MEDIOS DE TRANSPORTES FERROCARRILES
|
DE LOS QUERANDÍES A EVITA
|
UN VIAJE AL TERROR I
|
El ferrocarril es una cuestión
nacional… pero no para las concesionarias y el gobierno…
De los Querandíes a Evita
PARTE I
Por
Juan Carlos Cena y Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo
Digital
20 de mayo del 2009
29 de diciembre del 2007 Publicada por 1º vez.
Se dice comúnmente que estamos en el tiempo de la profusión de las formas
visuales: la fotografía, la imagen, obviamente la televisión, el cine,
pero todo esto no tiene real contenido si acaso no existiera el lenguaje,
la palabra oral y la escrita, es decir recorrer el tiempo a través de
la palabra; que es el primer registro visual de la memoria. Que ésta
observación nos traiga y nos desnude realidades que parecen ser de otra
galaxia, o quizás de otro país, o región, o historias de abandonos reiterados…o
de otros espacios temporales, pero que no, son de nuestras cercanías…y
si aparecen, que sean como un flash, un relámpago, que una vez apagado,
las exclamaciones se acallen y vamos a otras fulguraciones, lo apagado
está extinguido y no existe más.
Con estupor apreciamos, a través de lo advertido, por este realismo
mágico, que estas llamaradas son de acá, de la Argentina, más precisamente de la provincia de
Buenos Aires, el estado provincial más grande del país. Cuestión que
ocurrió puntualmente entre la estación Querandíes y ciudad Evita…jóvenes
estudiantes viajando en los techos de los coches de pasajeros, de la
locomotora, aferrados como pueden a su rededor, adheridos a los techos
sólo con su peso. Patética y grave situación.
Los ferrocarriles son un desastre, pasan por el peor el momento de la
historia. El mutismo del anterior y el actual gobierno es la respuesta.
Se pretende decir que no es así, que las imágenes que se vieron, en
los últimos días de fin de curso, de los estudiantes de escuelas técnicas
intentando llegar trepados, como animales extraños a sus hogares es
parte de una campaña sucia. Estas aseveraciones no tienen asidero alguno,
las elecciones ya pasaron y este gobierno, por lo que no se escucha,
seguirá por cuatro años más… reafirmando el desastre ferroviario y el
caos en el sistema nacional de transporte. Sólo habrá un cambio de maquillaje,
superficial. Es la percepción que se recibe. Nada cambiará para que
nada cambie, sólo el ropaje.
Han ratificado en sus cargos a los responsables directos de este cataclismo.
El principal garante de esas políticas menemistas se retirará a pocas
cuadras. Ellos serán los garantes de que el sistema ferroviario continúe
así, descuartizado, saqueado, paralizado, para beneficio de la industria
del transporte automotor.
Para quienes venimos bregando por la recuperación del ferrocarril como
un Sistema Integrado de Transporte Ferroviario, Industrias y Comunicaciones,
es la noticia que se venía perfilando.
¿Qué repuestas nos dan? Esas que puedan desmentir que con los concesionarios
lo único que existe es la venta de pasajes para un viaje al infierno.
Para esos estudiantes que suben a los techos de los coches de pasajeros,
que viajan entre coche y coche, tomándose de los pasamanos, viajando
colgados y arriesgando sus vidas, todos los días y en el mismo horario,
luego que salen de estudiar, no hay respuestas. Es decir, estamos más
abajo del infierno del cual nos prometieron salir. ¿Y los derechos humanos?
Nada dijo el ex Ministro de Educación que consiguió trabajo de senador,
Daniel Filmus, sobre esta situación vergonzosa, donde los estudiantes
deben soportar el maltrato diario.
¿Cómo se puede tolerar que, a pesar de los enormes subsidios que se
le otorgan a los concesionarios de los trenes suburbanos, se preste
un servicio tan miserable? ¿Cuánto se podría hacer con todo ese dinero,
cuantos coches se podrían haber adquirido o reparado para trenes que
circulen en condiciones decorosas? Lo real y patético es que el transporte
privado es un gran negocio para ellos. Tampoco nada dice el saliente
presidente de la Nación que está más
preocupado en decirle a la opinión pública que él no se retira de la
política. Deben haber quedado disfónicos los funcionarios de Planeamiento
y Transporte de la
Nación, igual que el gobernador de la provincia, el
que se fue y el actual, los ministros salientes y los flamantes… todos
están callados… no creemos que debe ser porque están perplejos por las
imágenes, son bien conocidas, se suman a una cantidad industrial de
imágenes iguales y en distintos lugares, en distintas líneas de ferrocarriles,
todos ellos bien concesionados…bien explotados por los comerciantes
privados del transporte…
¿Qué han dicho los sindicatos? Nada. Cuando los ferrocarriles eran administrados
por el Estado ese cuadro surrealista no existía. Veamos como se degradó
todo.
El Jefe del Tren, por reglamento es el guarda. Frente a una anomalía
de este tipo no le da salida al tren. En caso de que obviara su responsabilidad,
el maquinista tiene la obligación de decir: Yo no parto con esa carga
de muerte. De la misma manera el Jefe de la Estación ¿Cómo puede dar salida a un tren con
pasajeros colgados en los techos. ¿Hasta dónde hemos llegado?
El silencio y la complicidad de los sindicatos con la empresa son elocuentes.
Esa Sociedad aterroriza al personal que está indefenso, sabe que en
caso de no acatar la orden de partida, serán severamente sancionados.
Los Querandíes fueron los antiguos pobladores de nuestra zona, ellos
fueron asesinados a mansalva por el conquistador Juan de Garay en el
río Matanza, allá por mitad del siglo XVI, miles de ellos dejaron enrojecido
el agua de este río que se llama así por los Querandíes…
Evita fue esa mujer inolvidable del siglo XX, que viajaba en tren, pero
en otro tren, donde no se viajaba colgado, sino se subía a los coches
de pasajeros, se tomaba asiento o bien se viajaba parado, pero como
seres humanos, jamás como material descartable…
Ahora, empecemos a escribir este artículo pensando que es necesario
y posible un transporte nacional, una ley de transporte y no un viaje
al infierno diario. Más de 24 personas diarias mueren en accidentes
de tránsito, en las vías del ferrocarril, del subterráneo, en las calles…
esta es una historia que debemos reescribir…
|