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HISTORIAS DE BUENOS AIRES Y DE LA COMUNA 1

HOTEL DE LOS INMIGRANTES

HISTORIAS DE BUENOS AIRES Y DE LA COMUNA

Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital

29 de junio del 2013

HOTEL DE LOS INMIGRANTES

UN POCO DE HISTORIA

El hotel de los Inmigrantes se comenzó a construir en 1906, está ubicado en la calle Antártida Argentina 1355.

Hotel de los InmigrantesHotel de los Inmigrantes

La mayoría de los inmigrantes llegaron entre 1880 y 1914, que se produce un descenso cuando inicia la Primera Gran Guerra o la Primera Guerra Mundial, de todas formas, la corriente inmigratoria había iniciado su llegada unas dos décadas antes de los 80, por supuesto no fue lo que se dio en este proceso.

Los motivos fueron varios: Empujados por las guerras, la pobreza y con un mensaje de Hacer la América llegaron en oleadas: principalmente italianos, españoles y el resto de europeos, distintas corrientes ideológicas, religiosas y sin creencias.

Estos hombres, sustancialmente, llegaron al puerto de Buenos Aires en barcos que eran un poco menos lujosos que lo que prometía los afiches que los invitaban a la Argentina. La ciudad Buenos Aires, la novel Capital Federal se transformó en una especie de Babel donde nadie podía entenderse hablando, por eso los gestos universales de la mano extendida, de la sonrisa franca y del pan compartido, de las mezclas de idiomas que se dieron en los conventillos fue una realidad cultural, en este marco el más conocido es el cocoliche.

El lunfardo fue un entrevero, un fenómeno lingüístico único. No es un argot ni una jerga, tampoco un dialecto o un exótico “propiamente sudamericano”, podemos decir que el lunfardo fue el código con que se comunicaban los malandrines de nuestro país.
La palabra lunfardo significa ladrón. Fue tan importante este fenómeno lingüístico que muchas palabras se fueron institucionalizando y reemplazaron a muchas palabras del castellano.

TEMA INMIGRATORIO

Los inmigrantes

Estas políticas de cautivar a ciudadanos de otras latitudes tienen que ver con la escasa población que tenía nuestro país comparado con las grandes extensiones.

Las políticas implementadas para diezmar las comunidades originarias y el gauchaje mal entretenido como decían los terratenientes. La realidad es que habían servido en las fronteras contra el indígena, indio para las clases dominantes.

En 1872 la Comisión de Inmigración abrió la Oficina de Trabajo que se ocupaba de enseñar oficios a los recién llegados o conseguirles empleo.

A esto se sumaron pabellones que debían solucionar inconvenientes y necesidades de los recién llegados:

En primer lugar el desembarcadero, luego la oficina de trabajo, la dirección, el hospital y, por último, el hotel.

CONSTRUCCIÓN DEL HOTEL

Hotel de los Inmigrantes

Se comienza a construir en 1906, sirvió para recibir, prestar servicios, alojar y distribuir a los miles de inmigrantes que llegaban en los barcos del todo el mundo.

El Hotel era un edificio con un sistema de losas de hormigón armado sobre columnas de estilo uniforme. Tenía cuatro pisos, en la planta baja se encontraba el comedor y en los pisos superiores estaban los dormitorios; eran cuatro por piso, y cada uno tenía capacidad para doscientas cincuenta personas, lo que significa que en el hotel podían dormir tres mil personas.

Cuando llegaba un barco había esperando una comisión que miraba la documentación y el estado de salud de los pasajeros, si estaba todo bien se les permitía el ingreso a la Argentina.

De esta forma, los inmigrantes, una vez desembarcados, se iban caminando hasta allí, donde eran alojados, esto reza en la historia, sin embargo la realidad fue bastante diferente: la falta de atención médica, los conventillos de mala muerte, las largas jornadas de trabajo, las condiciones de salubridad, falta de cloacas, energía y lugares limpios donde vivir.

LAS FORMAS DE VIDA DENTRO DEL HOTEL

Los despertaban las celadoras, muy temprano. El desayuno consistía en café con leche, mate cocido y pan horneado en la panadería del hotel. Durante la mañana, las mujeres se dedicaban a los quehaceres domésticos, como el lavado de la ropa en los lavaderos, o el cuidado de los niños, mientras los hombres gestionaban su colocación en la oficina de trabajo.

Se habían dispuesto turnos de almuerzo de hasta mil personas cada uno. Al toque de una campana, los inmigrantes se agrupaban en la entrada del comedor, donde un cocinero les repartía los víveres. Luego ellos se instalaban a lo largo de las mesas a esperar su almuerzo. Este consistía, generalmente, en un plato de sopa abundante y guiso con carne, puchero, pastas, arroz o estofado.

La merienda para los chicos era a las tres de la tarde. A partir de las seis de la tarde comenzaban los turnos para la cena. Los dormitorios se abrían a partir de las siete de la tarde.
Por otro lado, al arribar al hotel se les entregaba un número que les servía para entrar y salir libremente y aprovechar el tiempo para conocer de a poco la ciudad.

El alojamiento en el hotel era gratuito por cinco días, por “Reglamento”, pero generalmente se extendía por caso de enfermedad o por no haber conseguido un empleo.

MONUMENTO HISTÓRICO

El hotel de los Inmigrantes dejó de funcionar en 1953, gobierno de Juan Domingo Perón, en 1995 fue convertido en monumento histórico nacional.

En la actualidad pertenece a la Dirección Nacional de Migraciones y el antiguo Hotel de Inmigrantes fue convertido en el Museo Nacional de la Inmigración o «Museo Hotel de Inmigrantes».

Fuentes: varias y propias.

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22 Diciembre, 2016 15:24

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