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ARROYO MALDONADO

CIUDAD DE BUENOS AIRES

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA

ARROYO MALDONADO

 

El indomable es motivo de una inversión con un préstamo del Banco Mundial

EL ARROYO MALDONADO


Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital

 

14 de marzo del 2006

En 1880 cuando se federaliza Buenos Aires, y es la novel Capital Federal, en esa campaña alejada del centro de la ciudad se encontraba uno de los arroyos que cruza una parte importante de lo que serían esos 200 kilómetros cuadrados, el indomable Arroyo Maldonado, entubado en la década del ´30 y que sigue dando dolores de cabeza cuando arrecian los temporales y las lluvias copiosas.


Cuando se producen los temporales se corta en dos la Ciudad de Buenos Aires provocando problemas en el transporte, comercio, actividades múltiples de los habitantes porteños y quienes llegan a trabajar periódicamente, además, de que hay varios muertos en algunas de sus conocidas inundaciones.


De los 8.322 hectáreas que tiene el arroyo, 4.591 hectáreas corresponden a los límites de la Ciudad de Buenos Aires, los restantes 3.271 hectáreas están en la provincia de Buenos Aires,

El arroyo Maldonado fue entubado entre la Rotonda de San Justo hasta el Río de la Plata, una parte de su caudal es tributario del arroyo Cildañez, cerca de la zona oeste de la Ciudad de Buenos Aires, luego sigue por la avenida Juan B. Justo, por abajo del Aeroparque Metropolitano, Jorge Newbery y desemboca en el Río de la Plata.

El trabajo de entubamiento del Arroyo Maldonado comenzó antes de 1930 y fue concluido por Obras Sanitarias de la Nación, OSN, en 1936, por problemas de diseño, sostiene el Resumen de información que suministra el informe del gobierno porteño, no se llegó a la totalidad de los 255 m3/s propuestos y por la falta de realización de todas las obras anunciadas.

Muchas son las obras que se han proyectado para terminar con el problema más serio que tiene esta importante zona de la Capital Federal: las inundaciones que tienen etapas y momentos complicados. Desde 1985, en estos 20 años, se registran más de 36 inundaciones, estamos hablando de dos al año, algunas de ellas históricas.


Este impacto de inundación la soportan más de un millón de habitantes que pueblan los barrios de Palermo, Villa Crespo, Paternal, Villa Mitre, Flores, Floresta, Villa Luro, Versalles, Vélez Sarsfield y Liniers. Las consecuencias son pérdidas económicas y se conocen, como ya dijimos, pérdidas humanas.


Pero también hay que decirlo, los sectores más afectados son las poblaciones más indefensas o pobres de la ciudad.


El proceso de inundaciones se extiende de oeste a este y obstruye todos los medios de transporte que circundan la Ciudad, ferrocarriles, subterráneos, colectivos, taxis y remises, en estos últimos años.

El entubamiento del Maldonado a lo largo de su historia trajo como era previsible la densidad poblacional en esta zona que, evidentemente, tuvo a lo largo de su historia de 70 años distintos realidades sociales de la población que se afincaba en estos barrios.

Dos son los momentos más conocidos de las inundaciones en esta etapa para la ciudad, donde el arroyo Maldonado seccionó la Capital Federal, una fue el 31 de mayo de 1985, durante 21 horas cayeron 385 mm que no dejaron lugarcito de esta amplia zona sin agua…, otras informaciones hablan de 295 a 305 mm, pero lo importante es marcar que hubo 15 muertos y 120.000 evacuados. Por lo cual, y a raíz de dichas inundaciones, se crearon organizaciones civiles y vecinales para reclamar urgentes soluciones.


La otra fue el 24 de enero del 2001, una tormenta de inusitadas características que hizo, como en casi todas, que se desbordaran los arroyos por precipitación pluvial y porque no soportaron los sistemas de desagües.

Si bien los reclamos se han sucedido, paulatinamente, los diferentes gobiernos porteños prometieron obras que no se realizaron, pero esta realidad continuó, y el proyecto de los canales aliviadores, no parece ser la solución al anegamiento de la ciudad cuando el clima torrentoso lo impone.


En uno de sus considerandos sobre los problemas hidráulicos que tiene la Ciudad de Buenos Aires, desde la Secretaría de Planeamiento e Infraestructura urbana sostiene que: ¨El problema hidráulico representa uno de los obstáculos más importantes para el desarrollo de las condiciones de competitividad y puesta en valor de diversas zonas anegables en la Ciudad¨.

Por otro lado sostiene que se están realizando las obras para lograr que de manera integral, dicho Plan hidráulico, sea funcional y adecuable para el régimen de lluvias y otras alteraciones meteorológicas y urbanas que ha experimentado la ciudad en estos años. O sea, adecuar la infraestructura existente a la modificación climatológica que hay.

Por tal motivo se apunta a intervenir en las cuencas de los arroyos más significativos, en este caso el Arroyo Maldonado, y ampliar la red pluvial en toda la ciudad y que se mejore su sistema de mantenimiento, algo que no existe hace años.


Lo que podemos sostener es que las soluciones han estado ausentes, desde el punto de vista técnico y más conveniente en el manejo presupuestario.


La historia de las inundaciones en Buenos Aires datan desde la última fundación, en 1580, la zona que se eligió para conformar esta actual Ciudad de Buenos Aires es un radio cercano al puerto de Buenos Aires y, que por esos tiempos, fue la base de la economía, posteriormente, también.


Supo ser una zona adecuada para el fondeo de los barcos y con tierras relativamente altas, entre 14 y 22 metros sobre el nivel del mar, cuando se construyeron los primeros edificios, no por nada se la llama Santa María de los Buenos Ayres, de acuerdo a la Legislación de Indias para la población del Nuevo Mundo: "Terrenos planos y no planicies inundables". La población que fue ocupando tierras entre los siglos XVI y XVII buscó las partes altas para afincarse.

Luego, y en este aspecto la zona del Maldonado, fue concentrando poblaciones que se hicieron de acuerdo al proyecto laboral que se iba desarrollando. Y las zonas inundables por el indomable fueron ocupándose y construyendo las casas, soportando inundaciones y tratando de encontrar las formas de armar la vida en medio de las penurias del arroyo bravo.

Después del entubamiento, esta amplia zona respiró, pero, las inundaciones dejaron tendales de problemas. En la actualidad el Maldonado sigue su curso, está infectado, tiene componentes contaminantes y sus aguas desembocan en el Río de la Plata, aún más contaminado.


Las obras han esperado y las planeadas están en serias dudas de solucionar el problema esencial que es la vida normal de una población que tiembla por una lluvia copiosa o un proceso torrentoso de aguas que caen.

La discusión y los peros están planteados, además de las fuertes críticas de diferentes sectores, esencialmente por el préstamo del Banco Mundial, que pagaremos durante 15 años, luego de cinco años de gracia.


Este es el inicio de un trabajo que intentaremos brindar en otros capítulos, ya que la solución para terminar con las inundaciones debería ser un tema tratado pormenorizada y extensamente, con el objeto de lograr que una obra de estas características y con un crédito del Banco Mundial, que deberemos todos y tendremos que pagar todos, no puede ser un emprendimiento donde haya tantas objeciones, donde existen cuestionamientos fuertes en el orden tecnológico y hay dudas sobre la transparencia de dicha operación.

El indomable, hoy está calmo, la basura y los componentes fétidos lo inundan, pero hay que decirlo, no hay transparencia en quienes deberían ser claros a la hora de emprender obras de tal magnitud.

 

Actualizado: 25/02/2010 14:54:08

 

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