MASACRE
SOBRE BUENOS AIRES / BOMBARDEOS
DEL 16 DE JUNIO DE 1955
EL
GUERNICA ARGENTINO
Por
Juan Carlos Cena y Elena Luz González Bazán *
Villa Crespo Digital
16 de junio del 2015 *
Este trabajo publicado el 16 de junio del 2005 por este medio
y reproducido por una cantidad no estimada de portales. El mismo
ha sido ampliado y corregido. Creemos que sigue teniendo total
actualidad. Es un deber rescatar la memoria colectiva y derrotar
el olvido. Se cumplen 60 años de aquel bombardeo siniestro
y asesino sobre la población argentina. Se cumplen casi
9 años de la desaparición de Jorge Julio López,
testigo clave contra los responsables de la última dictadura
militar. Nombre que se ha olvidado, nadie habla de él,
muchos lo esconden y no parecen tener ningún tipo de
preocupación por su aparición, saber dónde
está, qué fue de él.
Algo parecido a este 16 de junio, bombardeado con más
de dos millares de heridos y una cifra que va entre 350 y 700
muertos.
Además,
en el 2008 incorporamos como primicia el acrílico de
Gerardo Bavio pintor…
+ grande
Acrílico
de Gerardo Bavio – Bombardeo 16 de junio de 1955 - Tucumán
2007
El 16 de junio, en el mediodía de otoño del año
1955, formaciones de las aviaciones de Marina y Aeronáutica,
haciendo su bautismo de fuego, sobrevolaron el centro porteño
y descargaron toneladas de explosivos sobre la población
civil. El bombardeo dejó, aproximadamente, 350 muertos,
cifras nunca confirmadas. Como en Guernica, se ocultan los efectos
de la masacre, y más de 2000 heridos, entre ellos casi
un centenar de lisiados para el resto de su vida. Otras fuentes
reflejadas en este trabajo hablan de 700 tumbas cavadas en el
cementerio porteño de la Chacarita.
En
Guernica los fascistas/franquistas demolieron y masacraron a
un pueblo para que tronara el escarmiento desde el aire, con
total y absoluta cobardía; en Plaza de Mayo, masacraron
al pueblo alevosamente con el pretexto de matar a Perón,
el déspota nazi/fascista, según los ideólogos
de la Unión Democrática, del mismo modo: para
que tronara el escarmiento, había que matar al tirano,
comenzando por el pueblo que lo apoyaba.
Fue el inicio de un proceso histórico dentro del campo
social y político, comenzaba el desmontaje de una formación
ideológica de carácter nacional, esta es parte
de su historia.
"A
mediados de junio bombardearon la Plaza de Mayo. El primer estallido.
La oligarquía descargaba sin piedad sobre el pueblo todo
ese odio rancio acumulado, de linaje. Toda la sociedad simiesca
aplaudía las muertes, no existía en ellos aflicción
cristiana, sino el gozo oligárquico de la muerte de clase.
Las muertes eran de los otros: los plebeyos que resistían
por permanecer en estrado de dignidad peronista perpetua., la
que los incluyó en la sociedad". Párrafo
del cuento Brumas de septiembre (2001), publicado en el libro
Crónicas del Terraplén - 2007.
Para
analizar la verdadera naturaleza de los procesos históricos,
estos deben ser tomados en determinadas etapas para examinarlos
dentro de que contexto histórico, momento en que aparecen
los sucesos, como las masacres, en este caso, y la realidad
posterior que se distorsiona, donde se tiñe y oculta
toda la etapa señalada.
No hay hechos separados en los procesos históricos, este
tipo de masacres no son aisladas, sino que estallan en un momento
histórico, político, social y económico
determinado. Todos los hechos represivos que generaron masacres
fueron inducidos por los factores de poder que dominan el aparato
del Estado
No
podemos dejar de mencionar, antes de entrar en el tema, algunos
antecedentes históricos sobre la historia de la masacres
en nuestro País.
