BOLETÍN
INFORMATIVO Nº 658
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Por Correpi especial para Villa Crespo Digital
10 de
julio del 2012
Del 21
de mayo del 2012
Sumario:
1.
Leña al Fuego. Un espacio de lucha para defender.
2. Gatillo fácil, con mano y cara...duras.
3. Córdoba: Otro desaparecido en democracia.
4. Torturas y más oportunismo oficial en Olavarría.
5. Campañas de inseguridad, yanquis y arrepentidos del otro lado
del charco.
Leña al Fuego. Un espacio de lucha para defender.
“En todo estás vos”, dice el más reciente
slogan del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Al mismo tiempo que
las paredes porteñas se cubrieron con la campaña de carteles
amarillos, la señal AM 1110, la Radio de la Ciudad , prolongó
el habitual receso veraniego con la excusa de la remodelación
del edificio de Sarmiento 1551, que comparte con el Centro Cultural
General San Martín, y, después de unos meses de informaciones
cruzadas y confusas, finalmente hoy está claro que toda la programación
ha sido levantada.
El proyecto en marcha es la creación de un multimedios estatal,
a través de la Unidad de Proyectos Especiales Sistema de Medios
Públicos, a cargo de Carlos Ares, y Baltazar Jaramillo, hijo
de la actriz Soledad Silveyra, como director artístico de las
radios AM y FM.
En diciembre del año pasado, cuando Mauricio Macri designó
las nuevas autoridades de la radio, comenzó la preocupación
por la suerte del programa Leña al Fuego, que, desde hace 13
años, conduce el periodista Herman Schiller los sábados
de 18 a 20. Es que Leña al Fuego no es sólo un programa
de radio. Como le consta a cada trabajador en conflicto, a cada perseguido
o preso político, a cada organización y a cada militante,
Leña al Fuego ha sido, por más de una década, una
tribuna abierta para difundir todas las luchas y a disposición
de todos los luchadores.
CORREPI ha sido testigo y protagonista de ese espacio de absoluta libertad
puesto por Herman Schiller al servicio de los trabajadores, en un medio
de comunicación público de la ciudad, sin condicionamiento
alguno. Así lo comprobamos por largos años, como habituales
invitados al programa, y, desde 2008, con el generoso ofrecimiento del
inicio de cada emisión, para la columna antirrepresiva de la
compañera María del Carmen Verdú.
Junto a la Asamblea de Oyentes, convocamos a toda la militancia, a las
organizaciones, a los trabajadores, a los estudiantes, a todos los que
alguna vez pudieron decir lo suyo frente al micrófono de Leña
al Fuego, a concurrir, el martes 22 de mayo, al local de CORREPI, en
Carlos Calvo 2499, esquina Alberti, a sumarse en su defensa.
Gatillo
fácil, con mano y cara...duras.
La represión es siempre una tarea compleja. Como es sistémica
-está en la naturaleza del estado administrador de sociedades
con privilegios de clase-, es necesariamente política, en su
diseño, en su ejecución y, mucho más, en su justificación.
Así como sus protagonistas no se limitan a los integrantes de
las fuerzas de seguridad que asesinan en nombre de la ley, la co-responsabilidad
derivada de esos asesinatos debe buscarse siempre en los despachos de
quienes procuran la impunidad con sus tres actos de gobierno (ley, gestión
y sentencia).
Alguien más los acompaña disciplinadamente, otorgando
la necesaria legitimidad, contribuyendo a la formación de un
consenso social que nace viciado por las deformaciones y las tendencias
que suelen imponer directa o indirectamente: los medios de comunicación,
que se pretenden de información.
Su manejo en los casos de gatillo fácil es emblemático.
La cotidianidad de esta siniestra modalidad del control social nunca
se refleja en los medios, a no ser que el caso muestre aristas de "inocencia"
o notoriedad en la víctima (el caso del jugador de fútbol
Bugatto, por ejemplo), o que las circunstancias sirvan para pasarse
facturas políticas entre bandos en pugna de una misma administración
de gobierno. Es lo que viene ocurriendo con estos hechos en la provincia
de Buenos Aires.
En la madrugada del miércoles 16, en Berisso, un pibe resultó
fusilado por los agentes bonaerenses Daniel Hoynescky y César
Gramajo, quienes dispararon sobre el auto que decidieron perseguir,
por un presunto arrebato de cartera acaecido minutos antes. Circunstancias
que caracterizan a la inmensa mayoría de los casos que registramos,
sea en la misma provincia, en cualquier otra, o en territorio federal.
