Por
Agustina Yacachury* para Villa Crespo Digital
FOTOS
de Nicolás Deshusse
30
de abril del 2012
Confiesa
que suele volar con las palabras. Así, va de un tema a otro
sin advertirlo, pero es tan simpático que se torna difícil
interrumpirlo. Para él, el grabador es como “una cámara,
o un personaje más”. Histriónico y elegante.
Joven y decidido. Patricio Ruiz es un poco todo eso, y muchas otras
cosas: actor y poeta, actualmente interpreta con brillantez a
Michel, en un unipersonal dirigido por Mariela Castro Balboa
y basado en el cuento homónimo de Marco Denevi que lleva
el mismo nombre.
Nace
y se hace
Patricio
empezó a trabajar en obras desde muy chico, porque su madre
era militante y conocía a mucha gente que se desenvolvía
en espacios teatrales. Su hermana mayor (reconocida por él
como una gran actriz) lo llevaba a ver sus ensayos, y allí
fue que un día necesitaron a un niño y él se
sumó a un elenco. Luego, encontró la Escuela Estética
de Azul (provincia de Buenos Aires, de donde es oriundo) y terminó
por saber que actuar era su vocación. Más tarde, se
formaría con Pompeyo Audivert, Mirta Bogdasarian y Ricardo
Bartís en el Sportivo Teatral, donde conoció a Mariela
y –más tarde- empezaron a pensarse como actor- directora
y dramaturga en algún proyecto, que ahora es nada más
y nada menos que Michel.
El
acto creativo
Se
divierte imaginando a un chino haciendo de Michel: “Tal vez
alguien en el mundo está haciendo lo mismo que yo de otra
manera, me gusta pensar eso. Me resulta estresante buscar ser original,
eso se aleja del lugar de hacedor”.
“Actuar
y escribir son para mí necesidades que tienen más
que ver con la sexualidad que con el hambre, pues las concibo como
una idea que nace y no debe ser impulsiva, (porque corre el riesgo
de volverse automática) sino que requiere un proceso. De
lo contrario, sería como ir desperdigando hijos sin hacerse
cargo. Estamos en una etapa un poco “punk” –en
el sentido de arbitraria- del arte”.
“Creo
que el arte debe utilizar una cierta falsedad para poder hablar
de algo social, histórico o político, pero que además
debe ser un acto estético/bello en cuanto a las pequeñas
cosas que lo construyen e implican una toma de decisiones para nada
inocentes como romper un plano, la manera de enunciar un susurro
o buscar la luz o la sombra. Un cuerpo despierto, una mano, son
capaces de generar una opinión”.
¿Verdad
teatral o verosimilitud?
“No
son muchas las cosas de las que habla el teatro: amor, sexualidad,
identidad, el poder, lo filial, ¿Qué más? El
teatro es una realidad mentirosa, que nos habla de ésta pero
que nos aliviana porque puede embellecer y contar de un modo poético,
generando preguntas sobre la realidad. Opino que es un error hablar
en teatro de “verdad”, en lugar de “verosimilitud”.
De eso se desprende que hay que poner atención en no querer
generar cierto grado de verdad en algo que –desde el vamos-
es falso. Por eso, el quiebre de estados lo atravieso de un modo
técnico, con una composición formal y con imágenes,
pero no con imágenes de la realidad auto-referencial, porque
eso atenta contra las posibilidades y la estabilidad emocional del
actor”.
Disciplinas
cruzadas
Reflexionando
sobre la actuación, Patricio considera que antes se trataba
de un campo específico a proteger, debido a “la rigurosidad
con que nacen las cosas”, pero que hoy ha llegado a fusionarse
con la música, la plástica o el cine, generando nuevos
discursos. Esto es claro en Michel, quien toma “la
inmortalidad del cine” para volverse otro. Al comenzar el
proyecto, de hecho, Patricio pensó en trabajar sobre un guión
de cine, pero luego prefirió encarnar el personaje de Michel
en una obra que pudiera revivir –como una película
cada vez que se la pone- como si a su vez, el recuerdo de Michel
reviviera cada vez que la gente entra al teatro y la función
comienza.
