MEDIOS DE TRANSPORTE

SUBTERRÁNEOS DE BUENOS AIRES

 

VIAJAR EN LAS HORAS PICO ES CONFORTABLE

 

Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital 

 

 

VIAJAR EN LAS HORAS PICO ES CONFORTABLE
ESTO LO AFIRMA LA GERENCIA DE CONCESIÓN Y PATRIMONIO
                   
29 de abril 2010
 
La Gerencia de Concesión y Patrimonio, de la Sociedad estatal de Subterráneos de Buenos Aires anunció, en marzo del corriente año, que viajar en las horas pico, en los subtes porteños, es realmente confortable.
Pero la pregunta es ¿Qué opinan los clientes del servicio que ofrece la concesionaria Metrovías?
 
La Corte Suprema de Justicia no coincide con lo manifestado, tampoco el relevamiento de la Defensoría del Pueblo porteño, y para agregar un relevamiento más, el realizado por esta cronista en varios días y en horas pico y las que se consideran normales.
El diseño de las estaciones, sostiene la Defensoría, es una trampa para los pasajeros.
 
También y con un poco de humor, la defensoría sub titula: Subanempujenestrujenbajen, toma una frase más que popular para aseverar que viajar en las horas pico, en los subtes, es una real osadía. Podemos agregar que en cualquier medio de transporte nacional es un viaje al fondo del infierno. Si hace calor sufrirá un baño adicional pero vestido, si hace frío deberá hacer peripecias para sostener sacos, tapados u otros abrigos, mientras intenta acomodarse en un espacio más que apretado.
Un dato que corroboramos en la página de la concesionaria donde afirma que viajar cómodamente es que en un metro cuadrado no haya más de 4,5 pasajeros. Este dato fue publicado en julio del 2009.
Ahora bien, y para seguir tomando lo que dice la empresa: Ese máximo sólo se superó el pasado 1º de julio, cuando 13.789 usuarios subieron entre las 8 y las 9 de la mañana a alguno de los 94 coches que en esa franja horaria circularon por las vías de la Línea “A”, arrojando un promedio de 4,8 pasajeros por metro cuadrado.
 
Pero este promedio es tomado entre los coches recargados de pasajeros y los que también marchan hacia las cabeceras céntricas y que lo hacen, casi vacíos.
 
Volviendo al tema de viajar como animales, el Código Sanitario para Animales Terrestres de la Organización Mundial de Salud Animal defiende el espacio individual de las bestias y recomienda que, al acarrearlas, tengan suficiente espacio para adoptar una posición equilibrada según requiera el clima y la especie transportada.
 
Este derecho que ampara a vacas, ovejas, cabras, cerdos, caballos y hasta a camellos, no rige para los usuarios de los servicios que brinda la concesionaria Metrovías. Tomando otro caso esencial, y que puede ser consultado en esta materia al autor de El Ferrocidio, en cuyo libro nos relata como viajaban los animales en los Ferrocarriles Argentinos. A granes rasgos: el viaje de los animales tenía paradas, eran alimentadas, se los proveía de panes de sal, se las sacaban de los coches jaulas, se les daba agua, descansaban y luego continuaban el viaje.
Se calcula que en realidad por metro cuadrado es ocupado por unos 7,5 a 8 pasajeros, esto implica una forma de viaje más que insoportable, hay que aguantar codazos, broncas, rabias, insultos y además pisotones, golpes y no tener ningún tipo de comprensión de si se es grande, con problemas de movilidad o hay niños o personas con niños.
 
Esta situación caótica de viajar tiene un caso, citado por la Defensoría que es el accidente de una pasajera en la estación Facultad de Medicina de la línea D, sin poder mirar, ni tener claro donde caminaba, empujada para salir, mete su pie izquierdo entre el vagón y el andén, las consecuencias fueron un accidente por el cual demandó a la empresa y esto llegó a la Corte Suprema de Justicia.
 
Lo que dicen los miembros de la Corte es que si una transportista de carga hiciera un contrato pediría las pruebas e información correspondiente para firmar el contrato, pero en este caso nada de eso sucede. Los clientes deben subir al transporte en horas pico y soportarán y sufrirán lo que viva sin poder apelar a nada.
 
Galibos: o distancia entre andenes y convoyes
El cuadro de situación es que la Defensoría salió a revisar los galibos, se denomina a la distancia entre los andenes y los convoyes, que debiera no superar los 6 centímetros, sin embargo, en un relevamiento de 17 estaciones, el 60 por ciento lo supera. Duplicándose en las estaciones Diagonal Norte, Avenida de Mayo, Independencia y Moreno de la línea C.
El otro tema es el desnivel entre andenes y vagones, esto es concreto, produce problemas en el ascenso y descenso de los pasajeros. Realidad que se encuentra en la mitad de las estaciones. Desniveles de 10 centímetros en varias estaciones de la línea A: Perú, Lima y Plaza Miserere, entre otras.
 
En cuanto a la situación de personas con disminución de capacidades para poder desplazarse, de un total de 76 estaciones, sólo 15 tienen forma accesible para las personas discapacitadas.
 
¨En 1997 el decreto reglamentario de la Ley de Protección Integral de Discapacitado otorgó un plazo de 3 años para que los responsables del transporte subterráneo adecuaran estaciones, instalaciones, equipamiento y material móvil para que las personas con movilidad reducida, en especial quienes usan sillas de ruedas, puedan utilizar sus servicios¨.
 
Reclamó, la Defensoría, ¨el cumplimiento de la normativa vigente a la Secretaría de Transportes de la Nación, a Subterráneos de Buenos Aires S.E., a la empresa Metrovías y a otros organismos nacionales y ciudadanos con competencia en la materia¨.
 
Nuestro relevamiento visual y práctico corroboró las falencias de la distancia entre andenes y convoyes, la falta de rampas, el amontonamiento en los andenes y el apretujamiento, seguido de broncas, insultos y responsabilidades que asumen los mismos pasajeros cuando no pueden o no se quieren correr hacia el interior del coche.
Todos necesitan entrar porque llegan tarde al trabajo, todos descargan las rabias contra los trabajadores de subterráneos, como si ellos manejaran la empresa, las voces incriminatorias nada dicen de la empresa, que luce en sus circuitos cerrados una frecuencia de subtes que difícilmente se cumpla.
Si la frecuencia en horas normales es de 7 minutos, de acuerdo a la línea, en horas pico debiera reducirse, por lo menos, a la mitad.
 
Viajar en subte en horas picos, que son cada vez más prolongadas, es una verdadera odisea…
 
 
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