Por Correpi especial para Villa Crespo Digital
5 de abril
del 2012
Represión
a vecinos de Villa Alegre, Escobar
El lunes
19 de marzo, a las 7 de la mañana, los vecinos del barrio Villa
Alegre de Escobar, encontraron las calles de tierra copadas por policías,
gendarmes, infantería, caballería y camiones de traslado
de detenidos, en un gigantesco operativo para desalojar a 70 familias
que hace un año comenzaron a vivir en un terreno de16.000 m2,
en la esquina de las calles Falucho y Namuncurá, que estuvo abandonado
por más de 30 años por el padre de quien hoy se proclama
dueño, Eduardo Talarico. La orden de desalojo fue impartida en
una causa por el Juzgado de Garantías N° 3 de Escobar, a
cargo del juez Luciano Marino. El operativo fue comandado por el comisario
Marcelo Guerra, jefe distrital de la policía de Escobar; el comisario
Carlos Vara, de la comisaría 1ª de Escobar, y supervisado
por una funcionaria judicial cuyo nombre, señalaron los vecinos,
sería Inés Muñoz.
Los vecinos
intentaron obtener alguna explicación de parte de los responsables
de semejante asedio, consiguiendo sólo tratos humillantes y amenazantes
de parte de la funcionaria ("ya me están desalojando, vamos,
vamos, salgan del predio") y del comisario Vara ("no hace
falta mostrar la orden de desalojo", "así van a aprender
que con la policía no se juega").
De esta forma, los vecinos intentaron rescatar desesperadamente todos
los bienes que les fuera posible. Camas, techos de chapa, ventanas,
fueron saliendo mano en mano, entre gritos y llantos de niños
aterrorizados. A medida que la gente salía, se les impedía
entrar nuevamente. Luego, las topadoras de la municipalidad, derribaron
todas las viviendas, ensañándose por orden de la funcionaria
judicial contra la casa de la familia García, que durante 33
años vivió en ese predio y lo cuidó sin recibir
retribución alguna.
Las 70
familias quedaron literalmente viviendo en la calle, por lo que decidieron
realizar una protesta en la Avenida San Martín, a pocas cuadras
del lugar, con la intención de movilizarse a la Municipalidad
de Escobar, ocasión en que recibieron otra amenaza del comisario
Vara: "si van en masa a la municipalidad, los llevo en cana a todos".
El miércoles
21, luego de haber entregado un petitorio en la municipalidad el día
anterior, que nunca recibió respuesta, los vecinos organizaron
una olla popular en el predio desalojado, pues desde el lunes había
niños y adultos sin comer. Nuevamente, la policía invadió
el barrio con 50 efectivos que emprendieron contra las familias desahuciadas,
pisoteando a los niños y avanzando con palos y balas de goma
y plomo, con el resultado de chicos y mayores heridos.
El martes 27, nuevamente se movilizaron a la municipalidad, recibiendo
un trato hostil de parte de policías de la comisaría 1ª
que rápidamente armaron un operativo e intentaron impedir la
entrada de representantes para dialogar con funcionarios municipales.
En esta ocasión, el comisario Vara amenazó a uno de los
vecinos "A vos te voy a hacer mierda". Cuando, junto con una
compañera de CORREPI, intentaron hacer la denuncia por amenazas
ante la fiscalía descentralizada de Escobar, la policía
intentó negarles la entrada al edificio público, y luego,
se les negó tomarles la denuncia en dicha fiscalía.
Las protestas
continúan, pues los vecinos de Villa Alegre están en pie
de lucha para recuperar lo que a fuerza de trabajo y sacrificio consiguieron
para sus familias, y no para que un montón de burócratas
se lo arrebate y destruya en minutos con esa satisfacción de
clase que les genera ver al pueblo trabajador oprimido, desesperado
y suplicante.
Los docentes
de las escuelas a las que acuden los niños diariamente fueron
los primeros en solidarizarse, contactando a las organizaciones populares
que acompañamos y nos comprometemos con la lucha de quienes a
diario sufren la violencia del despojo, ejercida a través de
los representantes y defensores del poder político y económico.
Jueces, fiscales e intendentes, burócratas que, muy cómodos
en sus lujosos despachos, deciden sobre la vida y el futuro de las familias
trabajadoras, con todo el aparato represivo estatal a disposición
para oprimir y disciplinar.
CORREPI denuncia y repudia públicamente la violencia, la represión
y las amenazas a las que los vecinos de Villa Alegre fueron sometidos.
Exigimos a los responsables del aparato estatal una urgente respuesta
a la situación de calle que están padeciendo estas familias,
así como su reivindicación por los daños físicos,
psicológicos y materiales sufridos.
FUENTE:
CORREPI: Comunicado del 31 de marzo 2012
Caracteres:
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