LEY
SÁENZ PEÑA - 10 DE FEBRERO DE 1912 |
Producción
periodística Villa Crespo Digital
22 de febrero del 2020 *
La ley
8.871 es la conocida ley Sáenz peña. La ley general de
Elecciones que fue sancionada por el Congreso de la Nación Argentina
el 10 de febrero de 1912.
En la
misma se estableció el voto secreto y obligatorio a través
de la confección de un padrón electoral, pero seguía
siendo exclusivo para nativos argentinos masculinos y mayores a 18 años.
Las mujeres
pudieron votar por primera vez en 1951 en la provincia de San Juan y
luego en las elecciones para presidente y vice.
Fue sancionada durante la presidencia de Roque Sáenz Peña,
miembro del ala modernista del gobernante Partido Autonomista Nacional
e impulsor de la ley. Es importante notar que el voto femenino recién
llegaría durante el segundo gobierno de Juan Domingo Perón
en 1947; el universo de la Ley Sáenz Peña sólo
incluía a los hombres argentinos nativos.
LEY SÁENZ PEÑA
Por esta se consideran electores a todos los ciudadanos, nativos y naturalizados,
que consten en el padrón electoral, desde los dieciocho años
de edad hasta los 70. A partir de esa edad el voto es opcional. Se consideran
afectados de incapacidad y privados de ejercer el derecho de sufragio,
los dementes declarados en juicio y los sordomudos que no puedan expresarse
por escrito. Por su estado y condición se hallan imposibilitados
de votar, los religiosos, los soldados y los detenidos por Juez competente.
Por causas de indignidad, no pueden sufragar los reincidentes condenados
por delitos contra la propiedad, durante cinco años después
de cumplida la condena, los penados por falso testimonio y por delitos
electorales, por el lapso de cinco años. Las juntas escrutadoras
de votos son las encargadas del recuento de las votaciones, reuniéndose
en la Cámara de Diputados de la Nación o en la Legislatura,
constituyéndose dichas juntas en cada capital de provincia, integrada
por el Presidente de la Cámara Federal de Apelaciones, el Juez
Federal y el Presidente del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia.
En la capital de la república la integrará el Presidente
de la Cámara Civil.
La primera
aplicación de la ley Sáenz Peña sucedió
en abril de 1912 en Santa Fe y Buenos Aires, de esta forma el radicalismo
y su mayor caudillo Don Hipólito Yrigoyen accedieron a la presidencia
a partir de 1916.
Con la Ley Electoral sancionada por el presidente Roque Sáenz
Peña en 1912, que consagró el sufragio universal masculino,
secreto y obligatorio en el país, se abrió paso por primera
vez a elecciones democráticas que terminaron con una larga etapa
de fraude permanente, signada por las revoluciones de 1874, 1890, 1893
y 1905. La Constitución Nacional de 1853 no había fijado
el sistema electoral y esta responsabilidad recayó en la Ley
Electoral.
Con la
llegada del siglo XX, la violencia electoral se tradujo en la compra
del voto. Hasta el ex-presidente Carlos Pellegrini defendió públicamente
esta práctica.
Se sabe
que las pautas electorales estaban diseñadas para que los gobernantes
se eternizaran en sus funciones. Un gobernante, un diseño de
poder dejaba ya el paso abierta a la sucesión presidencial. Caso
más concreto fue el de Nicolás Avellaneda, La Liga de
Gobernadores que entronizó a genocida Julio Argentino Roca.
Los padrones electorales se confeccionaban sin exigir a las personas
sus documentos de identidad.
El presidente
de las mesas de votación no tenía posibilidad de saber
si la persona que se presentaba a votar era la misma que figuraba en
los padrones. Recién bajo la presidencia de Roque Sáenz
Peña se empezaron a reconocer las impresiones digitales para
la identificación.
Esta práctica,
llamada voto uninominal por circunscripciones, se aceptó sólo
en los comicios de 1904. Luego se derogó.
Los diputados
se elegían por lista completa. Eran electos todos los legisladores
de la lista más votada, aunque ganara la elección por
un solo voto de diferencia.
Es también
muy conocida la forma compulsiva de sufragar, a punta de pistola y ejerciendo
coerción dentro del denominado lugar de votación.
Peones rurales llevados por los patrones a votar tal lo considerado
por ellos.
Si bien la ley electoral fue un avance, aparecieron formas de burlar
la ley y apelar a métodos de dominación. Pero esto no
logra prevalecer en la elección donde sale elegido Hipólito
Yrigoyen.
FUENTES:
varias y propias.
RELACIONADO
CON: ROQUE
SÁENZ PEÑA
* 3 de febrero
del 2011
Caracteres:
4384