DESDE
EL INICIO
"-Señor
general, si la matanza es tan grande ¿Quién quedará
para nuestro servicio?
-Ea. Déjame -respondió Garay-, que es la primera
batalla, si en ella los humillamos
tendremos quien con rendimiento acuda a nuestro servicio".
Cierto
día del invierno de 1580, un tremendo combate tuvo lugar
a las orillas del río que divide, las dos veces fundada,
Buenos Aires de los territorios aborígenes... Las crónicas
relatan que aquel día, además de establecerse
ese transparente diálogo entre Juan de Garay y alguno
de sus soldados, fue decisivo en el proceso de extermino de
los querandíes. Dicen los cronistas que las aguas del
río enrojecieron, ya aún después de la
derrota querandí, los españoles continuaron la
masacre, dándole nuevo nombre al paraje, que a partir
de entonces comenzó a llamarse La Matanza.
Se
podría inferir que todo parte desde ese momento. Momento
del traslado de lo peor que trajeron en sus bodegas los barcos
de la conquista a nuestro territorio, el huevo de la serpiente,
el mismo que anidó en Guernica desde los tiempos de la
inquisición: los genocidios en América Latina.
Es larga la lista de estos acontecimientos aberrantes ocurridos
en América Latina y, en este caso, en nuestro territorio:
Las Conquistas del Desierto, que fueron tres: Martín
Rodríguez en 1820, Juan Manuel de Rosas en 1833 ganando
territorio a las comunidades hasta la actual Tandil, provincia
de Buenos Aires y posteriormente la más sanguinaria,
la llevada adelante por Julio Argentino Roca en 1879, durante
la presidencia de Nicolás Avellaneda.
En el siglo XX: En 1907, los propietarios, administradores de
los conventillos ayudados por la policía quisieron proceder
a desalojar a los que no podían pagar, eran más
que elevados alquileres, las familias trabajadoras no podían
hacer frente a pesar de trabajar hasta 16 horas diarias, un
suceso conocido como la Huelga de los Inquilinos, re bautizada
por J.C. Cena como la Rebelión de las Escobas. La Semana
Roja en 1909; la violenta represión a los estibadores
y portuarios en Ing. White, también, en 1909; en Macachín,
provincia de La Pampa en 1910; La Semana Trágica en 1919,
Los fusilamientos en La Patagonia en 1921, Las Masacres de la
Forestal en el Chaco, La masacre de Jacinto Aráoz, en
la provincia de La Pampa en 1921.
En abril de 1924 la Reducción Aborigen promueve y realiza
la primera y única huelga agrícola indígena,
su líder indiscutible fue el Cacique Toba Pedro. Los
pobladores argentinos originarios de la Reducción Aborigen,
llamada luego Napalpí (cementerio o lugar de los muertos
en lengua Toba), a 120 kilómetros de la capital del entonces
Territorio Nacional del Chaco, Resistencia, ésta tenía
una población de 850 personas, aproximadamente. A raíz
de ese movimiento se produce una feroz matanza.
Podríamos
seguir enumerando las distintas represiones al movimiento obrero
y popular, a los campesinos y al pueblo en general. La violenta
represión desatada luego del golpe de Estado de 1955
fue la representación de que el odio de clase se instalaba
en todo el territorio nacional contra todos los trabajadores
y el pueblo. Todo fue más tarde ratificado por sucesivos
gobiernos civiles y militares.
La movilización militar a ferroviarios y bancarios, al
tiempo, la aplicación nacional del Plan Conintes dirigido
esencialmente hacia el movimiento obrero peronista; luego, la
violenta represión a los ferroviarios durante la Huelga
de 1961 que se resistían contra la aplicación
de este Plan devastador y de desguace que traía, por
encargo del imperio, este General Larkin; todo ocurría
en los espacios "democráticos" del gobierno
de Arturo Frondizi. La militarización de los conflictos
fue una constante antes y durante el gobierno militar de Ongania,
continuando por sus sucesores.
