BOLETÍN
INFORMATIVO Nº 672
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BOLETIN
INFORMATIVO Nº 672
Por Correpi
especial para Villa Crespo Digital
3 de octubre
del 2012
Del 13
de septiembre del 2012
Sumario:
Conferencia
de prensa en el Bauen
2.
Gobierno, empresas y burocracia: Los mismos intereses, la misma represión.
3.
Inseguridad es más policí¬a en la calle.
4.
12 años de prisión para el policía violador del
subte.
Caso
Antillanca: Conferencia de prensa en el Bauen
En la madrugada del 5 de septiembre de 2010, Gonzalo Julián Antillanca,
de 19 años, fue abordado por cuatro policías uniformados
de la ciudad de Trelew que lo golpearon en todo el cuerpo. Las graves
lesiones producidas en la cabeza y cuello causaron un paro nervioso
central, y Julián murió en el momento. Los policías
cargaron el cuerpo en el patrullero y lo tiraron en una calle oscura.
Desde el hallazgo del cuerpo, César Antillanca, papá de
Julián, encaró una activa lucha contra la versión
oficial, que comenzó hablando de coma etílico y siguió
con “muerte natural por causas indeterminadas”, hasta que
logró encontrar testigos que vieron la detención y la
paliza, y hasta el momento en que, desde el baúl del patrullero,
arrojaron el cuerpo sin vida en la cinta asfáltica.
También se pudo determinar que los mismos policías, horas
antes, habían torturado a otros dos chicos, los hermanos Sergio
y Denis Aballay, y ambas causas se acumularon. A fuerza de militancia
y denuncia constante, con pruebas contundentes como el ADN de Julián
encontrado en el patrullero, nueve meses después los cuatro policías,
Martín Paul Solís, Jorge Abraham, Pablo Morales y Laura
Soledad Córdoba fueron llevados a juicio.
Los jueces, cumpliendo su tarea de preservar el aparato represivo estatal,
optaron por el “mal menor”, y se limitaron a condenar a
los policías a penas escandalosamente leves por las torturas
a los hermanos Aballay, y los absolvieron por la tortura seguida de
muerte de Julián Antillanca.
Frente a la sentencia, que confirma que el gatillo fácil y la
tortura es una política de estado, ejecutada por las fuerzas
de seguridad, y legitimada por el aparto judicial, la familia Antillanca
y la fiscalía interpusieron un recurso extraordinario que todavía
no ha sido resuelto.
El papá de Julián, consciente de que no es un policía,
es toda la institución, y convencido de la necesidad de organizarnos
contra la represión estatal, viene coordinando actividades con
CORREPI, en el marco del ENA (Encuentro Nacional Antirrepresivo) desde
el primer momento. Hemos compartido muchas jornadas de lucha, tanto
enla Patagonia como en Buenos Aires y el conurbano, mostrando que, en
Trelew o en La Matanza, los trabajadores y sus hijos son víctimas
de una misma política de disciplinamiento y exterminio.
Por eso, este 21 de septiembre, en el auditorio del Hotel Bauen, recuperado
por sus trabajadores, estamos convocando conjuntamente una conferencia
de prensa para dar visibilidad nacional al caso, uno más de los
centenares similares en la provincia de Chubut y la vecina Río
Negro. Junto a César, estarán con nosotros familiares
de otros casos patagónicos, y exhibiremos un video realizado
por estudiantes de Trelew sobre el caso Antillanca.
Julián, uno más en la lista de 3.500 personas asesinadas
por el aparato represivo estatal, representa a cada uno de esos jóvenes
asesinados por el gatillo fácil y la tortura, una política
de estado que busca, a través del temor, ejercer el control social
obre los jóvenes de los barrios, otencialmente destinados a pelear
por otro tipo de sociedad.
Convocamos a todos los medios y organizaciones a acompañarnos
en la conferencia de prensa el viernes 21 de septiembre, donde, junto
a César Antillanca y otos familiares de víctimas del gatillo
fácil y la tortura, daremos otro paso en la lucha contra la represión
estatal.
Gobierno, empresas y burocracia: Los mismos intereses, la misma
represión.
En los últimos dí¬as, los trabadores han sido testigos
y ví¬ctimas de una represión constante contra su lucha.
El 29 de agosto, el albañil Vicente Muñoz fue golpeado
por una patota de la UOCRA. Muñoz impulsa la organización
de sus compañeros de trabajo frente a la falta de pago de salarios
y la mala liquidación. Eso le costó que cerca de 40 personas,
entre ellos la propia cúpula de la UOCRA Bahí¬a Blanca,
lo golpeen largo tiempo hasta dejarlo desmayado. La patota pudo actuar
con tanta libertad gracias al apoyo de las empresas Vale y Skanska,
quienes se benefician con la explotación a los trabajadores.
