SALUD                           

FLOREAL FERRARA: MÉDICO SANITARISTA

 

Conversaciones con Floreal Ferrara

 

Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital 

 

La salud es un bien social, su implementación como tal es una decisión política de los estados...

 

CONVERSACIONES CON FLOREAL FERRARA

 PARTE II *

 

Los hospitales y la salud son del pueblo,

Como decía Eva.

Floreal Ferrara

 

14 de junio del 2009 *

 

Las dos horas que estuvimos con Floreal Ferrara discurren entre un cúmulo de información y de anécdotas que tiñen, no sólo el reportaje, sino una historia desconocida de la salud en nuestro país. Esos ejemplos de vida que tantas veces se preguntan millones si existen. Y en este caso hay una realidad de estos médicos sanitaristas que marcaron un nuevo momento de la salud como bien social.

 

Ferrara nos habla de Ramón Carrillo y de Arturo Oñativia, en ese orden, porque Carrillo fue Ministro de Salud Pública de la Nación entre 1946 y 1954 y Arturo Oñativia fue Ministro de Salud Pública de la Nación entre 1963 y 1966. Uno peronista, el otro radical. Ambos pensaron y ejecutaron políticas sanitarias en bien del pueblo, desafiando a los monopolios de medicamentos, a la tecnocracia y a un modelo de médico hegemónico.

Pensaron en una salud donde la comunidad es central.

Floreal Ferrara es un médico, pero es un hombre lleno de sabiduría, una, la adquirida por la lectura permanente y la otra, casi la más importante, las enseñanzas de la vida; ambas se resumen en su lenguaje pedagógico.

 

La experiencia de los ATAMDOS es igual, tiene que ver con esta salud, la prevención y el centro en la comunidad, se llevó a cabo entre los años 1987 y 1988 en la provincia de Buenos Aires, el doctor Ferrara era Ministro de Salud provincial y esta experiencia, a pesar de ser corta, se grabó en la retina y la conciencia de miles de personas.

Esta es su historia...

 

 

ATAMDOS – ATENCIÓN AMBULATORIA Y DOMICILIARIA DE LA SALUD

 

El ATAMDOS estaba conformado por un médico, o médica, una enfermera o enfermero, un trabajador social o trabajadora social, un psicólogo o psicóloga y un odontólogo u odontóloga, que era uno cada dos ATAMDOS.

En segundo lugar era un espacio administrado por la Comunidad, por medio de las asambleas. Estos ATAMDOS debían atender 300 familias, o sea algo así como 1.200 a 1.500 personas, depende del número de niños y de los miembros de una familia.

¿Qué se hacía en estos ATAMDOS?, se atendía a la comunidad, el equipo interdisciplinario no esperaba a los pacientes, iba a las casas y atendía las problemáticas de salud, estaban todo el día porque se los nombró con retención de título. Comenzaban su día a las 8 de la mañana y la jornada terminaba a eso de las 19 horas, siempre y cuando no hubiese otro tipo de problemas.

Entre los 160 ATAMDOS que funcionaron en la provincia de Buenos Aires, se nombraron unos 650 trabajadores de la salud, sólo una persona falló en su desempeño, siguió cubriendo otras funciones y no entendió que el trabajo era en el lugar determinado. El salario de todos los trabajadores de los ATAMDOS era el mismo que cobraba Floreal Ferrara, como Ministro de Salud de la provincia.

 

¿Cómo se entiende esto Floreal, lo de los ATAMDOS?

F.F.: Los ATAMDOS estaban al pie de la necesidad de la comunidad.

Los hospitales quedaron para internación, para la alta complejidad.

Los ATAMDOS eran para los problemas cotidianos.

Como lo hicimos en los ATAMDOS, se puede volver a hacer. Porque el trabajo en los ATAMDOS tiene un perfil ambulatorio...

