CÉSAR
TIEMPO
ESCRITOR
- PERIODISTA - AUTOR TEATRAL - GUIONISTA CINEMATOGRÁFICO
- POETA...
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Producción
Periodística de Villa Crespo Digital
5 de septiembre
del 2011
César
Tiempo fue periodista, editor y escritor, nace en Ucrania el 3 de marzo
de 1906 y muere el 24 de octubre de 1980.
Además
fue poeta, autor teatral, guionista cinematográfico. Con el nombre
de Israel Zeitlin, nació en la aldea ucraniana de Ekaterinoslav
(actual Dnipropetrovsk) pero cumplió su primer año de
vida en Buenos Aires ya que en diciembre de ese mismo año llegó
junto a su familia a Buenos Aires. Su infancia transcurrió entre
los barrios Villa Crespo, San Cristóbal Y La Paternal. Concurrió
a la Escuela Hebrea I. Markman y a la Escuela Nacional de Artes. Desde
muy temprana edad comenzó a interesarse por el ámbito
artístico; con tan sólo 15 años enviaba cuentos
y poemas de temas judaicos a varios periódicos argentinos, logrando
su primera publicación en el diario La Nación a los 20
años.
En 1924
obtuvo la ciudadanía argentina.
Una de las singularidades y particularidades esenciales es que formó
parte del Grupo de Boedo. Fue cofundador de la editorial argentino-uruguaya
Sociedad Amigos del Libro.
En 1926
aparece su primer libro de poemas llamado Versos de una... cuya autoría
esconde detrás de la personalidad literaria de Clara Beter, joven
poeta y prostituta rusa. El libro fue publicado con gran repercusión
por Claridad, editorial y revista del grupo literario Boedo, llevando
al escritor a desenmascarar su autoría. El seudónimo César
Tempo, que mantuvo luego durante toda su vida, tiene relación
con los orígenes de su apellido (Zeit en alemán significa
tiempo y lin es el verbo cesar).
Al año
siguiente, junto a Pedro Juan Vignale, Tiempo organiza y publica la
Exposición de la actual poesía argentina (1922-27), exquisita
antología que incluye a los principales poetas de vanguardia
de la década del 20 (como Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo,
Raúl González Tuñón, González Lanuza,
Norah Lange, Luis Franco, Jacobo Fijman, Leopoldo Marechal, Conrado
Nalé Roxlo, entre otros).
En 1930
obtuvo el Premio Municipal de Poesía.
En 1935
escribió el folleto “La campaña antisemita y el
Director de la Biblioteca Nacional”, en el cual denunciaba las
novelas antisemitas de Hugo Wast, seudónimo de quien en ese momento
se encontraba al frente de la Biblioteca, Gustavo Martínez Zuviría.
Entre las obras literarias de Tiempo se encuentran libros de poemas
como Libro para la pausa del sábado (1930), Sabatión argentino
(1933),Ssábado y poesía (1935), Sabadomingo (1937), Sábado
pleno (1955), El becerro de oro (1973) y Poesías completas (1979).
En la
década del 30 comenzó a escribir sus primeros guiones
teatrales: “El teatro soy yo” (1933) estrenada por Mario
Sofici en el Teatro Smart, “Alfarda” (1935) en el Teatro
Argentino y “Pan criollo” (1938) representada en el Nacional.
Estas obras tuvieron el mismo éxito que sus primeros libros de
poemas, logrando el interés de distintas productoras en asociarse
con él para nuevos proyectos. Uno de estos casos es el de “Pan
Criollo”, obra que se produjo en asociación con la Compañía
Muiño-Alippi. Otros libretos teatrales fueron: “Quiero
vivir” (1941) estrenado por Camila Quiroga en el Teatro Argentino,
“Zazá porteña” (1945) en el Teatro Casino,
“La dama de las comedias” (1951) por Iris Marga en el Teatro
San Martín, “El lustrador de manzanas” (1957) por
Luís Arata e “Irigoyen” (1973).
En 1937
fundó y dirigió la revista "Columna" -que editó
hasta 1942- y recibió el Premio Nacional de Teatro.
En 1945
ganó el Premio Municipal al Mejor Libro Cinematográfico.
Entre
1952 y 1955 fue director del suplemento literario del diario La Prensa,
en 1957 de la página literaria del diario "Amanecer".
