Producción
de Villa Crespo Digital
27
de marzo del 2012
"Jorge Julio López escribe con el deber de explicitar
el dolor y la tristeza, con una convicción de dejar un legado",
afirmó Jorge Caterbetti, compilador de "Memoria escrita",
libro que reúne los escritos y dibujos del albañil
y militante desaparecido en 2006 y que fue presentado en la muestra
retrospectiva "Obra pública 2000-2012", inaugurada
el viernes en el Centro Cultural Recoleta.
Además de Caterbetti, en la presentación del libro,
publicado por Marea, estuvieron Jorge Pastor Asuaje, compañero
de militancia de López, y Rubén, hijo del albañil
secuestrado desde octubre de 1976 hasta junio de 1979 en distintos
centros clandestinos durante la última dictadura militar,
y desaparecido en septiembre de 2006, cuando era un tesigo clave
en el juicio que condenó a cadena perpetua al represor Miguel
Etchecolatz.
"Archivo
negro de los años en que uno vivía a donde termina
la vida y empieza la muerte" es el título que López
le puso al conjunto de escritos y dibujos, un crudo testimonio de
aquellos años de secuestro y tortura. Otra frase, en el mismo
tono, le da pie al libro: "Pastor: te dejo esta carta para
ver si algún día podés hacer justicia. Firmado,
Jorge López".
"El
Centro Cultural Recoleta me invitó a realizar una muestra
de diez años, con tres ejes que la movilizaban: Cultura del
trabajo, Estado de derecho e Identidad y derechos humanos. Yo propuse,
además, agregar un trabajo sobre la desaparición de
Jorge Julio López", explicó el compilador ante
una sala colmada de gente.
"En
el devenir de la realización, me pasaron cosas realmente
milagrosas; en primer lugar, recorriendo La Plata me encontré
con alguien que hoy es mi amigo: Jorge Pastor Asuaje, quien más
allá de hablarme de López como militante, con mucha
precaución, me habló de la existencia de unos manuscritos,
unos diarios, en los que relataba la dureza y la crueldad de su
cautiverio".
Al
ver estos textos en fotocopias, "nos conmocionamos todo el
equipo de trabajo y ahí empezó una búsqueda
por los originales de este legado de López. Hubo una larga
tarea burocrática hasta que el juzgado liberó los
escritos".
Y destacó:
"estos no apelan para nada al concepto de odio o de resentimiento,
López es alguien que escribe con deber, con el deber de dejar
explicitado el dolor y la crudeza de los tiempos que se vivieron,
había una convicción de dejar un legado".
Caterbetti
es artista conceptual y profesor de la Universidad de Buenos Aires.
Desde la década del 90 sus obras se enmarcan bajo un conceptualismo
ideológico que articula tecnología y filosofía,
como en sus obras "Todo lo que reluce es oro"; "Primera
bodega Jurisprudencial; "Milagro de Resurrección, homenaje
a la monja francesa desaparecida, Léonie Duquet, entre muchas
otras.
En
esta línea de pensamiento, "comenzamos a imaginar una
posible muestra de estos trabajos, a partir de dos señales:
el mensaje que López le deja a Pastor, y el otro: el nombre
con el que bautizó los escritos: `Lo que el pueblo debe saber`".
"Si
hay algo que no debe pasar, es que decaiga la lucha por la aparición
con vida de Jorge Julio López", dijo Caterbetti.
Por
su parte, Asuaje, conmovido, expresó: "creo que lo ideal
sería que esto no hubiese ocurrido, que no hubiese sido necesario
presentar los escritos de López, que fuera él quien
contara todo; pero dentro de esta amargura de su desaparición,
esto me permite cumplir su de que la gente supiera".
"Si
ustedes pueden escuchar la declaración en el juicio, no sólo
no hablaba con resentimiento, sino que hasta se reía de aquel
momento, y contaba, por ejemplo, como, al por entonces coronel Ramón
Camps le habían apodado `el capitán cucaracha`, porque
aparecía siempre de noche".
Rubén,
hijo de Jorge Julio López, dijo por último que "es
muy importante que esto se muestre, que haya un libro, un audiovisual,
que la gente siga recordando que mi viejo no está. Es bueno,
además, recalcar que la plata del libro va para una ONG en
la que estamos trabajando para poder hacer una plaza en la ciudad
de Berisso, con el nombre de mi viejo".
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