BUENOS
AIRES LA CAPITAL MUNDIAL DEL LIBRO |
Por Elena
Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital
19 de
enero del 2011
El 13
de mayo del año del Bicentenario, 2010, la Legislatura porteña
dio sanción a la ley Nº 3.433, por la cual se declara el
2011 como AÑO DEL LIBRO Y LA LECTURA - BUENOS AIRES CAPITAL MUNDIAL
DEL LIBRO.
De esta
forma y para celebrar que nuestra ciudad haya sido galardonada para
ocupar un lugar tan importante en el presente año, se ha decidido
que los papeles oficiales llevarán la inscripción: “BUENOS
AIRES CAPITAL MUNDIAL DEL LIBRO”
La ley
es la que establece que los papeles oficiales de la Ciudad deberán
llevar durante este año dicha inscripción “2011,
Buenos Aires Capital Mundial del Libro”.
Por otro
lado, esta distinción que ha recibido la Ciudad de Buenos Aires
fue por elección de la UNESCO y representantes de la Federación
Internacional de Editores, la Federación Internacional de Bibliotecarios
y Bibliotecas y la Unión Internacional de Editores, y en reconocimiento
al compromiso y trabajo de nuestra Ciudad con el Libro y la Lectura.
Mediante
la presente Ley, la Legislatura cumple con el objetivo de acompañar
y difundir esta importante distinción para nuestra Ciudad, la
cual implicará que durante todo un año (del 23 de abril
de 2011 al 23 de abril de 2012) celebremos la palabra y busquemos acercar
a grandes y chicos al placer de la lectura.
Muchas
veces lo hemos remarcado, hoy nuestro país no tiene aquel prestigio
y excelencia que destacaba a su pueblo por el valor de la lectura. Argentina
e inclusive Buenos Aires no cuentan entre sus grandes valores culturales
la lectura como un ejercicio permanente y cotidiano.
Si bien
se editan grandes cantidades de libros, esto no implica calidad y contenido.
No es casual que los libros de auto ayuda encabecen el ranking de los
más leídos y luego los denominados best seller, dejando
la literatura y los trabajos de investigación y con mayor contenido
relegados. No es casual que las grandes editoriales se dediquen a este
tipo de producción, son los que venden.
Nuestro
país supo tener el lugar privilegiado de lectura de 13 libros
anuales por persona, hoy apenas arrima al 0,5 por persona por año.
Y la literatura e investigaciones encabezaban, las colecciones, en todas
sus variantes: arte, música, pintura, etc, la lectura de los
diarios era cotidiana y el reflejo estaba en el cine y en el teatro,
la música y el conocimiento de los autores clásicos. Se
consumía con avidez la literatura política, ideológica,
social, cultural sin tapujos. Evidentemente era otro país.
Por lo
menos es para pensar...
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