HISTORIAS
OCULTADAS
MUJERES
MERETRICES
Por
Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo
Digital
8
de marzo del 2014 *
El
8 de marzo es el día Internacional de la Mujer
Las mujeres
meretrices fueron protagonistas de resistencias a los factores de
poder durante las dictaduras, aún no han recibido el homenaje
necesario…
Irene
Un jazmín perfumando la calle,
Ofreciendo su amor y su aliento
Y el misterio del sexo en su talle,
Una hembra en la lluvia y el viento…
…
Volviste a tu calle, a tu bruma,
A tu oficio, a la lluvia y al frío.
Víctor Heredia
Durante la última
dictadura militar mujeres meretrices de Tucumán enfrentaron
a la represión de Vilas y Bussi y sus lugartenientes, durante
otros momentos dictatoriales las mujeres protestaron ante las injusticias
desnudándose y enarbolando sus ropas interiores como señal
de rebeldía.
En definitiva, en muchos momentos de nuestra historia reciente y
no tanto, las mujeres protagonizaron páginas gloriosas de
resistencia, protesta, y protección a sus familias, a los
hombres y aquellos que estaban perseguidos.
La última
dictadura militar fue un punto de inflexión para todos los
campos de la vida nacional, arrastró todas las escalas sociales
y todos los planteos y relevamientos históricos, filosóficos,
sociológicos, hubo un antes y un después.
En el campo de la resistencia a la dictadura, aún hay deudas
infinitas, poco se ha dicho de miles de seres anónimos que
se inmolaron por resistir a esta dictadura, la más genocida
y sangrienta, como a las anteriores. Esta dictadura que asoló
durante casi una década fue la que destruyó un proceso
político, social, cultural y económico.
En este marco
de realidades ocultas, sumergidas en pequeñas historias que
se cuentan de boca en boca, por medio de la transmisión oral,
en las zonas donde se dio y entre los vecinos que la conocieron
y fueron protagonistas.
Esta resistencia, silenciosa, tuvo como protagonistas a cientos
de mujeres que por diversas causas sociales, culturales, faltas
de trabajo eligieron el trabajo con sus cuerpos.
Si
hubo zonas devastadas, una de ellas fue Tucumán, donde Antonio
Bussi y Andel Vilas y sus lugartenientes asolaron a la población
tucumana desde el Operativo Independencia, orden de represión,
firmada por el presidente en ejercicio Italo Luder.
Merece el recorrido
de estas líneas para reivindicar a mujeres que parecen desapacibles
de la vida, olvidadas de los anales de la historia oficial, de las
valentías y de los ejemplos, por el simple hecho de ser quienes
entregan su cuerpo por dinero.
En
la provincia de Tucumán, la segunda provincia con menor extensión
territorial, -la de menor superficie es Tierra del Fuego, pero de
mayor densidad poblacional hubo, comprobados, más de una
decena de campos de concentración.
El
primero, el más simbólico y siniestro, fue la Escuelita
de Famaillá, puesta en marcha en 1975, de gran precariedad,
luego sus estructuras se fueron ensanchando y la metodología
represiva fue una política de Estado. La Escuelita tenía
por 1975 una capacidad para 40 detenidos. A ella se sumaron la Jefatura
Central de Policía, el Comando Radioeléctrico, el
Cuartel de Bomberos y la Escuela de Educación Física,
todos ellos en la Capital de la provincia. La Compañía
de Arsenales ¨Miguel de Azcuénaga¨, El Reformatorio
y El Motel en las proximidades de la ciudad de San Miguel de Tucumán,
Nueva Baviera, Lules y Fronterita en distintas localidades de la
provincia. En la zona rural, además, del desplazamiento de
la Escuelita a Ingenio Nueva Baviera, estaban el ingenio Bella Vista,
los Conventillos de Fronterita y la Comisaría de Monteros.
También están verificados otros centros que funcionaron
poco tiempo, como fueron El Reformatorio y la Escuela República
del Perú, en el barrio El Palomar. Además había
un pabellón en la Cárcel de Villa Urquiza.
Cuando
la represión arreciaba, cuando esconderse era un milagro
y la mayoría de la gente por miedo o conveniencias, falta
de solidaridad, incomprensión cerraban las puertas a los
buscados, sucedió un hecho prácticamente ignorado,
y de gran valor y coraje por parte de un conjunto de mujeres.
