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Además, estaban quioscos de: Brasil, artículos regionales, Santa Fe, México, Perú, Haití con dos puestos, Entre Ríos y Jujuy. Se vendían jugos, licuados, bebidas, ropa para chicos, esto el domingo, en el lugar donde había estado, en la esquina de Luís María Drago y Aráoz, un stand dedicado a la Educación Pública. Algunos lugares para juegos para chicos, pizzas y otras comidas, un puesto de Irlanda, otro del Reino Unido y de Cuba

El sábado al mediodía, en la esquina de Corrientes y Luis María Drago, Unidos y Organizados distribuía propaganda partidaria.

Por las calles de Villa Crespo parte de una murga lucía las camisetas con las figuras de Cristina Fernández y Néstor Kirchner que también llegaron a los festejos de Villa Crespo.

Entre Aráoz y Julián Álvarez, un quiosco de pizzas de la nacional y popular de la Cámpora, a esto se sumó un quiosco de la empresa PSA.

Por el escenario transitaron conjuntos musicales, murgas, alguna teatralización, espectáculos para chicos y cantantes variados, alrededor de unos 180 artistas. Dos radios que trasmitían con algunas pastillas sobre la ¨historia del barrio¨

El escenario fue compartido por representantes de organizaciones barriales como el Centro Cultural Osvaldo Pugliese que hizo esfuerzos para remarcar una y otra vez que se trataba del cumpleaños de Villa Crespo. Lo cierto es que el denominado cumpleaños del barrio tuvo como dos escenarios. Uno, el más importante por su magnitud, lleno de olores, comidas y vecinos recorriendo y consumiendo comidas típicas o comprando algunos alfajores regionales, artesanías u otros. El otro espacio, más circunscrito al escenario, había una cantidad de vecinos, por momento chicos, por instantes adultos, pero que estaba acotado a esos metros que iban desde el escenario hasta los murales.

Primó por momentos, por grandes espacios de tiempo, lo político partidario, la muestra de una propagandización que resultó irrespetuosa con referencia al motivo de la conmemoración. Si bien, consultadas en estas semanas previas al 8 y 9 junio sobre la organización de este evento, en todo momento afirmaron a esta cronista que todas o la mayoría de las organizaciones barriales apostaron a esta puesta, a este programa de festejos donde no aparecerían las banderías partidarias.

Por eso, decimos que fue la Crónica de una muerte anunciada… Villa Crespo, su historia, memoria e identidad merecían otra conmemoración, más historia, más memoria, más debate, más conocimiento, más reflexión…

Utilizamos a propósito el adverbio aumentativo, nos hubiera agradado que habiendo tanto para decir de Villa Crespo en estos 125 años, hubiera una preocupación mayor para dejarlo retratado.

Fue un festejo, no una conmemoración, preñado de olvidos…

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