Hacer
teatro en Argentina
“Debemos
buscar otros espacios para actuar los proyectos propios, que muchas
veces cobrarán un vuelo inesperado; una gran obra puede nacer
de un papel crêpe, porque cuanto más cuesta
algo, puede haber mayor pasión en hacerlo”. Patricio
pone de ejemplo a “muchas de las tesis que presentan los alumnos
del IUNA, como “El cadáver de un recuerdo enterrado
vivo” o “Manipulaciones”. Sin embargo, aclara:
“El reconocimiento proviene de un par o del público,
pero en términos económicos no estamos bien pagos,
y eso debe cambiar”. “Uno va al teatro y no espera llevarse
un suovenir, sino la pasión del actor allí
puesta”.
De
cómo opera la actualidad en Michel
Michel
involucra una temática relativa a la diversidad que esta
latente hoy en día. El matrimonio igualitario es un gran
avance, pero no lo es todo. Hoy, en Chaco, Formosa, o en el conurbano
bonaerense, ser puto es todo un tema. ¿Que no es como hace
50 años?, Es verdad, pero creer que todo está resuelto
porque quienes acceden a casarse puedan lograrlo es ingenuo. Hace
menos de dos años mataron a piedrazos a una travesti en La
Plata, y no murió con su nombre elegido, sino con el que
le figuraba en el documento.
Muchos medios todavía siguen estigmatizando y haciendo del
puto una caricatura. Falta trabajo para lograr la real flexibilidad.
Todavía corremos el riesgo de morirnos en ese lago estancado
de la tolerancia, y yo no creo en la tolerancia, porque significa
que algo sigue molestando. Por eso, hablo de flexibilidad, esa sería
la idea más cercana a mi concepción de diversidad.
La
identidad en Michel
La
identidad es, en la obra, un cuestionamiento abierto. Michel
(que antes de ser Michel es Gonzalo) crea un alter-ego para
el afuera, “un camuflaje para no ser visto por otros y para
él mismo, para que todo lo que lo toque no lo toque a él,
sino a ese otro que él fabricó”. En este cuadro
dentro de cuadro, Michel pone distancia con su vestimenta
de mozo y “se prostituye para encontrar el amor que no tuvo
desde lo paternal; Su fantasía es llamar ´papá´,
y lo erótico nace desde ese desorden, desde el que se victimiza
y se pervierte”. Patricio entiende que los deseos del personaje
están puestos en el afuera, y no manifestados como anhelos
propios, y a la vez se interroga acerca de los límites que
esto genera: “¿Hasta dónde llegará Gonzalo,
y cuándo empezaría a ser Michel?
Acerca
de ser en relación con el otro, Patricio se pregunta para
no volverse un ser automático: “¿Quién
es uno debajo o después de todo?; ¿Quién me
crea?; ¿Qué hay de Michel en mí?; ¿Cuánto
de Ruiz queda en mí?”
Hacerse estos cuestionamientos a diario es lo que le gusta de Michel.
Se compara y diferencia del personaje: “Michel está
atormentado porque no puede estar solo en términos del amor;
Patricio, en cambio, es un ser solitario y lo disfruta”.
Cita un texto de Copi que dice: “…cuando cae el telón,
antes de llegar al camarín, hay un instante donde uno no
es nadie”. Patricio explica que en ese momento, deja todas
sus identidades fabricadas y vuelve a ser él mismo. “Aún
en el rol de otro, uno nunca deja de ser uno”, concluye.
Ficha
técnico-artística
Michel
de Mariela Castro Balboa.
Basado
en un cuento de Marco Denevi.
Intérprete:
Patricio Ruiz
Diseño
de luces: Víctor Ghidoli
Diseño
y realización de escenografía: Juan Pablo Solito y
Gina Michienzi
Vestuario:
Loana Javiera Junco
Fotografía
y Diseño Gráfico: Nicolás Deshusse
Dramaturgia
y Dirección: Mariela Castro Balboa
Todos los Jueves 22hs.
ESTRENO:
15 DE MARZO.
Entrada
general $40. Descuentos estudiantes y jubilados con libreta o carnet.
VeraVera
Teatro
Vera 108 C.A.B.A.
48543655
veraverateatro@gmail.com
Reservas
en el teatro o a obramichel@gmail.com
*Periodista
especializada en Producción de Textos Críticos y Difusión
Mediática del Arte.
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