Con el advenimiento del gobierno de Isabel Perón, la
represión se recrudeció en otras formas: La Triple
A, comandada por López Rega junto a su banda, fue el
brazo ejecutor más importante y sanguinario, como la
implementación de la Masacre de Ezeiza; luego, la represión
al cordón industrial del Paraná y así con
las masacres selectivas de la Triple A por todo el territorio,
junto a la defenestración de gobiernos peronistas populares.
Todo
un anticipo de lo que vendría, primero el golpe de estado
de 1955 y la continuación más criminal con el
golpe genocida de 1976. Todos estos hechos están marcados
por el profundo odio de la clase dominante que tiene sobre el
pueblo trabajador, obreros, estudiantes, intelectuales honestos
y así con lo que se atreven a luchar por su dignidad.
Es el poder brutal del Estado utilizado desde la fundación
de este territorio como Nación para doblegar al pueblo
por mandato del imperio colonial.
Ese odio acumulado tuvo su representación inicial en
la
Plaza de Mayo el 16 de junio de 1955, sin duda alguna.
Los bombardeos protagonizados por la marina y aeronáutica
de guerra no fueron productos de las contradicciones y de los
errores que había incurrido el segundo gobierno de Perón.
No, fue un ejercicio anticipatorio inducido por las fuerzas
oligárquicas que querían recuperar el terreno
y los tiempos perdidos. Operación a modo de advertencia,
como un adelanto de lo que vendría. Las fuerzas del odio
se reagrupaban y anunciaban que regresarían a cualquier
costo.
La
masacre de junio de 1955 era la anticipación de ese nuevo
recomienzo. Cuestión que estallaría ese mismo
año, el 16 de septiembre, con persecución y cárcel,
tortura y muerte de miles de hombres y mujeres, trabajadores,
delegados, militantes, activistas y todos los que se opusieron
a la caída de Perón y a los luchadores populares
comprometidos con el pueblo.
Se debía terminar con ese proceso populista de carácter
nacional, insoportable para las clases dominantes. La distribución
del ingreso, a pesar de la crisis, el gobierno peronista, es
decir Perón, había decidido mantener a como de
lugar el porcentaje más alto de la distribución
del ingreso en forma equitativa con el pueblo, más alto
de toda la historia de Latinoamérica. La participación
de los trabajadores de la Argentina en el PBI rayaba en el 53
por ciento, hubo momentos del 61 por ciento. Muy mal ejemplo.
Ante tan funesto ejemplo, la oligarquía, con el visto
bueno del imperio comenzó a armarse el andamiaje golpista.
Los intereses norteamericanos, luego del triunfo en la Segunda
Guerra Mundial y su posicionamiento definitivo como gran potencia
capitalista había virado hacia Europa y Japón,
el Plan Marshall fue el arma económica para levantar
los territorios arrasados europeos. América Latina fue
desatendida de la mirada norteamericana, pero ya en 1950, el
denominado imperialismo yanqui comenzaba a ocuparse y preocuparse
de los destinos que habían elegido algunos países
de este continente.
EN
ARGENTINA
En
abril crece el enfrentamiento con la iglesia. El 14 de abril
se suspendió en todas las escuelas la enseñanza
obligatoria de religión y moral. El 20 de mayo se suprimió,
por ley, la exención de impuestos a los templos y organizaciones
religiosas y se llamó a una Constituyente para separar
la iglesia del Estado.
En
forma paralela, en México, se realizaban reuniones entre
militares, Gainza Paz, Lanz Duret, el coronel García
Valsesca, donde participaba, además, un personaje de
los medios de comunicación de esos tiempos, llamado Joshua
Power, comerciante, que controlaba los servicios informativos
de Editor Press. El The New York Time y The Economist, donde
anticipaban, en sus artículos, los días por venir.
