VIENTOS
QUE ZUMBAN ENTRE LADRILLOS
¿SOÑASTE
ANOCHE?
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Por
Agustina Yacachury especial para Villa Crespo Digital
10 de
abril del 2011
"El pensamiento sólo debe su supremacía a su conflicto
con lo impensado, como la vida sólo debe la intensidad de su
resplandor a su conflicto con la muerte”.
Edmond
Jabès
Un escritor
ha decidido vivir recluido en una habitación. Lo acompañan
su hija muda y un amigo/admirador “de la casa”. Los tres
dormirán en una misma cama, enorme, porque el piso –aunque
no se note- está inundado. Soñarán, despertarán
y volverán a dormirse, para luego contarse los sueños
otra vez. Además, una ventana, el único contacto con el
exterior, alguien que llega y que tiene más pinta de amor/fantasma
que de visitadora social. La acción transcurre en un tiempo que
podría bien ser ayer, la semana pasada o dentro de dos meses.
Esta es –a grandes rasgos- la situación que plantea Vientos
que zumban entre ladrillos, pero hay más: sucede que este escritor
es Eugene Ionesco, el autor teatral francés de origen rumano
que fue uno de los más importantes creadores del teatro del absurdo.
Ionesco
ha devenido en personaje de una historia que sólo vive a través
de otras historias, más bien de sueños… más
bien de ciertos sueños que toman tanta verdad que parecen corresponder
al orden de la vigilia. Los límites parecen confundirse, pero
su director, Diego Faturos, logra que los contrastes se superpongan
hábilmente: vida/muerte; salud/enfermedad; el afuera/el adentro;
el sueño/la vigilia; la celebración de la vida/la angustia
existencial; el lenguaje poético/el lenguaje coloquial; la verborragia
/el silencio. Punto para Futuros, que toma estos binomios y otros, y
los lleva a convivir en las situaciones más disparatadas.
“¡Es
horrible soñar y es horrible estar despierto!”, grita Ionesco
en su cuestionamiento a las formas de vida preestablecidas. Es un Ionesco
que no se encierra por capricho o por locura, (más allá
de que pueda padecerla en algún punto), sino que se aísla
para encarnar varias de las ideas –propias del teatro del absurdo-
expresadas en sus textos fuera de esta ficción, como la ausencia
de una verdadera comunicación, la incomprensión y la soledad
humanas. Aspectos –todos ellos- centrales en el texto de Faturos,
que resultó destacado en dramaturgia en los premios Teatro del
Mundo 2006. En la angustia del sinsentido, el despertarse es sufrir.
Por eso –tal vez- estos personajes esperan tener visiones y refugiarse
en el relato de sus sueños.
En Vientos que zumban… todo se tiñe de una atmósfera
onírica, de una extrañeza propia del ensueño. Aquí,
la racionalidad del lenguaje vuelve a traicionar, porque es sabido que
-a veces- cuando se sueña, se trata de correr y no se puede,
o se trata de cantar para no temer y la voz no sale. Aún así,
algo que es tan gráfico en los sueños, parece ensombrecer
que esto también ocurre en el estado de vigilia, mal llamado
“realidad” (como si los sueños no fueran parte de
ella). Las sensaciones de desolación y de crisis existencial
están presentes a lo largo de la pieza, un mérito del
trabajo de todo el equipo, sobre el que cabe destacar la iluminación
-cálida y congruente con un clima poético, casi minimalista-
y las actuaciones. Lisandro Panelas, gracioso e intenso al mismo tiempo,
aporta un gran dinamismo a la puesta y tiene momentos de una sensibilidad
exquisita junto a Manuela Amosa. Francisco Lumerman, y Ana Scannapieco
también salen airosos, y hasta se permiten protagonizar una parodia
a los clisés intelectuales del lenguaje, en una típica
competencia casi autómata por adivinar citas de distintos autores.
“¿Amaría uno a las personas que no sufrieran?”,
interroga Ionesco. Una puesta ocurrente, que se pregunta por el amor
verdadero y por el sufrimiento -no de uno-, sino de todos los seres
humanos.
Ficha técnico-artística
Autoría: Diego Faturos
Actúan: Manuela Amosa, Francisco Lumerman, Lisandro Penelas,
Ana Scannapieco
Escenografía: Sofía Rapallini, Mariana Samman
Iluminación: Ricardo Sica
Música: Mariano Pirato Mazza
Fotografía: Diego Faturos
Diseño gráfico: Romina Ganovelli
Asistencia de escenario: Ignacio D´Olivo
Prensa: Ezequiel Hara Duck
Producción ejecutiva: Laura Lértora
Dirección: Diego Faturos
Web: http://www.vientosquezumban.blogspot.com
TIMBRE 4 - Av. Boedo 640 timbre 4 / México 3554
Teléfono: 4932-4395
Entrada: $ 35,00 - Viernes - 21:30 horas.
Caracteres:
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