30 Noviembre, 2018 21:43
ARTE Y CULTURA - TEATRO - EUGENE IONESCO
 
 

 

VIENTOS QUE ZUMBAN ENTRE LADRILLOS

¿SOÑASTE ANOCHE?

Por Agustina Yacachury especial para Villa Crespo Digital

10 de abril del 2011


"El pensamiento sólo debe su supremacía a su conflicto con lo impensado, como la vida sólo debe la intensidad de su resplandor a su conflicto con la muerte”.

Edmond Jabès

Un escritor ha decidido vivir recluido en una habitación. Lo acompañan su hija muda y un amigo/admirador “de la casa”. Los tres dormirán en una misma cama, enorme, porque el piso –aunque no se note- está inundado. Soñarán, despertarán y volverán a dormirse, para luego contarse los sueños otra vez. Además, una ventana, el único contacto con el exterior, alguien que llega y que tiene más pinta de amor/fantasma que de visitadora social. La acción transcurre en un tiempo que podría bien ser ayer, la semana pasada o dentro de dos meses. Esta es –a grandes rasgos- la situación que plantea Vientos que zumban entre ladrillos, pero hay más: sucede que este escritor es Eugene Ionesco, el autor teatral francés de origen rumano que fue uno de los más importantes creadores del teatro del absurdo.

Ionesco ha devenido en personaje de una historia que sólo vive a través de otras historias, más bien de sueños… más bien de ciertos sueños que toman tanta verdad que parecen corresponder al orden de la vigilia. Los límites parecen confundirse, pero su director, Diego Faturos, logra que los contrastes se superpongan hábilmente: vida/muerte; salud/enfermedad; el afuera/el adentro; el sueño/la vigilia; la celebración de la vida/la angustia existencial; el lenguaje poético/el lenguaje coloquial; la verborragia /el silencio. Punto para Futuros, que toma estos binomios y otros, y los lleva a convivir en las situaciones más disparatadas.

“¡Es horrible soñar y es horrible estar despierto!”, grita Ionesco en su cuestionamiento a las formas de vida preestablecidas. Es un Ionesco que no se encierra por capricho o por locura, (más allá de que pueda padecerla en algún punto), sino que se aísla para encarnar varias de las ideas –propias del teatro del absurdo- expresadas en sus textos fuera de esta ficción, como la ausencia de una verdadera comunicación, la incomprensión y la soledad humanas. Aspectos –todos ellos- centrales en el texto de Faturos, que resultó destacado en dramaturgia en los premios Teatro del Mundo 2006. En la angustia del sinsentido, el despertarse es sufrir. Por eso –tal vez- estos personajes esperan tener visiones y refugiarse en el relato de sus sueños.
En Vientos que zumban… todo se tiñe de una atmósfera onírica, de una extrañeza propia del ensueño. Aquí, la racionalidad del lenguaje vuelve a traicionar, porque es sabido que -a veces- cuando se sueña, se trata de correr y no se puede, o se trata de cantar para no temer y la voz no sale. Aún así, algo que es tan gráfico en los sueños, parece ensombrecer que esto también ocurre en el estado de vigilia, mal llamado “realidad” (como si los sueños no fueran parte de ella). Las sensaciones de desolación y de crisis existencial están presentes a lo largo de la pieza, un mérito del trabajo de todo el equipo, sobre el que cabe destacar la iluminación -cálida y congruente con un clima poético, casi minimalista- y las actuaciones. Lisandro Panelas, gracioso e intenso al mismo tiempo, aporta un gran dinamismo a la puesta y tiene momentos de una sensibilidad exquisita junto a Manuela Amosa. Francisco Lumerman, y Ana Scannapieco también salen airosos, y hasta se permiten protagonizar una parodia a los clisés intelectuales del lenguaje, en una típica competencia casi autómata por adivinar citas de distintos autores. “¿Amaría uno a las personas que no sufrieran?”, interroga Ionesco. Una puesta ocurrente, que se pregunta por el amor verdadero y por el sufrimiento -no de uno-, sino de todos los seres humanos.


Ficha técnico-artística
Autoría: Diego Faturos
Actúan: Manuela Amosa, Francisco Lumerman, Lisandro Penelas, Ana Scannapieco
Escenografía: Sofía Rapallini, Mariana Samman
Iluminación: Ricardo Sica
Música: Mariano Pirato Mazza
Fotografía: Diego Faturos
Diseño gráfico: Romina Ganovelli
Asistencia de escenario: Ignacio D´Olivo
Prensa: Ezequiel Hara Duck
Producción ejecutiva: Laura Lértora
Dirección: Diego Faturos


Web: http://www.vientosquezumban.blogspot.com
TIMBRE 4 - Av. Boedo 640 timbre 4 / México 3554
Teléfono: 4932-4395
Entrada: $ 35,00 - Viernes - 21:30 horas.

Caracteres: 4365

 

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