1 Diciembre, 2018 18:17
MEDIOS DE TRANSPORTE - TRANSPORTE EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES PARTE I
 
 

 

TRANSPORTE DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, UN CAOS,

PRIMERAS CONSIDERACIONES PARTE I


Por Juan Carlos Cena * especial para Villa Crespo Digital

28 de junio del 2011

Hoy el sistema de transporte urbano de la ciudad de Buenos Aires está colapsado y las medidas tomadas por el gobierno de la ciudad son de una improvisación total y absoluta. Viajar en ómnibus o en subterráneos en la ciudad y hacer el trasbordo a un tren suburbano es una flagelación que ningún credo religioso o secta fanática lo ejerce. Es un padecimiento perverso y continuo, es el maltrato generado por la inutilidad de los funcionarios mediocres. Mochila que es llevada estoicamente por el ciudadano común todos sus días laborales sobre sus espaldas, es decir, el trabajador/a, el empleado/a o estudiante, el maestro/a, el albañil, el niño y nuestros queridos viejos, envidia de los estoicos o espartanos. Esto no tiene nada que ver con la calidad de vida, sino con el martirologio del usuario.

Ese es un aspecto. El otro es que jamás se podrá reorganizar y proyectar el sistema de transporte en la ciudad mientras el mismo siga dependiendo de la Secretaria de Transporte de la Nación. Toda una aberración que viene desde los tiempos menemistas.

Por esa dependencia perversa, jamás el gobierno de la ciudad podrá coordinar un plan estratégico con el gobierno de la provincia de Buenos Aires para solucionar los problemas de transferencia de cargas y pasajeros.
El transporte es un servicio público. Ese es el objetivo fundamental del mismo, así sean sus prestatarios privados o estatales. Por ser un servicio público el gobierno que administre la ciudad, en caso que se independice de la Secretaria de Transporte de la Ciudad, debe fijar normas claras de comportamiento, mismas que debe ser de una aplicación rigurosa.
La primera debe ser: que los diferentes modos de transporte deben ser complementarios y no competitivos. Para ser complementarios, el administrador del transporte de la ciudad debe planificar, reglamentar y controlar los comportamientos de los prestadores.

POLITICAS DE PLANEAMIENTO
Debemos volver a la planificación. Esta fue de las características fundamentales que tuvo el Sistema de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, sino jamás podría haber sido armónico y previsible, y no anárquico y caótico como en la actualidad. Este ha sido el elemento básico de cómo se ha desempeñado la antigua Municipalidad de Buenos Aires, antes de pasar a la égida de la Secretaría de Transporte de la Nación, toda una aberración que solo sirve a intereses particulares y no a la sociedad.

El futuro de esta área tiene que ver con estudios conducentes a investigar cada recorrido, a las necesidades de las zonas y la complementariedad de los diferentes modos.

Ellos le permitirán tener una visión integral y realista de la dinámica del transporte, mediante el análisis y estudio a través del tiempo, del propio sistema y de los circundantes que la afectan (economía, transportes, mercados, tecnología, de los otros modos de transportes) la determinación y análisis de los objetivos deseables, las tendencias, el diagnóstico de presentes situaciones, el diseño de modelos prospectivos y operacionales a seguir.

Sintetizando, el estudio y fijación de los grandes objetivos corresponden a las autoridades del Gobierno de la Ciudad, fuera de la ciudad en coordinación con el gobierno de de la provincia de Buenos Aires. La aplicación de esos objetivos deben ser controlados a través de las jefaturas zonales a designar. Es decir, se debe descentralizar el control. Los objetivos centrales del transporte de la ciudad son fijados después de recoger los estudios de las necesidades puntuales de cada zona. Es acá donde interviene la planificación y luego el control de todo lo planificado, donde se corrigen errores o se amplían aciertos.