Esta
masacre hay que incluirla en el comienzo de procesos golpistas
que se iniciaron en 1930 con el golpe de Uriburu contra el ex
presidente Hipólito Yrigoyen, esencialmente contra su
política petrolera y la decisión al frente de
la misma del general Enrique Mosconi.
A
partir de aquí se inicia ¨esa costumbre de golpear
las puertas de los cuarteles” por parte de sectores civiles
poseedores de un poder económico poderoso, que fueron
perjudicados por el reparto equitativo en la distribución
de los ingresos, levemente o fuertemente, por eso acuden a los
cuarteles para que ellos, los militares, sean su brazo armado
y estos militares se prestaron a destronar a gobiernos elegidos
en las urnas y a reprimir a los opositores de esos intereses.
Estos,
los militares, debían resolver por medio de las armas,
utilizando la fuerza y sin miramientos hacia el pueblo trabajador
las contradicciones que perjudicaban sus intereses, es decir,
las contradicciones con los trabajadores y el campo popular.
La resolución era la represión violenta. Se rechazaba
con terrorismo todo veredicto, por más democrático
que fuera, propuestas u hombres elegidos en las urnas que no
fueran funcionales a sus ambiciones.
En
esta situación se deja de lado todo proceso democrático
que no conculque con ellos, por más benéfico que
fuera para la Nación y se lanzan a la consumación,
una y otra vez, a la concreción del golpe militar. Se
utilizan a las fuerzas armadas como herramienta represiva, de
opresión, persecución y masacres que han dejado
una dolorosa huella en la vida nacional.
EL 16 DE JUNIO
Previo
a este ataque se encuentran otros intentos, como el de Benjamín
Menéndez en 1951, familia de golpistas y represores.
El mes de junio no era un mes cualquiera en la etapa que vivía
el proceso del segundo gobierno peronista. Las contradicciones
se profundizaban y continuaron el 10 de junio con la manifestación
de la iglesia católica en la procesión de Corpus
Chisti, esto, hay que decirlo, excedía lo religioso.
Por la noche la quema de una Bandera Argentina, que el gobierno
de Perón se lo adjudica a la oposición.
El peronismo y antiperonismo eran una realidad.
La mañana del 16 de junio de 1955 fue el bautismo de
fuego de los aviones de la aeronáutica contra el pueblo,
aunque lo quieran negar. Operaron esos aviones los aviadores
argentinos, arrojando nueve toneladas y media de explosivos,
según algunas fuentes, otras, catorce toneladas sobre
la población civil inerme. Fijaron sus objetivos de ataque
en los puntos del centro neurálgico de la Plaza de Mayo,
la casa de gobierno, donde lanzaron sus bolas de fuego y muerte
contra los trolebuses repletos de pasajeros, en su mayoría
trabajadores que se desplazaban hacia sus tareas, o bien transeúntes
distraídos que recorrían ese lugar histórico,
mientras se escondían como podían ante la sorpresiva
y violenta lluvia de bombas y metrallas. Eran aviones de la
Fuerza Área y de la Marina de Guerra Argentina que actuaron
con los mismos objetivos y la misma saña criminal.
LA
ESPERA
Aquel
16 de junio, el capitán de fragata Néstor Noriega,
de 39 años de edad, esperaba que el cielo se despejara,
la escuadrilla formaba escalonada hacia arriba. A las 12,40
Noriega al mando de su Beechcraft descarga una bomba de 100
kilos que cae sobre la sede presidencial; a continuación
los North American al mando del capitán de corbeta Santiago
Sabarots descargan bombas de 50 kilos cada uno. La Plaza de
Mayo era un incendio, quienes salían de las bocas del
subte se encontraron con la nube de pólvora, los aviones
rasantes sobre el casco porteño, la gritería,
la desesperación, la gente intentando esconderse como
podía, heridos, muertos, mutilados, así comienza
la masacre del 16 de junio. Noriega y Sabarots son los responsables
materiales junto a los aviadores de aquel día de masacre,
hay otros responsables intelectuales.
