclarar, casi un sueño, de que todo se realizaría sin corrupción de por medio, que es una de las plagas que utiliza el sistema.

Según un cálculo no publicado de la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) informa que cuando se entregaron en concesión los ferrocarriles la velocidad promedio era de 55 kilómetros por hora, entre trenes de carga y pasajeros de larga distancia y suburbanos. Hoy no andan ni a 20 kilómetros. La causal es el deterioro de las vías. Poner en condiciones los ramales y acortar la velocidad promedio entre lo que se entregó y lo que hay, según el mismo informe, se necesitarían unos 5.000 millones de dólares, y ponerla al mismo promedio de velocidad, el doble, o sea 10.000 millones de dólares. Estas cifras, especialmente la última, nos da la magnitud del destrozo ocasionado a esa parte de la infraestructura ferroviaria. Que repito, es parte de nuestro Patrimonio Nacional.

Calculando a precio internacional, no el de los concesionarios nacionales que cuadriplican los valores, que es de un valor aproximado de 200.000 dólares por kilómetro la renovación de vías, tomando los 35.000 kilómetros originales de los Ferrocarriles Argentinos, daría un costo de 7.000 millones de dólares

Adquirir rieles a España para estos concesionarios que amputaron y levantaron vías, suprimieron ramales a su antojo, que desgarraron la red por falta de mantenimiento, es toda una estafa nacional. Si le agregamos el agravante de los aumentos en los subsidios a los trenes suburbanos de pasajeros en forma exponencial y el no pago del canon de los trenes de carga, veremos que ese conjunto de anormalidades es un robo manifiesto, donde son cómplices el Estado y estos industriales nacionales llamados concesionarios. Toda una asociación ilícita.

Esa relación biunívoca entre el gobierno y los concesionarios, es una relación perversa. En vez de comprar rieles deberíamos, con parte de ese dinero, rehabilitar el tren laminador de rieles de Somisa que cerró la Ing. María Julia Alzogaray, donde el excedente se exportaba a América Latina.

Sigamos. Utilicemos sólo 5.000 millones en las vías.

Luego de las vías, corresponde adquirir locomotoras para asegurar la tracción. Cada locomotora diesel eléctrica nueva cuesta puesta en puerto, unos U$S/unidad 2.000.000.- (promedio). Para renovar no las 1.217, sino la mitad, diríamos 600 locomotoras, nos costarían, aproximadamente, 1.200 millones de dólares, en total. Es imposible calcular el monto de inversión en repuestos para rescatar las locomotoras deterioradas y/o canibalizadas (extraer un repuesto a una locomotora para reparar otra) saber su estado técnico actual, de perfomance, sus kilómetros recorridos, es un misterio guardado en caja fuerte.

Si queremos rehabilitar los trenes de pasajeros de larga distancia necesitamos coches y furgones (muchos de ellos fueron descuartizados, ver foto nota II) 2.527 eran su flota antes de la concesión, hoy están en el cementerio de coches y vagones desparramados por toda la línea, destazados y vendidos como chatarra. Los coches remolcados sin aire acondicionado: su valor es U$S 800.000.- (promedio) Que debamos adquirir 600 coches a ese valor, la compra saldría 480 millones de dólares

Los Coches remolcados con aire acondicionado tienen un valor promedio de: U$S 1.200.000.- Si necesitamos otros 600 coches, como para reponer la mitad de la flota, estos saldrían 720 millones de dólares.

Reparación parcial de las vías: 5.000 millones
600 locomotoras diesel eléctricas: 1.200 millones.
600 coches remolcados sin aire acondicionado: 480 millones
600 coches remolcados con aire acondicionado: 720 millones
En total, sin contabilizar reparaciones es de 7.400.millones de dólares.


Los recursos para las reparaciones de estaciones (ver fotos) como la adquisición de caja para vagones (U$S 30.000 y 40.000 de promedio), los bogies (U$S 15.000 y 20.000, promedio) saldrían del resto entre los 7.400 millones, para material tractivo y los 9.000.millones. Los vagones tolva (graneleros) tienen un precio estimado de 50.000 dólares.

Esto es sólo una aproximación, se podría inferir que es un paso, un cálculo primitivo y simple. Uno que sabe de la complejidad del sistema ferroviario y como se realizaba la planificación anual y sus proyecciones mensuales, lo que devenía en la distribución de los recursos financieros, humanos y logísticos, todo bajo estricto control de gestión, a pesar de esa complicación no nos debe amedrentar el comenzar desde la simplicidad, de lo particular a lo general, esta es la única manera de poder tener una idea de la cuantía del desastre ferroviario.

Estos montos no alcanzan, ni remotamente, para volver a reequipar los talleres y depósitos, ni que hablar del los stocks de materiales en los almacenes distribuidos en toda la geografía nacional.

A los ferrocarriles hay que recuperarlos y luego reestructurarlos para que vuelvan a ser un servicio público de la mano del Estado Nacional.

Sobre el robo de las enrieladuras, podemos afirmar que ha nacido la legión de los cuatreros de rieles, uno sólo no puede llevarse ni un viejo durmiente carcomido. Hay tramos en La Rioja donde levantaron 32 kilómetros de rieles, nadie vio nada y están enclavados en parrales viñateros.

