TRANSPORTE
DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, UN CAOS,
PRIMERAS
CONSIDERACIONES PARTE I
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Por Juan Carlos Cena * especial para Villa Crespo Digital
28 de
junio del 2011
Hoy el
sistema de transporte urbano de la ciudad de Buenos Aires está
colapsado y las medidas tomadas por el gobierno de la ciudad son de
una improvisación total y absoluta. Viajar en ómnibus
o en subterráneos en la ciudad y hacer el trasbordo a un tren
suburbano es una flagelación que ningún credo religioso
o secta fanática lo ejerce. Es un padecimiento perverso y continuo,
es el maltrato generado por la inutilidad de los funcionarios mediocres.
Mochila que es llevada estoicamente por el ciudadano común todos
sus días laborales sobre sus espaldas, es decir, el trabajador/a,
el empleado/a o estudiante, el maestro/a, el albañil, el niño
y nuestros queridos viejos, envidia de los estoicos o espartanos. Esto
no tiene nada que ver con la calidad de vida, sino con el martirologio
del usuario.
Ese es
un aspecto. El otro es que jamás se podrá reorganizar
y proyectar el sistema de transporte en la ciudad mientras el mismo
siga dependiendo de la Secretaria de Transporte de la Nación.
Toda una aberración que viene desde los tiempos menemistas.
Por esa
dependencia perversa, jamás el gobierno de la ciudad podrá
coordinar un plan estratégico con el gobierno de la provincia
de Buenos Aires para solucionar los problemas de transferencia de cargas
y pasajeros.
El transporte es un servicio público. Ese es el objetivo fundamental
del mismo, así sean sus prestatarios privados o estatales. Por
ser un servicio público el gobierno que administre la ciudad,
en caso que se independice de la Secretaria de Transporte de la Ciudad,
debe fijar normas claras de comportamiento, mismas que debe ser de una
aplicación rigurosa.
La primera debe ser: que los diferentes modos de transporte deben ser
complementarios y no competitivos. Para ser complementarios, el administrador
del transporte de la ciudad debe planificar, reglamentar y controlar
los comportamientos de los prestadores.
POLITICAS
DE PLANEAMIENTO
Debemos volver a la planificación. Esta fue de las características
fundamentales que tuvo el Sistema de Transporte de la Ciudad de Buenos
Aires, sino jamás podría haber sido armónico y
previsible, y no anárquico y caótico como en la actualidad.
Este ha sido el elemento básico de cómo se ha desempeñado
la antigua Municipalidad de Buenos Aires, antes de pasar a la égida
de la Secretaría de Transporte de la Nación, toda una
aberración que solo sirve a intereses particulares y no a la
sociedad.
El futuro
de esta área tiene que ver con estudios conducentes a investigar
cada recorrido, a las necesidades de las zonas y la complementariedad
de los diferentes modos.
Ellos
le permitirán tener una visión integral y realista de
la dinámica del transporte, mediante el análisis y estudio
a través del tiempo, del propio sistema y de los circundantes
que la afectan (economía, transportes, mercados, tecnología,
de los otros modos de transportes) la determinación y análisis
de los objetivos deseables, las tendencias, el diagnóstico de
presentes situaciones, el diseño de modelos prospectivos y operacionales
a seguir.
Sintetizando,
el estudio y fijación de los grandes objetivos corresponden a
las autoridades del Gobierno de la Ciudad, fuera de la ciudad en coordinación
con el gobierno de de la provincia de Buenos Aires. La aplicación
de esos objetivos deben ser controlados a través de las jefaturas
zonales a designar. Es decir, se debe descentralizar el control. Los
objetivos centrales del transporte de la ciudad son fijados después
de recoger los estudios de las necesidades puntuales de cada zona. Es
acá donde interviene la planificación y luego el control
de todo lo planificado, donde se corrigen errores o se amplían
aciertos.
