LAS
RAÍCES NEGRAS EN EL TANGO
Por
Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo
Digital
8
de mayo del 2015 *
En
una información de la agencia EFE del 25 de abril del 2010,
se rescata el trabajo del antropólogo Norberto Pablo Cirio
que plantea un aspecto esencial de la influencia negra en la música
ciudadana de Buenos Aires: EL TANGO. Esencialmente lo que se puede
denominar como las raíces negras en el tango. Este planteo
tuvo que ver con una exposición que se llevaba a cabo por
aquellos días. La exposición se realizó en
el Museo Casa Carlos Gardel, ubicado en la calle Jean Jaurés
735, en la ciudad de Buenos Aires. La inauguración fue
el 23 de abril hasta el 21 de mayo del Bicentenario.
En
dicha noticia, cuyo título afirmaba: Muestran historia
negra del tango, se dice que el tango, de raíces arrabaleras,
tiene también una historia negra que se entronca con los
ritmos afroargentinos, un secreto a voces que ha rescatado el
científico mencionado.
Cirio
afirmaba que: "Si bien siempre estuvo ese rumor más
o menos fundado de la presencia negra en el tango, fue mal estudiado
y peor comprendido". "Historia negra del tango”,
promovida por Cirio se propuso el contacto con la comunidad argentina
de ascendencia africana para saldar lo que denomina la:"deuda
histórica y social con uno de los grupos fundadores de
la patria”.
Por
todo esto, bajo el lema de que "todo tiene su historia negra,
pero de ésta estamos orgullosos" , el antropólogo
organiza aquella muestra compuesta por más de un centenar
de piezas que mostraban y muestran y pretenden avalar este pionero
enfoque sobre una realidad que había sido vagamente tratada
a nivel académico y siempre desde una perspectiva blanca,
sostenía Norberto Cirio.
QUE
HABÍA EN LA MUESTRA
¿Qué se puede encontrar en la muestra? Se preguntaban
en aquellos días: Partituras, discos y fotografías
de época originales y en su mayor parte inéditas,
cedidas para la ocasión, las cuales conforman un recorrido
que arranca en las últimas décadas del siglo XIX
y analiza el candombe, "la música y el baile distintivos
y emblemáticos de esta comunidad”, y la música
de las comparsas de carnaval, que para Cirio dibujaban el contexto
en el que nació el tango.
Además
la Comisión Permanente de Estudios Afroargentinos afirmaba
que: Aunque toda historia tiene su comienzo, la del tango aún
espera ser escrita. No es que no se sepa nada sobre la cuestión,
es que lo que se ha dicho es, en muchos aspectos, insatisfactorio.
En
cuanto a preguntarse por qué es insatisfactoria, la respuesta
está orientada en que por una aparente falta de pruebas
y, fundamentalmente, de reflexión teórica, en muchas
ocasiones de ambas, estas fallas fueron remedadas con el anecdotario,
tentador fruto silvestre del que se han servido memoriosos diletantes.
En
otras palabras, el ansia por vincular la cuestión a un
conveniente linaje andaluz -léase blanco-, taponó
su entendimiento en clave americanista, es decir, mestiza. Ello
no fue sino la resultante de nuestro deseo por desentendernos
de que, desde el descubrimiento español de lo que hoy es
la Argentina, nuestra sociedad se urdió con la gente de
la tierra y con quienes bajaron tanto de barcos europeos que venían
de Europa como de barcos europeos que venían de África.
Por
todo esto, en aquella exposición estuvo la presencia de
afroargentinos en los diferentes períodos del tango como
género, a partir de la figura de Rosendo Mendizabal, "un
hito indiscutible" en los orígenes del tango.
La
mayor "joya" de la muestra, instalada en el museo Casa
Carlos Gardel, era una partitura original de 1897 de "El
Entrerriano”, una de las más destacadas composiciones
de Mendizabal, cuya publicación marcaba para Cirio el origen
de la "Guardia Vieja" como período estilístico
del tango.
Estaba
también el compositor y músico Leopoldo Ruperto
Thompson, quien introdujo el llamado estilo "canyengue",
y el pianista y compositor Horacio Salgán, cuyo tango "A
fuego lento" fue "el germen de todo el movimiento estético
de Astor Piazzolla y su escuela”, aseguraba el antropólogo.
Otro de los compositores destacados en la muestra fueron Enrique
Maciel, cuyo vals "La pulpera de Santa Lucía”,
de 1929, es a juicio de Cirio "el himno, la obra emblemática
de los valses criollos”.
"Desde
el origen del tango, hasta el presente, siempre ha habido músicos,
compositores y bailarines negros", explicaba Horacio Torres,
director del museo, quien recuerda que dos de los seis guitarristas
de Gardel eran afroargentinos.