Los hospitales no estaban abarrotados de gente, un día entra en mi despacho el director del Hospital de Tres Arroyos y me dice: ¿vos que querés hacer Floreal, cerrar los hospitales, los querés destruir?

No para nada, le contesté, yo lo que quiero es que, los hospitales sirvan y son para la alta complejidad, que lo que se pueda resolver en la comunidad sea así. No, como voy a querer cerrar los hospitales, le dije. Estuve un buen rato tratándolo de convencer. Al fin lo entendió.

Los hospitales están construidos para que hagan todo, y no es necesario que hagan todo, es como si vos querés cazar pajaritos y te llevas un misil.

El tema de los ATAMDOS fue injertarlos en una sociedad que mira todo despectivamente, porque las salitas tienen una historia lamentable, porque el médico nunca iba, estaban cerradas, no había nada. Acá en los ATAMDOS estaban abiertas. Que decían ellos, la comunidad, nosotros, venimos y están todos. Y además iban al domicilio, por eso eran domiciliarios. No es un invento mío, es de mucho tiempo de pensar en distintas partes del mundo.

 

El pueblo de la provincia de Buenos Aires estaba atendido en los ATAM DOS.

 

UNA HISTORIA QUE MARCA LA FUNCION DE LA SALUD EN MANOS DE LA COMUNIDAD

 

Me cuenta Floreal: Un día me llaman de un ATAMDOS, creo que del Conurbano, me llaman y me dice la enfermera, que una muchacha cuyo marido esta trabajando hasta los cuatro o cinco de mañana estaba con un cuchillo en la mano y quiere matar a sus cuatro hijos. Les pregunto que están haciendo y me dicen que están todos ahí y que la tienen controlada, pero no le podemos sacar el cuchillo.

¿Qué tenemos que hacer?, le pregunta la enfermera.

Y les digo tienen que quedarse,

Estamos en eso.

Les digo que me llamen en una hora.

A la hora me llaman y el cuchillo lo tenía el grupo de salud, pero el cuadro era muy bravo. Un brote esquizofrénico.

Está llorando descontroladamente y son las cuatro de la mañana y nosotros no damos más.

Entonces les dije: yo voy para allá.

Cuando llego, había pasado una hora, estaba un grupo de gente del barrio, miro a la muchacha, estaba excitadísima.

Una muchacha muy bien puesta me dice, les estamos diciendo a los muchachos que se vayan, que no dan más, que nosotros la vamos a cuidar, pero no la internen, por favor, nosotros la vamos a cuidar, pero no la internen.

La enfermera temblaba, el médico no sabia que carajo hacer, la psicóloga la mantenía, pero ahí, pero no la podía dominar.

Les dijimos que estábamos de acuerdo, la chica estaba en un cuadro delirante.

La mantuvieron 15 días y la chica salió del cuadro delirante, la mantuvieron, la cuidaron y ella salió.

Cuándo salió y le preguntó a doña María,

¿Qué me pasó doña María? No me acuerdo de nada...

Habían pasado unos 16 o 17 días.

La muchacha preguntó por qué había tanta gente en su casa, y doña María le dijo que había tenido una crisis.

Si me parece, pero ahora estoy bien, doña María.

¿Y los chicos?

Ahí están,

Hay que bueno, doña María.

 

Y concluye Floreal: NO HAY NADA MAS IMPORTANTE EN LA SALUD MENTAL o FÍSICA QUE LA COMUNIDAD....

Este episodio es un episodio real,  fue en uno de los barrios de Florencio Varela...

 

¿Fue en el año 1987?

F.F.: Sí, aún la veo a la muchacha. Una muchacha joven que tenía cuatro chicos. Cuando llega el marido ya está en familia, y el barrio y el marido hacen de contención.

 

O sea, el rol protagónico es de la comunidad, no del médico, el médico lleva la ¨sabiduria¨ del conocimiento.

