MONAREFA
/ JORNADAS DEL 2 Y 21 DE DICIEMBRE
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LA
FURIA DE LOS DESAPARECIDOS SOCIALES
DESOCUPADOS Y MARGINADOS
Juan Carlos
Cena * y Elena Luz González Bazán *especial para Villa
Crespo Digital
26 de
diciembre del 2012
Las
crisis en el sistema político tienen dos dimensiones principales:
por un lado pueden implicar solo los mecanismos y los dispositivos jurídicos
y constitucionales del sistema, es decir, el régimen político.
Así el paso de una monarquía absoluta a una monarquía
constitucional, como también, el paso de una monarquía
constitucional a la república y el paso de una república
parlamentaria a una república presidencial, son todas crisis
que encierran solo mutaciones del régimen…
Diccionario
de política de Norberto Bobbio y Nicola Matteucci (Siglo XXI
editores-México - 1981) Página 455
En la
historia existen los procesos y el trabajo interrelacionado con las
otras ciencias y las diferentes disciplinas.
Es bueno aclararlo porque se cae en el latiguillo, por falta de conocimiento,
que la historia se repite, y sí, se repite, como farsa la segunda
vez luego de la tragedia.
Pero lo
real y nada maravilloso es que lo sucedido en estos días de furia
es producto de un largo proceso de gestación. Para averiguar
la verdadera naturaleza de este fenómeno, aluvional, debemos
remontarnos a la última dictadura cívico militar, tomándola
como un mojón cercano de referencia, y los distintos gobiernos
que la sucedieron en la etapa democrática; J. W. Cooke afirmaba
que los militares nos dejaron una sociedad blanda, mediocre, aterrada,
por supuesto hablaba luego del golpe contra Perón.
La desindustrialización
de Argentina fue una política de Estado. Los distintos gobiernos
que se sucedieron terminaron profundizando esta política.
Es cierto
que desde el menemismo se liquidaron las joyas de la abuela y a la abuela
misma, que toda la política implementada con la reforma del Estado,
Ley 23.696, fue devastar todos los bienes nacionales. En todo este proceso
la clase obrera y los trabajadores resistieron.
Pero el
tiempo avanzó sobre los principios, los valores, la ética,
valores que anidaban en la sociedad a pesar de todo. De una cultura
denominada del trabajo hacia una política prebendaria. Hacia
arriba, beneficiando a todas las empresas que viven de los contratos
con el estado, hacia abajo con cajas PAN, planes sociales, zapatillas
y alpargatas, panes dulces y sin ninguna contrapartida que no sea asistir
a mítines políticos.
Se ha
degradado a la sociedad de trabajadores, asalariados, obreros rurales,
campesinos, al proletariado en general. Los que fueron alguna vez trabajadores,
familias completas, hoy no saben lo que es tener un trabajo que solvente
el ingreso diario de una familia. Esa degradación ha crecido
y se ha incrementado por décadas.
A eso
se ha sumado una exhibición grosera y grotesca de la riqueza,
mostrado desde los primeros estamentos del gobierno, para abajo. Hace
unos días, los legisladores porteños a dos manos se aumentaron
las dietas en un 20 por ciento, fue unánime, no hubo desacuerdos,
ni discursos rimbombantes, desde los progresistas, los que defienden
los derechos humanos hasta la denominada derecha reaccionaria, todos
estuvieron de acuerdo.
Algo similar,
para no olvidar, pasó a principio de año cuando a los
diputados y senadores nacionales les aumentaron las dietas en un 100
por ciento, algunos salieron a decir que era una barbaridad, pero a
fin de mes corren a cobrar sus magros salarios de 40.000 pesos sin contar
otros estipendios. La presidente de la nación se aumentó
en un abrir y cerrar de ojos un 42 por ciento su salario.
Mientras
un millón de jubilados que laboraron con ahínco para forjar
este país, con aciertos y errores aguardan que la Corte Suprema
de Justicia les de la razón de su justo 82 por ciento., El 75
por ciento de 6 millones de jubilados y pensionados cobran la mínima
vergonzante.
Las explosiones
sociales tienen siempre la característica de la bronca, de la
indignación de no reconocer los símbolos que no los representan.