La nota periodística del caso, que se preocupa mucho de explicar
el robo y reproducir declaraciones de funcionarios judiciales respecto
al mismo, cuando ingresa en el fusilamiento, viste la cuestión
y la colorea con frases tales como "abuso que salpica a la bonaerense"
(Tiempo Infonews) como si esa conducta criminal fuera patrimonio exclusivo
de la fuerza mandada por la dupla Scioli-Casal.
Ocultan la responsabilidad que en casos similares ostenta la policía
federal de Kirchner-Garré, como hicieran días atrás,
en la nota comentada el Boletín pasado, cuando el mismo diario
hizo una nota a nuestros militantes familiares, y, pese a la presencia
del matrimonio Casal, evitó reproducir el nombre de Néstor
Fabián González, el agente de la Federal que mató
a su hijo Checho.
La manipulación periodística, sin embargo sirve para abonar
nuestra formulación: la represión es política de
estado, y, como en tantos otros aspectos, la administración kirchnerista
suele utilizarla también para disputar espacios de poder. A unos
y otros, kirchneristas o sciolistas, federales o bonaerenses, les recordamos
que ostentan el nefasto récord de haber generado en poco más
de 8 años, más de la mitad de los muertos registrados
en desde 1983.
Es dura la mano de todos los peronistas K, aunque no tanto como la cara
de su inveterado oportunismo.
Córdoba: Otro desaparecido en democracia.
“El rubio”, como le decían en el barrio, era un cordobés
amante de la música y el cuarteto. Un pibe de barrio, como cualquiera
de los que son blanco permanente del hostigamiento y la persecución
policial, de 20 años, que salió de su casa el sábado
18 de febrero para ir a un recital. Desde ese día, está
desaparecido.
La familia de Facundo Rivera no detuvo un segundo la movilización
desde ese día, golpeando puertas y marchando junto a organizaciones
como la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba, convencidos de
que sólo la policía tiene el aparato y el poder para hacer
desaparecer a una persona. Y que tanto el aparato judicial como el político
lo tienen para encubrirlos.
Facundo se suma a la lista que no sólo incluye a Luciano Arruga
y Julio López. Iván Torres, Luciano González y
Daniel Francisco Solano, son sólo algunos de los centenares de
desaparecidos desde 1983, y la lucha de su familia y la militancia antirrepresiva,
es la misma pelea que damos en cada rincón del país donde
hay organización contra la represión estatal.
Torturas y más oportunismo oficial en Olavarría.
El sábado 12 de mayo, por la madrugada, tres jóvenes de
la ciudad bonaerense de Olavarría fueron interceptados por policías
de la comisaría 1ª, que los golpearon y amenazaron al grito
de “hagan la denuncia si quieren, que tenemos un montón
y no pasa nada”. Por la misma hora, otro joven estaba siendo torturado
en la cocina de la misma comisaría, por varios efectivos que
le propinaron golpes y lo quemaron con agua hirviendo.
Diego González, de 31 años, fue al Club Atlético
Estudiantes, como caddie de su tío, y se quedó dormido
en una de las canchas. Lo despertó la policía, que lo
llevó detenido. Así relató los hechos al diario
de su ciudad: "Me sentaron en un banco y entre tres policías
me empezaron a pegar en todas partes del cuerpo, me esposaron, me pasaron
una cadena pesada que unía el piso con las esposas y después
me preguntaban 'dónde tenía la plata', a lo que yo les
respondí que no tenía plata,… me empezaron a tirar
agua caliente en mi cuerpo mientras me decían 'ahora vas a hablar'.
Ellos calentaban agua en una tetera y me seguían tirando agua
caliente y pegando. (…) Después que me quemaron, me llevaron
al Hospital para una revisión médica y cuando fui revisado
por un doctor, el mismo refirió a los policías que me
debían llevar a la Guardia , lo cual no cumplieron y me llevaron
nuevamente a la comisaría hasta el otro día que fui liberado”.
En este momento, Diego permanece internado en el hospital, con el 30%
del cuerpo afectado por las quemaduras. Los amigos y vecinos del joven
decidieron ir a hacer un escrache a la comisaría. Allí
estuvieron los Militantes Antirrepresivos de Olavarría, compañeros
en el ENA (Encuentro Nacional Antirrepresivo).
La movilización popular hizo que el caso repercutiera con fuerza
en una ciudad donde no son infrecuentes estas situaciones represivas
(ver Boletín nº 548), y rápidamente hicieron su desembarco
los oportunistas de siempre, que llegaron para aplacar las cosas y silenciar
la protesta, diluyéndola en el marco institucional.
