WALTER
BULACIO
JUICIO
ORAL PARA QUE NO SIGA LA IMPUNIDAD
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Por Correpi especial para Villa Crespo Digital
18
de junio del 2011
WALTER
BULACIO:
A FUERZA DE LUCHA, LLEGA EL JUICIO
Con 20 años de demora, y aunque sólo se lo juzgará
por la privación ilegal de la libertad, a partir del 3 de agosto
el comisario Miguel Ángel Espósito, ex titular de la comisaría
35ª y jefe del operativo policial desplegado el 19 de abril de
1991 en las inmediaciones del Estadio Obras, deberá enfrentar
un juicio oral.
Los hechos
que ocurrieron el 19 de abril de 1991 en las inmediaciones del Estadio
Obras son bien conocidos. No es necesario recrear en detalle las circunstancias
en las que centenares de personas fueron arrestadas en una “razzia”
durante un recital de rock, ni cómo Walter Bulacio, de 17 años,
murió una semana después en un hospital, como consecuencia
de la tortura. Tampoco es necesario reseñar la infinita causa
judicial, que a lo largo de 20 años ha mostrado la decisión
de garantizar la impunidad de los represores, gobierno tras gobierno.
Con más
de 20 años de demora, llega el juicio, que empezará el
3 de agosto, ante el TOC nº 29. Un juicio que es el intento definitivo
de consolidar la impunidad, porque además de llegar tarde, llega
mal. El comisario Miguel Ángel Espósito será el
único acusado. Bien acusado está, pero habrá demasiadas
sillas vacías. Espósito, como los comisarios que dirigieron
la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001, como el comandante
Chiappe que dirigió el operativo en el Puente de Corrientes,
como cada policía que aprieta el gatillo contra un pibe pobre
o como cada guardia cárcel que tortura un preso, es sólo
el ejecutor. Ninguno de sus mandantes enfrentará un tribunal.
Tampoco
se lo juzgará por la muerte de Walter, ni por las torturas a
los restantes 73 detenidos. El objeto del juicio será, exclusivamente,
la detención ilegal. Que no es poco, pero no alcanza. Nunca alcanza
la justicia del mismo sistema que reprime por necesidad fundante de
la clase que domina.
Pero la
lucha no se apaga. Crece y crece, con cada pibe que, en un recital,
una marcha o una cancha de fútbol, canta “Yo sabía…”,
con cada familia que no se resigna a que la policía haya fusilado
a su hijo y se suma a la militancia antirrepresiva, con la convicción
profunda y constante de que la única respuesta posible, frente
a la represión, es la organización y lucha.
FUENTE:
CORREPI
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