NELSON
MANDELA
11
DE FEBRERO DE 1990
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Producción
periodística Villa Crespo Digital
13 de febrero del 2020 *
El 11
de febrero de 1990, Nelson Mandela, líder del Congreso Nacional
Africano de Sudáfrica, sale de la cárcel después
de 27 años.
FRASES
DE NELSON MANDELA
Después
de escalar una gran colina, uno se encuentra sólo con
que hay muchas más colinas que escalar.
La
educación es el arma más poderosa que puedes usar
para cambiar el mundo.
Porque
ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas,
sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de
los demás.
Detesto
el racismo, porque lo veo como algo barbárico, ya sea
que venga de un hombre negro o un hombre blanco.
Aprendí
que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre
él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel
que conquista ese miedo.
Si
quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar
con tu enemigo. Entonces él se vuelve tu compañero.
Deja
que la libertad reine. El sol nunca se pone sobre tan glorioso
logro humano.
Nunca,
nunca y nunca otra vez, debería ocurrir que esta tierra
hermosa experimente la opresión de una persona por otra.
No
puede haber una revelación más intensa del alma
de una sociedad que la forma en la que trata a sus niños. |
Nelson Mandela fue un político sudafricano nacido en Umtata,
Transkei, el 18 de julio de 1918. Renunciando a su derecho hereditario
a ser jefe de una tribu xosa, Nelson Mandela se hizo abogado en 1942.
En 1944 ingresó en el Congreso Nacional Africano (ANC), un movimiento
de lucha contra la opresión de los negros sudafricanos.
Además, Mandela fue uno de los líderes de la Liga de la
Juventud del Congreso, que llegaría a constituir el grupo dominante
del ANC; su ideología era un socialismo africano: nacionalista,
antirracista y antiimperialista.
En 1948
llegó al poder en Sudáfrica el Partido Nacional, que institucionalizó
la segregación racial creando el régimen del apartheid.
Bajo la inspiración de Gandhi, el ANC propugnaba métodos
de lucha no violentos: la Liga de la Juventud (presidida por Mandela
en 1951-52) organizó campañas de desobediencia civil contra
las leyes segregacionistas.
En 1952 Mandela pasó a presidir el ANC del Transvaal, al tiempo
que dirigía a los voluntarios que desafiaban al régimen;
se había convertido en el líder de hecho del movimiento.
La represión produjo 8.000 detenciones, incluyendo la de Mandela,
que fue confinado en Johannesburgo. Allí estableció el
primer bufete de abogados negros de Sudáfrica.
En 1955,
cumplidas sus condenas, reapareció en público, promoviendo
la aprobación de una Carta de la Libertad, en la que se plasmaba
la aspiración de un Estado multirracial, igualitario y democrático,
una reforma agraria y una política de justicia social en el reparto
de la riqueza.
El endurecimiento
del régimen racista llegó a su culminación en 1956,
con el plan del gobierno de crear siete reservas o bantustanes, territorios
marginales supuestamente independientes, en los que confinar a la mayoría
negra. El ANC respondió con manifestaciones y boicoteos, que
condujeron a la detención de la mayor parte de sus dirigentes;
Mandela fue acusado de alta traición, juzgado y liberado por
falta de pruebas en 1961.
Durante
el largo juicio tuvo lugar la matanza de Sharpeville, en la que la policía
abrió fuego contra una multitud desarmada que protestaba contra
las leyes racistas, matando a 69 manifestantes (1960). La matanza aconsejó
al gobierno declarar el estado de emergencia, en virtud del cual arrestó
a los líderes de la oposición negra: Mandela permaneció
detenido varios meses sin juicio.
Aquellos
hechos terminaron de convencer a los líderes del ANC de la imposibilidad
de seguir luchando por métodos no violentos, que no debilitaban
al régimen y que provocaban una represión igualmente sangrienta.
En 1961 Mandela fue elegido secretario honorario del Congreso de Acción
Nacional de Toda África, un nuevo movimiento clandestino que
adoptó el sabotaje como medio de lucha contra el régimen
de la recién proclamada República Sudafricana; y se encargó
de dirigir el brazo armado del ANC (la Lanza de la Nación). Su
estrategia se centró en atacar instalaciones de importancia económica
o de valor simbólico, excluyendo atentar contra vidas humanas.
En 1962
viajó por diversos países africanos recaudando fondos,
recibiendo instrucción militar y haciendo propaganda de la causa
sudafricana. A su regreso fue detenido y condenado a cinco años
de cárcel. Un juicio posterior contra los dirigentes de la Lanza
de la Nación le condenó a cadena perpetua en 1964. Ese
mismo año fue nombrado presidente del ANC.
Prisionero
durante 27 años en penosas condiciones, el gobierno de Sudáfrica
rechazó todas las peticiones de que fuera puesto en libertad.
Nelson Mandela se convirtió en un símbolo de la lucha
contra el apartheid dentro y fuera del país, una figura legendaria
que representaba la falta de libertad de todos los negros sudafricanos.
En 1984
el gobierno intentó acabar con tan incómodo mito, ofreciéndole
la libertad si aceptaba establecerse en uno de los bantustanes a los
que el régimen había concedido una ficción de independencia;
Mandela rechazó el ofrecimiento. Durante aquellos años,
su esposa Winnie simbolizó la continuidad de la lucha, alcanzando
importantes posiciones en el ANC.
Finalmente,
Frederik De Klerk, presidente de la República por el Partido
Nacional, hubo de ceder ante la evidencia y abrir el camino para desmontar
la segregación racial, liberando a Mandela en 1990 y convirtiéndole
en su principal interlocutor para negociar el proceso de democratización.
Mandela y De Klerk compartieron el Premio Nóbel de la Paz en
1993.
Las elecciones
de 1994 convirtieron a Mandela en el primer presidente negro de Sudáfrica;
desde ese cargo puso en marcha una política de reconciliación
nacional, manteniendo a De Klerk como vicepresidente, y tratando de
atraer hacia la participación democrática al díscolo
partido Inkhata de mayoría zulú.
FUENTES:
Biografías y otros.
* Primera versión 3 de febrero del 2011. Corregido y ampliado.
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