En
el trabajo por recuperar históricamente aquella masacre,
realizado por Gonzalo Cháves, titulado la Masacre de
Plaza de Mayo, pasa revista a los nombres de muertos y heridos,
lugares donde fueron alojados y la cantidad de muertos NN que
aparecen en el listado.
Por
otro lado, Gonzalo Cháves afirma en un reportaje concedido
a un diario de Rosario: Me sorprendió descubrir entre
los protagonistas de la masacre del 16 de junio de 1955 a hombres
y nombres que participaron en el golpe del 24 de marzo de 1976,
como los dos secretarios del ministro de Marina Olivieri, que
fueron Emilio Eduardo Massera y Horacio Mayorga, dos marinos
importantes en el último golpe de Estado. Ellos estuvieron
al tanto de lo que iba a pasar y no detuvieron la acción
militar contra los civiles. El ministro Olivieri dio parte de
enfermo y sólo regresó al despacho dos días
más tarde del 16 de junio. Lo mismo hicieron ¨Emilio
Eduardo Massera y Horacio Mayorga, sus jóvenes ayudantes¨.
De
esa investigación se desprende que estuvieron involucrados
activos participantes de la última dictadura militar
como son: Carlos Suárez Mason y Osvaldo Cacciatore, intendente
porteño durante la dictadura, el de las famosas autopistas,
que integraba la escuadrilla de la aeronáutica que bombardeó
la Plaza de Mayo. Otro de los personajes que estuvo en el bombardeo
fue el hermano de Massera, Carlos Massera como piloto de la
marina.
¨La
sublevación contó en forma activa con el respaldo
de la base naval de Punta Indio que estaba al mando del capitán
de marina Néstor Noriega; del BIM 4 (Batallón
de Infantería de Marina), asentado en Puerto Nuevo y
de parte de la oficialidad de la Aeronáutica hubo dos
aviones Catalina que llegaron de la base Espora. La noche del
15 de junio copó Ezeiza, con el objetivo de reabastecerse
de combustible y explosivos, porque la base de Punta Indio quedaba
muy lejos. De allí los pilotos con sus aviones fueron
y volvieron varias veces, entre ellos Cacciatore¨,
sostiene Gonzalo Cháves.
Hay
un testigo incomparable, el camarógrafo de Sucesos Argentinos,
Carlos de la Fuente, víctima del bombardeo, que a pesar
de estar herido, no perdió la conciencia, llegó
a contabilizar "pilas de muertos detrás de la Casa
Rosada", con una etiqueta atada con un hilo en el dedo
gordo del pie con los datos de cada una de las victimas. Dice
lacónicamente: todo fue un pandemonium.
Siempre
se trató de minimizar esta masacre, suceso aberrante
y criminal si los hubo. Hoy aparecen, esto fue a partir del
2005, una serie de desvergonzados hablando y otros escribiendo
sobre el bombardeo a la Plaza de Mayo hipócritamente;
otros pidiendo resarcimiento económico para las víctimas,
toda una burla caricaturesca, cuando, durante años ni
se acordaron de ese pueblo masacrado, ni que los fusilados en
León Suárez eran trabajadores y resistentes.
Cuando
se asesina al pueblo, los otrora intelectuales se hunden en
el silencio. Son otras muertes. Otros, falsarios presurosos
y oportunistas, dicen, hablan, y del mismo modo, deletreando
algunas frases para no quedar fuera.
Repetimos, siempre se trató de minimizar y ocultar por
derecha este hecho monstruoso, pero no podemos callarnos y denunciar
la carga de hipocresía de algunos que detentan el rótulo
de progresistas y adelantados.
Por
otro lado, el reconocido periodista Gregorio Selser sostiene
lo siguiente: ¨Como culminación de la serie de
actos de desagravio a la bandera, se dispone que una escuadrilla
de diez aviones a retropropulsión sobrevuelen la Catedral
de Buenos Aires, en Plaza de Mayo. Ignorándolo Perón,
ese vuelo debe convertirse en la señal de una insurrección
conjunta de las tres fuerzas armadas y comandos civiles, que
debía iniciarse a las 8¨.
