Producción
de Haydeé Dessal especial para Villa Crespo Digital
15
de noviembre del 2011
Enfermedades
'olvidadas': El peligro de la fiebre amarilla
Los
especialistas dicen que las condiciones están dadas para
que haya un nuevo brote. Son las denominadas 'enfermedades olvidadas',
que vuelven producto, entre otras cuestiones, de la pobreza y el
cambio climático.
Dengue,
cólera, leptospirosis, hantavirus, fiebre amarilla eran enfermedades
de las que ya habíamos dejado de escuchar hace muchos años.
Sin embargo, en los últimos años vemos con mayor frecuencia
que comienzan a aparecer casos, motivo por el cual las autoridades
sanitarias advierten a la población sobre sus características
y formas de prevención.
Hoy,
concretamente, existe la posibilidad de que se desencadene una nueva
epidemia de fiebre amarilla, advierten especialistas en infectología
que disertarán este miércoles en el Tercer congreso
de enfermedades endemoepidémicas, organizado por el Hospital
Muñiz en Buenos Aires.
El
foco de la epidemia de fiebre amarilla se desató en diciembre
de 1870 del año anterior en Paraguay. Los primeros casos
en Argentina se detectaron en Corrientes.
“Los
soldados que regresaban de la Guerra del Paraguay fueron los probables
introductores del virus”, cuentaTomás Orduna, presidente
de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero a Clarín.
Con el tiempo llegó la vacunación.
Entre
1966 y 2008 no hubo casos humanos de fiebre amarilla autóctona
en la Argentina. Pero en 2008 re emergió con 10 casos en
Misiones, de los cuales murieron 3. Durante 2011 no se notificaron
casos humanos, pero los infectólogos consideran que la fiebre
amarilla no debe percibirse como “una enfermedad exótica”.
“Hoy la fiebre amarilla sigue siendo una amenaza en Argentina.
Con un solo caso que en una ciudad se puede desencadenar una epidemia
explosiva , si está el mosquito que la transmite”,
dice Orduna.
“No
es para alarmarse, pero las condiciones para la fiebre amarilla
están. Existe circulación del virus en monos y también
tenemos al vector (el mosquito). Además, no toda la población
está vacunada”, agregó Seijo. Aún no
hay un tratamiento para la enfermedad, pero mucho se puede hacer
para una mejor prevención. “Todas los que viajen a
Misiones deben vacunarse”, recomienda Orduna. Cada 10 años
se renueva la dosis.
Para
Seijo, es importante que las ciudades y sus habitantes bajen los
índices de mosquitos (son las mismas medidas que se aconsejan
contra el dengue), y “habría que plantearse si la Argentina
puede producir la vacuna”. Hoy se importa, y las cantidades
son limitadas.
Así
las cosas, los expertos aseguran que el cambio climático
que se viene produciendo en las últimas décadas -fenómeno
caracterizado por las modificaciones en el clima como consecuencia
de la influencia de la actividad humana- determina la aparición
y/o el resurgimiento de algunas enfermedades que ya parecían
olvidadas en el tiempo.
El
20 % de la población de América latina, es decir,
unas 127 millones de personas, están en riesgo de contraer
enfermedades consideradas olvidadas, como el Chagas, la malaria
o la leishmaniosis, según dio a conocer en octubre la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) en el marco de un Simposio Internacional
organizado en Buenos Aires.
Son
trastornos que afectan a los sectores más pobres de la región
y, por lo tanto, no despiertan un interés prioritario del
sector farmacéutico privado y, en muchos casos, tampoco de
los Estados. La definición exacta es, para Marcelo Abril,
director de Programas y Proyectos de la Fundación Mundo Sano
–que convocó a más de 600 biólogos, médicos,
veterinarios y antropólogos–, “aquellas enfermedades
que afectan a un gran número de personas de los estratos
más desfavorecidos de la sociedad y que requieren ser puestas
en las agendas estatales de salud en un esfuerzo para disminuir
su impacto”.
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