DERECHOS HUMANOS - CORREPI - BOLETÍN INFORMATIVO Nº 621
 
 

 

BOLETÍN INFORMATIVO Nº 621


Por Correpi especial para Villa Crespo Digital

20 de septiembre del 2011

Del 16 de agosto de 2011

Sumario:

"Que pase el que sigue...".
Represión selectiva: criminalización de la protesta.
Gatillo en Temperley.
Más policía y cámaras en las calles.
Represión de Inglaterra.

"QUE PASE EL QUE SIGUE..."

Según el tribunal oral nº 3 deLa Matanza, así murió Saúl "Camilo" Pérez, hermano de nuestra compañera Rosa:

"Encuentro materialmente acreditado que el 3 de junio de 2010, a las 18:45, en la calle Obligado 2740 de Gregorio de Laferrère, un sujeto masculino, mediante la utilización de una pistola reglamentaria provista por la policía bonaerense, calibre 9mm, marca Bersa Thunder, cargada con 17 proyectiles, redujo y sometió boca abajo a dos jóvenes varones, para luego realizar un disparo a corta distancia a uno de los chicos, identificado luego como Saúl Enrique Pérez, ocasionándole su deceso". El homicida que fusiló a Camilo es Nicolás Ernesto Bencardino, de 38 años, oficial principal de la policía de la provincia de Buenos Aires, y miembro del Halcón, su grupo de elite.

El dueño de la remisería frente a la cual Camilo, con un amigo, esperaba que su novia saliera de trabajar, contó esto en la instrucción: "Estaba en mi negocio con mis tres hijos, y escuché gritos: '...tirate al piso, hijo de puta, te dije que te tiraras al piso, la concha de tu madre...", así que me asomé, y vi, en la vereda de la casa de al lado, dos jóvenes tirados en el piso, boca abajo, con los brazos extendidos a los costados y un sujeto con una 9 mm en la mano. Uno de los jóvenes giró su cabeza y le dijo a su agresor: '...yo no fui, yo no hice nada...', ante lo cual el sujeto armado le disparó. Luego, lo agarró de las ropas y lo zamarreó, y le decía ¡levantate hijo de puta', y cuando vio que mi hija y yo estábamos mirando, nos gritó que nos metiéramos adentro, pero no lo hicimos. Al ver que el chico seguía sangrando y no se movía, el agresor se puso a buscar algo en el suelo, incluso moviendo el cuerpo, supongo que buscaba la vaina del disparo, y se fue. Yo salí, subí a mi auto y lo seguí, y justo de enfrente venía un patrullero, y les grité que ése había matado un chico. Como no podía escapar, se acercó al patrullero, y dijo que era policía". Otros cinco testigos ratificaron cada detalle.

Frente a un fusilamiento tan claro, el policía estuvo detenido (custodiado por sus camaradas en una comisaría, claro). CORREPI, representando a Rosa Pérez, la hermana del pibe asesinado, y el fiscal Federico Russo, pidieron la elevación a juicio por homicidio agravado, por haber sido cometido por un miembro de las fuerzas de seguridad del estado, delito que prevé la pena única de prisión perpetua (art. 80 inc. 9º del código penal). Pero claro, una cosa es la instrucción, y otra la condena efectiva. Ni bien la causa llegó al tribunal oral, el mismo fiscal se sentó a charlar con la defensa del policía, y acordaron un juicio abreviado. Así, sin audiencia ni debate, el fiscal bajó su acusación a homicidio simple, que permite penas de 8 a 25 años de prisión, y el policía admitió su responsabilidad.

Cuando nos informaron del arreglito, nos opusimos, exigiendo que se realizara el juicio, donde, dijera lo que dijera el fiscal, íbamos a reclamar la prisión perpetua, sin ningún tipo de componendas. Ahora, el tribunal dictó sentencia, rechazando nuestra oposición, y concediendo el trámite abreviado, sin juicio. Además, resolvió que, aunque las cosas pasaron como lo transcribimos más arriba, "no se advierte que Bencardino se haya aprovechado de su función o cargo". O sea, que lo que hizo Bencardino (reducir a los chicos, tirarlos al piso, inmovilizarlos, y disparar a quemarropa con su reglamentaria) es ajeno a su condición de policía... Conclusión, en lugar de prisión perpetua, lo condenaron a 10 años y ocho meses de prisión, cosa que, descontando el año que lleva preso, en tres empezará con salidas transitorias, y en seis más estará totalmente libre.

Un detalle de color: en la sentencia, cuando los jueces se refieren a uno de los policías que declaró, lo llaman "el compañero del orden". Como el juez de instrucción Yrimia, que decía "mis muchachos" cuando hablaba del GEOF, los jueces tienen bien claro quiénes son sus compañeros, y cuál es el orden que les permite mantener a raya a sus enemigos de clase.

Y una explicación para el título de esta nota: En el último punto resolutorio de la sentencia, mandan devolver a la jefatura de la policía bonaerense la pistola Bersa Thunder y las 16 balas que sobraron. Así, el jefe de la bonaerense podrá decir ¡Que pase el que sigue!, y le dará esa pistola a otro policía, que ocupará el lugar del que no calculó bien, y se dejó agarrar.

