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| Una
calle de Parque Chas |
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| Plaza
25 de agosto |
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| Espacio
verde en Chacarita |
En el lugar hay 7 mesas de corte textiles. Sólo dos ocupadas.
Las de ellos. Las máquinas Unión Special son testigos
de la charla. Al principio, Eva permanece sentada en su mesa. De golpe,
se para y se acerca a la mesa donde están apiladas una cuantas
camisetas blancas. Se apoya sobre la madera y mira a su esposo. Comenta
con la mano sobre su cara. Recuerda la época de novios. Gesticula.
Mientras, Enrique descubre una sonrisa cuando le pedimos que , se acuerde
algún dato. Le cuesta. Hay que ayudarlo .Mueve las manos para
señalar
Las avenidas de la zona.
“Papá vino sólo. Escapaba de los cosacos. Había
mucho antisemitismo. Algunos del pueblo de él ya estaban acá.
Luego vinieron mi mamá y mi hermano “El lugar era una zona
industrial y tenía más vida social que ahora. En la escuela
Francisco de Herrera, de la calle Camargo, hizo desde primero inferior
hasta quinto. En Martínez Rosas y Fitz Roy, de noche, el sexto
grado. También, estudió por correo en un colegio americano
radio técnica. El mismo establecimiento le regaló un tester
que, prácticamente nadie tenía en ese momento . Al igual
que, un oscilador. El hermano manejaba bien la teoría y él
la práctica.
De aquellos años, recuerda sus salidas al cine con amigos. Los
lugares elegidos, el Rivoli y el Villa Crespo. Daban tres películas
y dos episodios de una serie. Con sus 14 años, repartía
volantes y entraba gratis.” Hasta que un día enganche con
un portero y era exclusivo. Pasaba y esperábamos a los espectadores
para que nos dieran la contraseña cada vez que entraban y salían
de la sala. “A bailar no iba y la actividad deportiva la hacía
en el club Atlanta. Su fuerte: el atletismo. “El club anduvo bien
hasta que se fue el concesionario del buffet. Ahí se cayó.”Simultáneamente,
jugaba al billar en el café bar San Bernardo. El horario de su
trabajo: de 8 a 12 y 14 a 18 horas. En verano , de 6 a 14 horas. Tras
el cierre, iba para el reducto de la calle Corrientes.
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MÁS
DE 60 AÑOS EN CHACARITA
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MÁS
DE 60 AÑOS EN CHACARITA
Por Diego
Martín Lanis especial para Villa Crespo Digital
4 de abril
del 2014
El empedrado
de la calle no se inmuta. Nada es como era entonces. Aunque ellos siguen
allí. Enrique y Eva, 84 él, 80 ella, se aprestan a comenzar
una nueva jornada tal cuál lo hacen desde hace 62 años.
Zona de casas bajas y tranquilidad pueblerina en donde pocos imaginarían
a esté matrimonio que trabaja de sol a sol. La definición
les pertenece: “del trabajo a casa y de casa al trabajo “.Así,
pues fueron protagonistas del último medio siglo. Enrique nos
cuenta: “llegué de Varsovia, Polonia, a los 3 años.
Al principio vivimos en Villa Crespo. , en la calle Murillo entre Juan
B .Justo y Thames. También en Padilla. Hasta que, a los 22 años
junto a mis hermanos nos afincamos en Chacarita. Comenzamos en Leiva
y Otero con un taller. Al tiempo, en Concepción Arenal 4465 instalamos
la fábrica“.
En 1987, compraron la casa donde actualmente viven que, fue una industria
textil y luego una tintorería .Vecino de 2 barrios, se conoció
con su mujer en 1954 y se casaron en 1960. Hace 53 años.
Veía
pasar al lechero con la campanita o al vendedor de hielo que, tenía
la barra a 0,20 centavos. Incluso, el pan que, lo conseguía a
0,15 centavos los dos kilos.
Para conocer chicas, participaba de bailes que, se organizaban en casas
de conocidos. “No pasaba nada. A Eva la conocí en el trabajo.
En Los Dos Cuñados, de la calle Paso 640. Fabricaban carteras
y billeteras. Era cortador, mi oficio. Ahí, nos pusimos de novio.
“
La zona que, rodea la vivienda donde moran actualmente, era de adoquines
, y en el predio que , ocupa la empresa de energía Edenor funcionaba
la quema. Las construcciones no podían superar un piso y antiguamente
la mayoría eran estancias. “ La finca que ocupamos no tiene
cimientos. “ Trabajaban continuadamente y dedicaban poco tiempo
a las relaciones sociales como así al ocio. “A los 12 años
, íbamos con otros muchachos a la estación de tren de
Chacarita , a recolectar las frutas que , caían a los costados
y nos corrían para no agarrarlas. Las rondas , a los 16 o 17
años para esperar a las chicas. O aquella vez que, con mi hermano
cuando teníamos 6 y 8 años fuimos hasta la calle Corrientes
a ver pasar el cortejo de Carlos Gardel. “
Durante un tiempo, habito en la llamada casa chorizo donde muchos se
conocían aunque supone a pocos vivos y no recuerda personajes
emblemáticos de aquel momento. “Sí, cuando jugábamos
a la pelota en la avenida Juan B. Justo y la policía en un auto
Ford, de 1930, nos advertía y corríamos para cruzar la
calle donde cambiaban los límites de cobertura policial de la
comisaría 29 a la 27. El misterio de la zona delimitada por las
calles Santos Dumont , Montenegro y Girardot Leiva y Otero, conocida
como La Cueva Negra. No se podía ingresar sin ser del lugar,
ya que uno era víctima de robos o violaciones. El café
de Jorge Newbery y Montenegro que, se hizo famoso por los tiros que
se escuchaban desde allí.”
Enrique compara este presente con aquel tiempo. Fabricaba ropa interior,
remeras, calzoncillos largos y cortos. Llegó a tener 12 chicas
en las mesas de trabajo y en 1970, fue estafado en 3.000.000 de pesos
moneda nacional.
Una postal del paso de los años. Las mesas vacías. No
quieren fotos. El cronista no insiste. La imagen es un recuerdo presente.
Ellos eligen seguir como protagonistas de su película de la vida.
Prosiguen con su trabajo. Que otra cosa podrían hacer ahora.
Esto los mantiene activos y vivos. Como hace más de medio siglo.
En el barrio en el que, crecieron juntos.
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21 Octubre, 2016 18:50
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