MOVIMIENTO OBRERO           

Trabajo esclavo, falta de controles y muchas ganancias

 

Talleres clandestinos

 

Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital

 

Este trabajo fue elaborado al calor de los talleres clandestinos y esclavos que se descubrieron públicamente en nuestra Ciudad de Buenos Aires.
 
A medida que el tiempo pasó, y cuando ya otras noticias tapaban esta situación realmente injusta sobre la vida de quienes trabajan en estos talleres. Estos, continuaron y se incrementaron. Hoy la ciudad tiene hasta formas aún más descarnadas de sobre explotación.
 

Talleres clandestinos: sinónimo de indocumentados, cama caliente y trabajo esclavo.
Otras muertes silenciosas…
 
25 de enero del 2009

El pasado 30 de marzo del 2006, a 30 años del inicio del último golpe militar, se quemó un taller clandestino ubicado en la calle Luís Viale 1269, en el barrio de Caballito, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Murieron seis personas, entre ellos cuatro niños. Fue noticia por unos días y luego desapareció…
Con esta tragedia sale a la luz, como si no se conociera, el trabajo esclavo, la trata humana, las largas jornadas de hasta 19 horas de lunes a lunes, o de lunes a sábados en el mejor de los casos. Duermen las familias en el mismo lugar, talleres de cuatro por cuatro, comidas miserables, niños encerrados. Cuando se produjo el incendio había más de 70 personas entre mayores y niños.
Los afectados, en este caso, son la comunidad indocumentada boliviana, que llegan a nuestro país: ¨Fuente de toda razón y justicia¨ a trabajar engañados, van a parar a estos lugares y son explotados por talleristas de cualquier nacionalidad, eso es lo de menos, el capitalismo no tiene nacionalidad.
En ese momento, el gremio de costureros, la Unión de Trabajadores Costureros, UTC, creado en octubre del 2005, denunció en la voz de su representante gremial Gustavo Vera que el sindicato interviniente SOIVA hacía oídos sordos sobre los talleres clandestinos, por ende, esta realidad no era desconocida, la denuncia tenía mucho tiempo, esta situación los impulsa a conformar este novel sindicato, la UTC.

Por
otro lado se conoce que hay unos 2.000.000 de bolivianos en nuestro país, aproximadamente entre 700.000 y 1.000.000 son indocumentados, el 40 por ciento trabaja en la costura en forma directa o indirecta, los demás se reparten entre construcción, agricultura y horticultura.
Luego de ese siniestro hubo movilizaciones, declaraciones por parte de los distintos funcionarios del gobierno porteño, entre ellos la Ministra de Derechos Humanos, Gabriela Cerruti, quien sostuvo: "A la comisión bipartita les dijimos que sí, pero el plazo de seis meses no podemos aceptarlo. Les explicamos que no podemos permitir tener talleres donde se violen los derechos humanos o se someta a la gente a trabajo de servidumbre", esto lo afirmaba el 3 de abril luego de haberse reunidos con miembros de la comunidad boliviana.
Además, legisladores porteños citaron, el 7 de abril de este año, a la ministra Cerruti para que explicara que medidas se tomarían en torno a esta situación de los talleres clandestinos, el trabajo explotador y la realidad de las familias que allí viven.
Las condiciones infrahumanas están en algunos testimonios, los miedos son grandes, la muerte y los aprietes posteriores llevan hacia esta realidad: "Trabajábamos en un taller de 4 por 4 metros, donde había 3 máquinas y una cama donde dormíamos mi mujer, los dos chicos y yo, trabajábamos mas de 14 horas diarias, no había higiene en el lugar"

Las 29 personas que fueron sacadas, a la fuerza, aquel fatídico día 30 de marzo no testificaron, salvo quienes perdieron su hijo. Por otro lado dos meses antes, en otro taller, del barrio de Floresta, otro niño falleció cuando se incendió el lugar.
La organización sindical sostenía, en julio de este año, que ha denunciado a más de cincuenta firmas que son responsables de este trabajo infrahumano, entre dichas firmas se encuentran: Lacar, Montagne, Rusty, Porsaid, Graciela Naum, Kosiuko, Coco Rayado, entre otras. ¨La Unión de Trabajadores Costureros denuncio pública y judicialmente a más de un centenar de talleres que trabajan para cincuenta firmas¨.
Por otro lado, ¨la asamblea de La Alameda desde hace varios meses que está denunciando la situación laboral en estos talleres, las condiciones a que son sometidos los obreros: lo que se suele llamar "cama caliente": viven en el mismo lugar donde trabajan; que se les paga $ 0.80 por jean terminado; que son obligados a trabajar jornadas de 12, 13 y 14 horas; que a muchos de ellos con la excusa de que son ilegales en realidad la única paga que reciben es la comida diaria; que se los trae a la Argentina y luego se los intimida con que si no tienen documentación pueden ser detenidos y deportados Las condiciones de salubridad son pésimas: muchos de los trabajadores presentan cuadros de tuberculosis¨.

