SONIA
COLMAN
GATILLO
FÁCIL
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Por Correpi especial para Villa Crespo Digital
30
de agosto del 2011
Este
martes 30 de agosto, a partir de las 10:00, familiares, amigos y otros
se movilizaron a los tribunales de San Isidro, ubicao en Ituzaingó
340, para pedir
¡Justicia para Sonia Colman!
¡Perpetua al policía Oscar Benítez!
El
caso:
El 23 de diciembre de 2007, a la hora de la siesta, Sonia Colman, de
44 años, militante socialista y madre de tres hijas, estaba trabajando
en el cruce de la ruta 26 con la calle Valentín Gómez,
pleno centro comercial de Del Viso. En víspera de Nochebuena,
un sábado a las dos y media de la tarde, el lugar era un hormiguero
de gente que iba y venía. Sonia vendía accesorios de parrilla
a los conductores de los vehículos que se detienen en el semáforo
camino a sus quintas o countries. Estaba esperando una nueva luz roja
para acercarse a los autos, cuando llegó un patrullero, persiguiendo
un auto en el que iban dos muchachos desarmados, que habían robado
una billetera con $80.
El teniente 1º Oscar Benítez bajó del patrullero
con su escopeta Ithaka 12/70 cargada con cartuchos con postas de plomo,
apuntó y apretó el gatillo. Cuatro perdigones dieron en
un auto estacionado, cuyo conductor acababa de bajar para entrar a un
comercio. Otros tres pegaron en el cartel de publicidad de un kiosko
puesto en la vereda. El noveno dio en pleno pecho de Sonia Colman, que
murió en el acto.
El asesinato de Sonia, apenas a trece días de la asunción
de gobierno de Cristina Fernández, no fue el primero de su gestión,
que ha fusilado y asesinado en la tortura a un promedio de uno por día.
Desde el inicio de la causa, los varios jueces y fiscales que desfilaron
por la instrucción sostuvieron que fue “un accidente”,
e imputaron a Benítez, que siempre estuvo en libertad, homicidio
culposo. Infinidad de prueba, y la obviedad de que un policía
que descarga su arma cargada de plomo, en un lugar transitado, quiere
matar, muestran, como venimos sosteniendo, que no sólo fue un
homicidio doloso, sino, además, calificado, porque el policía
Benítez actuó en el marco de sus funciones operativas,
con un arma reglamentaria provista y cargada por la fuerza.
El policía que iba con Benítez en el patrullero, declaró
ante la fiscal que “Benítez tenía la escopeta Mossberq
12/70 cargada con cartuchos de guerra”, y explicó que ellos
habitualmente cargan un cartucho antitumulto, con proyectiles de goma,
y, por las dudas, cuatro de guerra. Nada nuevo bajo el sol en materia
de prácticas para “prevenir el delito”.
Lo mismo sucede con la defensa técnica del asesino de Sonia Colman,
defendido por Dr. Fernando Roque Barrionuevo, renombrado letrado de
la zona norte que ya se cruzó con CORREPI en otros casos. En
el juicio al Escuadrón de la Muerte de Don Torcuato, representó
al sargento Hugo Alberto Cáceres (a) El Hugo Beto, jefe del escuadrón,
condenado a fines de 2004 a 20 años de prisión junto a
su lugarteniente, el policía Anselmo Puyó, por el fusilamiento
de Guillermo “Nuni” Ríos. También defendió
al policía Juan Pablo Rueda, que fusiló con 9 disparos
a Dante Jarcovsky, y fue absuelto por el TOC nº 7.
Después de años de lucha, llegamos a juicio con una “imputación
alternativa”. El fiscal que interviene desde hace unos meses,
Claudio Scapolán, acusó por homicidio simple, pero, como
Groucho Marx, aclaró que, por si a los jueces les parece mucho,
también acusaba por homicidio culposo (sin intención de
matar), cosa de dejar la puerta abierta a una pena en suspenso de menos
de 5 años.
Antonio, y sus hijas, Laura, Natalia y Melisa, estarán en la
sala de audiencias, junto a sus abogadas, nuestra compañera María
del Carmen Verdú, y Gisela Bustos, del partido Convergencia de
Izquierda. Junto a los militantes de CORREPI, que estarán dentro
y fuera del edificio, reclamarán prisión perpetua para
Benítez, por tratarse de un homicidio intencional cometido por
un integrante de una fuerza de seguridad del estado.
Más
información: http://soniacolman.blogspot.com/
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