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El
Ferrocarril es una cuestión nacional
1º DE MARZO del 2006 - DIA DEL FERROVIARIO
Muchacho, el pueblo
Recoge todas las botellas que se tiran al agua
Con mensajes de naufragio
El Pueblo es una gran memoria colectiva
Que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido
Hay que buscar esas botellas y refrescar la memoria
Leopoldo Marechal - "Rapsodia III. Asedio al Intendente"
Por Juan Carlos
Cena* especial para Villa Crespo Digital
1º de marzo del 2006
El 1º de marzo es el día del ferroviario. Día olvidado, han tratado
de borrarlo de todas las maneras posibles y no tanto, porque según
dicen: No hay nada que recordar. El olvido, aún mantiene un cierto
campo conquistado sobre la memoria en este simbólico 1º de marzo.
Dura lucha es la que han protagonizado, tercamente, los memoriosos
ferroviarios, en el intento por hacer recular ese vacío, llamado olvido.
Primero en la cabeza de los nuevos ferroviarios y luego en la sociedad.
Hoy es un día de nostálgica recordación para los ferroviarios veteranos
que engrosan el ejército de desocupados y jubilados; 85.000 ferroviarios
a la calle y el ferrocarril saqueado, desintegrado, anulado, pasto
de comerciantes y corruptos, políticos y gremialistas cipayos.
Era un día triste en esta larga diáspora, a pesar de ello, los ferroviarios,
recuerdan lo que fueron y lo que fue el ferrocarril aquel, el deficitario.
El recuerdo regresa en ese ¿té acordás? Momento del primer paso dado
en busca de la memoria, el primer tranco dado para ganarle al olvido.
Una de las características de los ferroviarios fue siempre su terquedad.
Dije era, porque hoy los nuevos ferroviarios disuelven las brumas
de la diáspora.
Es dable aclarar que trabajar en el ferrocarril no es lo mismo que
ser ferroviario. El ferroviario incorporó a su Ser ese inmenso objeto
metálico en movimiento, como su Sujeto: el es el ferrocarril, era
de su pertenencia, no como una propiedad privada, sino porque él era
parte constitutiva del ferrocarril, no estaba añadido, adosado, sino
incluido; el ferrocarril y él constituían un conjunto integrado, armónico.
Caminar por las playas de maniobras o recorrer sus rincones, era como
recorrer el patio y las comisuras de tu casa.
Somos como nuestros hermanos aborígenes, donde el árbol (objeto) es
el sujeto que los penetra, porque ellos son la naturaleza y no están
sobre ella. Nosotros los ferroviarios somos el ferrocarril, no estamos
sobre él. Eso marca nuestra identidad.
La historia de los ferroviarios es un testimonio de lucha, de abnegaciones,
sacrificios, rebeldías, muertes y desapariciones. Desde sus inicios
el movimiento obrero ferroviario fue duramente reprimido. Nunca lo
doblegaron. Todos los gobiernos de todos los signos trataron de sujetar
y domesticar a los trabajadores ferrucas.
Desde 1888 a
la 1896 la primera huelga masiva contra los ingleses, o la del 6 de
enero de 1912 con 52 días de huelgas. 7000 ferroviarios enfrentaron
a las 18 empresas británicas, y así, hasta el advenimiento del gobierno
peronista, donde son movilizados militarmente en 1950, momento en
que Eva Perón concurre a los talleres Remedios de Escalada para disuadirlos,
no logrando tal cometido.
Muchos de esos compañeros que le dijeron no a Eva, más tarde, en 1955,
integraron la
Resistencia Peronista. Eran jóvenes peronistas en
esa huelga, pero tenían metido dentro de su ser la pertenencia: la
de corresponder a la clase obrera. Luego, después de 1955, represión,
movilización, Plan Conintes en tiempos de Frondizi. Dura huelga resistente
fue la de 1961, fueron 42 días de paro férreo contra el primer intento
de desguace ferroviario de la mano del general Larkín.
La dictadura de Onganía militarizó a los ferroviarios mediante el
decreto 5324, todos teníamos grado militar. La repuesta obrera fue
la formación de las Comisiones Clandestinas Ferroviarias, y así, resistiendo
todos los intentos represivos.
La dictadura militar de 1976,
a través del genocidio, crea un vacío generacional
entre los ferroviarios, compañeros desaparecidos por todo el territorio,
se instala el terror, a pesar de ello los ferroviarios nunca dejaron
de luchar.