Y lo último, apareció el cuatrerismo en Entre Ríos. En un operativo cuatreril se robaron unos cuatro kilómetros de las vías ferroviarias, sobre un tramo que une las estaciones El Guardamonte y Durazno, en el departamento Tala, de la provincia de Entre Ríos. La información data del día 12/01/06. Este ramal está concesionado a ALL- América Latina Logística (brasileros), son los responsable del cuidado de estos bienes

Por otro lado, continúan los anuncios engañosos por parte del gobierno. Rescatamos parte de la independencia económica pagando la deuda “odiosa”, según dijeron, menos lo de odiosa. Pero el FMI contesta que nos seguirá controlando. Eso era seguro, es un órgano de control que responde al Imperio ¿O que creen que pasa en Afganistán, Irak, ahora Irán y la intromisión histórica en América Latina? La visita a nuestro país de Thomas Shanon, es por demás elocuente y demostrativa, que no nos van a abandonar. Visitó a los principales responsables del gobierno, y por si fuera poco, se preocupó por Evo Morales

Ahora anuncian un Megaplan de Inversiones Ferroviarias, mediante el Decreto Nro. 1683 del 28/12/2005, en el que se aprueba el Programa de Obras, Trabajos Indispensable y Adquisición de Bienes a fin de garantizar la rehabilitación de los servicios interurbanos ferroviarios de pasajeros de largo recorrido, cuyos trazados incluyen jurisdicciones provinciales y fortalecer y desarrollar el Programa de Obras del Sistema Público de Transporte Ferroviario de Pasajeros de Superficie y Subterráneo del Area Metropolitana de Buenos Aires, para las Líneas o Grupos de Líneas correspondientes a los concesionarios y/u operadores ferroviarios, que se detallan en las planillas que como anexos 1 y 2 forman parte del presente Decreto.

Leído atentamente los anexos 1 y 2 debo decir que hay obras ya anunciadas en otros planes, como la rehabilitación del ramal Concepción-Tucumán. Este trabajo fue anunciado por el Secretario de Transporte Comercial, el Señor de los Subsidios, Ricardo Jaime cuando anduvo anunciado en Tucumán la reestatización del F.C. Belgrano Cargas, anuncio que resultó ser una falacia, otra más. ¿Y van? Y hoy aparece de nuevo en los anexos.

Pero si de anuncios se trata tenemos varios. Veamos el más espectacular:

El presidente Néstor Kirchner presentó, el 18 de febrero del año 2004, el Plan Nacional de Inversiones Ferroviarias (Planifer) que proyectaba para ese año inversiones por más de 300 millones de pesos.

Dijo en esa oportunidad: “Es una decisión irrevocable que la Argentina vuelva a tener un sistema de ferrocarriles al servicio de todos los argentinos”. Más adelante subrayó: El tema de los ferrocarriles es central. Cualquier país del mundo que se quiera constituir como nación necesita un sistema de ferrocarriles que funcione, lo más moderno posible. Estas obras son fundamentales para la integración del Mercosur ”

Lo dicho hasta ahí sonó al oído de los ferroviarios, de las poblaciones abandonadas por falta de agua potable, comunicación y caminos, de los usuarios, pequeños cargadores, los que construyen las economías regionales, pasajeros de corta, media y larga distancia y, de los que presenciaron aquel ferrocarril obsoleto, boicoteado desde adentro y afuera por la ameba ferroviaria (funcionarios venales), dirigentes gremiales y políticos, saqueado, ninguneado, pero que integraba y conectaba al país, como un canto gregoriano.

Nada de lo anunciado ocurrió, como la reapertura de los talleres de Tafí Viejo o los de La Plata-Los Hornos y de otros tantos.

El presidente de la Nación suele decir que de Perón y Evita hay que acordarse cuando se gobierna. Le recuerdo que Perón había instalado un apotegma, estaba pintado en el interior de los vestuarios del Depósito de Locomotoras de Alta Córdoba, que decía “Mejor que decir es hacer” y “Mejor que prometer es realizar”

Largo es el camino que debemos andar para recuperar los ferrocarriles. Los trabajadores ferroviarios y el pueblo en general, pero tenemos una paciencia impaciente, seguiremos luchando por recuperarlo, que vuelva al Estado.

La Soberanía Nacional no es una consigna simplista, tiene que ver con un proyecto de Nación, donde los ferrocarriles son una parte fundamental, como las demás empresas concesionadas. Los ferrocarriles son parte de la Deuda Interna y la queremos cobrar. El pago de la Deuda Externa es igual al Déficit Bruto Interno Nacional.
 


David Viñas, que me honra con su amistad, suele decirme que tenga siempre presente los símbolos. Recuerdo uno, el beso dado por el ex presidente Carlos Menem al almirante Rojas, fusilador de los trabajadores en los Basurales de León Suárez. El almirante Isaac Rojas (a) La Hormiga Negra, en 1955, junto al general Eugenio Aramburu fueron los que gestionaron por primera vez la relación con el FMI.

La simbología del beso encierra traición, indignidad y genuflexión a la vez, más la afirmación de que él, Menem, sería el continuador de las políticas diseñadas por los factores de poder que, a partir de 1955, se adueñaron del país, es decir, la explotación del pueblo y la venta a precio vil de la Soberanía Nacional.

La amplia sonrisa de Isaac Rojas lo confirma, tras el beso que le propina Menem con sus labios carnosos en el cachete duro de la hormiga fusiladora. Fue un brinco de 34 años, que hoy continúa.

Termino citando al General José de San Martín, la contra cara de la indignidad y la genuflexión:
Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto, no defenderla.

* Juan Carlos Cena es Miembro Fundador del Mo.Na.Re.FA (Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos – Autor del libro El Ferrocidio

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