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CHICOS / SOCIEDAD / INDIGENCIA - POBREZA - TRABAJO INFANTIL

SON 9810 MIL MILLONES DE RAZONES
Para decir NO

Parte I

 

Parte II

 

Indigencia, pobreza, riesgo nutricional y mortandad; trabajo y explotación infantil, deserción y discriminación escolar, igual a analfabetismo, vinchuca, el Sida de los pobres…plagas y así…


SON 9810 MIL MILLONES DE RAZONES
Para decir NO

Parte I

Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital

 

12 de enero del 2006


El pago constante y sonante al Fondo Monetario Internacional por 9.810 mil millones de dólares es de por sí un ataque y una no resolución de los problemas que están candentes en el imaginario y en la vida concreta de la niñez y adolescencia argentina.
Nada de los arriba mencionado, sintéticamente, se tuvo en cuenta, los niños ya no son más los únicos privilegiados, ahora es el F.M.I.


Los 12 millones y medio de niños y adolescentes menores de 18 años son pobres o indigentes en la Argentina, según el informe de la UNICEF, las cifras oficiales reflejan algo más de 9 millones y medio. Cifra dada como si fuera solamente una razón de números y cuadros estadísticos, sin vigor, sin fortaleza, que pueden tener una resolución dentro de estos parámetros. Todos los meses se arrojan cifras con puntos, medios puntos o algún numerito que nos quiere mostrar que ellos, nuestros niños, ya dejaron de ser pobres, siempre dentro de estos parámetros. Todo un embuste numeral, que tiene un alto contenido de desprecio hacia nuestros niños. Veamos el sofisma.


Mesuras, medidas y razones que, además, tienen que ver con peleas mezquinas llenas de complacencias entre los encuestadores oficiales y no tanto, nos quieren convencer que la Canasta Básica Alimentaria es de 124,73 pesos, mientras la Canasta Básica Total es de 268,17 pesos para noviembre del presente año.


Por otro lado los hogares pobres para el segundo semestre del 2004 llegaban al 27,7 por ciento y las personas 37,7 por ciento. En el caso del primer semestre del año que concluye, 2005, un 27,4 por ciento para los hogares y un 37,7 para las personas, a simple vista, la variación es prácticamente inexistente, estos son números que entrega el Indec.


Además, y siempre en la línea de corroborar con cifras oficiales, las cuales pueden ser puestas en duda; esas cifras dicen que son necesarias para el primer año de vida, 880 calorías, entre 2 y 9 años varían entre 1.170 a 1.950 calorías y, entre 10 y 17 años una variación, de acuerdo al sexo de 1.980 a 2.840 calorías por día.


Con títulos sensacionalistas la BBC de Londres, el 7 de agosto del 2002, después de la hecatombe del 18 al 20 de diciembre del 2001, reflejaba que el 70 por ciento de la población argentina era pobre o indigente, de acuerdo a lo que afirmaba un organismo de la Presidencia de la Nación Argentina: Siempro, informaba que 8.600.000 hogares eran pobres, que recibían menos de 188,8 dólares por hogar, valor que los transformaba en pobres u 83,8 dólares por hogar que los arrojaba a la indigencia.
Y siguiendo con la línea de reflejar a millones de hogares y personas que están en pobreza extrema, las cifras de octubre del 2001, antes de la debacle del 2001, sostenía que en el conglomerado más importante del país, o sea el Gran Buenos Aires, los niños bajo la línea de pobreza eran 4.258.421 y los chicos indigentes: 1.479.579, sobre un total poblacional entre 0 y 17 de 7.095.696 de niños, niñas y adolescentes, o sea el 31,8 por ciento de la población total de los 28 aglomerados urbanos.


Algunos aspectos que podemos destacar: en 1991 en el Gran Buenos Aires había 2.348.355 niños y adolescentes en la línea de pobreza y 330.117 en la indigencia. Diez años después, en el 2001, en el censo poblacional arrojaba que había 4.258.421 bajo la línea de pobreza y 1.479.579 en la indigencia, esto y mirando una realidad que se profundizó nos puede reflejar que aquellos niños que tenían entre 0 y 7 años en 1991 siguieron siendo pobres o indigentes en el 2001, y tomando en cuenta que el tramo de 0 a 5 años concentra una pobreza e indigencia del 29 por ciento, de 6 a 12 años el 40 por ciento y el nivel siguiente, 13 a 18 años, un 30 por ciento; estas son cifras para mayo del 2002; podemos sostener que la pobreza perdura, la indigencia penetra y las soluciones no llegan.