F.F.: Exactamente así. No sabés el cambio que hubo en los médicos, en las enfermeras, en los asistentes sociales, en todos los que trabajaban en los ATAMDOS. El sueldo de ministro lo tenían ellos, de tiempo completo con retención de título. Nombramos unos 650 trabajadores de la salud, uno sólo me falló, una trabajadora social de Tandil que siguió trabajando en otra cosa. Quien le dio la ¨cana¨, fue el propio grupo que le dijo que se tenía que ir. Acá mentiras no puede haber, ganás lo mismo que el Ministro.

 

Por otro lado, Floreal afirma que: ¨La crítica que me hicieron es correcta porque no teníamos presupuesto y echamos mano a lo que podíamos que eran horas cátedras de escuelas que no eran tan importantes, esto fue anárquico me dijeron y es cierto. Cuando estábamos por diseñar el presupuesto, me echaron¨. Lo dice con una sonrisa y un dejo de pena.

Además cuenta que: ¨El otro problema que tuvimos es que nosotros nos quedamos a los 120 ATAMDOS sin médicos generalistas, tuvimos que echar mano a los clínicos, ya no era lo mismo...

 

¿Que es médico generalista?

F.F.: Tiene una formación especial, porque tiene todo lo que necesita para atender, ambulatoriamente, a una persona. Es un tipo que sabe manejar toco ginecología, infectología, cirugía algunas cosas, materno infancia, clínica médica es decir todas las cosas que hacen a la generalidad de la patología y la salud con una visión de prevención.

El generalista está en condiciones de poner un DIU, y en cuanto a los anticonceptivos, los buscábamos todos.

 

¿Dónde se forman estos médicos generalistas?

F.F.: Estos médicos generalistas se forman en la universidad, hay dos o tres lugares en la provincia, el más importante es el hospital Manuel Belgrano en la calle Constituyentes, ya sobre San Martín.

O sea que teníamos entre 100 y 120 médicos generalistas y no había más, y los ATAMDOS eran unos 160. Los clínicos van a la enfermedad, los generalistas son preventivos.

 

Me dijo algo sobre los psicólogos.

F.F.: Ellos no trabajaban con el diván, trabajaban en grupos, juntaban a la gente en grupos y trabajan las problemáticas, lo que pasa es que los psicólogos estaban y están formados en lo individual.

 

¿Y en el caso de la enfermera/o?.

F.F.: La enfermería era igual: poner la inyección y tomar la presión. La salud pública es ver el problema del agua, ver como están las gallinas, si hay agua potable o no, el problema de las aguas servidas, o sea es trabajar con la realidad. Es cambiarle el eje a la salud.

El problema es que nuestra salud ha sido el hospital que es un lugar central para la salud.

La salud está en la comunidad, en el domicilio, en el barrio, en el boliche.

En muchos lugares no teníamos donde juntarnos. Esto nos pasó en Villa Tranquila, en Ensenada, y entonces le pedimos permiso a un bolichero para que nos diera lugar para las clases y los borrachos intervenían en las discusiones. Las zanjas para sacar las aguas servidas las hacíamos con ellos, participaba la comunidad.

En un momento Floreal estaba en aquel lugar, discutiendo con la comunidad, mientras la cinta del grabador registraba todo, sus emociones también...

Me emociona hablar de todo esto...

El programa se lo había apoderado el pueblo.

 

¿Se puede volver a implementar el ATAMDOS?

F.F.: Ahora seria más fácil. Yo puse salarios altos, pero igual se puede poner en ejecución este programa. Poner en funcionamiento esto no es caro, es una decisión política.

 

Y sí, es un problema de militancia y de seguir pensando como dice Floreal que la ¨revolución es posible¨, y la salud al servicio de la comunidad, también.

 

·         Esta entrevista fue publicada a partir del 12 de marzo del 2005. Reproducida en numerosos medios de comunicación durante el 2005 y 2006. En el 2009 volvimos a revisarla y ha sido publicada nuevamente en el portal Villa Crespo Digital.

 

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