Entre
1973 y 1975 se desempeñó como director del Teatro Nacional
Cervantes. En 1978 mereció el Premio "Sixto Pondal Ríos"
(correspondiente a 1977).
César
Tiempo recorrió todos los rincones del ambiente artístico,
desde sus notas periodísticas publicadas en la prensa gráfica
hasta adaptar guiones teatrales o cinematográficos para la televisión,
pasando también por la radio, el cine y el teatro.
También
escribió libros en prosa los cuales, anteriormente, fueron publicados
como artículos periodísticos en distintos medios gráficos.
Por ejemplo, La vida romántica y pintoresca de Berta Singerman
(1941), Yo hablé con Toscanini (1941), Máscaras y caras
(1943), Cartas inéditas y evocación de Quiroga (1970),
Florencio Parravicini (1971). Los libros Protagonistas (1954) y Capturas
recomendadas (1978) son recopilaciones de entrevistas hechas por César
Tiempo como periodista a distintas personalidades de la cultura y convertidas
en biografías. Tenía una columna en la revista Atlántida,
donde se publicaban los reportajes hechos utilizando el seudónimo
Full Time.
Cesar
Tiempo escribió para los siguientes medios gráficos argentinos:
La Nación, El Hogar, Argentina Libre, La Prensa y Mundo Argentino.
También colaboró con periódicos de América
Latina: Crítica, La Vanguardia, El Sol, El Radical, Amanecer
y América Libre. A los diecisiete años dirigió
la revista Sancho Panza (1923). En 1937 fundó la revista literaria
Columna, desempeñándose como director durante los seis
años en que se editó. La relevancia adquirida por esta
publicación radica en el espacio brindado a la difusión
del pensamiento de distintos hombres de la cultura allegados al escritor,
como Alberto Gerchunoff, Stefan Zweig, Arturo Capdevila y Liborio Justo,
entre otros. Tiempo fue cofundador de la editorial argentino-uruguaya
Sociedad Amigos del Libro Rioplatense, que llegó a publicar ochenta
títulos de los principales autores de los dos países.
Además de dedicarse a su trabajo como escritor y a su labor como
editor, Tiempo participaba activamente en distintas organizaciones culturales
del país. Fue socio honorario de la Sociedad Hebraica Argentina
y del Club Honor y Patria, fue Secretario de la Sociedad Argentina de
Escritores (SADE), miembro del Círculo de la Prensa, de la Sociedad
General de Autores de la Argentina (ARGENTORES) y de la Sociedad de
Autores y Compositores de Música.
Luego
de haberse consolidado como escritor, Tiempo decidió tomar nuevos
horizontes, como la radio y la cinematografía. Durante la década
del `50 escribió para las radios Belgrano, Prieto y Provincia
de Buenos Aires audiciones y radionovelas, sólo o en coautoría
con Arturo Cerretani. Sus actividades relacionadas a la cinematografía
abarcaron desde la escritura de guiones propios hasta la adaptación
y traducción de obras de diversos autores nacionales y extranjeros.
Se desempeñó como guionista en 25 películas, de
las cuales 11 fueron para el director de cine Carlos Hugo Christensen,
como “Safo, historia de una pasión” (1943), “La
pequeña Señora de Pérez” (1944), “Las
seis suegras del Barba Azul” (1945), “La Señora de
Pérez se divorcia” (1945), “El canto del cisne”
(1945), “Adán y la serpiente” (1946), “El ángel
desnudo” (1946), “Los verdes paraísos” (1947),
“Con el diablo en el cuerpo” (1947), “La muerte camina
en la lluvia” (1948) y “Los Pulpos” (1948).
También
realizó otros guiones como “Se rematan ilusiones”
(1944), para el director Mario Lugones, “El hombre que amé”
(1947) para Alberto de Zavalía, “Al marido hay que seguirlo”
(1948) para Augusto César Vatteone, “Pasaporte a Río”
(1948) para Daniel Tinayre, “Otra cosa es con guitarra”
(1949) para Antonio Ber Ciani, “El muerto es un vivo” (1953)
para Yago Blass, “Paraíso robado” (1952) para José
Arturo Pimentel y “Donde comienzan los pantanos” (1952)
para Antonio Ber Ciani.