Al día siguiente, unos 100 trabajadores del Plan Argentina Trabaja
protestaban en la Panamericana, con el fin de conseguir un aumento en
el paupérrimo salario de $1.200 que reciben. Una vez conseguido
este triunfo, se disponí¬an a organizar una asamblea para
levantar el corte, cuando más de 200 gendarmes dirigidos por
el ex coronel Sergio Berni, Secretario de Seguridad Nacional, los rodearon.
Los trabajadores fueron reprimidos y detenidos. Más de 60 adultos
y menores de edad pasaron largas horas detenidos ilegalmente en Campo
de Mayo. Así¬ celebró en gobierno nacional el Dí¬a
del Detenido Desaparecido.
El 3 de septiembre, con el apoyo de la empresa Firestone, una patota
de la burocracia del sindicato SUTNA y de Pedro Waseijko arremetió
contra un grupo de trabadores del neumático que estaban entregando
un volante donde denunciaban a la burocracia del SUTNA por haber cerrado
las paritarias y se convocaba a realizar asambleas para definir un plan
de lucha.
El 4, varios militantes del Movimiento Teresa Rodríguez de Florencio
Varela fueron detenidos arbitrariamente por la policí¬a de
la comisarí¬a 1ª, la misma cuyos comisario y subcomisario
se confesaron amigos de Cristian Favale en el juicio a los asesinos
de Mariano Ferreyra. Después de apresarlos, todos fueron golpeados.
Estas detenciones se dieron luego de las denuncias hechas por los militantes
del Movimiento acerca de que la policí¬a libera la zona en
el barrio Pico de Oro para realizar los negociados con la droga, y tras
el incendio deliberado de la vivienda de uno de los compañeros
del MTR.
El 5 de septiembre, otra vez las patotas del servicio de la dictadura
y burócrata kirchnerista Gerardo Martí¬nez, atacaron
a trabajadores del SITRAIC dentro de una obra, dejando tres compañeros
heridos.
Ese mismo dí¬a, militantes de Rompiendo Cadenas en ATE Sur
fueron amenazados, agredidos y detenidos por la policí¬a
cuando pintaban en una pared consignas pidiendo la reincorporación
a Aerolí¬neas Argentinas de Cristian Fontana, despedido por
influencia de La Cámpora por querer organizarse.
La represión es necesaria para cualquier gobierno que administre
una sociedad dividida en una minorí¬a rica que oprime a una
mayorí¬a popular, y de esto no pueden escapar el gobierno,
las empresas y la burocracia, quienes comparten intereses y metodología
contra la clase trabajadora y el pueblo.
Como vemos, mientras se desarrolla el juicio por Mariano Ferreyra, quien
cayó enfrentando esa Triple Alianza Antiobrera, los trabajadores
de todos los sectores siguen siendo blanco de la represión de
la patronal, la burocracia sindical y el gobierno.
Inseguridad es más policía en la calle.
En estos días, además de los cacerolazos paquetes en Callao
y Santa Fe o Belgrano por “seguridad y dólares”,
varios de los grandes medios dieron una fuerte difusión a movilizaciones
en Valentí¬n Alsina, Lanús, pidiendo mayor seguridad.
Luego de que dos asesinatos, y de algunos robos con mucha trascendencia
mediática, el ministro de seguridad provincial militarizó
el distrito, multiplicando la cantidad de policí¬as en las
calles y barrios de Lanús. Fuerzas que se suman a los numerosos
gendarmes que patrullan los barrios movilizados desde el impulso del
operativo Centinela, hace ya casi un año.
Además del reclamo de más seguridad y fuerzas en la calle,
los vecinos de Lanús pedí¬an la renuncia de Darí¬o
Dí¬az Pérez, intendente del municipio del Frente para
la Victoria. Y vale decir que la movilización contaba con la
presencia de Gustavo Grindetti, referente del PRO en Lanús.
No se hicieron esperar, entonces, las internas entre los partidos del
sistema, acusándose de “operaciones”, mientras los
hechos objetivos siguen sucediendo y los diferentes gobiernos aprovechan
la excusa para seguir militarizando las calles con sus fuerzas de seguridad,
las mismas que son acusadas a diario de manejar todos los negocios más
sucios y siniestros: la droga, los robos, la trata de personas.
Y en esta carrera por militarizar y cooptar votos, el PRO presenta su
plan de seguridad “modelo” en Vicente López. "Tenemos
la suerte de seguir haciendo anuncios vinculados a nuestro plan integral
de seguridad, es un orgullo dar este nuevo paso porque hace tiempo venimos
muy comprometidos con la seguridad y esto incluye muchas veces trabajar
codo a codo con la policí¬a de la Provincia de Buenos Aires",
anunció el intendente Jorge Macri.