Aborrecen la riqueza del que los engañó. Los que la lucen
creen que no se ve. Siempre inexorablemente rompen lo que simboliza
la riqueza mal habida que a ellos los empobrece.
Lo ocurrido
estos días es la furia de la ira. Es parte de una historia conocida,
rabia por las faltas y los engaños, indignación por la
impotencia.
Es fácil
entonar el canto de que es obra de los infiltrados y responsables. Hechos
que tienen cierto grado de espontaneismo, como en este caso, pero siempre
hay una ebullición anterior que explota buscando lo mínimo
como salida. Quieren lo que le han prometido y no cumplieron.
Se horrorizaron
la mayoría de los consultados por los medios, porque los que
se llevaban las mercaderías de los supermercados cargaban en
sus carritos plasmas, hornos microondas, televisores y de vez en cuando
un pan. Pero nunca se horrorizaron cuando la minera Alumbrera (provincia
de Catamarca), entre el 2003 y diciembre del 2011, se robó 40
mil millones de dólares en minerales no declarados. O el contrato
con Chevron, donde se le da sepultura nuevamente a YPF, Monsanto, Cargill,
Bunge y Born, Dreyfus, que no pagan regalías, sin mencionar a
las concesionarias ferroviarias, las otras mineras internacionales,
el juego que luce a la entrada ostentosa de ciudades y provincias como
si fuera la creación de empleos para el crecimiento y el desarrollo
nacional.
Por eso
que, seres humanos desesperados se lleven mercancías de supermercados
que concentran el 80 % de la venta minorista y compran la leche a 1,50
y venden la común a 6 pesos, no hacen más que certificar
lo que dijo Bertolt Brecht, ese gran dramaturgo alemám: es
más delito la apropiación desenfrenada capitalista.
Uno se
puede preguntar cuántos años le darán a esas mujeres
que se llevaron un plasma y un pan, en contraposición los funcionarios
nacionales reputados de apropiación dudosa de sus riquezas, todos
sin distingo, tienen causas judiciales cerradas y abiertas, con extravío
¨casual de documentación¨, esos sí, todos seguirán
libres como muchos de los funcionarios de gobiernos anteriores.
EL
EJEMPLO QUE DEJA LA HISTORIA
Lógico,
hay diferencias con un 17 de octubre de 1945. Ese día el movimiento
obrero salió a la calle a defender sus derechos y le puso el
pecho a los 12.000 efectivos apostados en Campo de Mayo. No pudieron
reprimir porque el movimiento obrero en la calle fuerza y quiebra el
poder político y económico, por primera vez.
Otro momento
será la Resistencia peronista, de la mano del pueblo trabajador
esencialmente peronista, pero que acompañaron las distintas conformaciones
políticas partidarias.
Otro tanto
será en el Cordobazo, cuando la clase mejor paga del país
hizo que se fuera el ministro de Economía y luego el mismo dictador
Onganía.
Durante
la última dictadura, el pueblo trabajador resistió en
total soledad, tiempos duros y difíciles que merecen otras largas
líneas de análisis.
El tiempo
actual está impregnado de necedad, soberbia y luto, donde el
drama de una sola persona parece el drama nacional, el luto se terminó
y el vestido negro hartó. Porque lo más doloroso es tener
que soportar la muerte de un hijo por hambre, o por falta de asistencia
médica o porque ha sido secuestrado en las redes de trata.
El drama
de millones de familias con chagas, tuberculosis, hambre y desnutrición
no se mitigan con hacer cadenas nacionales o discursos insoportables.
Recibir
permanentemente a artistas y deportistas en Casa Rosada y dejar que
los muelan a palos a nuestras comunidades originarias, más que
una contradicción, es desprecio. Es una política que nada
tiene que ver con lo nacional y mucho menos con lo popular.
Los qom
no fueron recibidos, las familias de la masacre de Once fueron llamadas
para intentar que de alguna forma se callaran. Mientras tanto, Jaime,
Schiavi, el vicepresidente sigue sonriendo, no se sabe a quién.