Los economistas, los sociólogos y otros sostienen que la pobreza no sólo es un proceso complejo y multidimensional, sino que hay múltiples razones que determinan qué implica ser pobre, en líneas generales podemos aseverar que son aquellos que carecen de ingresos para cubrir las necesidades básicas esenciales del grupo familiar. O sea, es una privación material para consumir lo necesario. Este sostenimiento elude las verdaderas causas de porqué existe la pobreza.

La pobreza es vista como limitación de la libertad de los individuos. Pobre visión, sólo busca eludir la verdadera naturaleza del problema. Las definiciones, para algo tan aberrante como es la pobreza, para estos expertos en explicar lo inexplicable son: la absoluta o extrema o bien la relativa o general. La primera es obviamente aquella donde el ingreso no satisface ni la alimentación básica del núcleo familiar, no llega a las calorías mínimas. La general o relativa no logra satisfacer las necesidades alimentarías básicas como las necesidades no alimentarías básicas, tales como vestido, energía y vivienda.


Las necesidades básicas fueron cambiantes a través de los tiempos, cada sociedad compone su canasta con productos típicos de cada país, con una dieta que tenga que ver con las realidades de producción y reproducción de la fuerza de trabajo. Las calorías para nuestro país son alrededor de 2.400 calorías por persona, aquellos que consumen menos pasan a la línea de pobreza y bajo esa línea de pobreza se define la indigencia. O mejor dicho, la miseria extrema.


Para calcular la línea de pobreza relativa, además de la canasta básica alimentaría hay que incluir el acceso a una vivienda digna o adecuada, vestido, educación, salud y los servicios esenciales como electricidad y agua, gas y comunicaciones de algún tipo. Es decir las necesidades básicas insatisfechas.


Los especialistas en esta materia eluden el gas, porque hablan de las garrafas económicas y las comunicaciones son reservadas para las clases sociales que pueden utilizarlas, sin contar que el avance del desarrollo humano implica como esencia de la existencia misma la comunicación con otros seres humanos, de distintas formas, o quizás simplemente el poder comunicarse por situaciones de emergencia.


Este es el marco de lo técnico, las cifras, las elucubraciones, son la maqueta del edificio que será, o muestra las falencias de lo que se debe corregir. La realidad es que los niños y niñas, los adolescentes en situación de pobreza e indigencia, además de hambre tienen faltas, enormes faltas, que el sistema político, ayudado por los técnicos hacen malabares para dibujar y no los ven cuando se corta la luz del semáforo y aparecen los enjambres de chiquitos pidiendo monedas. Y lo que es peor, no muestra el desprecio de los adultos que miran al costado o los desprecian por ser pobres.

El Banco Mundial calcula que las líneas de pobreza internacionales rondan en: $1 y $2 en los términos de la denominada Paridad de Poder de Compra (PPC) de 1993. Esta PPC mide el poder de compra relativo de las monedas de los países. Así comprueban que las líneas de pobreza se expresan en una unidad común para todos los países. Se consideran en pobreza absoluta todas aquellas personas que viven con menos de $1 diario y en pobreza relativa aquellas que viven con menos de $2 diarios. Lo pasamos en limpio: con menos de 30 pesos por mes para cada persona es pobreza absoluta y 60 pesos por mes para aquellos que, se supone, tienen pobreza relativa.


Estas son las cifras críticas de la pobreza, las que no miden los niveles de desazón, de las insatisfacciones, los rompimientos que deben soportar las familias, hombres que se quiebran por no tener trabajo, se pasan al alcoholismo, donde la droga barata le carcome el cerebro a los adolescentes, donde el paco hace estragos.


Por eso, podemos tomar algunos elementos como los que muestran miembros de la Universidad de La Plata, reverenciándose en Sen, un economista que rebate estos planteos, sostiene que no hay correspondencia estrecha entre la pobreza vista como escasez de ingresos y la pobreza vista como incapacidad para satisfacer algunas necesidades elementales y esenciales. No solo se trata del acceso, sino de cómo tienen capacidad los individuos para utilizar esos recursos, hace una comparación entre un joven sano y un anciano enfermo, adonde van los recursos para uno y otro. Es otra mirada de la realidad.


