MEDIOS DE TRANSPORTE - SUBTERRÁNEOS - LÍNEA A - BREVE HISTORIA PARTE III
 
 

 

BREVE HISTORIA DE LA LÍNEA A DE SUBTERRÁNEOS

PARTE III


ESPECIFICACIONES TÉCNICAS

Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital

15 de noviembre del 2011

En esta parte entregamos la información técnica.
Los coches que conocemos en la tradicional línea A fueron fabricado o construidos por la empresa La Brugeoise et Nicaise et Delcuve, de la ciudad de Brujas, en Bélgica, entre 1911 y 1919. También hay que aclarar que si bien ellos fueron construidos en madera, no son los originales.

Se afirma que con la mayor demanda del transporte, por el aumento del caudal de pasajeros, se comienzan a fabricar en Argentina y utilizando unidades idénticas utilizando repuestos y rezagos. La flota de coches de la línea A es la más antigua del mundo en servicio comercial y es, también, un atractivo turístico de la capital argentina además de parte de su patrimonio cultural. Se los conoce coloquialmente como los belgas o las brujas, en referencia a su país y ciudad de origen respectivamente.

Alejandro Scartaccini afirma en su reseña del 2007: Cabe destacar que fueron los primeros trenes eléctricos de unidades múltiples que circularon en nuestro país (aunque, como veremos a continuación, fueron concebidos para su uso en dos sistemas: el subterráneo, de características ferroviarias, y el tranviario, pues estuvo prevista -y cumplimentada, durante un corto lapso- su utilización en servicios de superficie).

Podemos decir que en su configuración original, los coches eran mitad tranvía y mitad subte, pues tenían cuatro puertas de cada lado: dos corredizas, que quedaban al nivel de los andenes de las estaciones del subterráneo y dos plegadizas ubicadas en los extremos, dotados de sendas plataformas de estilo tranviario, con estribos que permitían el descenso a la calle.
Cada unidad contaba con 40 asientos y las amplias ventanillas estaban equipadas con cortinillas de protección contra el sol, previstas para su empleo en superficie.

Por otro lado, la trocha es 1,435 m que utilizaban los tranvías que circulaban en la ciudad. Los rieles fueron fabricados en Inglaterra; pesan 44,6 kg/m lineal, y son del tipo hongo asimétrico (bull head). Se encuentran a poca profundidad, entre 4,85 y 7,92 m por debajo de la superficie.
La forma que capta la energía eléctrica es por la catenaria aérea flexible, a 1.100 VCC, que difiere de la posteriormente adoptada para las líneas C, D y E, de 1.500 VCC, y también de la línea B, que con toma de tercer riel alimenta a los coches con 600 VCC ( VCC = Voltios de corriente continua). La corriente fue suministrada en principio por cuatro subusinas de la Compañía Alemana Transatlántica de Electricidad.

SEÑALES LUMINOSAS

Desde 1914 contó con ellas y algunas de ellas, más tarde, se automatizaron. Se instalaron los paratrenes que sirve como medida de seguridad, es un brazo mecánico que evita la violación del semáforo en rojo.

A partir de 1974 la modernidad tecnológica instaló lo que se conoce como Sistema de Señales Luminosos, esto fue en una de las cabeceras, en aquel momento: Primera Junta, con un Control de Tráfico Centralizado (CTC). Sin embargo, el sistema de "paratrenes" mecánicos se mantuvo, brindando a la línea A una seguridad total.

Las unidades fueron coches ingleses de la United Electric, estas unidades contaban con dos motores de 115 HP, caballos de fuerza, esta potencia les permitía alcanzar los 50 kilómetros por hora. La carrocería era de madera pintada en su exterior de un celeste grisáceo claro.
Se podían sentar 42 pasajeros y tenían dos puertas de doble hoja para acceder a los andenes, con su cierre y apertura manual. Este diseño tenía que ver porque algunos de ellos se los conducía por la rampa de Rivadavia y Emilio Mitre y continuaban por las vías del tranvía de avenida Rivadavia hasta avenida Lacarra en el barrio de floresta, estaban intercalados con los tranvías que hacían dicho recorrido.

En ese entonces los trenes no llevaban batería, por lo que la única solución ante un corte de energía eléctrica eran las lámparas de kerosene y de velas. En 1929 se modificó el sistema de apertura de puertas, permitiendo el cierre a distancia por el guarda del tren. Cada coche disponía de dos pantógrafos, por donde captaban la corriente de tracción de 1.100 V de una catenaria aérea. Esta corriente continua de tracción era suministrada desde las subusinas de Azopardo, Bartolomé Mitre y Caballito.

