PRONUNCIAMIENTO
DE LA IGLESIA
Por
Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo
Digital
11
de mayo del 2014
La
Conferencia Episcopal Argentina emitió una declaración
pública titulada “Felices los que trabajan
por la paz”.
El
titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José
María Arancedo, encabezó las reuniones que culminaron
con el documento "Felices los que trabajan por la paz".
Monseñor
Arancedo fue quien encabezó la Conferencia que concluyeron
en un documento fuerte que hizo reaccionar al gobierno nacional,
políticos y otros actores cercanos al gobierno. El documento
dado a conocer en la mañana del viernes 9 de mayo en horas
de la mañana, en la ciudad de Pilar, provincia de Buenos
Aires.
En
uno de sus párrafos más urticantes sostienen: Constatamos
con dolor y preocupación que la Argentina está enferma
de violencia. Algunos de los síntomas son evidentes, otros
más sutiles, pero de una forma o de otra todos nos sentimos
afectados. Queremos detenernos a reflexionar sobre este drama porque
creemos que el amor vence al odio y que nuestro pueblo anhela la
paz.
En otro tramo afirman: Son numerosas las formas de violencia que
la sociedad padece a diario. Muchos viven con miedo al entrar o
salir de casa, o temen dejarla sola, o Están intranquilos
esperando el regreso de los hijos de estudiar o trabajar. Los hechos
delictivos no solamente han aumentado en cantidad sino también
en agresividad.
Sobre
los pobres: No se puede responsabilizar y estigmatizar a los pobres
por ser tales. Ellos sufren de manera particular la violencia y
son víctimas de robos y asesinatos, aunque no aparezcan de
modo destacado en las noticias. Conviene ampliar la mirada y reconocer
que también son violencia las situaciones de exclusión
social, de privación de oportunidades, de hambre y de marginación,
de precariedad laboral, de empobrecimiento estructural de muchos,
que contrasta con la insultante ostentación de riqueza de
parte de otros.
El tema de la corrupción es sin duda uno de los aspectos
que más ha indignado: La corrupción, tanto pública
como privada, es un verdadero “cáncer social”
(EG 60), causante de injusticia y muerte. Desviar dineros que deberían
destinarse al bien del pueblo provoca ineficiencia en servicios
elementales de salud, educación, transporte.
Los
efectos de la cárcel: La cárcel genera en la sociedad
la falsa ilusión de encerrar el mal, pero ofrece pocos resultados.
El sistema carcelario debe cumplir su función sin violar
los derechos fundamentales de todos los presos, cuidando su salud,
promoviendo su reeducación y recuperación. Nos duele
y preocupa que casi la mitad de los presos no tenga sentencia. La
mayoría de ellos son jóvenes pobres y sin posibilidades
para contratar abogados que defiendan sus causas.
Como corolario tomamos lo siguiente: Estos síntomas son graves.
Sin embargo, en el cuerpo de nuestra sociedad se encuentran también
los recursos para afrontar el paciente camino de la recuperación.
Todos estamos involucrados en primera persona. Destacamos, ante
todo, el profundo anhelo de paz que sigue animando el compromiso
de tantos ciudadanos. No hay aquí distinción entre
creyentes y quienes no lo son. Todos estamos llamados a la tarea
de educarnos para la paz.
Para
reflexionar
Que
la corrupción es un cáncer social no es ni nuevo ni
para horrorizarse, solo un gobierno que vive adentro de un frasco
puede pensar que esto es una agresión. El denominado país
real es la muestra palpable…
En
cuanto al tema de la droga, su introducción, cocinas de fabricación,
una población infectada y un crecimiento geométrico
no puede llamar a dudas… concurre en cada lugar del país
y es un tema relevante que se discute y debate a diario.
La
pobreza, su crecimiento confronta con la riqueza desmedida y la
ostentación infame de la misma, parte de la misma dirigencia
política, sus riquezas en casas, autos, ropas y viajes al
exterior violando todas las ordenanzas que son para el resto de
la población. Esto es claro de ver, parece que puede ser
desdibujado por discursos grandilocuentes, rimbombantes, fastuosos
y vacíos de contenido.
Sí,
en el cuerpo social hay reservas, pero tal como estamos esas reservas
están en minoría, será obligación de
estas minorías trabajar y caminar para convencer a las mayorías
que han caído en la mediocridad y la chabacanería.
Caracteres:
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DOCUMENTO
COMPLETO
El
titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José
María Arancedo, encabezó las reuniones que culminaron
con el documento "Felices los que trabajan por la paz".