DERECHOS HUMANOS

CENTRO UNIVERSITARIO DEVOTO

 

CASI DOS MESES DE HUELGA DE HAMBRE

 

Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital 

 

 

CASI DOS MESES DE HUELGA DE HAMBRE
 
22 de diciembre del 2010
 
"Por la libertad de pensamiento, y por el pensamiento para la libertad".
Los estudiantes de Devoto
 
Luego de 53 días de huelga, los reclusos del CUD finalizaron su huelga de hambre
 
Los siete presos en Devoto que realizaron la huelga de hambre y que estudian en el Centro Universitario terminaron el pasado miércoles 14 de diciembre la huelga de hambre, fue indudablemente una lucha tenaz que recogió apoyos de distintos ámbitos de nuestro país y del mundo.
En este sentido, el Servicio Penitenciario Federal se avino a firmar un acuerdo específico con la Universidad de Buenos Aires. "Tenemos claro que esta instancia no representa la resolución del conflicto aunque brinda el plafón necesario para continuar en el camino", sostienen los siete presos.
 
 LA CARTA DE LOS ESTUDIANTES RECLUSOS
 Queridos compañeros:
Ayer martes 14 de diciembre de 2010, nos anoticiamos de la firma del convenio complementario entre el rector de la UBA y el Ministro de Justicia, que significa una base contractual a partir de la cual se vislumbra posible comenzar a definir las condiciones de una resolución al conflicto surgido en el Centro Universitario Devoto.
En un principio e implementado parte de dicho acuerdo, a las 15:00 horas del ayer fueron restituidas a su espacio (el aula de Computación dentro del CUD) las computadoras pertenecientes a la Facultad de Ciencias Exactas que habían sido trasladadas por el SPF.
En razón de lo reseñado, los abajo firmantes decidimos suspender la medida pacífica de protesta ("Huelga de hambre") que venimos sosteniendo desde hace 53 días, quedando dispuestos -como lo fue desde el principio- a dialogar con las dos instituciones firmantes del "convenio" para arribar a una resolución consensuada del conflicto planteado.
Tenemos claro, entonces, que esta instancia no representa la resolución del conflicto aunque brinda el plafón necesario para continuar en el camino.
Consideramos que ahora comienza la etapa en la que todos los actores de este Programa debemos sentarnos a la mesa de negociación y trabajo para:
Analizar lo sucedido y determinar las responsabilidades institucionales en el desastre provocado unilateralmente por el SPF.
• Recuperar las condiciones de autogestión y autonomía históricas de este Centro Universitario Devoto.
• Redactar y elevar para su promulgación un proyecto de Ley nacional que regule la actividad de la educación universitaria en contexto de encierro.
Estamos al borde del receso universitario y judicial. Sabemos que de aquí en más las represalias en forma de traslados, bajas de conducta u otras maniobras estarán a la orden del día aquí en la cárcel. No tenemos miedo. Nunca lo tuvimos. Tenemos, como siempre, plena conciencia de los riesgos y de nuestros derechos inalienables. Y sobre todo, la voluntad férrea de defenderlos.
Peleamos cada día contra la despersonalización que propone esta institución total y contra la alienación que campea dentro y fuera de los muros. Esta experiencia nos ha marcado el cuerpo pero también nos templa el coraje y la conciencia y la alegría de sabernos acompañados.

A todos aquellos con quienes compartimos este camino de lucha y dignidad les decimos que los llevamos en el corazón por siempre, que reconocemos profundamente cada acción que se ha realizado y el esfuerzo personal de cada uno puesto a lo largo de estos meses. Que no hay final, hay un recorrido que seguiremos haciendo juntos en todas las actividades académicas y políticas que aún quedan por delante.
Por la libertad de pensamiento, y por el pensamiento para la libertad, los saludamos con fuertísimo abrazo fraternal.
Rodolfo, Fabio, Juan Carlos, Jorge Luís, Gastón, Martín y Diego
 
LA RESPUESTA DEL PROGRAMA UBA XXII
A principios de noviembre del corriente año, en la página de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA se podía leer la respuesta de la dirección del Programa UBA XXII al comunicado emitido por el Servicio Penitenciario Federal, que se reproduce a posteriori, a raíz de la situación existente en el Centro Universitario Devoto.
  
Comunicado del Programa UBA XXII:
Universidad de Buenos Aires
Programa UBA XXII
 
El Director del Programa UBA XXII, educación en cárceles, y los coordinadores de las unidades académicas participantes, nos dirigimos a la comunidad con el objeto de manifestar nuestro más enérgico repudio a la campaña de (des)información originada en la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal, que busca desacreditar la labor que lleva adelante la Universidad de Buenos Aires en las cárceles federales de la zona metropolitana.
 
