DÍA
INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA
MUJER
25
DE NOVIEMBRE DE 1960 / EN HOMENAJE DE LAS HERMANAS MIRABAL
Por
Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo
Digital
25
de noviembre del 2013
El
Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, sostuvo
el 25 de noviembre: «Acojo con beneplácito el coro
de voces que piden que se ponga fin a la violencia que afecta a
alrededor de una de cada tres mujeres a lo largo de su vida. Aplaudo
a los dirigentes que están ayudando a promulgar leyes y a
hacerlas cumplir, y a cambiar mentalidades. Rindo homenaje, además,
a todos los héroes en el mundo que ayudan a las víctimas
a sanar y a convertirse en agentes de cambio».
«Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad
y derechos... Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados
en esta Declaración, sin distinción alguna de sexo...»
Artículos 1 y 2 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos.
Este
día es elegido por lo sufrido por las hermanas Mirabal, desarrollado
en otra nota.
En tal sentido y por resolución de la Asamblea General, el
25 de noviembre ha sido designado Día Internacional para
la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (A/RES/54/134
de 17 de diciembre de 1999). Presentada por la República
Dominicana, con el apoyo de más de 60 gobiernos, la resolución
es el resultado de un creciente movimiento internacional para acabar
con una trágica epidemia que devasta las vidas de mujeres
y niñas, rompe comunidades y es una barrera para el desarrollo
en todas las naciones. Los promotores de la resolución esperan
que el día constituya, como ha ocurrido en otras ocasiones,
el punto de partida para que los gobiernos y la población
en general tomen acción para acabar con la violencia contra
la mujer.
LAS
CIFRAS EN EL MUNDO
El
25 por ciento de las mujeres son violadas en algún momento
de su vida, en los países con peores consecuencias; llega
hasta el 75 por ciento de las mujeres el maltrato físico
en los hogares, es lo más habitual.
La
definición de las Naciones Unidas en 1993: "todo acto
de violencia basado en el género que tiene como resultado
posible o real un daño físico, sexual o psicológico.
Incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición
arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vía pública
o en la vía privada".
La
violencia acompaña a la mujer en todas las etapas de la vida
e incluso, en algunos países, puede empezar antes del nacimiento.
FORMAS
DE VIOLENCIA
La
OMS - Organización Mundial de la Salud – muestra los
siguientes tipos de violencia:
-
Fase Pre-natal: Abortos selectivos según el sexo; efectos
sobre el recién nacido de la violencia durante el embarazo.
-
Infancia: Infanticidio femenino; abuso físico, sexual y psicológico.
-
Niñez: Matrimonio infantil; mutilación genital femenina;
abuso físico, sexual y psicológico; incesto; prostitución
infantil y pornografía.
-
Adolescencia y vida adulta: Violencia durante el cortejo y el noviazgo
(EJ. alteración de bebidas y violaciones); sexo forzado por
razones económicas (EJ. niñas estudiantes que tienen
relaciones sexuales con adultos a cambio de favores); incesto; abuso
sexual en el sitio de trabajo; violaciones; acosamiento sexual;
prostitución y pornografía forzada; tráfico
de mujeres; violencia conyugal; violación marital; abuso
y homicidio; homicidio conyugal; abuso psicológico; abuso
de mujeres discapacitadas; embarazos forzados.
-
Vejez: "Suicidio" forzado u homicidio de viudas por razones
económicas; abuso físico, sexual y psicológico.
La violencia cruza a toda la sociedad por igual, al ser una problemática
profunda y muchas veces naturalizada, tiene varias aristas. Además
de las falencias del sistema judicial a la hora de intervenir, hay
una sociedad que en muchos casos legitima y hasta justifica este
tipo de episodios. Frases como “cada familia es un mundo”,
“son cosas de pareja”, “algo habrá hecho”
o “mejor no meterse en la intimidad”, intenta esconder
la violencia de género y no hay que confundirla con la idea
de crímenes pasionales. Constituye un importante problema
de salud pública y una violación a los derechos humanos.
Estas formas de violencia producen problemas de salud física,
mental, sexual, reproductiva, entre otros. En un estudio realizado
por la OMS en varios países, entre el 25% y 71% de las mujeres
encuestadas refirieron haber sufrido, en algún momento, violencia
física y/o sexual por parte de su pareja.
DEFINICIONES
Violencia
contra la mujer: Todo acto de violencia basado en el género
que tiene como resultado, posible o real, un daño físico,
sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción
o la privación arbitraria de la libertad, ya sea en la vida
pública o privada
Violencia de pareja: Comportamientos que tienen lugar en el ámbito
de una relación íntima y causan daños físicos,
sexuales o psicológicos (agresión física, coerción
sexual, maltrato psicológico o comportamientos controladores)
Violencia sexual: Todo acto sexual o la tentativa de consumarlo,
los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, las acciones
para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad
de una persona mediante coacción ejercida por otra independientemente
de la relación de esta con la víctima y en cualquier
ámbito. Incluye la violación, definida como “la
penetración forzada físicamente o empleando otros
medios de coacción, por más leves que sean, de la
vulva o el ano usando un pene, otras partes corporales o un objeto
- Factores de riesgo para perpetrar actos de violencia
• Bajo nivel educativo
• Desigualdad de género
• La exposición al maltrato en la infancia
• Actos de violencia entre los padres
• Consumo nocivo de alcohol
• Actitudes de aceptación de la violencia
• Hombres con múltiples parejas o que sospeche de su
pareja
• Discordia e insatisfacción marital
• Violencia en el noviazgo
NÚMEROS DE LA VIOLENCIA
Las
estimaciones más exactas son las proporcionadas por encuestas
poblacionales basadas en el testimonio de las víctimas. En
un estudio de la OMS sobre “La salud femenina y la violencia
doméstica contra la mujer” realizado en 10 países,
en su mayoría en desarrollo, se observó a mujeres
de 15 a 49 años. Entre las mujeres que referían haber
sufrido violencia física o sexual perpetrada por su pareja,
las menos agredidas parecen ser las japonesas con un 15% mientras
que en Etiopía y Perú se eleva a un 70%.