Esta historia se llevó a cabo en Tafí Viejo, donde
se encontraba el taller ferroviario más importante de América
Latina, allí trabajaban 5.500 obreros y tiene 17 ferroviarios
desaparecidos y miles de perseguidos. Ahí las meretrices,
llamadas prostitutas, le hicieron frente a los grupos de Bussi.
Las
huestes bussistas, tan cristianas y censores de los otros, concurrentes
constantes a la iglesia y los confesionarios, debieron retroceder
ante las mujeres de Tafí Viejo. Las prostitutas de la zona
del Triángulo, que quedaba en el barrio que le llamaban la
Villa Obrera, fueron las que guardaron perseguidos políticos,
sindicales y sociales, los cuidaron, los cubrieron, les dieron de
comer y enfrentaron a los represores bussistas, que si llegaban
a entrar a sus prostíbulos, ellas hablarían con las
mujeres de esos militares y les dirían que sus maridos eran
concurrentes asiduos de los burdeles modernos.
En
ese mismo lugar donde Bussi metió cuchillo y cerró
los talleres y hambreó a la familia ferroviaria. Allí
esas mujeres, las de Tafí, también le torcieron el
codo a otros represores, en la huelga del ´61. Histórica
huelga que tuvo a otras mujeres en un lugar importante de la lucha,
desafiantes ante la represión, defendieron a sus hombres,
hijos, padres y compañeros, arriesgando sus vidas y su propia
integridad.
Estas,
las mujeres del ´61 y las meretrices de la dictadura, eran
las mujeres de Tafí Viejo, mientras muchas mujeres no acompañaron
a sus compañeros en la lucha y terminaron asociándose
a los mensajes de los represores, las meretrices mostraron el camino
de la dignidad. No es este el único hecho, existen otros,
como las meretrices de la Patagonia…
Un aspecto que
debemos desnudar y plantear sobre la última dictadura militar
es su planteo ideológico, el lugar de la mujer, y la condena
hacia aquellas que permitieron que sus hijos, hermanos, maridos,
o amigos fueran parte de la ¨subversión apátrida¨.
La célula básica de la sociedad, era el espacio que
había que recuperar. Ese espacio estaba bastardeado por el
descuido de las mujeres. Entonces el lugar del sexo débil,
era el de madre y esposa, subordinado a este lugar de cuidado de
la célula básica de la sociedad. Utilizando las tres
k alemanas, - kinder, kucher, kirsche – niños, cocina,
iglesia. O sea la mujer pasaba al espacio privado, o sea el ¨hogar¨
y la vigilante del espacio familiar.
¿Sabe
donde está su hijo ahora?. Ahora sí podrían
saber donde estaban…
Con este perfil, la dictadura priorizaba el lugar de las mujeres,
de sus mujeres y de aquellas que servían para los placeres
corporales… y las meretrices eran, para esto, necesarias.
Concientes racionalmente o bien desde la fuerza del corazón,
desde un lugar distinto y comprometido, las meretrices desafiaron
estos conceptos ideológicos más que hipócritas
y censores del lugar de la mujer. Desafiaron el terror, la posibilidad
de ser desaparecidas, la tortura y los flagelos que sufrieron tantos…
También
es importante destacar el calvario a que se veían conminadas
las mujeres que eran secuestradas en las cárceles de Vilas
y Bussi, el secuestro indiscriminado, las humillaciones, la violación
múltiple, el embarazo promovido por las reiteradas violaciones
y luego la apropiación del bebé. El terror que quedaba
en las mujeres y las condiciones infrahumanas a que eran sometidas,
para humillación y denigración de su condición
de seres humanos y mujeres.
Utilizarlas como placer sexual y tenerlas encarceladas. Una muestra
de esta larga noche muestra tres tipos de mujeres que existían
para los secuestradores e ideólogos de la represión:
la mujer del hogar, el niño, la iglesia y la cocina, las
prostitutas y las secuestradas...
En
este inmenso mar de dolor se debieron mover las meretrices de Tafí
Viejo, defendiendo perseguidos y desafiando a las huestes de Andel
Vilas y Domingo Bussi (1).
En
definitiva estas mujeres tuvieron grandes agallas…
(1) Nota publicada
por la Agencia Argenpress – periodista Marcos Taire –
30-06-2004- Una esclava sexual en las prisiones de Vilas y Bussi.
Miércoles
6 de octubre del 2004
Autora de: *
Mujer, Sociedad y Política, La Rosa Blindada, 2007 y trabajos
e investigaciones sobre la temática.
Caracteres:
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