PUEBLOS ORIGINARIOS |
INDÍGENA ORIGINARIO AMERICANO |
19 DE ABRIL |
Documento
final – Enviado por Roxana Rechimont especial para Villa Crespo Digital |
A más
de 500 años del genocidio colonialista y a 200 de
19 DE
ABRIL, DÍA DEL ORIGINARIO AMERICANO
Estamos a más de 518 años del comienzo del
genocidio de nuestros antepasados. Y estamos a 200 años de
Acá estamos los que hunden sus raíces en los primeros hijos de esta tierra americana. Acá estamos trabajadores que luchan en las fábricas, desocupados y jubilados, campesinos y productores agrarios, estudiantes. Acá estamos unidos, como estamos unidos en el campo, las fábricas, los barrios y las aulas. Distintos rostros, distintas historias, idiomas, creencias y costumbres. Pero también, la nueva historia que comenzamos a hacer, juntos, hace 200 años, en cada rebelión contra la opresión nacional y social.
Venimos de trabajar en campos ajenos de tierras que eran de nuestros abuelos, alambradas por los grandes terratenientes, cada vez más extrajeros, y hoy con el hambre, no podemos entrar a cazar, pescar o sacar leña porque somos perseguidos a los tiros y reprimidos mientras ellos desmontan miles de hectáreas y queman las maderas y toda la vida que hay en ella. Venimos con la falta de trabajo, el dolor de los hijos descalzos, de no poder mandarlos a la escuela y verlos morir por no poder atender su salud. Venimos con los despidos y bajos salarios en las fábricas, con el castigo a los que producen en las chacras, con el hambre y la desocupación en los barrios y la falta de futuro a nuestros jóvenes.
200 años de lucha contra la opresión nos hermanan
Sabemos bien lo que significaron los años de
conquista, saqueo y dominio impuesto a sangre y fuego por el colonialismo
español, con millones de muertos en la brutal explotación feudal. Lucharon
mucho nuestros antepasados, con rebeliones y dignidad, enfrentando al invasor,
logrando que en parte de lo que ahora es
En el histórico levantamiento de los pueblos y
naciones originarias encabezado por Tupac Amaru podemos sintetizar a todas las
luchas en América contra esa opresión. En esos años de dolor y rebelión se
fueron forjando nuevos nativos y fueron uniéndose nuestras luchas libertarias
con ellos que querían terminar con el dominio extranjero y la opresión feudal.
En 1806 y 1807, y a partir de 1810, se abrió una
nueva etapa de luchas donde muchos de nuestros ancestros participaron de los
ejércitos patriotas con la bandera celeste y blanca, enfrentando al nuevo
invasor colonialista inglés y al viejos amo español. Los enfrentamos
unidos y los derrotamos: miles de hermanos originarios, criollos y negros,
regamos con nuestra sangre esta tierra para liberarnos y declarar la
independencia.
En esas luchas liberadoras se disputaban también las
características que tendría
El máximo exponente de esa oligarquía reaccionaria y
entreguista, el general Roca, con su propia presencia en el sur y la del
general Victorica en el nordeste, extendieron los campos de los terratenientes
que formaron parte de las nuevas clases
dominantes, amasando con nuestra sangre, el barro con el que fundaron su
Estado. Nos despojaron de nuestras tierras y condenaron a nuestros antepasados
a las más feroces condiciones de explotación en los obrajes, los cañaverales,
en los campos que manejaron como suyos en nombre de la nueva nación.
A principios del siglo pasado, con la división del
mundo en un puñado de potencias imperialistas que oprimieron a la inmensa
mayoría de las naciones y pueblos, esas oligarquías serviles sometieron a
Llegamos a este bicentenario con nuevas dependencias.
Con
Los sufrimientos son muy grandes. Pero también son
muy grandes las tormentas de luchas por nuestros derechos. Hoy como en 1810
queremos avanzar en la unidad que permitió derrotar al colonialismo y que
creció en dos siglos de lucha contra la opresión nacional y social. No nos
resignamos a seguir siendo pisoteados.
Los originarios somos parte de todas esas luchas que
recorren el país para que el pueblo no pague una crisis que no provocamos.
Somos parte de los obreros que luchan en las fábricas, los campesinos que se
rebelan en las rutas, marchan y acampan; los desocupados y los mayores con sus
cortes de ruta; los trabajadores de la salud y la educación y los estudiantes
por mejorar las condiciones de vida del pueblo; los que enfrentan el saqueo de
nuestros recursos y el envenenamiento de las tierras; los que luchan por la
libertad basada en una verdadera democracia; los que reclaman por el respeto
federal a las provincias. Y nos rebelamos, enfrentando la terrible situación de
hambre en las comunidades, el saqueo y el despojo de las tierras y los recursos
naturales por parte del Estado, los monopolios y los terratenientes.
Nos une, a todos, la voluntad de romper las cadenas
de la dependencia, que es la primera condición para refundar una nueva
Argentina en la que sea posible hacer realidad todo aquello por lo que se ha
luchado durante tanto tiempo.
Luchamos para concretar
El bicentenario nos obliga a tomar lo mejor de
nuestros próceres, como Moreno, Castelli, Belgrano, Artigas, San Martín,
Güemes, Juana Azurduy, Andresito ( Guarani), Camba, Taigoyik (Qom), Anastacio
Inca (Kolla), Kalfukura, Sayhueque, Chocori, Foyel, Inacayal, Pincen,
Purran, Arbolito (Mapuche), Paine Guor, Mariano Rosa (Ranculche), y seguir su
ejemplo de lucha revolucionaria. Para avanzar en ese camino, nos plantarnos en
las rutas y calles de todo el país y en
Los pueblos originarios reunidos en el 3°
Encuentro Nacional realizado en Jujuy, resolvimos convocar para
este 19 de abril de 2010, en el año del Bicentenario, a marchar hasta
Acá estamos los que nos resignamos, decimos basta y estamos de pie luchando.
Tenemos una luz de esperanza. Es esta unidad que acá se expresa de los distintos sectores del pueblo argentino que lucha para terminar con tanta injusticia.
Porque es necesario romper las nuevas cadenas y
recrear la unidad liberadora de 1810 en las condiciones de hoy, para la cual
debemos unirnos los pueblos y naciones originarios, la clase
obrera, los campesinos, los estudiantes y el conjunto de los sectores
populares, patrióticos y democráticos que no pueden desarrollarse con el yugo
de la dependencia y el latifundio terrateniente, en gran medida extranjero.
Es necesaria esa unidad, que hoy es
posible, para acabar con la dominación del país y abrir el camino para acabar
con toda opresión social, refundando
Caracteres: 10.328
|