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FALLECE VICENTE BARBIERI
10 DE SEPTIEMBRE DE 1956
3 de septiembre del 2010
Vicente
Barbieri nace en Alberti, provincia de Buenos Aires, el 31 de agosto de 1903,
él fue uno de los principales representantes de la llamada “Generación del '
Lo
interesante e importante de este escritor poco reconocido es que viene del
mundo laboral: fue peón, tipógrafo, maestro rural, periodista, entre otras
actividades y se traslada a la ciudad de Buenos Aires en 1935.
Publica en el suplemento literario de
Entre
sus obras se cuentan: “Fábula del Corazón” (1939), “Árbol total” (1940),
Corazón del Oeste (1941), "La columna y el viento" (1942), “Número
impar” (1943), “Cabeza yaciente” (1945), “Cuerpo austral” (1945), “Anillo de
sal” (1946) y “El bailarín” (1953). En cuanto a la prosa, se destacan: “El río
distante”. “Relatos de una infancia”, “Desenlace de Endimión” y “El intruso”.
“Facundo en la ciudadela”, su último trabajo, fue estrenado por Orestes
Caviglia en
Por otro lado, Vicente Barbieri fue durante los años 1955 al 1956 Presidente de
En
1948 se encontraba postrado y Juan Ramón Jiménez lo va a visitar, vivía en un
pequeño departamento de la avenida Alem al 500, él era una de las voces de la
poesía argentina más importantes.
Se sostiene que estudió en Alberti y en Chivilcoy. El servicio
militar lo hace en Campo de Mayo y luego anda por distintas poblaciones de las
provincias de Buenos Aires y
Como decimos más arriba, fue peón de cuadrilla, cargador de
bolsas, tipógrafo, periodista, maestro rural. "Qué días -dice en sus
memorias- Un montón de hombres de toda catadura que por la noche se amontonaban
para dormir en un pequeño cuchitril. Era en julio y hacía un frío maldito. Yo,
imprevisor y miserable, no tenía nada en qué dormir. Dormía en el suelo, sobre
el cemento. [...] Lo más terrible para mí eran las horas de trabajo, sobre la
loma de las vías, al viento helado, con el pico en las manos! Tenía las palmas
de las manos destrozadas..."
Vuelve
a su lugar, Alberdi y allí funda a fines de 1930 un periódico: "Lo único que me brindó fue hambre, persecución y
pérdida de tiempo", diría después el poeta. Entabló por entonces una
sólida amistad con Juan G. Ferreyra Basso, y luego, en Chivilcoy, donde trabajó
en un periódico, publicó sus primeros versos y conoció a uno de los compañeros
de grupo de la llamada generación del 40: León Benarós.
A pesar de los malos momentos económicos que fueron muchos, en 1941
comenzó a publicar en el Suplemento Literario del diario
La editorial Emece publicó toda su obra en 1961 con comentarios
de Carlos Mastronardi y Juan Carlos Ghiano.
Se casa en 1942, al poco tiempo se enferma de tuberculosis con
internaciones, operaciones, temporadas en Córdoba, reposo absoluto hasta que
muere el 10 de septiembre de 1956.
En los años cuarenta la poesía de Barbieri fue la que tuvo mayor
resonancia, la que más eco despertó entre los jóvenes, la que más imitadores
tuvo. Hasta por radio El Mundo se leía su poesía.
Sobre el paisaje escribía: "Era en la infancia en juncos y
rocíos / cuando lo vi pasar, arrodillado": así se inicia la densa y
sostenida evocación de su vida espejada en el río Salado, cuyas aguas parecen
augurarle en reflejos su porvenir de poeta: "Y la canción estaba, yo sabía
/ que estaba la canción y mi destino. / Ya crecía en mi pulso, ya subía / por
mis arterias, zumo cristalino..." Se puede seguir, a través de su obra,
una "biografía lírica" de Barbieri. En su extenso poema
"Territorios de
Por un lado, sus críticos como Horacio Armani, afirman que Barbieri
¨forjó su mundo en una especie de irrealidad de la que participan un trasfondo
de sueños próximos al surrealismo y una atmósfera imprecisa de magia que da a
sus poemas un color indefinido y sugerente. El poeta creó su propio
vocabulario, escogiendo palabras que servían luminosamente a sus designios. Si
alude a algo sobrenatural, emplea "sésamo", "brújula", "laberinto",
"amuleto", "zodíaco", "amatista".
También se dice que: El mundo vegetal es el más representado en
su poesía, en tanto que del reino mineral es asiduo su empleo de la palabra
"sal".
Barbieri fue el lírico de la llanura bonaerense, de sus paisajes,
de sus habitantes. En el extenso y hermoso poema "Donde lo pisa el
ganado", escrito en octosílabos y en estrofas de dieciséis versos, hace
hablar al paisano Juan Sebastián Ribero, de los pagos del río Salado, que
"pensó como Santos Vega: entiérrenme en campo verde". Es conmovedor y
apasionado el amor de Barbieri por su tierra, su paisaje infinito y sin
fronteras al que pobló de fantasías, de invocaciones, de constantes
peregrinajes de la memoria.
Físicamente era menudo, delgado, la enfermedad lo había
deteriorado mucho, hablaba con una voz opaco que nacía de lo más recóndito de
su ser, a mirar con sus grandes ojos cuyas pupilas parecían querer salírsele de
las órbitas, tenía sus ojos impresionantes de un destino signado que no se
resigna a la desaparición.
FUENTES:
varias, Horacio Armani para La nación en el 2003.
Caracteres:
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