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El MONAREFA se pronuncia por los sucesos de Castelar y Merlo en la provincia de Buenos Aires

Por Juan Carlos Cena * y Elena Luz González Bazán * especial para Villa Crespo Digital

9 de septiembre del 2008


Sobre los sucesos de este jueves 4 de septiembre en Castelar y Merlo sólo decir lo que dijimos en las otras oportunidades: hay hartazgo popular impaciente luego de agotar la paciencia de los embustes del atril. Hay un servicio ferroviario perverso que raya con los Derechos Humanos. A pesar de ello el gobierno los premia con tres veces más subsidios para los trenes suburbanos.

Las responsabilidades por lo acontecido en Haedo, Plaza Constitución, siempre se la adjudicaron a los trabajadores o militantes políticos. Repudiamos esa adjudicación, nos solidarizamos con todos los trabajadores sin excepción. Así como lo hicimos en Haedo y en Constitución. Los ferroviarios tienen alrededor de 140 obreros y trabajadores judicializados.


Se repite la historia, esta vez como farsa. El 14 de mayo del 2004 en un artículo titulado Los Ferrocarriles, Un Problema de Estado, publicado y reproducido por una cantidad no determinada de medios decíamos: "Los últimos accidentes ferroviarios no son producto de la casualidad, de la mala suerte o de problemas climáticos, o de aquellos que se suben a un tren y viajan en los estribos arriesgando sus vidas".


"Estos dolorosos accidentes son producto de la entrega del patrimonio nacional, entre ellos los ferrocarriles, por eso en este planteo se rebaten declaraciones que están arrimadas a las viejas voces de los privatistas y no de buscar a las verdaderas causales y a los verdaderos responsables: aquellos inquilinos ventajosos, hoy de los ferrocarriles, y de los que aún están enquistados en los organismos del estado".


"La capacidad de asombro de la ciudadanía y de los usuarios del ferrocarril, del área metropolitana, es inagotable y, la paciencia ciudadana bonaerense se va tornando impaciente".


"Desde que asumió este Gobierno nunca fijó una política clara en cuestiones de transporte en general, y menos ferroviario. Sólo hay simbolismos: Tafí Viejo es el más emblemático, él más fuerte, pero nada más".

"Ver por televisión lo peligroso y penoso que es el viajar en los trenes metropolitanos es alarmante. Pero parece que para los funcionarios no es así".

Estación Haedo, Plaza Constitución, Castelar, son muestras, entre otras, del saqueo y destrucción nacional perpetrado a los Ferrocarriles Argentinos. Es una de las pruebas testigos más veraces de la inutilidad del eficientismo privado. También, es la comprobación de una estafa nacional sin precedentes que desde el Mo.Na.Re.FA lo venimos denunciando sin descanso.

Hemos publicado más de 400 informes, investigaciones, notas sobre los ferrocarriles argentinos y su situación. Un gran número de ellas se referían a los posibles cromañones. No expresábamos esa inquietud en forma superficial, sino que los accidentes que ocurrían a diario, y a veces, en forma repetida durante la misma jornada, avalaba nuestra preocupación. Además, como conocedores del oficio ferroviario ver un tren arribar a una estación es apreciar su estado bajo el punto de vista técnico. Llamábamos la atención y alertábamos de que en cualquier momento, y no por un designo maldito, un accidente de una gran magnitud iba a ocurrir.

No era para alegrarnos de que nuestras predicciones, ya son certezas, y que se vayan cumpliendo en forma inexorable. No es que uno sea un buen adivinador, no, ni mucho menos. Es que uno ha tratado y trata, simplemente de conocer la verdadera naturaleza del sistema capitalista en la Argentina, es que no se puede y no se debe opinar desde la ignorancia. En consecuencia es toda una responsabilidad averiguar quienes son sus representantes, como actúan e interactúan, en este caso, los empresarios concesionarios de los Ferrocarriles Argentinos.


Nosotros desde el MONAREFA contestamos ante tanto agravio, que la única solución es la vuelta del sistema ferroviario a manos del Estado, dentro de un proyecto nacional.


El ferrocarril era un sistema de transportes, de industrias y comunicaciones. El Ferrocarril está en manos del Estado en casi todos los países serios. Por supuesto, no ocurre así en Argentina, México o en Uruguay, entre otros. La conducta cipaya de los funcionarios de estos países dependientes es un mal que padecen los gobiernos que reniegan de la soberanía nacional (todos estos párrafos no seleccionados al azar fueron escritos entre marzo del 2004 y mayo del 2007)

Este gobierno debe tomar medidas ya, y deben ser integrales. El Presidente, en ese momento Néstor Kirchner pidió ayuda más de una vez, le respondimos: hay muchos ferroviarios honestos, técnicos idóneos, hombres que dejaron la vida y la volverían a dejarla de nuevo por un ferrocarril al servicio del país.

Desde el gobierno se repiten en forma autistas las descalificaciones maccartistas en cada caso, que redunda en la prensa seria. Sólo queremos contestarle con esta cita:


"El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido,
porque estará obligado a inventar veinte más
para sostener la certeza de esta primera."
Alexander Pope.


* Miembros fundadores del MONAREFA

 

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