Desde hace veinticinco años la comunidad universitaria desarrolla una iniciativa inédita en contextos de encierro, brindando la posibilidad a las personas privadas de su libertad de iniciar o continuar alguna de las carreras de grado ofrecidas o participar de actividades y cursos de extensión universitaria.
 
El Programa UBA XXII se ha convertido en referencia nacional e internacional en la materia, colabora con la posibilidad de acceder a las herramientas que sólo el conocimiento brinda, para consagrar derechos no cercenados por la pérdida de la libertad y que, a su vez, coadyuvan para reducir los conflictos que se pudiesen generar con la vuelta al medio libre.
 
Sabido es que en las cárceles argentinas no se cumple con el mandato de la ley, ni siquiera con lo que establece el artículo 18 de la Constitución Nacional cuando expresa que: “…Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice”.
 
Sin embargo, en nuestras cárceles, lo único que se fomenta es la reincidencia; en ellas se producen delitos diariamente como el que las autoridades penitenciarias pretenden endilgar a la presencia de la Universidad (secuestros virtuales desde la cárcel), o como el investigado por la Justicia Federal y que produjo un allanamiento el día 2 de noviembre pasado en la cárcel de Villa Devoto, porque una organización dedicada al narcotráfico operaba desde el penal, hecho que en nada vincula a la Universidad y que demuestra con palmaria claridad los escasos controles de la administración penitenciaria para evitar la comisión de delitos en todos los espacios a su cargo.
 
Al respecto, nos vemos en la obligación de aclarar lo siguiente:
 
1) Si algún estudiante y/o docente de la Universidad se encuentra acusado de la comisión de un delito, deberá responder individualmente ante la justicia como corresponde. No es la UBA el órgano al que la ley otorga la posibilidad ni el deber de juzgarlo.
 
2) Al día de la fecha el Servicio Penitenciario Federal se ha negado a brindar los elementos que fundan su acusación, que es difundida en tiempo potencial, es decir supuesta. De esta manera, hace imposible la apertura de sumarios administrativos en la Universidad de Buenos Aires, a fin de deslindar o establecer responsabilidades y las posibles sanciones que pudiesen sobrevenir al respecto.
 
3) Como consecuencia de estas acusaciones vertidas en términos posibles, no de certeza, el Servicio Penitenciario Federal sin dar aviso, sin expresar fundamento alguno y rechazando el dialogo con los representantes de la Universidad, suspendió todas las actividades universitarias durante dos días, interrumpió el servicio eléctrico de las computadoras de la Facultad de Ciencias Exactas, para luego trasladar el equipamiento informático de manera inconsulta a un aula acondicionada especialmente con rejas y candados fuera del espacio universitario. Alteraron el lugar físico donde se desarrollan distintas actividades extracurriculares, cursos y talleres organizados por las unidades académicas y distintas expresiones estudiantiles de la Universidad. Suprimieron actividades y visitas, incumpliendo la Resolución ministerial 1527/09 que establece las condiciones para acceder o permanecer a las carreras que la UBA ofrece en el marco del convenio oportunamente suscripto con el Servicio Penitenciario Federal. Durante este tiempo se produjeron distintas irregularidades, como el faltante de una computadora, traslados de estudiantes a otras unidades y de los pabellones de estudiantes a pabellones comunes, entre las más traumáticas. En este momento un grupo de estudiantes del CUD está realizando una huelga de hambre en protesta por estas medidas.
 
Corresponde recordar que la Universidad Pública no es “medicina” contra el delito, y que asumimos el compromiso de trabajar en las cárceles con la firme convicción de que es mejor que exista educación intramuros a que no exista, que la seguridad de los establecimientos penitenciarios es exclusiva responsabilidad de los funcionarios dependientes del Poder Ejecutivo Nacional y que la investigación de posibles delitos en ese contexto debe ser abordada por el Poder Judicial.
 
Reafirmamos nuestra voluntad para seguir desarrollando las actividades universitarias dependientes del Programa UBA XXII. Para ello solicitamos a las autoridades del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación que informen a las autoridades universitarias los fundamentos para los hechos aquí descriptos y que impongan a las autoridades penitenciarias el deber de facilitar, y no obstaculizar, el cumplimiento de los acuerdos entre ambas instituciones para poder seguir llevando adelante con normalidad, y enmarcadas en la legislación vigente, esta iniciativa educativa de la Universidad de Buenos Aires.
 
La misiva tiene fecha del 3 de Noviembre de 2010 y está firmada por:
Leandro Halperin, Director de UBA XXII – Nair Repollo, Ciencias Exactas – Marcelo Langieri, Sociología - Estela Cammarota, Ciencias Económicas – Juan Pablo Parchuc, Letras – Elena Gomez, Abogacía – Eduardo González, Psicología – Liliana Cucut y Paola Calcagno, Ciclo Básico Común.