Pero
debido a una imprevista niebla, los aviones sólo pueden
alzar vuelo a las 10. Durante ese lapso Perón es informado
de la conjura y se traslada al Ministerio de Guerra. Al mediodía
aviones navales bombardean la Casa Rosada y sus adyacencias,
al tiempo que fracasan los intentos de la infantería
de marina de apoderarse del sector. Las víctimas se cuentan
por centenares. Los aviones que participaron de la acción
se refugiaron en Uruguay¨, es decir, se fugaron llenos de
cobardía.
Dice
Roberto Bardini, en un trabajo, que los agresores huyen hacia
Uruguay, donde solicitan asilo político, eran tiempos
de Battle Barres. ¨Al día siguiente, el diario Clarín,
que no se caracteriza por sus simpatías peronistas, escribe:
'Las palabras no alcanzan a traducir en su exacta medida el
dolor y la indignación que ha provocado en el ánimo
del pueblo la criminal agresión perpetrada por los aviadores
sediciosos que ayer bombardearon y ametrallaron la ciudad'.
¨El
ataque a traición de los aviadores navales subversivos
produce un terrible impacto emotivo en la población.
Durante meses no se habla de otra cosa en los hogares de todo
el país¨. En 'Dossier Secreto - El Mito de la Guerra
Sucia -, el periodista norteamericano Martin Andersen cita el
informe de un analista de la embajada de Estados Unidos en Buenos
Aires, quien describe este estupor generalizado en un mensaje
enviado a Washington a las tres semanas del sangriento acontecimiento¨
continua Bardini.
La
masacre de junio de 1955 costó la vida aproximadamente
a 350 ciudadanos, otras fuentes más precisas sostienen
367, y a más de dos millares de heridos, sin contar las
profundas secuelas de terror que se instalaron en gran parte
de la población que vivió, asistió y sufrió
aquellos bombardeos encabezados por los aviones de la marina
y Aeronáutica, acción indudablemente repudiable.
García Acosta sostiene en una nota publicada por este
medio, en el 2005 que: ¨En la Mesa de Entradas General
de la DAOM, donde trabajaba, se llevaba el registro de todo
lo que se emitía como notas, órdenes de trabajo.
Cada dependencia tenía un número y una barra,
al que seguía el número de la actuación.
La Dirección de Construcciones tenía el número
1/. A primera hora una ordenanza trajo una nota con una orden
de trabajo urgente: informaba que la Dirección de Construcciones
procedería a cavar 700 tumbas en el Cementerio de la
Chacarita. Al asentarla en el libro tuve clara conciencia de
la masacre¨.
Luego
continúa su comentario: ¨Muchos años después,
ya disuelta la DAOM y yo fuera de ella, por razones de investigación
histórica, traté de ubicar en el Archivo Municipal
ese enorme libro de Registro de la Dirección de Construcciones
para volver a ver, allí registrada con mi letra, esa
macabra orden de trabajo, tétrico reflejo del doloroso
enfrentamiento que dividió a los argentinos y que tuvo
formas de barbarie¨.
Los
hospitales que brindaron ayuda en el momento que se producía
la caída de casi 14 toneladas de explosivos sobre la
Plaza de Mayo y adyacencias fueron: la denominada y conocida
Asistencia Pública, los hospitales Argerich, Rawson,
Clínicas, Alemán, Policlínico del Ministerio
de Hacienda, Policlínico Militar y Policlínico
Rivadavia. Otras fuentes tienen la información sobre
los muertos y heridos en el hospital Ramos Mejía y el
Español y en el Policlínico Durand, en aquel momento;
otro grupo lo conforman los Policlínicos Fernández,
Álvarez y Las Heras. Lo de policlínicos es la
denominación de la época. En la Morgue Judicial
como en los listados de los hospitales y policlínicos
se encontraba la nómina de muertos y heridos.