CONTAMINACION DE LA CIUDAD
El problema de la polución, sobre todo la que tiene como causa los gases contaminantes que quedan en la atmósfera, existe en cualquier gran ciudad. En Buenos Aires, una urbe de llanura sometida a vientos que los barrena periódicamente, el efecto es menor, pero no nulo, y puede llegar a incrementarse severamente en zonas determinadas (el microcentro, por caso) generando todas las dificultades que se observan en los ámbitos físicos propensos a la acumulación de gases como el monóxido de carbono, que permanece indefinidamente en la atmósfera a menos que sea tratado químicamente o eliminado por la acción de los vientos.

El problema, tal como está planteado, se vuelve de difícil solución y se incrementa en la medida en que no se aplican políticas de control o tratamiento adecuadas. En realidad, la única medida de efectos absolutamente seguros es la prevención, pero también es, lamentablemente, la más difícil de poner en práctica, porque pocas veces se cuenta con el apoyo decidido de los gobiernos o las personas. Suele pasar que las acciones se intenten o se pongan en práctica cuando la solución se ha vuelto muy problemática o imposible.

La repuesta a la saturación y el colapso del transporte en la ciudad de Buenos Aires y otras como Córdoba o Rosario, es la implementación de un proyecto serio que tenga que ver con el medio ambiente, los accidentes, saturación, estrés, etc., y la descongestión del transporte es observar que las grandes urbes lo han solucionado, algunas, otras en camino de solución, a través de los trenes suburbanos, subterráneos, tranvías modernos y trolebuses, todos modos no contaminantes, con bajísimos índices en la accidentologia.
Pero para eso los trenes, subtes y el control del transporte automotor deben volver al Estado, en este caso, de la ciudad de Buenos Aires. Única manera de tener una sola política de transporte para que estos modos sean un servicio público, con una eficiente prestación para la comunidad, y no privados y anárquicos con fines de lucro

DIAGNÓSTICO
La Organización Mundial de la Salud anuncio, el 22 de diciembre de 1999, que este es el saldo anual de muertes por la polución automovilística en Europa. Los afectados, según la OMS, tienen entre 9 y 33 por ciento más posibilidades de contraer cáncer de pulmón que el resto. Esta constituye la segunda causa de muerte, situada detrás de los accidentes automovilísticos.
"El tráfico mata, el transporte público ayuda a vivir" afirman las pancartas que circulan en autobuses, trolebuses y tranvías como parte de la campaña de organizaciones ambientalistas en 40 ciudades italianas.

NIVELES DE SONORIDAD EN EL TRANSPORTE TERRESTE
A una distancia de 25 metros un tren emite de 65 a 75 decibeles.
Un automóvil particular emite de 70 a 90 decibeles, mientras que un camión u ómnibus puede sobrepasar los 100 decibeles.
Un tren compuesto por tres coches hace ruido durante 8 segundos al pasar por un punto, transportando cómodamente a 250 pasajeros.
En una carretera, en 8 segundos, pasan más de 4 automóviles que no transportan en total más de 20 personas.

En la Argentina circulan 9.389.096 automóviles

ALERTAN EN VARIAS CIUDADES DEL MUNDO QUE SE DEBE DEJAR
DE USAR EL AUTOMOVIL EN LAS CIUDADES

LA CONTAMINACION ACÚSTICA DEL TRANSPORTE AUTOMOTOR
En las grandes ciudades del mundo se tiene en cuenta el costo económico, de sustentabilidad ambiental y hasta de salud, cuando de habla de transporte urbano. Así lo anunciaron expertos en el área de todo el mundo reunidos en Leipzig, Alemania, para el cuarto encuentro anual del Foro Internacional de Transporte, un organismo que reúne 52 países, entre los que no está la Argentina. El debate y las conclusiones, de todas maneras, fueron de estricta actualidad para la Ciudad de Buenos Aires, donde cada año se hace más difícil moverse por el infierno del tráfico.

FUENTE: Archivo MONAREFA

• Juan Carlos Cena Especialista en temas de transporte.

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