Por su lado en el comunicado del S
ervicio Penitenciario Federal, se sostenía lo siguiente:

El Servicio Penitenciario Federal aclara el porqué de las nuevas medidas de seguridad dispuestas en el CENTRO UNIVERSITARIO DEVOTO
El Servicio Penitenciario Federal aclara a la población en general y en particular a aquellos que invocan defender el derecho a estudiar de los detenidos, que está plenamente garantizando el acceso a la educación universitaria de la población penal dentro del marco de un riguroso respeto a los derechos humanos.
Actualmente cursan 22 internos las carreras de abogacía, sociología, derecho, filosofía y ciencias económicas. Más 40 que se encuentran en el CBC.
Teniendo en cuenta los egresados de la UBA, de los 52 internos que terminaron carreras universitarias en el CUD 48 recuperaron su libertad y, tras ello, 11 (23%) reingresaron luego de cometer nuevos delitos, con lo cual se entiende que criminológicamente, la sola concurrencia a ese espacio académico no garantiza la resocialización que dicen alcanzar muchos de los beneficiados con su concurrencia
Tras los dos allanamientos realizados en el Centro Universitario de Devoto en una misma semana y en el sector en el cual se alojan internos que cursan estudios en la UBA, se encontraron más de 70 celulares, 29 chips y 4 módems, el Servicio Penitenciario Federal dispuso un conjunto de medidas a los fines de evitar que los internos cometan hechos delictivos empleando esas herramientas tecnológicas (secuestros virtuales) como habría quedado comprobado en el expediente judicial.
 
A raíz de los hechos procesalmente acreditados, se dispusieron medidas de control en el Centro Universitario de Devoto, las cuales de ninguna manera afectan las actividades académicas de quienes tienen como vocación estudiar.
 
De las investigaciones judiciales surge que:
Los celulares ingresarían a través de algunas personas que habitualmente concurren al Centro Universitario Devoto. Entre los comprometidos judicialmente con el ingreso clandestino de celulares se encontraría un docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
 
A mediados de noviembre, cuando se cumplían 23 días de huelga de hambre sin respuesta por parte de las autoridades políticas o penitenciarias diversas organizaciones marcharon hacia Sarmiento 329 sede del Ministerio de Justicia.

Por lo tanto y siguiendo una  situación que debió tener otra resolución y no casi dos meses de huelga de hambre, el viernes 12 de noviembre el Presidente electo Rolando Saucedo manifestó al alumnado que ofrecería su renuncia al Director del SPF del CUD, Dr. Severo, en este aspecto se sostuvo que no era lo que marcaba el Estatuto del CUD que debía entregar su renuncia a la asamblea y los miembros plenos del CUD. Pero, éste se retiró sin convocar a la asamblea.
 
También y sin mediar notificación alguna, los estudiantes que se encuentran en el módulo 2 pabellón 5 fueron movidos por el SPF al pabellón 50, además se trasladó al Secretario General Sergio Gregorio y después al asesor Celso Recio y al Secretario Académico Horacio Zenet.
Según el Estatuto del CUD se viola en su artículo 36, inciso a donde afirma que el Presidente debe dirigir la administración del CUD académica, extracurricular y el inc 2 ) que dice que además debe ejercer la representación de los estudiantes frente al SPF, Ministerio de Justicia y ante la UBA .

Luego de todo esto se hizo otro traslado que fue el de Miguel Ledesma residente del CUD y no se llamó a asamblea para promover la elección de la plaza vacante.
 
Como corolario de una situación más que irritante, el 5 de diciembre pasado, se frustró una reunión con el Director Nacional del Servicio Penitenciario, el Sr. Alejandro Marambio, quien había concertado una entrevista con el Director y todos/as los/as coordinadores/as del Programa, y a la que no concurrió argumentando una convocatoria de urgencia del Ministro de Justicia.
 
Los integrantes del Servicio Penitenciario Federal presentes en la reunión manifestaron no tener la información suficiente para dar las explicaciones que se solicitaban.
 
Después de casi dos meses de huelga de hambre, se arriba a una solución que esperamos sea permanente, y si bien puede ser que haya presos que reinciden y vuelven a delinquir, un 23 por ciento, como afirma el SPF, hay un 77 por ciento que no lo hace y esto es sustancial a la hora de evaluar la profundización y ampliación de la capacitación y educación en todos los niveles para quienes entran en el mundo carcelario.
 
FUENTES: Documentos de la Universidad, carta de los presos, testimonios y otros.
 
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Domingo 18 Noviembre, 2018 21:47

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