Las
mujeres fallecidas e identificadas fueron 50, 9 las NN femeninas,
los hombres no identificados fueron dos decenas. Asimismo, en
la Asistencia Pública aparecen 25 cadáveres no
identificados y en el Policlínico Las Heras no se suministró,
en su momento, la lista de los muertos. Además, hay un
detalle de enfermeras y enfermeros que prestaron ayuda a los
atacados y fueron muertos en el bombardeo, sumando otros seis
asesinados.
Un cable de ANSA, por otro lado, informaba sobre los sublevados
que pidieron asilo en Uruguay: la terna siniestra, hay que afirmarlo,
de 27 rebeldes, incluyendo a un civil. Un párrafo aparte
sobre la participación de los civiles, ya que esta sublevación
militar contó con comandos civiles que luego actuarían
durante la denominada Revolución Libertadora.
La
lista es publicada por el diario La Nación del 8 de julio
de 1955, donde se incluyen las bajas o retiros entre los militares
insurrectos: Aeronáutica: 26 miembros y en la Marina,
78 marinos. Estos destierros de las fuerzas fueron refrendadas
por los ministros de Marina y Aeronáutica. Además
el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas informaba que habían
sido encuadrados en el marco de rebeldía al personal
interviniente en los sucesos del 16 de junio, de acuerdo al
Código de Justicia Militar.
Pero
la realidad posterior ocultó la masacre del 16 de junio,
se conoció más la quema de las iglesias que este
momento histórico, que no sólo marcaba el comienzo
del final del gobierno peronista, sino, el recomienzo e implementación,
por parte del Estado, de la puesta en marcha de la maquinaria
represiva.
Apareció
la consigna: Cristo Vence.
Se
cumplen sesenta años de este suceso aberrante, es la
inauguración de un proceso histórico que brota
de las entrañas de lo más rancio del poder oligárquico
con violencia y represión, era la ofensiva de las fuerzas
de ese poder para apoderarse del aparato del Estado: comenzaba
en el campo social el desmontaje de una formación ideológica
de carácter nacional.
Luego
del bombardeo, parte del pueblo salió a la calle enardecido.
Perón trató de contenerlos. En esa reacción,
donde le solicitaron armas al Perón, se cometieron algunos
desmanes como respuesta a la masacre.
Se
cumplen 60 años y, sin embargo, la masacre sigue impune,
como tantas otras aberraciones contra el pueblo. Por eso, debe
aparecer la memoria histórica, rescatar la identidad
colectiva y que estos asesinatos queden escritos en los anales
de la historia, así como la nómina de los responsables
ideológicos y quienes se prestaron concientemente a tal
masacre contra la población civil.
El
16 de septiembre, de ese mismo año, se termina de consumar
lo iniciado el 16 de junio de 1955.
Luego
de la caída de Perón vendrán los asesinatos
a mansalva en José León Suárez y los fusilamientos
de junio de 1956.
Comenzaba
la construcción de un andamiaje legal de un gobierno
militar de facto, con la vigencia del Decreto 4161 que preveía
cárcel para todo aquel que mostrara sus simpatías
peronistas, luciera emblemas o fuera miembro de la Resistencia
Peronista.
LA
QUEMA DE BIBLIOTECAS Y LIBROS
El
odio de clase se mostró en la quema de todas las bibliotecas
que tenían libros de aquellos que eran teñidos
de peronistas. Los 9 tomos del sanitarista Ramón Carrillo,
Teoría del Hospital, son quemados, y así todo
lo que había pertenecido al gobierno peronista, como
la anterior residencia presidencial que fue devorada por las
llamas. La destrucción de la Fábrica Argentina
de Locomotoras instalada en talleres Liniers fue desguazada
y los prototipos de las locomotoras Justicialista y Argentina
cortadas con sopletes, entre tantos hechos de verdadera violencia.