En el caso de los niños y adolescentes hay que preguntarse hacia donde se orientan los recursos para salvarlos de todas las pestes que abatirán sus organismos empobrecidos. El pago de la deuda no curará sus miserias, por el contrario las aumenta, las últimas cifras del Indec, el organismo oficial sostiene que la brecha entre ricos y pobres se amplía, los fuegos de artificios no lucieron ni esta Navidad.


La falta de educación nos les permite un nivel esencial de reflexión y contención social, no tienen una salud cuidada desde la gestación, con controles periódicos que ayuden su evolución y solucionen las problemáticas fundamentales.


El pago de la deuda externa al FMI no es un canto gregoriano, un salvoconducto a la independencia económica, sustentada por los primeros años del peronismo, no conjuga con la soberanía política, o la justicia social tan ansiada.


La independencia económica es producto de políticas de Estado que llevan adelante los gobiernos que enfrentan al imperio, como sostiene Floreal Ferrara.
La decisión política de ser un país políticamente soberano, tiene que ver con la resolución de las contradicciones en el seno del propio campo capitalista, la de pagar la Deuda Interna y no la Deuda Externa mal habida y fraudulenta. Ser libres rigurosamente y no pagar, o ser dependientes y abonar.


Esto quiere decir, que si somos un país dependiente, ante el primer requerimiento de los organismos internacionales, que necesitan dinero fresco y presionan, este gobierno, que tiene reservas para pagar cash, como se afirma ahora, deja de utilizar esos fondos para el desarrollo interno y la solución de los graves problemas que nos aquejan, acepta tal requerimiento y no apuesta a confrontar con el FMI, para dar solución a los problemas sociales y generando participación popular.


La justicia social hoy es inexistente, y es cierto que este gobierno no fue el que generó los mayores niveles de pobreza o exclusión, pero esto es relativo, porque el actual presidente, los jefes de gabinete, los integrantes de los ministerios, tanto nacionales, provinciales o municipales, los legisladores nacionales, provinciales y municipales, todos, en quienes hoy se apoyan los trasversales kirchenistas vienen de viejos enjuagues políticos, dentro y fuera del peronismo, radicalismo y otros entuertos partidarios.


En cuanto a la soberanía política, sería bueno recordar que durante el gobierno de Perón no se sumaron al FMI, fue recién con la dictadura de Aramburu y Rojas.
El 19 de abril de 1956 hubo gestiones para el ingreso de Argentina al Fondo Monetario Internacional y al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, Decreto 7103.


El 1º de noviembre del mismo año, se ofrece un banquete a Rodolfo Corominas Segura quien iba a partir hacia Washington para asumir sus funciones de director del FMI,


El 29 de diciembre de 1958, ya era presidente Arturo Frondizi, se firma el convenio con el FMI, por razones políticas el acuerdo no se da a publicidad oficial (1).

Los superávit fiscales pueden tener distintos destinos, durante el menemismo fueron parte de una nueva acumulación de poder, sirvieron para, no sólo, ensanchar la brecha entre ricos y pobres, sino para lograr que una gran masa de desocupados fueran carne de cañón contra los trabajadores ocupados, con bajas de salarios, pérdidas de todas las conquistas sociales y la imposición de la flexibilización laboral. Fue el vértice del trabajo sobre explotador de las mujeres y los niños, con salarios más bajos y en negro.
Hoy el superávit fiscal ha servido para pagarle al Fondo Monetario Internacional, la pobreza sigue su curso, los niños siguen muriendo de las enfermedades más previsibles y la brecha sigue su paso ascendente.


La soberanía política le pertenece al imperio, y la dependencia es una realidad que arrastra a nuestro país hacia los tiempos coloniales. Nos volvieron a invadir, esta vez vienen con otros espejitos de colores, pero son lo mismo, tienen el ropaje de la depredación y siguen teniendo lacayos y entregadores en estas tierras.


Los niños siguen esperando, no es como afirman que ahora se debe redistribuir, eso es para el engaño, la redistribución no se hará, por lo menos la necesaria y esencial, si hablamos de piastras, de esas hubo en los tiempos de la conquista de todo tipo.
Sí debemos rescatar algo del padre de la Patria, y es cuando afirmaba que: ¨Cuando la Patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla¨. José de San Martín.