CONTAMINACION
DE LA CIUDAD
El problema de la polución, sobre todo la que tiene como causa
los gases contaminantes que quedan en la atmósfera, existe en
cualquier gran ciudad. En Buenos Aires, una urbe de llanura sometida
a vientos que los barrena periódicamente, el efecto es menor,
pero no nulo, y puede llegar a incrementarse severamente en zonas determinadas
(el microcentro, por caso) generando todas las dificultades que se observan
en los ámbitos físicos propensos a la acumulación
de gases como el monóxido de carbono, que permanece indefinidamente
en la atmósfera a menos que sea tratado químicamente o
eliminado por la acción de los vientos.
El problema,
tal como está planteado, se vuelve de difícil solución
y se incrementa en la medida en que no se aplican políticas de
control o tratamiento adecuadas. En realidad, la única medida
de efectos absolutamente seguros es la prevención, pero también
es, lamentablemente, la más difícil de poner en práctica,
porque pocas veces se cuenta con el apoyo decidido de los gobiernos
o las personas. Suele pasar que las acciones se intenten o se pongan
en práctica cuando la solución se ha vuelto muy problemática
o imposible.
La repuesta
a la saturación y el colapso del transporte en la ciudad de Buenos
Aires y otras como Córdoba o Rosario, es la implementación
de un proyecto serio que tenga que ver con el medio ambiente, los accidentes,
saturación, estrés, etc., y la descongestión del
transporte es observar que las grandes urbes lo han solucionado, algunas,
otras en camino de solución, a través de los trenes suburbanos,
subterráneos, tranvías modernos y trolebuses, todos modos
no contaminantes, con bajísimos índices en la accidentologia.
Pero para eso los trenes, subtes y el control del transporte automotor
deben volver al Estado, en este caso, de la ciudad de Buenos Aires.
Única manera de tener una sola política de transporte
para que estos modos sean un servicio público, con una eficiente
prestación para la comunidad, y no privados y anárquicos
con fines de lucro
DIAGNÓSTICO
La Organización Mundial de la Salud anuncio, el 22 de diciembre
de 1999, que este es el saldo anual de muertes por la polución
automovilística en Europa. Los afectados, según la OMS,
tienen entre 9 y 33 por ciento más posibilidades de contraer
cáncer de pulmón que el resto. Esta constituye la segunda
causa de muerte, situada detrás de los accidentes automovilísticos.
"El tráfico mata, el transporte público ayuda a vivir"
afirman las pancartas que circulan en autobuses, trolebuses y tranvías
como parte de la campaña de organizaciones ambientalistas en
40 ciudades italianas.
NIVELES
DE SONORIDAD EN EL TRANSPORTE TERRESTE
A una distancia de 25 metros un tren emite de 65 a 75 decibeles.
Un automóvil particular emite de 70 a 90 decibeles, mientras
que un camión u ómnibus puede sobrepasar los 100 decibeles.
Un tren compuesto por tres coches hace ruido durante 8 segundos al pasar
por un punto, transportando cómodamente a 250 pasajeros.
En una carretera, en 8 segundos, pasan más de 4 automóviles
que no transportan en total más de 20 personas.
En
la Argentina circulan 9.389.096 automóviles
ALERTAN
EN VARIAS CIUDADES DEL MUNDO QUE SE DEBE DEJAR
DE USAR EL AUTOMOVIL EN LAS CIUDADES
LA
CONTAMINACION ACÚSTICA DEL TRANSPORTE AUTOMOTOR
En las grandes ciudades del mundo se tiene en cuenta el costo económico,
de sustentabilidad ambiental y hasta de salud, cuando de habla de transporte
urbano. Así lo anunciaron expertos en el área de todo
el mundo reunidos en Leipzig, Alemania, para el cuarto encuentro anual
del Foro Internacional de Transporte, un organismo que reúne
52 países, entre los que no está la Argentina. El debate
y las conclusiones, de todas maneras, fueron de estricta actualidad
para la Ciudad de Buenos Aires, donde cada año se hace más
difícil moverse por el infierno del tráfico.
FUENTE:
Archivo MONAREFA
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Juan Carlos Cena Especialista en temas de transporte.
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