REPRESION SELECTIVA: CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA

El miércoles 10 de agosto, Jésica Calcagno, Patricio del Corro y Juan Oribe, dirigentes universitarios y militantes del PTS, fueron absueltos por la justicia contravencional porteña, que intentó condenarlos por haber participado, en 2009, de cortes de calle en apoyo a la lucha de los trabajadores de Kraft-Terrabusi.

Los fiscales Aníbal Brunet y Martín Lapadú habían pedido hasta 40 días de arresto, presentando como pruebas videos y fotos obtenidas por policías de civil infiltrados en las manifestaciones, luego comparadas con imágenes bajadas de las páginas web de las organizaciones. Así, de los miles de participantes en 15 movilizaciones, fueron seleccionados estos tres compañeros, porque fueron los que pudieron identificar.

En la mañana del miércoles, agrupaciones universitarias y organismos de derechos humanos se concentraron en Avenida de Mayo y Tacuarí, en el centro porteño, en reclamo del cierre de la causa judicial. Gracias a la movilización que enfrentó a este claro intento de criminalizar la protesta social, el Juzgado Penal y Contravencional N° 7 tuvo que dar marcha atrás y los compañeros fueron absueltos.

Estas absoluciónes se suman a las de Rubén Saboulard (de Asambleas del Pueblo) y Oscar Kuperman (de CUBa MTR), el pasado 24 de mayo, acusados, también, de realizar cortes de calle en 2009, y a la conseguida el último 27 de junio, cuando Daniel "Neno" Abella, trabajador ferroviario de la Agrupación Ferroviaria 4 de Octubre, fue acusado por pintar en el hall de la estación Constitución “Pedraza asesino” al día siguiente del asesinato de Mariano Ferreyra.

La absolución de todos estos compañeros, es prueba de que, a fuerza de organización y lucha independientes, y sin ninguna confianza en esta justicia, se puede lograr que los militantes sociales sean arrancados de las garras represoras del estado. CORREPI estuvo con ellos en los juicios, patrocinándolos legalmente, pero sobre todo en la calle, donde verdaderamente se lleva a cabo la defensa de los compañeros.

Estos triunfos se dan en el marco de un fuerte avance en la política de represión selectiva, que sostienen los gobiernos contra los militantes populares. Ejemplo de esto, son los procesos que hoy deben enfrentar los compañeros de Causa Ferroviaria y del Partido Obrero por la movilización del 23 de diciembre de 2010; los vendedores ambulantes del Roca y los militantes de la TPR por los hechos del 2 de marzo de este año; los delegados Victor Ottoboni, de Fate, Hugo Costilla de Paty, Marcelo Mansilla del Garrahan, Carlos Zerrizuela del Frigorífico Rioplatense, los diez asambleistas de Gualeguaychú, o, nuevamente, Roberto Martino y los cinco compañeros que en 2009 salieron a la calle a repudiar la política criminal del Estado de Israel.

Esta es la represión estatal que los gobiernos de turno descargan contra todo aquél que pretenda cuestionar sus políticas antipopulares. Está demostrado, también, que la única respuesta posible, es la organización independiente, y la lucha consecuente.

GATILLO EN TEMPERLEY

El lunes 8 circuló una noticia por algunos medios de un "dudoso episodio" donde un policía de 25 años, recién formadito en nuestra democracia, le disparó en la cabeza, con su arma reglamentaria, a un vecino que discutía con su hermano. Ocurrió en Temperley. El policía se llama Juan José Lisondo, y el herido (todavía le están tratando de salvar la vida en el hospital), Francisco Nilda, de 46 años.

La noticia en sí requiere poco análisis. Una vez más, un policía usa la herramienta que le da la fuerza estatal para resolver un "problema doméstico".

Por tratarse de Temperley, duró poco la noticia, más allá de que, pese al impacto inicial, ya nadie hable de Ariel Domínguez, el chico muerto por la federal en Paseo Colón, o los otros dos gatillos de ese mismo Día del Amigo en Villa Domínico y Varela. Una vez más, vemos cómo intentan minimizar este tipo de "conflictos", hasta justificándolos por un robo a una billetera o tratándolos de "dudosos accidentes" mientras con otras noticias se busca generar pánico.

Se informó que se le hicieron pericias a la pistola, cuando los vecinos contaron lo que pasó y el propio policía confesó el disparo. Los policías siguen matando, los medios encubren y desvían las miradas de la sociedad, mientras la "justicia" llega tarde y mal. Esperaremos dentro de unos años las noticias del juicio, si es que no se hace un abreviado o le dan unas horas de “trabajo comunitario”.


MÁS POLICÍA Y CÁMARAS EN LAS CALLES

Durante esta última semana, el gobierno de la nación y el de la ciudad, avanzaron, cada uno por su lado, en dos medidas destinadas a seguir controlando al pueblo en las calles porteñas

El gobierno porteño informó que destinará unos 140 efectivos de los 2.400 que tiene su policía metropolitana para liberar los cortes de calles, y, en el caso de que se resistan, arrestar a los manifestantes. Para eso, se ocupará de entrenar y dotar de logística a los matones que, en breve, acosarán las abundantes movilizaciones que reflejan la condición en que viven, estudian y trabajan las amplias mayorías.