Notas:
(1) Investigación de Roberto Baschetti
Publicada en Agencia Argenpress 28 de diciembre del 2005



Indigencia, pobreza, riesgo nutricional y mortandad; trabajo y explotación infantil, deserción y discriminación escolar, igual a analfabetismo, vinchuca, el Sida de los pobres…plagas y así…


SON 9810 MIL MILLONES DE RAZONES Para decir NO
Parte II


Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital

 

11 de enero del 2006

Retomando al Libertador: ¨Cuando la Patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla¨. La Patria son los niños, niñas y adolescentes, los ancianos, y todos los que habitan el suelo argentino, esto a grandes rasgos sostiene el Preámbulo de la Constitución Nacional. Si esto es así, la pregunta sería, ¿por qué se beneficia al FMI y no se salda la deuda con la niñez y adolescencia y con los otros sectores sociales que están en situación de riesgo? Es decir, La Patria.


Otros con necesaria solvencia han remarcado las premisas económicas negativas de este pago, y por otro lado, los que hablaron a favor planteando que es una apuesta a la liberación nacional. La realidad es que la discusión no puede seguir pasando por los números fríos.


Vivimos tiempos de escepticismo, de displicencias, de desprecio, de un individualismo feroz, que muestra parcialmente el estado en que se encuentra un sector de la sociedad, que deviene en una actitud arrogante y de desprecio frente a los excluidos. Estado de situación que ha penetrado horadado profundamente las conciencias, penetrando como un cuchillo filoso en el torrente sanguíneo de la sociedad. El sálvense quien pueda es la manera de comportamiento y, el hueco por donde han pasado y están pasando todas estas políticas nefastas sin que haya reacción alguna
Este sector enfermo de la sociedad poco les importa el destino de nuestros niños, los observan con mirada torva, indiferente, sin importarles la humillación a que son arrastrados, sector que solo se mueve por sus intereses.


Por eso estas políticas nefastas pueden aplicarse, por la liviandad de los razonamientos de este sector de la sociedad, y cuando se excluye de las culpas políticas, cuando le adjudica responsabilidades a los pobres por los votos emitidos y las actitudes que asumen ante el caudillo barrial cuando este los llena de prebendas asistencialistas, pero poco dicen sobre sus actitudes genuflexas frente al voto cuota, el deme dos, y así con el prebendismo.


La actitud que tienen estas clases sociales ante los dolores de los pobres es perversa, inculpándolos de todos los males. De violadores, chorros y drogadictos, alcohólicos y vagos.


El sistema ha penetrado profundamente, si hasta las palabras, el vocabulario y las expresiones han cambiado, transculturación impulsada desde el imperio que siempre avanza sobre nuestras cabezas. Por eso lo social, la cuestiones sobre nación, la Patria no les interesa.


Los niños empobrecidos de nuestra nación debieran ser una preocupación general, un grito de alerta sobre este presente que vivimos y el futuro siniestro que asoma ante este flagelo.


Los 4.500 kilómetros que recorrieron los niños del pueblo, desde Tucumán a la Plaza de Mayo ha quedado en el olvido, alguna lágrima hipócrita ha saltado, pero la realidad es que la sociedad como tal no ha tomado conciencia de estos millones de niños, niñas y adolescentes empobrecidos, miserables, sin educación, sin salud, expuestos a la muerte en cualquier momento, violados y violadas, violentados, explotados, y no, por sus familias, como se afirma hipócritamente para salvar las ropas individualistas, sino por un sistema en el que algunos, pocos, han quedado en la punta del Aconcagua y, a las grandes mayorías las ha sepultado un alud.


Estos niños con sus caritas sucias, sus manos cansadas de trabajar miran con desazón en los televisores prestados, como la propaganda miserable muestra a los niños sanitos y cuidaditos que el sistema ensalza, los que algún día podrían ser los niños diez de Cavallo y compañía.


Estas profundas diferencias, esto que se gusta en llamar la brecha entre ricos y pobres presupone que unos pocos, tienen todo o casi todo y los demás carecen de absolutamente todo. Que deberán trabajar de la cuna a la tumba como sostiene Juan Carlos Cena, de la cuna a la tumba sobreexplotados y en las peores condiciones. Por eso y en una línea que confluye podemos sostener que cada protesta obrera, cada huelga, cada medida de fuerza de trabajadores que reclaman por sus salarios, por sus mejores condiciones de existencia, sus convenios laborales y tanto más es sistemáticamente atacado y reprimido porque la constante de este sistema, que es seguir manteniendo la sobre explotación de la cuna a la tumba, que la brecha se amplíe cada vez más y que los conquistadores de adentro puedan seguir el curso ascendente de prorrogar los contratos que tienen con el infierno.