El gobierno militar, por presión de la oligarquía
vacuna, anula la Ley del Peón Rural. Dilapida quemando
y cortando todo el material que había en hospitales y
escuelas que decía Fundación Eva Perón,
no se cambió o tachó el nombre de la Fundación,
se quemaron y destruyeron todo lo que pudiera recordar a la
denominada ¨tercera tiranía¨.
Muchos
de los que participaron en el bombardeo, al mejor estilo y recuerdo
de Guernica, a Plaza de Mayo, luego del derrocamiento de Perón,
ocuparon altos cargos en los distintos gobiernos civiles y militares,
como Zavala Ortiz de origen radical, algunos fueron premiados
colocando sus nombres a algunas de nuestras calles y al nombre
de una estación de subterráneos como Ing. Carranza,
conspicuo comando civil durante la Libertadora.
En
el caso de Francisco Manrique fue funcionario en la liberadora
y luego con Lanusse; otros como Olivieri fue premiado y el cargo
fue representante ante la ONU - Organismo de las Naciones Unidas;
Vicchi, embajador en Estados Unidos de América; y en
el caso de Toranzo Calderón, uno de los responsables
fundamentales de aquella matanza, fue a la España franquista
como embajador, donde mostró orgulloso el Guernica Argentino.
EL
GUERNICA / PABLO PICASSO
Una
costumbre de las clases dominantes instalada en este país,
con un fuerte contenido de clase, es que casi todos los genocidas
en la Argentina son homenajeados de una u otra manera, con sus
nombres señalan calles o plazas, como Juan de Garay o
Julio A. Roca, dos ejemplares genocidas, entre otros.
Varias
décadas llevó instalar el tema del Guernica Argentino,
miles de muertos y desapariciones hay en esta historia, sin
embargo, es bueno comenzar por donde empezó. Porque los
nombres de los aviadores son los comandantes y principales figuras
del 24 de marzo de 1976 y de los hechos posteriores.
Y en esa misma cadena de realidades, que se conectan, están
todas las violaciones a los derechos humanos y la implementación
de otras formas para dejar impune todo este largo proceso de
dolor y muerte, represión y desaparición.
COMENZAR
POR EL PRINCIPIO
Es
bueno comenzar por el principio. Aquella mañana nublada
y fría de junio, era un jueves, 22 North American, 5
Beerchraft, 4 Gloster y 3 Anfibios catalina, 34 aviones en total
nublaron el cielo de Buenos Aires, durante el espacio de horas
de terror, y a partir de las 12,40 y con vuelos rasantes y asesinos,
hasta entrada la tarde otoñal de junio, acumularon muertos,
heridos y desesperación. Dos décadas después
muchos de estos marinos y aviadores iniciaban el camino de la
última dictadura militar.
Hoy muchos de ellos, están sindicados en las fojas enrojecidas
de la represión estatal…
Como
sostiene el poeta Roque Dalton: no se puede
construir nada que se parezca a reconciliación
con este ¨inmenso mar de mierda¨…
CRÓNICAS
DEL TERRAPLÉN, UNA SAGA FERROVIARIA / AUDIO
/ FERROVIARIOS
- SINFONIA DE ACERO Y LUCHA
MUJER,
SOCIEDAD Y POLÍTICA / 30
DE MARZO DE 1982, UNA GESTA OLVIDADA
*
Publicado el 16 de junio del 2010. Este trabajo de investigación
es la síntesis de dos trabajos realizados en forma separada,
que fueron publicados en parte en otros momentos y ahora conjunta.
Luego de investigar sobre nuevas fuentes, entregamos esta sintética
investigación para su conocimiento.
Publicado en otros medios, por primera vez el 16 de junio del
2005, cuando se cumplieron los 50 años del bombardeo
sobre Plaza de Mayo. Lo actualizamos en el año 2008,
en el 2010 y ahora lo actualizamos.
Caracteres:
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