Cama caliente y tuberculosis
Durante fines del siglo XIX y principios del XX llegó a nuestro país algo así como seis millones y medio de inmigrantes, otros sostienen unos cuatro millones y medio, quedando en nuestro país, residiendo definitivamente, entre tres y cuatro millones de personas.
La llegada fue al hotel de Inmigrantes, luego los conventillos, inquilinatos y las condiciones miserables de vida, sin atención de su salud, con jornadas laborales extenuantes, cocinando, durmiendo y viviendo en una misma pieza una o dos familias, entre 6 y 12 personas, alquileres excesivos, sin cloacas, sin servicios sanitarios. La muerte llegaba de la mano de la tuberculosis, procesos infecciosos, contagio y miseria, mugre, promiscuidad y cama caliente.
Parecía que esta situación que muchos pintan rosadamente debería haber terminado, sin embargo, en pleno siglo XXI, en un país donde hace gala de la estupidización por el uso del celular, en una ciudad que tiene un parque automotor comparable a los países del primer mundo, donde hay una suntuosidad vergonzosa en edificios, centros comerciales y supermercados y otros, existe aún la cama caliente… la cama que no tiene dueños… donde alguien se levanta y otro se acuesta, la cama que funciona las 24 horas, los 365 días del año. La verdad, no es un servicio de urgencia, no se trata de atención hospitalaria, por el contrario es el lugar donde unos esperan para poder dormir…

La justicia que tarda en llegar…
En ese comunicado del 3 de julio del 2006, la Unión de Trabajadores Costureros afirmaba que: ¨A tres meses del incendio, no hay ninguna marca sancionada, ningún tallerista explotador preso, ningún funcionario procesado sea por haber permitido en frontera el tráfico indiscriminado de personas o sea por haber estado involucrado en situaciones de cohecho. Ni siquiera las víctimas de Luís Viale pueden descansar el paz, desde el momento que no hay ningún responsable de ese incendio preso¨. El 5 de septiembre del presente año se conoció que según la información suministrada por la Subsecretaría del Trabajo, de las 17 direcciones declaradas ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, la empresa con nombre de fantasía Kosiuko, razón social Kowzef S.A. mintió en varios casos sobre la existencia de talleres en esos lugares.
La Cooperativa 20 de diciembre y la UTC vienen investigando estos lugares. De todas formas, este 4 de septiembre un grupo de inspectores porteños recorrieron 12 de los talleres ubicados en la CABA, dichos lugares fueron denunciados ante la Subsecretaría de Trabajo, Empleo y Formación profesional que depende del Ministerio de Producción. Se llevaron adelante 14 inspecciones, en 8 lugares no existen talleres textiles, dos se labraron infracciones, las irregularidades son falta de higiene y seguridad. En uno de los talleres se verificó que la jornada laboral es de 12 horas. "Los informes presentados eran fraudulentos y se ocultó información. Luego de este proceso y el aporte de pruebas a la investigación, la marca Kosiuko podría recibir sanciones y consecuencias penales por obstrucción a la autoridad administrativa del trabajo y por haber declarado direcciones de talleres falsas e inexistentes. A su vez, recibiría sanción por las condiciones de trabajo denigrantes en los talleres contratados y en el caso de comprobarse reducción a servidumbre podría tener actuación la justicia penal", sostiene la Subsecretaría de Trabajo.

