TRABAJO
INFANTIL
El
12 de junio es el día contra el Trabajo Infantil, esto
para los organismos internacionales, la realidad es bien diferente…
EL
TRABAJO INFANTIL ES VARIABLE DE AJUSTE I
Por
Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo
Digital
2
de noviembre del 2005. Actualizado el 19 de julio del 2016
¨Siempre
nos amarraban, si nos quedábamos dormidos…
Castles empleaba una cuerda tan gruesa como mi pulgar,
La doblaba y le hacía nudos…
Yo acostumbraba ir a la fábrica un poco antes de la seis
de la madrugada, algunas veces a las cinco,
Y trabajaba hasta las nueve de la noche…
Thomas
Clarke, 11 años
1833 - Revolución Industrial
La
actual sociedad capitalista tuvo como elemento esencial el trabajo
infantil para bajar el costo de la mano de obra, así
como la de la mujer, ambas compiten con la mano de obra masculina,
esto desde los inicios de la Revolución Industrial, donde
millones de niños desde los 4 años realizaban
tareas en canteras, minas, fábricas, talleres, construcción
o tareas domésticas.
Las
estadísticas del INDEC - Instituto Nacional de Estadísticas
y Censos registra para noviembre del 2004 un total de algo más
de diez millones de hogares, con menos de un promedio de 4 personas
por hogar.
La población por debajo de la línea de pobreza.
16.300.000 de personas o sea un 44,3 por ciento.
Hogares por debajo de la línea de de pobreza: 3.400.000
hogares o sea el 33,5 por ciento. Mientras la población
por debajo de la línea de indigencia: 6.300.000 de personas,
un 17 por ciento de la población, los hogares son 1.200.000
o sea un 12,1 por ciento. Estas cifras dicen que 1 de cada 5
personas no pueden cubrir, con sus ingresos, sus necesidades
básicas nutricionales. Esto provoca la indigencia.
En
el primer semestre del 2004 6 de cada 10 niños y adolescentes
crecían en condiciones de pobreza, o sea más del
60 por ciento, esto es 6.100.000 chicos sobre un total de menos
de 10.000.000 de chicos como población total.
Es
dable informar que en la actualidad, y según los informes
del Observatorio de la Deuda Social de la UCA / Universidad
Católica Argentina arroja las cifras de un 40,4 por ciento
de los niños y adolescentes empobrecidos, unos 5.000.000
de chicos, un 9,2 por ciento de indigencia algo más de
1.100.000 chicos, cifras a diciembre del 2015.
De
esta realidad surgen que en nuestro país trabajan 1.980.000
niños entre los 4 y 14 años, estamos hablando
de casi el 1 por ciento del trabajo infantil en el mundo, según
las cifras de la OIT - Organización Internacional del
Trabajo que habla de 246 millones de chicos que trabajan, la
Argentina tiene este porcentaje entre más de un centenar
de países donde el trabajo infantil es una variable de
ajuste para bajar el costo de la mano de obra.
Estos dos millones de niños representan el 5,6 por ciento
de la población total de la Argentina y son el 20 por
ciento de la población infantil y adolescente. A esto
debemos sumar que existe otro tipo de explotación y que
hay redes delictivas que se apropian de niñas y niños
para corromperlos en el tráfico sexual y como divertimento
de los mayores, que una vez que entran obligados a las garras
del tráfico infantil son difíciles de recuperar,
porque se encuentran asociados distintos estamentos políticos,
sociales y económicos, participantes o bien que hacen
la vista gorda a dicho flagelo.
El
modelo neoliberal diseñó para nuestros países
la realidad de la desocupación como base esencial que
destruyó y destruye el núcleo familiar, por otro
lado la falta de trabajo, los cientos de pueblos abandonados
por la inexistencia de servicios esenciales como el tren o el
agua diezmó estos antes pueblos del interior y expulsó
su mano de obra hacia las ciudades, que quedaron atestadas y
sobre exigidas en proveer trabajo inexistente.