En ese infierno están los niños, niñas y adolescentes, arrojados a las fogatas de la inquisición capitalista, y las cifras, que son números impersonales en vez de personas o seres humanos, señalan datos fundamentales.

Pobreza e indigencia
El último informe de la UNICEF dice que el 40 por ciento de los niños, niñas y adolescentes entre 0 y 18 años están con su salud en riesgo.


Que la pobreza trepa al 38 por ciento, esto se traduce en unos 14 millones de personas empobrecidas y por otro lado el Indec muestra que para el segundo semestre del 2004 los hogares no pobres tienen un ingreso de 1.519 pesos para 2,85 personas, un promedio de 533 pesos por persona, mientras los hogares pobres tienen un ingreso de 572 pesos, con un promedio de 130 pesos para 4 personas y media y en el caso de los hogares indigentes tienen un ingreso de 263 pesos que lo comparten 4,70 personas, o sea 52 pesos por persona.

Resulta irrisoria estas cifras, porque las personas son cortadas por porcentajes, en fetas, de todas formas podemos argüir lo siguiente: en los hogares que no tienen carencias no llegan a tener media persona entre 0 y 14 años. En los hogares pobres e indigentes los niños entre 1,35 y 1,79. Pasemos todo en limpio, en los hogares donde no hay dificultades económicas, a grandes rasgos, comparten entre tres personas algo más de 500 pesos por persona. Mientras en los hogares que cayeron en la pobreza e indigencia apenan tienen entre 52 y 130 pesos. En estos hogares se contabilizan menos de dos niños menores de 14 años. No podemos dejar de dudar de las cifras del Indec. Los hogares pobres son familias numerosas y esto implica que el ingreso es este, pero que la repartija es mucho menor. Así disfrazamos la pobreza e indigencia y es fácil bajar los porcentajes.


Por eso en la Capital Federal desde los distintos puntos del famoso tren blanco de los cartoneros, un medio de transporte discriminatorio y vejatorio de la condición humana, el 50 por ciento de los que llegan son chicos y trabajan, ellos son parte de las frías estadísticas que dicen que hay 2.000.000 de chicos que trabajan en nuestro país menores de 15 años.


Las cifras del acertijo son para una tira tragicómica, si no se tratara de seres humanos, la realidad es cruda y palpable.


La desocupación se dibuja como subocupación y se crearon dos situaciones que sólo puede estar en las cabezas oficiales: los subocupados que buscan empleo y aquellos que no buscan más, los demandantes y lo no demandantes.


En el ámbito educacional sobresale una de los efectos que ha producido la Ley Federal de Educación, repetir el año, este flagelo es mortal. En la provincia de Buenos Aires han tomado medidas paliativas a este desastre. En el caso de la escolarización y la deserción hay un alto índice de escolaridad secundaria incompleta que es del 40,9 por ciento, mientras que el primario incompleto es del 23,9, cifras del 2001 para los 28 aglomerados urbanos, pensemos lo que hay en medio de las zonas rurales.

Educación
Las diferencias entre las condiciones entre alumnos no pobres y pobres es sideral, donde hay un 80 por ciento de alumnos en situación de pobreza, repiten el 12 por ciento, y los no pobres, apenas el 1 por ciento, la no promoción efectiva es del 15 por ciento y abandona más del 3 por ciento. Tienen claras dificultades con lengua y matemática, los rendimientos son disímiles comparando con los hogares no pobres. Por otro lado los resultados que obtienen estos alumnos son un 30 por ciento inferiores que los alumnos donde la pobreza no los alcanzó.


¨En síntesis, sostiene la Red Federal de Información Educativa -
Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa, los datos muestran que el sistema educativo no está logrando revertir las desigualdades existentes en la estructura social. Sobre este cuadro de tendencias generales, se debe subrayar la importancia de la tarea que realizan las escuelas a las que asiste el alumnado en condiciones de pobreza, ya que presentan condiciones de partida sobre las que es necesario trabajar para asegurar que el proceso de enseñanza pueda desarrollarse¨.


Por otro lado la desigualdad ha penetrado las aulas, el lugar donde los chicos se deben educar, donde la pobreza no era vértice para discriminar del ámbito escolar, el social siempre existió, hoy discrimina vorazmente. ¨Históricamente, si la educación se encontraba con sujetos que vivían en condiciones de pobreza, esa condición no se anteponía a la posibilidad de poder educarse sino que la educación tenía por objetivo diluirla como diferencia, superarla, completarla. Hasta cierto punto, la pobreza era vista como propia del escenario social, en cuanto marcaba el territorio donde los sujetos estaban inscriptos; ella nos hablaba de sus raíces, de sus filiaciones y de sus herencias, como algo insondable que era parte de esos sujetos. La educación apuntaba a trabajar sobre ellas¨, dice María Silvia Serra.