LAS UNIDADES COMPRADAS

En diciembre de 1913 se compran otras 34 unidades y en 1919 fueron 36 más, así la flota llegaba a 120 unidades.

En 1921 la empresa comenzó a fabricar un nuevo coche, era un prototipo que fue terminado un año después y tenía una carrocería metálica y fue utilizado en reemplazo de una de las unidades inglesas que se había incendiado.

En el caso de las unidades de United Electric, las cuales fueron sólo parcialmente modificadas, conservando buena parte de su fisonomía original, una de ellas se incendió en 1917, el coche Nº 1, la segunda fue vendida luego de su retiro definitivo, coche Nº 4, y las dos restantes, los coches Nº 1 y 2 fueron cedidos a la Asociación Amigos del Tranvía, entidad que las restauró íntegramente y las conserva como patrimonio histórico de la ciudad en perfecto estado de funcionamiento.

Otro aspecto relevante es que en 1936 se aprobó la creación de la Corporación de Transporte de la ciudad de Buenos Aires. El 17 de febrero de 1939 se quedó con los bienes de la Anglo Argentina indemnizándola con acciones de la Corporación de Transporte en relación al capital invertido.
El estado comenzó a poner las tarifas, y la empresa Anglo Argentina perdió capital y demandó al Estado. El 30 de septiembre de 1965 la Corte Suprema falló a favor de la compañía inglesa, y condenó al Estado a pagar aproximadamente 7 millones de libras esterlinas.

A fines del 2008 se inauguran las estaciones Puán y Carabobo, habían pasado 96 años del servicio permanente de los coches de La Brugeoise, se afirmaba que pronto dejarían el servicio. La flota que absorbería el aumento de pasajeros sería con un refuerzo de dos trenes de la empresa Fiat Materfer tomados de la línea D.

La cantidad de coches La Brugeoise que operan en la Línea A son 95.
El problema son las piezas de repuesto para estos trenes que ya no están disponibles en el mercado por lo que tienen que ser hechos a medida por pedido del cliente en el taller Polvorín, donde las unidades La Brugeoise y otros materiales rodantes del metro de Buenos Aires están mantenido y reparado por personal altamente capacitado y calificado.
Por su lado, la empresa concesionaria, Metrovías, el operador privado del Subterráneo de Buenos Aires, afirma que cada 20 días las unidades se someten a un chequeo de rutina, mientras que cada cuatro años se lleva a cabo el mantenimiento mayor.
Lo que si se puede decir de estos coches luego de casi un siglo de caminar por los rieles subterráneos es que tienen un promedio más que bajo en cuanto a falla mecánica en la red: 19 cada 100.000 km.

EL TRABAJO REALIZADO EN EL TALLER POLVORÍN

En 1926 se suprime el servicio premetro a nivel hasta Floresta, de esta forma las unidades de origen Belga son modificadas entre 1927 y 1928, se les suprime las plataformas simil tranvía y se les agrega una puerta en el centro del salón, tal como las conocemos en la actualidad. El taller Polvorín está ubicado en Emilio Mitre y José Bonifacio.

PROTECCIÓN PATRIMONIAL

En junio de 2008, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó la Ley 2.796, en la misma se dispone la Protección Patrimonial para el Taller Polvorín. La iniciativa, presentada por el fallecido legislador Norberto La Porta, de esta forma se intenta proteger también a las vías e instalaciones tranviarias que unen el taller con la estación Primera Junta de la línea A, al igual que aquellas que forman el circuito del Tramway Histórico de la Asociación de Amigos del Tranvía (AAT).
El problema del cuidado del Patrimonio Histórico y Cultural, ya lo hemos afirmado en muchas oportunidades, no alcanzan las leyes, si no hay controles fehacientes y un verdadero cuidado de las instalaciones, edificios y otros monumentos que se declaran parte del Patrimonio Histórico y Cultural.

En este sentido, el ejemplo de estas leyes, son innumerables, para nada descalificadas, al contrario, pero la implementación siempre parece que va por la escalera.
Nuestra ciudad tiene una cantidad de monumentos históricos y culturales con protección de sus estructuras y fachadas que esperan que sean protegidos verdaderamente.

FUENTES: Wikipedia, el Subte, empresa Metrovías, fuentes propias.

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29 Septiembre, 2016 12:36

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