Por eso este modelo de hambre y desocupación no ha escatimado
en vejámenes de cualquier tipo a sus grandes poblaciones,
cada vez más empobrecidas. Por esto, ante esta consecuencia
fatal el trabajo infantil en los países dependientes,
los del Tercer Mundo, los no desarrollados está en aumento,
son pasibles de ser súper explotados, sobre explotados.
Los niveles más altos de trabajo infantil, esto es desde
los 4 a los 14 años, los 15 se dice es una edad apropiada
para trabajar, pertenece a los países africanos, Asia
y América Latina.
Se
los puede ver desempeñarse en cientos de tareas y generalmente
las más insalubres, las de mayor riesgo, sin cobertura
social, y en muchos casos sin salario. Así como lo lee,
sin ningún tipo de retribución, por el alimento
y mal alimento diario y una cama que deja mucho que desear…
Las
tareas como servicio doméstico donde se considera que
hay unos 10.000.000 de chicos que trabajan, o mejor dicho son
explotados, minería, pesca de gran profundidad, estamos
hablando que bucean, construcción, en la elaboración
de material deportivo y calzado deportivo, equipamiento quirúrgico,
cerillas y pirotecnia, fábricas de cristal, cerámica
y carbón vegetal. En joyerías, en el campo, en
la fabricación de alfombras y tejidos de los más
variados, en piedras preciosas, diamantes, oro y en sintéticos
y naturales.
Usted
sabía que el 60 por ciento de la exportación de
pelotas de fútbol que hace Pakistán, que compra
Estados Unidos de América, casualmente uno de los 13
países que no suscribió, en 1989, la Convención
sobre los Derechos de la Infancia, tiene en su confección
el trabajo de algo más de 7.000 niños y niñas
menores de 14 años que cosen las mismas. Les pagan por
el trabajo 60 centavos de dólar, o sea, 1,73 pesos argentinos
por pelota, los más grandes no pueden coser más
de 2 o tres pelotas por día.
Los
otros trabajos que realizan son variados, se los puede ver en
la industria de las pieles para las fiestas, cigarrillos, sedas,
agricultura comercial, té y plátanos, recolección
de basura, alfombras para las casas elegantes, esas que les
gusta mirar a muchos, pensar en los cuentos de hadas, aquí
no hay cuentos de princesas, ni nada que se parezca, hay un
millón de niños pakistaníes, indios y nepaleses
explotados, para que luzcan y gocen aristocracias hipócritas
de Europa y de otras partes del mundo.
En
África el 17 por ciento de la población activa
la constituyen los niños entre 4 y 15 años.
En
nuestro continente el trabajo infantil reúne cifras elocuentes,
el 16,2 por ciento de explotación infantil en Brasil,
casi 200.000 chicos trabajan en Chile, 3.300.000 niños
en México, 800.000 chicos en Bolivia, el 12 por ciento
en la zafra y minería. En el caso de Perú, la
fuerza laboral entre los niños y adolescentes entre 5
y 17 años es del 21 por ciento, o sea 21 chicos cada
100 trabajan, en la franja de 5 a 11 años 12 de cada
100 chicos trabaja en formas serviles y de extrema explotación.
América Latina es un continente empobrecido y el trabajo
infantil es parte de la explotación, hay quienes buscan
en formas humanizadas del trabajo infantil justificar los designios
de un sistema político, social y económico que
requiere del trabajo infantil y de la doblegación de
los niños para que sean hombres resignados en el futuro.
La
aplicación del Convenio Nº 138 de la OIT, ratificado
por la Ley Nº 24.650, que establece que "Todo miembro
para el cual esté en vigor este convenio se compromete
a seguir una política nacional que asegure la abolición
efectiva del trabajo de los niños, creó una Comisión
que por el Decreto Nº 719/00, del 25 de agosto de 2000,
en el ámbito del Ministerio de Trabajo Empleo y Formación
de Recursos Humanos trabajaría para la erradicación
del trabajo infantil. El mismo en los últimos años
ha crecido.