La violencia de pareja y la violencia sexual son perpetradas mayoritariamente
por hombres contra mujeres y niñas y, si bien, estudios internacionales
revelan que aproximadamente un 20% de las mujeres refieren haber
sido víctimas de violencia sexual en la infancia, también
existe un 5-10% de hombres que lo han padecido
Los estudios poblacionales sobre la violencia en las relaciones
entre los jóvenes (violencia en el noviazgo) indican que
afecta a una proporción considerable de este grupo etario.
Por ejemplo, en Sudáfrica un estudio realizado en el grupo
de 13 a 23 años reveló que el 42 por ciento de las
mujeres y el 38 por ciento de los hombres referían haber
sido víctimas de violencia física en el noviazgo.
También sobre los niños dejan sus secuelas ya que
aquellos que crecen en familias en las que hay violencia de pareja
pueden sufrir trastornos conductuales y emocionales que pueden asociarse
a actos de violencia en fases posteriores de su vida. La violencia
de pareja además se ha asociado a mayores tasas de mortalidad
y morbilidad en menores de 5 años.
El agresor de género
Es un dictador que impone su voluntad por medio de la violencia.
Su objetivo es anular la personalidad de la mujer y conformar un
nuevo ser, una nueva identidad, sometida y subordinada a sus deseos.
Entiende que ha sido, de algún modo, educado en la convicción
de que tiene derecho a imponerse a su mujer. Encuestas mundiales
sugieren que la mitad de las mujeres víctimas de un homicidio
son asesinadas por su esposo/pareja actual o anterior.
Efectos sobre la salud
Esta violencia produce en las víctimas y sus hijos graves
problemas físicos, psicológicos, sexuales y reproductivos
(a corto o largo plazo) y tienen un elevado costo económico
y social. Entre los efectos en la salud física se encuentran
la fibromialgia, trastornos gastrointestinales, limitaciones de
la movilidad y mala salud general. En algunos casos las lesiones
pueden ser mortales. Puede ocasionar embarazos no deseados, problemas
ginecológicos, abortos, muerte fetal, parto prematuro y bajo
peso al nacer o infecciones de transmisión sexual como el
VIH/SIDA. Estas formas de violencia pueden ser causa de depresión,
trastorno de estrés postraumático, insomnio, trastornos
alimentarios, sufrimiento emocional e intento de suicidio. La violencia
sexual, sobre todo en la infancia, también puede incrementar
el consumo de alcohol y/o drogas, así como mantener prácticas
sexuales de riesgo.
Prevención
En la actualidad hay pocas intervenciones cuya eficacia esté
demostrada. Son necesarios más recursos para reforzar la
prevención primaria, es decir, para impedir que se produzca
el primer episodio violento. Las estrategias de prevención
primaria, combinan la microfinanciación las que fomentan
la comunicación y las relaciones interpersonales dentro de
la comunidad; las que reducen el acceso al alcohol y su consumo
nocivo o las que tratan de cambiar las normas culturales de género.
La prevención primaria de la violencia de pareja que cuenta
con mejores pruebas de su eficacia consiste en programas escolares
de prevención de la violencia entre adolescentes.
Para lograr cambios duraderos es importante que se promulguen leyes
y se formulen políticas que protejan a la mujer, que luchen
contra la discriminación, fomenten la igualdad de género
y ayuden a inculcar una cultura de no violencia
Si la agresión fue producida por un desconocido
Los pasos inmediatos a seguir son: Concurrir a la guardia de un
hospital dentro de las primeras 24 horas, donde se tratarán
las posibles lesiones, se realizarán análisis de laboratorio,
se brindará anticoncepción de emergencia y tratamientos
preventivos del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
Si es necesario, aplicarán la vacuna antitetánica
y la vacuna contra la hepatitis B. Se puede solicitar atención
psicológica.
El abordaje psicológico
• El primer momento es de fortalecimiento. Las mujeres llegan
con vergüenza y miedo a las consecuencias que pueden sufrir
ellas mismas o sus hijos, devastadas, desvalorizadas, sometidas
psicológicamente y aisladas. El hombre que las maltrataba
es el único vínculo que tienen, por eso creen que
no tienen salida, • En la segunda fase se propone a las mujeres
participar en grupos de autoayuda y finalmente, • Se rediseña
un nuevo esquema de vida libre de violencia y se asume que el cambio
es posible
El lema es: Si pasó o pasa por una situación de abuso
sexual o violación, pida ayuda. La culpa no es suya y la
atención es su derecho.
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