MONAREFA
A UN AÑO DE LA MASACRE DE LA ESTACIÓN ONCE
|
A
UN AÑO DE LA MASACRE DE ESTACIÓN ONCE
EL
MONAREFA ACOMPAÑARÁ A LOS FAMILIARES DE LAS VÍCTIMAS
Si una tragedia es anunciada y no se toman
medidas precautorias, se convierte en un crimen
Juan
Carlos Cena
Por Juan
Carlos Cena y Elena Luz González Bazán * MONAREFA
21 de
febrero del 2013
Lo primero
que debemos decir es que la tragedia ocurrida en Once no es una desgracia,
es una masacre anunciada. Por lo tanto, podemos inferir que si una tragedia
que puede suceder es anunciada y no se toman las medidas precautorias,
ésta se convierte en un crimen. Lo que sucedió es una
de las pinturas más desgraciadas del colapso de los ferrocarriles
en la Argentina.
El silencio
del gobierno nacional sobre este crimen anunciado es de una perversidad
sin igual.
En el
día de la fecha, el bloque de los senadores del FpV se negó
a rendir homenaje a los muertos y heridos de ese ¨accidente¨,
como dicen ellos, evitable, reiteramos nosotros, porque nunca debió
ocurrir, como los tantos otros desastres ferroviarios anteriores y posteriores.
Sobre la negativa solo podemos afirmar que es una vergüenza que
alguna vez tendrán que explicar. El rechazo al pedido o solicitud
de los senadores radicales de rendir homenaje a un día de cumplirse
un año de aquel fatídico 22 de febrero del 2012 sólo
se inscribe en la ignominia de quienes no les interesa los dolores del
pueblo sino simplemente los propios, con los cuales nos invaden, nos
saturan y se vuelven repetitivos y patéticos.
Ahora,
le toca el turno a la justicia, la cual debe obrar y profundizar, hasta
los tuétanos, las responsabilidades tanto: de los funcionarios,
de todos, del Estado Nacional como sus órganos de control: Ministerio
de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios,
Secretaria de Transporte, CNRT entre otras y los concesionarios del
F.C. Sarmiento sin obviar las responsabilidades que le caben a los sindicatos
y a sus dirigentes en todas sus escalas.
Mañana
22 de febrero, los ferroviarios debemos acudir de acuerdo al pedido
de los familiares de las víctimas, aunque no acordemos la metodología
de ir sin banderas que identifiquen a los gremios porque no todos los
trabajadores responden a las burocracias sindicales actuales de los
ferrocarriles concesionados. Pero esto es harina de otro costal.
LAS
DENUNCIAS QUE HICIMOS DESDE EL MONAREFA
Venimos
haciendo denuncias desde 2005 de las anomalías y la falta de
control en las concesiones, ya sea a la CNRT, al ombudsman. Lo denunciamos
en todos los medios de comunicación que nos entrevistaron. Todo
el tiempo planteamos política y técnicamente lo que pasaba
con el ferrocarril.
La realidad
nos demostraba que este ferrocarril colapsaba, cada día era peor,
que los concesionarios se habían cartelizado primero y que luego
habían formado un trust con el propio Estado a través
de Ugofe (Unidad de Gestión Operativa de Ferrocarriles), asociación
entre el Estado y los concesionarios. Era una manera de raptar al Estado,
asociándolo, para apropiarse de todos los servicios ferroviarios
concesionados.
LO
HEMOS ACLARADO MIL VECES PERO LO VOLVEMOS A DECIR
Concesionados
porque no son privatizados. Los ferrocarriles privados fueron en tiempos
de los ingleses y franceses en menor medida, ellos eran dueños
de la infraestructura.
Estas son concesiones que le dio el Estado a un privado, es decir, les
alquiló la infraestructura ferroviaria.
Por ese alquiler deberían pagar un canon, pero al contrario,
no lo pagan, el Estado les da un subsidio: es como un alquiler al revés.
Ese es el gran negocio.
Todo amparado
en la legislación de los tiempos menemistas, nunca modificada.
Reiteramos,
con insistencia: nunca hubo control por parte del Estado de ningún
tipo. Los empresarios empezaron a acumular dinero, en este caso Cirigliano
agrandó su patrimonio, se ha ramificado hasta Perú y Estados
Unidos.
Cirigilano
viene de la industria del transporte automotor, con Cometrans que fue
su primera empresa, después con Plaza que se transformó
en el Grupo Plaza. Tiene además varios emprendimientos ferroviarios
–en el último tiempo con Jaime–, le dieron Ferrocentral,
el tren que va a Tucumán y a Córdoba, el que va a Uruguay
(ahora los uruguayos no lo dejan entrar más), y le otorgaron
una cantidad de emprendimientos más.
En su
empresa Emfer (Emprendimientos Ferroviarios) es donde hacen la reparación
de los coches quemados y construyen los coches doble piso, donde el
Estado tiene que pagar esos coches a precios siderales.
¿Por
qué paga el Estado? Porque la infraestructura es del Estado,
la repara Cirigliano.
O sea,
todas las reparaciones las hacen empresas que están al costado
y que son de su propiedad, que multiplican el precio de reparación
y la calidad no es la óptima. El Estado paga sin inmutarse.
EL
MATERIAL FERROVIARIO Y SU ESTADO TÉCNICO
Todo este
estado calamitoso venía por la depredación permanente
al ferrocarril: la falta de mantenimiento preventivo en su material
rodante, remolcado, vías, cambios, señales entre otros.
Así
llegó, lamentablemente, el Cromañón ferroviario.
Uno los va denunciando, una y otra vez, y lo que vino son víctimas
e incendios… Esto que ocurrió en Once no es una tragedia,
es un asesinato y hay culpables.
A un año
de esta Masacre de Once nos sumamos a acompañar a los Familiares
de las 51 víctimas, una de ellas estaba embarazada, a los 798
heridos de diferente magnitud y secuelas tanto físicas como psíquicas.
Repudiar
la actitud de los más altos estamentos gubernamentales que han
callado y siguen callando y despreciando el dolor de los pueblos, en
algún momento deberán dar cuenta sobre sus miserias, pero
ya no tendrán retorno.
Caracteres:
5585