Al principio, sólo se intervendrá en los piquetes de hasta cien personas, porque la fuerza todavía no cuenta con la cantidad de efectivos necesarios para grandes manifestaciones.

El ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, afirmó que “el tránsito es una complicación para el ciudadano común y necesita de la intervención del Estado”.

Deja bien claro que él no entiende como “ciudadano común” al que estudia o trabaja en pésimas condiciones, o es desalojado de donde vive, ya que mediante la amplia desocupación, los míseros salarios o la enorme inflación no tiene como pagar un alquiler, o al que, por el motivo que sea, expresa un reclamo.

Por otro lado, el “gobierno de los DDHH” sigue con su sino de querer filmarlo todo. A poco tiempo de haber creado el centro de recepción de videocámaras en La Plata y de poner cámaras en los barrios más postergados del gran Buenos Aires, pretende inaugurar un sistema de videovigilancia de la PFA en la Ciudad de Buenos Aires.

Este sistema contará con 200 “ojos móviles” ubicados en patrullas, que filmarán e indicarán su ubicación satelitalmente, y 1.200 cámaras fijas de transmisión en tiempo real. Dentro de un año estarán instalados en los 700 móviles de la federal.

Este paquete de control se suma a las 1.000 cámaras que ostenta el gobierno porteño a través de su propio Centro de Monitoreo Urbano. Para entonces, la ciudad contará con más de 5.000 cámaras fijas y móviles en distintos puntos de su territorio

No es en vano aclarar que la arquitectura técnica del nuevo sistema de imágenes fue desarrollado con tecnología israelí y con el aval del Estado de Israel, uno de los estados más represores y fieles al imperialismo, gran valor en lo que respecta a la violación de los derechos humanos y la destrucción de culturas y pueblos históricamente sometidos.

La primera etapa del programa costó 45 millones de dólares y el año próximo sumará otros 25. Damas y caballeros, ahora sabemos donde están los techos de las escuelas y los insumos de los hospitales.

Como siempre señalamos, las diferencias entre las distintas expresiones de la burguesía no tienen lugar cuando de vigilar y reprimir al pueblo se trata. En eso siempre van a transitar por el mismo camino, defendiendo los intereses de los que más tienen.

REPRESIÓN DE INGLATERRA

El jueves 4 de agosto, la policía de Londres asesinó Mark Duggan en Tottenham. Lo fusiló luego de haberlo reducido. Como sucede en nuestro país, la primera explicación policial fue inventar un enfrentamiento.

Ante ese asesinato, se movilizaron unas 300 personas a la comisaría. En esa manifestación, la policía golpeó a una menor de 17 años, lo que hizo estallar la bronca acumulada. La indignación se transformó en una rebelión popular que se fue extendiendo a otros barrios londinenses durante varios días, llegando incluso a Oxford Circus, el principal distrito comercial y turístico de Londres.

La protesta luego se propagó por otras ciudades como Bristol, Liverpool, Manchester o Birmingham.

La realidad de los suburbios londinenses no difiere demasiado de la que vive nuestro pueblo todos los días. El acoso permanente de las fuerzas represivas en los barrios, principalmente sobre la juventud, se combina con un ataque brutal de la clase dominante sobre las condiciones materiales de vida de los trabajadores. Así, la policía se muestra como lo que realmente es: Un ejército de ocupación de los ricos, destinado a evitar que el pueblo se organice en forma independiente.

Esta pueblada se da en un contexto en que el imperialismo británico despilfarra una gran cantidad de recursos para rescatar a sus capitalistas, y para financiar la aventura guerrerista en Libia. Mientras tanto, aumenta el desempleo, se recortan subsidios y demás ayudas sociales.

El gobierno de Cameron respondió con el envío de 16 mil policías a Londres. Hasta el momento, la represión de la protesta se ha cobrado la vida de cinco manifestantes, carga con cientos de heridos y con la detención de más de 1.500 personas, de las cuales más de la mitad son menores de edad. Además, el primer ministro defendió la intervención del ejército y amenazó con expulsar de las viviendas subvencionadas por el estado a los que hayan participado en los disturbios. Nada dijo de dar marcha atrás con el recorte fiscal en curso.

No deja de llamar la atención que el pueblo de uno de los imperios colonialistas más saqueadores de la historia, haya manifestado su bronca mediante el saqueo de tiendas. Para que la bronca del pueblo inglés no se detenga en este estallido instintivo y espontáneo, será necesario organizarse y luchar, atacando la raíz de los problemas que la han hecho estallar. Y para eso no basta con algunos saqueos. Será necesario organizar el gran saqueo, la expropiación de la clase dominante por parte de los explotados y oprimidos.

FUENTE: CORREPI

Caracteres: 14.680

20 Diciembre, 2016 14:34

my widget for counting
contador

Usuarios Online  

Página principal / Mapa del Sitio