El regreso de las democracias relativas encuentra a la sociedad en
su conjunto, al decir de John William Cooke, blanda. Los factores
de poder adueñados y consolidados dentro del aparato del Estado ejecutan
el desguace del ferrocarril. Primero son los intentos de Alfonsín
de la mano del eficiente Terragno y, luego Menem, con toda la iconografía
peronista y el embuste cierra los ferrocarriles y expulsa a 85.000
ferroviarios a la calle.
Con el ferrocarril desintegrado, más los ferroviarios expulsados,
el sistema comete en un mismo acto un gigantesco Ferrocidio.
Así las cosas hoy, 1º de marzo del 2006, podemos decir que nuevamente
los ferroviarios se van erectando. Nuevas luchas, mismos patrones,
traidores de todo los pelajes, cipayos globalizados, intelectuales
progress recontraconvertidos, otros reciclados, algunos sancionado
judicialmente por un premio mal habido, profesionales almaceneros,
y así: la mediocridad se instaló y nos cubre. Como dijera el poeta
Roque Daltón: No hay héroes posibles cuando la tempestad ocurre en
un oscuro mar de mierda.
1º de marzo del 2006, tiempo surcado por las luchas que comenzaron
en el siglo XIX. Más de cien años, tiempo que les costó a los explotadores
pretender domesticar la rebeldía ferroviaria, no pudieron. Hoy la
realidad lo confirma, y nos permite afirmar que todo germina de nuevo,
la clase obrera y los ferroviarios en forma particular, que en su
dimensión dialéctica ésta siempre renace de sus cenizas, demostrando
que no hay un fin, sino un recomienzo más dinámico. La clase obrera,
la clase más antigua de la humanidad, nunca fue vencida a pesar de
las persecuciones, genocidios, represiones y las derrotas temporales.
Se van a cumplir 30 años del aniversario del golpe de estado de marzo
de 1976. Los ferroviarios fueron brutamente reprimidos. Hoy, los ferroviarios
están de nuevo en el riel, como la clase obrera remontado la lucha
en las calles.
Es que después de la derrota ferroviaria se intentaría la extinción
de toda cultura obrera, empezando por la palabra. Los ferroviarios
vivieron a través de la palabra por todo este tiempo recorriendo el
país montados en trenes de palabras. Ella fue y es la transmisora
de nuestras ideas, historias, triunfos, derrotas, pero nunca acarreó
historias de vencidos, porque siempre se resistió, siempre. Los ferroviarios
nunca se dieron por derrotados ni aún derrotados, porque no estaban
vencidos, conservaron la palabra y mientras haya guardapalabras que
las cobijen, la vida continúa.
Ellos, los que cercaron la Ciudadela Ferroviaria lo sabían, y se propusieron:
¡hay que arrebatarle la palabra a los ferroviarios! para vaciarles
el lenguaje aquel. Nunca lo lograron.
Existen fenómenos que ocurren en el seno del pueblo, y hay que divulgarlos,
porque son almacenamientos de vida. Durante la dictadura y los gobiernos
democráticos serviles, los trabajadores ferroviarios escondieron el
fuego sagrado de sus luchas. Cobijaron y clandestinizaron la palabra
entre los rescoldos de las cenizas de la devastación ferroviaria.
Los nuevos compañeros volvieron a soplar la brasa -es lo real maravilloso
de la clase obrera-, dando nacimiento a nuevos retoños tibios que
encarnan la certeza de que la lucha continúa.
"El olvido es una herramienta de la clase dominante. Se ha dicho
que hay un momento inicial de la memoria en que el río incontenible
de lo vivido es tumultuoso.
Arrastra todo a su paso, espumante, más allá el río armoniza su cauce.
La memoria es un proceso social. No hay un solo memorioso, y si lo
hay, es de algún modo arbitrario, porque quien narra elige un orden
que jamás será espejo del pasado." El Guardapalabras -(memorias
de un ferroviario)
A modo de homenaje a los ferroviarios, en este 1º de marzo, del Libro
de Cesar Vallejo España aparta de mí este cáliz", el poema: Solía
escribir con un dedo grande en el aire
Solía escribir con un dedo grande en el aire:
"¡Viban los compañeros! Pedro Rojas",
de Miranda de Ebro, padre y hombre,
marido y hombre, ferroviario y hombre,
padre y más hombre, Pedro y sus dos muertes.
¡Viban los compañeros
a la cabecera de su aire escrito!
¡Viban con b del buitre en las enseñanzas
de Pedro
y de Rojas, del héroe y del mártir
*Miembro fundador
del Mo.Na.Re.FA (Movimiento Nacional por la Recuperación
de los Ferrocarriles Argentinos.
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