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PAQUITA BERNARDO
Apodada “LA FLOR DE VILLA CRESPO” o “LA FLOR DEL TANGO”

Por Jorge Luis Caballer especial para Villa Crespo Digital *

2 de febrero del 2015

Su verdadero nombre era Francisca Cruz Bernardo. Nació en Buenos Aires, el 1° Mayo de 1900, en el desaparecido Pasaje “Mangiante” hoy Scalabrini Ortiz y Gorriti, lo que sería en la actualidad Palermo y límite con Villa Crespo.

Comenzó sus estudios primarios en la escuela pública de la calle Padilla y los culminó en la escuela pública de Corrientes y Pringles. Trabajo desde los once años en una fábrica de medias ubicada en Vera y Acevedo.

Inició sus estudios de piano en el Conservatorio de Catalina Torres, en donde se despierta su interés por el bandoneón -instrumento en aquellos años no apropiado para la mujer- a raíz de que en dicho conservatorio conoce al bandoneonísta José Servidio quien devendría en gran músico, creador de nada menos que el tango “El Bulín de la Calle Ayacucho”.

Cabe destacar, como nota de color, que en sus presentaciones nunca uso pantalones como se dice, sino que usaba una falda negra, con blusa blanca y corbata negra.

Fue música, compositora y directora de orquesta. Fue la primera ejecutante femenina del bandoneón que alcanzó transcendencia artística y actuación profesional destacada, siendo los maestros Pedro Maffia, Enrique García y el nombrado José Servidio quienes le impartieron los conocimientos fundamentales en el tango. Amó la poesía contemporánea entre ellos a García Lorca.

A partir de 1920 inicia sus actuaciones en los cafés ABC (S.Ortiz y Córdoba); La Paloma (Santa Fe y el Arroyo Maldonado); Peracca (Corrientes 5456); San Bernardo (Corrientes 5434); San Jorge Thames (entre Villarroel y Vera); La Terraza (Costanera Sur); Café de Ventura (Corrientes y Serrano) y La Glorieta (Corrientes 5566).

El público venía a verla en tal cantidad que la policía tenía que cortar el tránsito de la calle Corrientes que para aquéllos tiempos era angosta y dormía.
En 1921 se presentó al frente de su orquesta “Paquita” en el emblemático Café Domínguez (de Corrientes y Paraná) integrada por Elvino Vardaro, violinista (figura esencial del tango); Alcides Palavecino, también violinista; Don Osvaldo Pugliese (en piano) del que nada se puede agregar (también hijo de nuestro barrio); Miguel Loduca en flauta y Arturo Bernardo en batería.

En 1923 realizó con dicha orquesta una exitosa labor en Montevideo. Sus páginas más difundidas fueron tangos como Floreal, Cachito, La enmascarada (grabado por Gardel), valses como Cerro Divino y Villa Crespo y, paso dobles como Déjame Sola y La Maja, llegando a componer quince temas.
En 1924 se presenta en Radio Cultura. Fue la única música que actuó en la “Gran Fiesta del Tango” en el teatro en el Teatro Coliseo. En febrero de 1925 en el Teatro Smart acompaña a la Compañía teatral de Blanca Podestá (quien la admiraba profundamente) y también ese mismo año se presenta en el mismo teatro como interprete, acompañada, al piano, por Enrique Delfino.

Falleció muy tempranamente en Villa Crespo el 14 de abril de 1925.

Surge relevante resaltar que en aquellos años una joven mujer de barrio, de nuestro barrio, supo y pudo ponerse al frente de una orquesta de varones, integrada, entre otros, por los nombrados Vardaro y Pugliese, figuras fundamentales en la vida del tango, es todo un mérito y un valiosísimo aporte a la música popular.

Cabe también poner de relieve su presentación en el Café Domínguez (…que ya no está), donde frecuentaron importantes intérpretes y autores de nuestro medio, tales como el célebre letrista Celedonio Flores (otro hijo de Villa Crespo), un lugar en donde se reuniera lo mejor de la poesía rea y mistonga de Buenos Aires.

• Este trabajo conforma otra de las entregas realizadas en el 2014 por los integrantes del Taller de Literatura del Centro Cultural.
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