Una muerte más sin sentido…
Se trata del trabajador costurero Diego Aruquipa Fernández, boliviano, trabajaba 19 horas diarias de lunes a sábado, tomando un té como desayuno, comiendo un pollo con arroz, como almuerzo y cena. Viviendo en condiciones infrahumanas, tenía 19 años, ilusiones y ganas de vivir. Murió de tuberculosis… esta enfermedad alguna vez fue erradicada…
Diego murió el 25 de agosto en el Hospital Muñiz, tenía neumonía y tuberculosis, el testimonio de un testigo protegido relata los sinsabores que sufrió este joven boliviano en el taller explotador de la calle Chivilcoy 630, clausurado, pero donde hay todavía unas 10 personas más, este taller que fue cerrado el 1º de agosto del 2006, está a cuadras de la Comisaría 43º. Según el testigo, Diego vivía en condiciones espantosas, rodeado de hormigas, cucarachas y suciedad: ¨dormía en un entrepiso, en un lugar oscuro lleno de cucarachas "que andaban por las paredes como si fueran hormigas".
El tallerista responsable de este lugar es Omar Serrano Guzmán, la ropa que se confeccionaba en ese lugar iba para la firma Toda en la calle Bogotá. Le negó a Diego el dinero que le debía por su trabajo, se lo pidió para volverse a Bolivia. El testigo protegido cuenta el deambular de Diego por distintos sanatorios, hospitales y lugares donde lo trataron, en uno de ellos llegaron a darle dos días de vida, el lugar se llama clínica "Fundación Salud para la Comunidad", ubica en Olivera 129, pero Diego no figura en sus registros, ¿casualidad?
Terminó su deambular en el Hospital Muñiz, ubicado en el barrio de Parque Patricios, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ganaba entre 5 a 10 pesos por semana, entre 20 a 40 pesos por mes. Le daban de comer pollo tostado con arroz y bebía agua de la canilla, falleció, era boliviano, indocumentado, pobre, para los medios no merece prensa…

A Diego no se le puede devolver la vida… la sobreexplotación de la mano de obra es una flagrante violación a los derechos humanos de los trabajadores, no interesa su nacionalidad, ¨… habitan el suelo Argentino, fuente de toda razón y justicia…¨
Es letra muerta, no se cumplen los preceptos constitucionales, el tema de los talleres clandestinos ha sido abandonado por la prensa, por el gobierno, por los poderes del Estado. Está por verse que harán con la firma que ha mentido, transgredido la ley y tiene responsabilidad por esta evidente violación de los derechos humanos de los obreros costureros.
¿Qué se haga justicia…?

Fuentes: Noticias Urbanas, Rodolfo Walsh, UTC, Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, fuentes propias

 

OTRA EXPLOTACIÓN MÁS ANUNCIADA


El pasado 31 de marzo, 24 horas después de producido el incendio donde murieron seis personas, la Unión de Trabajadores Costureros y la Alameda denunciaban que el trágico incendio era fruto del trabajo esclavo vigente en los talleres clandestinos.
Han pasado más de cinco meses y esas condiciones laborales no han sufrido variantes, por el contrario, se intensifican, las grandes marcas siguen su camino inexorable de sobre explotación esclava.
En ese comunicado sostenían que el trabajo, la jornada laboral era de 16 a 18 horas sin descanso. Sobre el taller siniestrado afirmaban: ¨Confeccionaban jean para la firma JD que tiene locales en la Avenida Avellaneda por el mísero precio de 0,80 centavos por jeans. Los niños estaban encerrados y literalmente enrejados en la planta alta por orden de los talleristas a fin de no "obstaculizar" la producción. Aspirando polvillo, expuestos a tuberculosis y anemia. Victimas de trata, traídos mediante engaños desde Bolivia con la promesa de un trabajo digno son esclavizados ni bien pisan la Argentina¨.
Además advertían que había más de cien talleres detectados y denunciados por la organización gremial, a cinco meses de aquel suceso, la misma organización, en otro comunicado de julio del 2006, sostiene que los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires, haciendo un relevamiento exhaustivo de este trabajo esclavo, han denunciado más de 1.900 talleres de estas características. En dicho comunicado aseveraban que: ¨ Más de cien talleres han sido detectados y denunciados por la Unión de Trabajadores Costureros desde octubre del año pasado junto a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, la Organización Internacional de Migraciones y Procuración General de la Nación, únicos organismos del estado que tomaron seria y responsablemente el tema desde entonces. A fines de octubre la legislatura porteña votó un pedido de informes sobre el tema. Durante diciembre y enero la Defensoría del Pueblo emitió resoluciones instando al GCBA a cumplir con el tratado internacional de asistencia a las víctimas de trata que obliga a los estados miembros de la ONU a garantizar vivienda, alimentación, educación, salud y planes de reinserción laboral a las víctimas de trata. Sin embargo, hasta la fecha hubo que lidiar con obstáculos increíbles para que los costureros esclavizados tuvieran asistencia a la altura del flagelo que padecieron y en muchos casos hubo que ayudarlos extra gubernamentalmente con la OIM y otras organizaciones¨.

 
CON LA RENOVACIÓN DEL DISEÑO, actualizamos y corregimos investigaciones, informes y trabajos realizados en otros momentos y que no están incorporados en años anteriores, sino que forman parte del material entregado en el presente año.
INVESTIGACIÓN iniciada y publicada el 4 de octubre del 2006 renovada y continuada hasta enero 2009.
 
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Lunes 19 Noviembre, 2018 21:04

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