Este cuerpo de seguridad estará compuesto por vecinos de Vicente
López, equipados con un bastón tonfa para defenderse en
el caso de ser agredidos, botón antipánico y una radio
conectada al Centro de Comando, señaló uno de los medios
que sacó la noticia.
Como siempre, los diferentes gobiernos, se muestren más de derecha
como es el caso del PRO o intenten mostrarse más progresistas
como del kirchnerismo, presentan como salida ante cada problema más
represión.
En este caso, ante los problemas de inseguridad, a los que aporta la
crisis con sus lógicas consecuencias de pobreza y desocupación,
y que el aparato represivo estatal gerencia y administra, no se presenta
otra respuesta que el despliegue de más policí¬a en
la calle. Policí¬a que, como sabemos, aprovecha todas las
situaciones de vulnerabilidad de los jóvenes de las barriadas
más pobres, a quienes obligan a traficar droga, a robar o a prostituirse
para ellos.
Así, castigan preventivamente a los pobres y se ganan el voto
de la “gente bien”, que se obnubila con la presencia de
uniformes y armas largas en manos de los verdugos del pueblo.
12 años de prisión para el policía violador
del subte.
El 1º de enero de este año, poco antes de las 23:00, un
niño de 14 años bajó en la estación Congreso
de Tucumán para tomar el subte hacia su casa, en Pacífico.
Había estado con sus amigos de la escuela, y luego pasó
por la casa de su papá, encargado de un edificio a media cuadra
de la boca del subte, pero él no estaba.
En el andén, el policía Jesús Walter Yapura, que
estaba de uniforme haciendo servicios adicionales para la empresa concesionaria
del subterráneo, le dijo que ya había pasado el último
servicio. Ante la perspectiva de un largo viaje en colectivo, el pibe
pidió permiso para ir al baño. Al salir, encontró
al policía bloqueando el pasillo, con una mano ostensiblemente
colocada sobre la empuñadura de su arma reglamentaria, la bragueta
desabrochada y su pene en la otra mano.
“Chupala”, exigió el policía al aterrado chico.
En un descuido del jadeante uniformado, el pibe logró zafar y
salir corriendo hacia la casa del papá, que aún no había
vuelto de Retiro, adonde había ido con su novia a acompañar
a una familiar que volvía a su casa después de pasar las
fiestas con ellos. Como no tenía crédito en su celular,
llamó al papá desde un locutorio, pero perdió la
llamada porque su padre justo bajaba del taxi. Avisado por el empleado
de seguridad del edificio de que su hijo lo buscaba, a los pocos minutos
pudieron encontrarse, y se hizo la denuncia de la violación.
El policía Yapura fue detenido, y el juez de instrucción,
tras corroborar el relato del niño con los dichos del padre,
su novia, el encargado de seguridad del edificio y un empleado de limpieza
del subte, le dictó la prisión preventiva. La defensa
particular del policía apeló el fallo, y la Cámara
Criminal, aunque mantuvo el procesamiento, dijo algo así como
“no es para tanto” y dispuso su libertad.
Mientras tanto, la familia del pibe se contactó con CORREPI,
y, siempre resguardando su identidad, comenzamos a militar el caso.
Pronto logramos la elevación a juicio, al tiempo que verificamos
que el policía Yapura, cuando prestaba servicios en la comisaría
23ª, estuvo involucrado en una causa por torturas a dos jóvenes
(20 de julio de 2010).
La semana pasada culminó el juicio oral y público, donde
el policía fue asistido por el mismo defensor que Moria Casán
en el escandalete del collar paraguayo. Se ve que no ganan poco los
policías procesados, o alguien les da una manito con los honorarios...
La defensa, basada en que el hijo adolescente y morocho de un trabajador
peruano no puede decir la verdad, tuvo un tinte absurdo cuando el atildado
profesional intentó fundar en una entrada de Wikipedia su tesis
de que el pibe era un “flogger”, y que todos los floggers
son homosexuales y mentirosos...
La firmeza del testimonio del papá, corroborado por los demás
testigos y, fundamentalmente, el aval que tres psicólogas que
entrevistaron al niño en distintos momentos del proceso dieron
a su relato, forzaron la condena a 12 años de prisión
por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la
condición de policía, el uso del ama y la minoridad de
la víctima.
Huelga decir que, aunque desde la querella reclamamos su inmediata detención,
los jueces entendieron, de vuelta, que “no es para tanto”,
y, por tratarse de un policía (que no ha sido exonerado todavía,
según dijo en su indagatoria en la sala), el violador sigue suelto
mientras tramita su recurso de casación, como tanto policía
condenado por homicidios y torturas.
FUENTE: CORREPI
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