Estuvieron
asimismo las partituras y discos de compositores blancos como
Sebastián Piana o músicos como Alberto Castillo,
que trataron desde diferentes perspectivas la temática
de la negritud.
Cirio
consideró que lo innovador de esa propuesta era que "nunca
antes la comunidad afro argentina había sido consultada
y estudiada, nunca antes se le había dado la palabra, la
voz y el voto en esta historia”.
A
su juicio, "en el mejor de los casos, quienes escribieron
a favor de esta teoría lo hicieron basándose únicamente
en documentos escritos producidos por blancos, lo cual no es malo
en sí mismo, pero es parcial, y, como toda verdad parcial,
termina siendo falsa”.
"Esta
cuestión ha sido mal estudiada por falta de pruebas, pero,
fundamentalmente, por la estrechez teórica de una visión
europeísta, resultante de cómo nos pensamos los
argentinos como nación”, en cuya construcción
de la identidad "se enfatizó un proyecto blanco europeo
y se cubrió con un manto de olvido a otras tradiciones
culturales anteriores, como la negra o la aborigen", concluía.
Todo
esto puede explicar que la insatisfacción aludida se debe
a que el tango no pudo haberse gestado ni desarrollado de manera
refractaria al común denominador de la América postcolombina,
el mestizaje. Si llamarnos americanos es pensarnos mestizos, por
mal camino procuramos entender el largo proceso histórico
de nuestra sociedad sólo en términos euros centrados,
sostenía la Comisión
Y
a modo de conclusión decía: No fuimos, ni somos,
la excepción blanca de América y más de cuatro
siglos de convivencia pluriétnica y multicultural invitan
a repensar nuestra música ciudadana desde una perspectiva
socio histórica integradora.
La
milonga representa nuestros aportes afros y criollos mezclados,
por lo tanto representa nuestros orígenes mulatos.
En realidad es casi imposible referirse en singular a cualquier
género de la cultura popular. Deberíamos decir siempre
las milongas, porque se trata de un género con muchas sub-especies.
El origen de la palabra milonga es indudablemente afro, aunque
no es clara su procedencia exacta. A mí me parece que mas
allá del termino original del que provenga, lo importante
está en que desde sus orígenes remotos representa
al lugar de reunión, de comunión: desde las originarias
rondas que hacen los pueblos bantúes, donde en el centro
baila una pareja, hombre y mujer, representando así la
fecundidad de la tierra, y pidiendo y agradeciendo una buena cosecha,
hasta las posteriores rondas de baile entre compadritos, casi
como una capoeira porteña, donde también se resistía
al orden establecido. Y luego ya en los cafetines, donde de a
poco iría dejando de ser milonga en lo musical, para pasar
a ser lo que hoy ya se conoce como tango. Pero fijate que no dejó
de ser hasta hoy milonga el término que denomina el lugar
de reunión. Uno va a la milonga a bailar tango, afirmaba
Quintín Quintana, etnomusicólogo que investiga las
raíces culturales de la música rioplatense; publicado
en Latitud Barrilete.
Buenos
Aires albergó, una forma de expresarlo, una masa esclava,
fueron miles de negros que bajaron de los barcos. Reducidos a
la esclavitud para servir, en todo el sentido de la palabra, a
los amos españoles, criollos y de los otros.
Una
realidad política y social que ha sido deliberadamente
ocultada, para mostrar un perfil de país, español
y europeo, donde lo mestizo, lo indígena, el gauchaje y
lo popular estuvo siempre oculto, enterrado… se lo clandestinizó
porque fue producto de una sangría a la cual contribuyeron
los factores dominantes de nuestro país actual. Familias
de ¨nobles apellidos¨ que fueron los tratantes de negros.
Que
el tango haya nacido en los arrabales, es producto que todo lo
laborioso, lo popular representó lo vacuo, lo inculto…
el denominado populacho no podía aportar nada a la flamante
nacionalidad.
El
tango ha pasado de su mensaje que mostrar la realidad social en
el que nace, a esta grotesca forma de representarlo: lo TURÍSTICO…
vaciado de contenido. La negritud no se debe mostrar… es
mejor en la siempre Historia oficial mostrar que tiene raíces
blancas…
Por
ello será que, en la actualidad, aún no se sabe
los miles de hombres y mujeres negras que inundaron la ciudad
de Buenos Aires colonial y dejaron su huella…
Producción
compartida con Haydée Dessal.
Fuentes:
Efe y Comisión Permanente de estudios afro argentinos,
Latitud Barrilete.
Primera
versión publicada el 11 de mayo del 2010. Corregida y actualizada.
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