GRAFFITIS
EN BUENOS AIRES |
Por Elena
Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital
22 de
febrero del 2011
El gobierno
porteño inició una campaña que consiste en limpiar
los graffitis de la Ciudad de Buenos Aires, con fecha 4 de febrero del
corriente año, la Subsecretaría de Atención Ciudadana,
dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros, afirma que está
llevando adelante la campaña anti graffiti, con el propósito
de reparar y limpiar las fachadas afectadas por los mismos en todas
las comunas de la ciudad.
En el
comunicado de prensa nos dicen que: Esta iniciativa que viene desarrollándose
desde fines del 2010 ha permitido recuperar las paredes de numerosos
edificios públicos y privados. En una primera etapa se restauraron
algunos frentes dañados correspondientes a los barrios de Almagro,
Boedo, Balvanera, San Cristóbal, Caballito, Palermo, Liniers,
Villa Real, Floresta, Villa Luro y Villa Devoto. Entre los edificios
mejorados están la Escuela Antonio Devoto, el Colegio Nicolás
Avellaneda, la Escuela Larroque y el Instituto Pasteur, entre otros.
Lo que
el gobierno porteño llama campaña anti graffitis son cuadrillas
operativas que seguirán durante el año en curso limpiando
y reparando las paredes de las distintas comunas que aún faltan.
“Nos
alegra demostrar a los vecinos que seguimos comprometidos con la Ciudad
como el primer día. Continuamos trabajando para dar respuesta
a sus necesidades y reclamos”, expresó el jefe de Gabinete,
Horacio Rodríguez Larreta. Eduardo Macchiavelli, Subsecretario
de Atención Ciudadana, comentó “queremos sentirnos
orgullos de la Ciudad en la que vivimos, nuestro objetivo es tener una
Ciudad más limpia y estamos trabajando para eso”.
ALGO
SOBRE EL GRAFFITI
Es evidentemente
una costumbre popular, de escribir un mensaje sobre superficies del
espacio público y también privado. Es antiguo, incluso
nos podemos remontar a etapas de la conquista española y mucho
antes.
Pero aún
más, porque se fue dando en forma paralela a la difusión
social de la escritura alfabética dentro de las diferentes culturas.
Más
primitivo todavía los símbolos grabados o pintados sobre
rocas o en el interior de las cavernas y cuevas.
En la actualidad son de carácter popular, expresan sentimientos,
sensaciones y generalmente son anónimos, aunque otras formas
de expresión lleven firma, como los que mostramos o se pueden
ver en las paredes porteñas. Por ello, los espacios urbanos y
rurales tienen su presencia y marcan una práctica social.
Hay varios
aspectos que podemos plantear, una el anonimato o la autoría
difusa o disimulada.
El contenido
político y/o ideológico, de tipo opositor o contestatario
al poder de turno.
Carga
erótica.
Una naturaleza
clandestina, sintética y limitada en sus textos por los espacios
donde se plasma.
La expresión
“graffiti” hace referencia a una técnica de escritura
producida en la antigüedad con un objeto duro que podía
rayar superficies rígidas pero más blandas. La naturaleza
de aquellos materiales permitió preservarlos como evidencias
arqueológicas, sostiene Petersen.
GRAFFITIS
ACTUALES
Se confeccionan
con pinceles, pinturas sintéticas, aerosoles, fibras, marcadores
o tintas indelebles entre tantos. Además, se utilizan objetos
punzantes para rayar cristales y paredes. Las tizas, crayones grasos,
moldes y/o plantillas y brochas gruesas se afirman sobre distintas superficies
para realizar estas inscripciones.
Se puede
asegurar que el graffiti tiene que ver con una manifestación
cultural al margen de lo legal y que se expone públicamente.
Desde
hace siglos muchos seres humanos o grupos humanos expresan o expresaron
sus pensares a partir de transmitir estos símbolos o mensajes.
De forma ilegal o clandestino.
En esta sintonía están también los conocidos “pasquines”
o carteles artesanales, a veces injuriantes y otras políticamente
subversivos, elaborados para ser exhibidos de modo anónimo en
las paredes.
Graffiti
o grafito identifica esta práctica y aquella de hace varios siglos:
“carácter popular y ocasional, sin trascendencia”.
HACIENDO
HISTORIA
Si bien
en la actualidad es una situación que se ejerce en forma cotidiana,
otros la evalúan como algo vandálico, anti social, sin
embargo se puede rastrear los graffitis y sus formas variadas a lo largo
de la historia.
Veamos.
ANTES
DE LA ERA CRISTIANA
Unos cuantos
siglos antes de la era cristiana, antiguos mercenarios griegos que combatían
en la periferia del mundo helénico acostumbraban a escribir sus
nombres sobre los monumentos públicos de las ciudades conquistadas.
Así, se han conservado algunas inscripciones que soldados jonios
realizaron 600 años a. C. sobre una estatua de Ramsés
II.
Por otro
lado, en el siglo V a. C. aparecen referencias en las comedias de Aristófanes
sobre la divulgada costumbre popular de escribir frases o comentarios
en las paredes de los edificios atenienses.
Asimismo
hay evidencias arqueológicas de graffitis homo eróticos
en diversas ruinas griegas.
El Antiguo
Testamento tiene algunas menciones a inscripciones sobre las paredes.
Todo indicaría
que en las regiones bajo influencia del imperio romano, la práctica
de escribir en muros públicos encontró amplia difusión,
ya que existen en ruinas de la Galia, Renania, Gran Bretaña,
Roma, Ostia, Herculano y Pompeya.
En el
caso de Pompeya, dada las excepcionales características de conservación
de sus edificios, la cantidad de graffitis preservados es enorme (más
de 10.000 textos y dibujos). Esto ha permitido comprobar que su escritura
era entonces una costumbre que abarcaba desde los sectores sociales
más cultos hasta los menos alfabetizados.
EDAD
MEDIA
En Italia
se volvió tradicional el rayar ciertos lugares sacros del cristianismo,
como las catacumbas romanas o los muros de algunos templos. Los devotos
peregrinos intentaban perpetuar así su presencia en aquellos
sitios que consideraban sagrados, grabando sus nombres y algún
breve texto. Los analfabetos marcaban allí simplemente una pequeña
cruz. Un alto porcentaje de esos graffitis medievales fue obra de eclesiásticos
que visitaban estos lugares a los que creían santos.
Por aquel
tiempo, en diversas ciudades europeas también se adherían
sobre las paredes carteles artesanales denominados “pasquines”,
conteniendo escritos anónimos.
En muchos
sitios europeos usados alguna vez como prisiones se han conservado escritos
y dibujos sobre los muros de las celdas.
La escritura
sobre las paredes y muros de las cárceles ha sido y es una práctica,
en el caso de la última dictadura se encuentran sobre las paredes
referencias sobre el paso de miles de seres humanos.
En la
actualidad pueden mostrar el paso del tiempo, mensajes, sinsabores y
otras tanto.
FUENTES: El portal de México: El graffiti en Buenos Aires, gobierno
porteño, fuentes propias.
FOTOS: gentileza de El portal de México.
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