La
escuela en esta realidad es abandonada, la continuidad de los
estudios se hace compleja, porque los horarios de explotación
son extensos, por eso la escuela ha dejado de ser su lugar.
Ellos deben llenar los espacios humanos de sus padres, como
una contradicción que genera el propio modelo y dentro
de un sistema político y social de exterminio, los niños
compiten con los mayores. Es otra forma lucha perversa e inducida
de pobres contra pobres y más aún, es la degradación
familiar y social, es lanzar a padres e hijos hacia la desesperación
que les impone esta y otras humillaciones.
Volvamos
a la Revolución Industrial, el dueño de un telar,
don Mister Andrew Lee sostenía: ¿Qué tiene
de malo que un niño esté trabajando, que estén
fuera de la escuela?, tonterías, afirmaba, mientras los
niños trabajaban desde las 6 de mañana a las 20
horas: ¨Nada es más favorable a la moral que los
hábitos de subordinación, desde muy temprano,
a la industria y la regularidad¨.
Por
otro lado el presidente de la Real Sociedad en Inglaterra, Mister
Giddy sostenía que: ¨Dar educación a las clases
pobres laboriosas… resultaría perjudicial a su
moral y su felicidad; les enseñaría a desdeñar
su suerte en la vida, en vez de hacer de ellos buenos sirvientes
en la agricultura y en otros empleos, a los que su posición
en la sociedad les ha destinado… les capacitaría
para leer panfletos sediciosos… les haría insolentes
con sus superiores…¨
Esta
es la cuna del sistema capitalista mundial, este es el pensamiento
puesto en ejecución durante el siglo XIX y mucho antes,
no ha variado, ni puede variar, los cambios se produjeron por
las luchas y por las grandes victorias y derrotas en el campo
laboral. La lucha por el salario y por las mejores condiciones
de trabajo y de existencia es una pelea histórica desde
la aparición de la clase obrera y de la organización
del Movimiento obrero, los niños son parte de este andamiaje
que buscan obligar a que se doblegue, a querer que sean sumisos
y de esta forma liquidar de cuajo toda conquista lograda.
No
hay erradicación del trabajo infantil sin una comprensión
acabada de dichos objetivos, por eso los 246 millones que afirma
la OIT o los 400 millones que sostienen otras fuentes, son parte
de un complejo más amplio, que no pasa por adherirse
desde las convenciones en la erradicación del trabajo
infantil. Porque esto constituye solo parches, las grandes multinacionales
que son las que gobiernan el mundo siguen su paso inexorable
en la explotación de la mano de obra infantil.
Libertad
Por Paul Eluard
...
En los senderos despiertos
en los caminos desplegados
en las plazas desbordantes
escribo tu nombre.
En
la lámpara que se enciende
en la lámpara que se extingue
en la casa de mis hermanos
escribo tu nombre.
En
el fruto en dos cortado
en el espejo de mi cuarto
en la concha vacía de mi lecho
escribo tu nombre.
En
mi perro glotón y tierno
en sus orejas levantadas
en su patita coja
escribo tu nombre.
En
el quicio de mi puerta
en los objetos familiares
en la llama de fuego bendecida
escribo tu nombre.
En
la carne que me es dada
en la frente de mis amigos
en cada mano que se tiende
escribo tu nombre.
En
la vitrina de las sorpresas
en los labios displicentes
más allá del silencio
escribo tu nombre.
En
mis refugios destruidos
en mis faros sin luz
en el muro de mi tedio
escribo tu nombre.
En
la ausencia sin deseo
en la soledad desnuda
en las escalinatas de la muerte
escribo tu nombre.
En
la salud reencontrada
en el riesgo desaparecido
en la esperanza sin recuerdo
escribo tu nombre.
...
FUENTES: Indec, Observatorio de la Deuda Social, UATRE, diarios,
agencias y fuentes propias.
Caracteres:
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