Este largo presente discriminatorio ha sido atravesado por la pobreza, la indigencia, la discriminación que atacó a la escuela, los docentes primero dan de comer y luego intentan enseñar, los espacios escolares son deprimentes, no hay calefacción en invierno, ni refrigeración en verano, el patio puede ser un gran barrial o bien puede ser un fondo lúgubre. Los espacios no existen para que estos alumnos sientan que son parte de la sociedad, ella ya los segregó, los abandonó y los tiró hacia edificios inexistentes. Se educa en una situación de diferencias, de discriminación, de violación a los derechos humanos, se forja la escuela pública como el mal necesario, se consolida la educación en manos de lo privado y aparece el comercio vil de la educación. No hay posibilidades de reincorporar a esta enorme parte de la sociedad a una realidad que han demarcado quienes son los colonialistas del siglo XXI. Ellos, ya han marcado su territorio, por eso en nuestro país hay, todavía, escuelas ranchos.
Salud.


El chagas, o Mal de Chagas es el Sida de los pobres, dice Ferrara, en la Argentina, según las cifras de la Falcha - Fundación Argentina de lucha contra el Mal de Chagas, hay afectados más de 3.000.000 de personas, más de un millón viven en el Conurbano Bonaerense; entre el 15 y 30 por ciento de quienes las padecen presentan lesiones cardíacas irreversibles.


En nuestro país nacen con el Mal de Chagas congénito dos mil bebes al año, según el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. No se detecta en la mayoría de los casos porque se contagia de madre a hijo, la enfermedad presenta la característica de ser asintomática. El diagnóstico que se debe hacer a la embarazada infectada es la única herramienta que alerta sobre el riesgo de transmisión al recién nacido, y, en consecuencia, es lo que permitiría hacer los análisis, controles y tratamientos correspondientes en forma temprana, con una ventaja: si el mal de Chagas es detectado durante el primer año de vida, hay posibilidad de curación total.


En el norte argentino, uno de los espacios geográficos más atacados por el mal de Chagas, 7 de cada 10 niños son pobres o viven en hogares pobres y 1 de cada 4 chiquitos menores de cinco años se encuentran en riesgo nutricional.


La pobreza donde viven nuestros niños tienen las condiciones de hacinamiento, más de tres personas por habitación, viviendas precarias, de conventillos o inquilinatos, las condiciones sanitarias sin servicios sanitarios esenciales. La no asistencia a la escuela de alguno de sus miembros. Niños mayores que cuidan a los menores, y no pueden concurrir a la escuela es una de las características más palpables de la pobreza.
Adolescentes encarcelados.


El 21 de diciembre se conocía por la información vertida por la Capital de Rosario que una revuelta violenta fue sofocada en un penal de menores. Dice la información que los gritos desgarradores de los chicos menores salían por las ventanas y se escuchaban en las casas aledañas, nuevamente el tema de la represión, la penalización de la pobreza. La Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) radicó una denuncia judicial donde se sostiene que los uniformados golpearon con brutalidad a los chicos sin motivo aparente. Por otro lado el fuego iniciado, porque siempre hay fuegos en estos supuestos motines, fue responsabilidad policial del centro de detención, sostiene la denuncia, donde, por otro lado, se intenta simular, de distintas formas, una revuelta de los adolescentes.


Penalización de la protesta, deserción y exclusión escolar, salud inexistente, criminalización de los chicos y adolescentes, trabajo infantil y crecimiento de los males de los pobres.


Camino siniestro de un pago anunciado al FMI, en estos días, ni los anteriores, ni en los sesenta días posteriores a las elecciones se tomaron medidas que corroboraran que un niño está saliendo de la calle, de su situación de riesgo, de la falta de escolaridad, de su salud deteriorada, de sus manitos cansadas por trabajar. No hay ninguna medida que nos digan que esta Navidad, ni este año nuevo los niños, niñas y adolescentes dejarán de ser prostituidos salvajemente. Nada hay sobre sus derechos humanos, sobre su futuro, sólo tienen este presente, ignominioso y perverso…


Cuando la Patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla.



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