De la
oposición, girando de derecha a izquierda, no se le puede pedir,
como dice el dicho: peras al olmo… Esta es una dirigencia política
que en su totalidad, nadie se salva, ha perdido el rumbo, si alguna
vez lo tuvo.
De Patria
y Nación, ni hablar, no saben de qué se trata. Cuando
llega la inundación o el fuego arrollador no se fija a quién
golpea, arrastra el agua todo lo que encuentra a su paso, el fuego jamás
se detendrá ante un tanque de nafta.
La furia
del 20 y 21 de diciembre es como la inundación o el incendio
arrollador.
Es el magma violento que emerge de los subsuelos de la Patria, diría,
Scalabrini. Ortiz.
Estamos
en una profunda crisis. ¿Cómo definimos a la crisis? Volvemos
al diccionario de política de Norberto Bobbio y Nicola Matteucci
que nos dice: .. como un momento de ruptura del funcionamiento de
un sistema, un cambio cualitativo en sentido positivo o negativo, una
vuelta sorpresiva y a veces hasta violenta y no esperada en el modelo
normal según la cual se desarrollan interacciones en el interior
del sistema de examen. Pág. 454 primera columna, ídem
diccionario .Tomo I
Puesto
que cada crisis es un momento de ruptura imprevista, o no, en el funcionamiento
normal de un modelo, este requiere respuestas rápidas que tiendan
a llevar nuevamente al modelo económico a su modelo precedente
de funcionamiento o a institucionalizar uno nuevo dentro del mismo sistema.
Uno puede
apreciar que la inestabilidad, la oscilación, la pérdida
de valores morales hace tiempo se perfila en nuestro territorio y en
el mundo. No es nuestra intención hacer un balance científico
en esta oportunidad. Pero sí debemos señalar esas pérdidas,
donde se fueron deshilachando entre los malezales de la mediocridad:
los valores políticos, códigos éticos, maneras
de comportamiento que portaban intelectuales, políticos, gremialistas,
entre otros, esfumándose hasta aparecer quebrantos.
Y en el
campo denominado intelectual podemos sólo mencionar uno lapidario
y doloroso: Bastones Largos en 1967. El golpe a la Facultad de Ciencias
exactas: la prohibición de dar Algebra Lógica y Moderna.
Nada de pensar o razonar: porque era subversivo.
Luego
vino la militarización de los sindicatos que tuvo su corolario
en el Cordobazo y todos los azos.
Que preocupación
suman las masas en la calle, adueñándose de ellas. Arrecian
los epítetos y los análisis. Siempre pasó así,
por eso el aluvión zoológico aquel 17 de octubre, los
nazifascistas a la Resistencia Peronista, desde la izquierda, los subversivos
a los resistentes en el Cordobazo y la guerrilla fabril a los que se
opusieron a la dictadura más furibunda conocida.
No es
todo igual, por supuesto que no, pero hay que darle una lectura desde
las catacumbas.
Alguna
vez nos dijo el dirigente Ypefiano Pepino Fernández * de la UTD
(Unión de Trabajadores Desocupados) de Mosconi, en Salta: la
UTD no tendrá razón de ser cuando a todos los que nos
dejaron sin trabajo volvamos a trabajar.
Estamos
viviendo una profunda crisis. Debemos abocarnos a estudiar la verdadera
naturaleza de este fenómeno y no buscar culpables.
El volcán
Copahue estalló como producto de las violentas contradicciones
naturales que anidan en su seno. Estalla y todo es torrente de fuego.
Las correntadas
e inundaciones desbordan los ríos, cambian el cauce, buscando
otro, arrasan.
Reiteramos:
La furia del 20 y 21 de diciembre es como la inundación o el
volcánico incendio arrollador. Es el magma violento que emerge.
Los vulcanólogos,
geógrafos y otros especialistas llegan a prever estas explosiones
naturales, han estudiado para tratar de conocer algo de la naturaleza,
para prevenir y contener.
Los hombres
¿Han reflexionado sobre estas explosiones sociales?
Porque
hay dos salidas: prevenir y contener generando políticas de Estado
donde algún día no existan más las UTD, o bien,
la represión. Hasta acá: la represión…
* Entrevista
en Mosconi, octubre del 2001.
* Miembros
fundadores del MONAREFA
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