César
Tiempo tuvo un receso en sus escritos cinematográficos debido
a la gran crisis en la que se encontraba el cine argentino en la década
del 50, uno de cuyos motivos era la imposibilidad de conseguir celuloide
para filmar. Retoma en 1961 con el guión “Amorina”
–escrito junto a Hugo del Carril- para el director Eduardo Borrás.
Entre
sus obras teatrales destacan "Pan criollo" y "El lustrador
de manzanas". Eliahu Toker: "Uno de los momentos más
altos y significativos de la palabra poética de César
Tiempo es su 'Arenga en la muerte de Jaim Najman Biálik [...]
Tiempo se identifica con Biálik: '¡Cuidado con los poetas/
cuyos puños golpean sobre las mesas de los verdugos!', dice dirigiéndose
sin duda también a los nazis locales. Y a la judería porteña,
a la que reprocha su indiferencia pequeña burguesa. Y se burla
de ellos amargamente. [...] La condición judía y porteña
de Tiempo empapa todas sus páginas". "Libro para la
pausa del sábado", "Sabatión argentino",
"Sabadomingo" y "Aviso para encontrar a Jordana"
son algunos de sus poemarios.
Por los
mismos años realizó una pequeña actuación
en “Esta tierra es mía”, película de Hugo
del Carril. En esa época se radica en Bruselas, Bélgica,
donde vive hasta 1966. Una vez de regreso en la Argentina escribió
el guión cinematográfico “Deliciosamente Amoral”
(1969) para su primo y amigo Julio Porter. En 1975 junto con Ulises
Petit de Murat realizó la adaptación del libro Las procesadas
y también escribió el guión “No hay que aflojarle
a la vida”, ambas películas dirigidas por Enrique Carreras.
Cesar
Tiempo falleció en Buenos Aires el 24 de octubre de 1980.
AMORÍO
CIUDADANO
Saloncito
reservado
de lechería de barrio.
Este pobre muchacho
pálido
me cree una novia ingenua
que va a brindarle sus encantos
-un anticipo del estío
para la primavera de sus años-
y unta de miel sus palabras,
viste de seda sus manos,
me quema la boca impura
con el lacre de sus labios
(máscara de castidad:
mis labios no están pintados)
y perfumándome de promesas
-con salacidad de fauno-
ante mi leve abandono
y mi fingido recato
comienza a desabrocharme
la bata con torpes manos.
Acariciándome
el pecho
refulgen sus ojos claros
y me prodiga adjetivos
dulzones de enamorado.
Fiesta
de los sentidos
impúdicos y castos:
mutuamente
nos hemos engañado.
PRESENTIMIENTO
La
luz de este prostíbulo apuñala
las sombras de la calle.
Paso
delante suyo y se me enciende
un pensamiento cruel en la cabeza:
¿Terminaré mi vida en un prostíbulo?
VISIÓN
Cae
sobre la ciudad
la ceniza minúscula y tenue de la lluvia.
¡Qué grato es en un día como éste acariciar
un inocente sueño de ventura!
Mientras
cae la lluvia, yo acaricio mi sueño:
un día las mujeres serán todas hermanas;
la ramera, la púdica,
la aristócrata altiva y la humilde mucama.
Irían
por las calles llevando como emblema
una sonrisa alegre y una mirada franca,
y así, sencillamente,
se ofrecerían a todos los hombres que pasaran.
Ellos
se tornarían
tan buenos como el sol, como el pan, como el agua:
su dicha cantarían todos los oprimidos
suavizadas sus manos, su gesto y sus palabras.
Bajo
los cielos límpidos, banderas de alegría,
desplegados sus paños como alas
cual si quisieran cobijar a todas
las mujeres que un día supieron ser humanas.
(Sigue
cayendo sobre la ciudad
la ceniza minúscula y tenue de la lluvia.
¡Qué grato es en un día como éste acariciar
un inocente sueño de ventura!)
A
UN OBRERO
Toda
desnuda me ofrezco a tu instinto,
muerde mis pechos, estruja mi cuerpo,
quiero brindarte esta fiesta de carne
para que olvides tus días acerbos.
Sé
que padeces, tu vida es amarga
vida de todos los tristes obreros,
sin una luz de esperanza en su noche,
sin la caricia cordial de un consuelo.
¡Cómo
conforta sentirse piadosa,
dulce es la simple bondad de mi gesto;
tú que así sufres, mereces la efímera
fiesta que quiere brindarte mi cuerpo!
FUENTES: varias y propias.
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