Dos senadoras provinciales del Frente Para la Victoria , referenciadas
en La Cámpora , convocaron a las víctimas locales de la
tortura, buscando cooptarlas al amparo del discurso del “gobierno
de los DDHH”, como si Scioli y Cristina no fueran parte de un
mismo partido, no hubieran integrado la misma lista, y no representaran
los mismos intereses de clase.
Como señalaba el volante repartido frente a la comisaría
por nuestros compañeros, “Estos no son hechos aislados,
ya que ocurren a diario en todas las barriadas de Olavarría,
donde la policía actúa como un ejército de ocupación,
marcando a los pibes cuáles son las fronteras que no pueden traspasar.
Son cientos de casos de jóvenes que son torturados con el único
criterio de selectividad que es el de clase. La mayoría de estos
hechos no se conocen, porque sus víctimas no realizan la denuncia
correspondiente, muchos quizás tienen naturalizada la situación
tras años de impunidad y violencia policial; mientras que otros
sectores prefieren mirar al costado y no enterarse, no vaya a ser que
“su” seguridad les manche los zapatos de sangre”,
y concluían convocando a los olavarrienses a organizarse en forma
independiente del estado contra la represión.
Campañas de inseguridad, yanquis y arrepentidos del otro lado
del charco.
En Uruguay, esta semana, con motivo de algunos hechos violentos, los
medios de comunicación de ese país comenzaron una campaña
de inseguridad, tendiente a reclamar más políticas represivas.
Al frente de esta campaña se ubicó el presidente José
“Pepe” Mujica, tupamaro arrepentido. Entre otras cosas,
se dirigió a los “jóvenes delincuentes” tratándolos
de “nabos de mierda, que terminarán en las cárceles,
como ratas, como mínimo”. Tratándose de quien es
el principal responsable político del aparato represivo uruguayo,
más que consejos, esas palabras son amenazas.
El otrora luchador contra el capitalismo, declaró que “aun
en la más cruel sociedad capitalista no podemos someter a la
juventud a esos avatares que estamos viendo en América latina.
Los gurises (jóvenes) apresurados que quieren resolver la cosa
con una (pistola) 45 y entrar a robar algo”.
Como administrador político del capitalismo uruguayo, Mujica
está dispuesto a defender, incluso, a la más cruel sociedad
capitalista, contra los gurises. No se le ocurre cambiar las condiciones
sociales que generan esos hechos. No, lo que se le ocurre es más
represión.
Este arrepentimiento constante que muestra Mujica, al defender a la
sociedad capitalista, respecto de su pasado de luchador, también
se manifiesta en otras políticas represivas.
Así, el gobierno uruguayo autorizó que quince militares
de la Navy SEALs , una de las unidades de operaciones especiales más
letales de los EEUU, entrenen durante un mes al Cuerpo de Fusileros
Navales, en ejercicios de contrainsurgencia. No es la primera vez que
el estado uruguayo colabora y se entrena con los yanquis. El Frente
Amplio, en 2007, permitió la instalación de una policlínica,
financiada por el Comando Sur, en Santa Catalina, similar a la base
de Chaco, Argentina, y Concón, Chile (ver Boletines nº 652
y nº 654). En febrero de 2011, la colaboración se dio con
la Fuerza Aérea , a orillas del Río Negro, en el Departamento
de Durazno.
“Pepe” Mujica no es el único que contribuye permanentemente
a legitimar a las fuerzas represivas uruguayas. Su ministro de Defensa,
Eleuterio Fernández Huidobro, otro tupamaro arrepentido, participó
de un ejercicio de contraterrorismo de los francotiradores del Batallón
14. En dicho ejercicio hizo las veces de un rehén de terroristas.
Al finalizar el ejercicio, no sólo felicitó a los francotiradores
y les pidió que sigan entrenando, sino que prometió aumentarles
el sueldo.
La política de estos tupamaros arrepentidos apunta a “la
dignificación y profesionalismo de las FFAA”, para “que
el pueblo sienta propias a las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Armadas
se sientan parte del pueblo”. (Uypress, 27-7-2011). Es que, como
ya dijo Mujica, “Sabemos que hay dolores ocultos, viejas que lloran
por los huesos de sus hijos, mucho dolor e injusticia, pero no podemos
trasladarles a las nuevas generaciones de militares nuestras frustraciones”.
( La República , 19-5-2011).
Estos personeros de los capitalistas uruguayos tienen la misma política
que los nacionales y populares argentinos, o las derechas chilenas y
colombianas. Legitimar al aparato represivo estatal, tanto en el despliegue
de la represión preventiva, como en el perfeccionamiento de la
represión selectiva, y subordinarse a la estrategia norteamericana
de dominación sobre América Latina.
FUENTE:
CORREPI
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