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	NIÑOS ASESINADOS ADOLESCENTES EN BUSCA DE CALOR... En Mendoza ya hace frío y los pobres necesitan carbón para calefaccionarse, pero la imperial América Latina Logística utiliza gendarmes para reprimir Matar a los niños Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital 16 de mayo del 2006 Todas las muertes causan indignación, todas las injusticias provocan rebeldía, toda forma impune de atesorar capitales a cambio de la vida humana es una violación de lesa humanidad… En la provincia cuyana de Mendoza donde los huarpes, su comunidad originaria arrasada por los conquistadores españoles, dejaron a los actuales habitantes un conglomerado de obras de infraestructura para el mejor aprovechamiento de la tierra, el riego y la supervivencia de las generaciones, en ese lugar, en Luján de Cuyo, en la tierra viñatera por excelencia, ahí se matan niños sin que esto pueda tener justificativo. La historia es dolorosa pero es necesario hacerla más pública, porque los grandes medios callan: Mauricio Morán tenía 14 años, vivía en la Estación de Pedriel, en la parte vieja, a 25 kilómetros de la Capital provincial, el frío, la pobreza y el hambre han golpeado afanosamente esta zona mendocina, rica en viñas, importante zona petrolera, rica su clase social dominante, pero enormemente pobre su pueblo, y con la tasa más alta de trabajo infantil en la zona rural. Mauricio junto a otras cincuenta personas vieron el tren carguero de A.L.L. de capitales brasileros, repleto de carbón, elemento esencial para prodigarse algo de calor en este invierno que asoma y promete ser duro en las zonas cordilleranas. Ese poco de carbón sustraído, comparado con las riquezas que se lleva la empresa imperial brasileña, no es nada, sin embargo los custodios pidieron ayuda policial y los gendarmes acudieron raudos. Este accionar represivo, dejó a Mauricio Morán muerto, a otro chico de 13 años, Ángel Sosa herido en un muslo y, a un niñito de 1 año y ocho meses herido en un dedo, el cual gracias al trabajo del hospital zonal no perderá su dedito. Su carita inocente, como la de todos los niños expresa todo, atado a una rara manguerita -sostiene la información de uno de los diarios de Mendoza- que terminaba en una aguja clavada en su brazo, tiene menos de dos años: "Uhh, Uhh, pun pun", balbuceaba repetidamente mientras levantaba el índice de su mano sana, la izquierda y miraba fijo a los presentes. No se reía ni estaba preocupado. Con su precaria forma contaba a todos lo que había vivido horas antes: tiros, gritos y corridas¨. Sostiene Los Andes por internet, fue un especial espectador privilegiado de la muerte de su tío, ya que Mauricio Morán era su tío. La información continúa diciendo: ¨A los pies de su camita había una remera, una camisetita y una polera y lo terrorífico de todo es que a la altura del centro del pecho coincidían en todas las prendas un perfecto orificio de dos centímetros y medio de diámetro¨. ¨Esa fue la huella de un proyectil, no se sabe si una bala de goma o de plomo, que lo lastimó en la pancita. Si el chiquito hubiera estado de frente la cosa hubiera terminado mucho peor¨, concluye la noticia. Por un lado la autopsia dice que Mauricio fue muerto por un proyectil de plomo donde están implicados seis policías que ya quedaron en libertad. Por otro lado la confirmación del tipo de proyectil que mató a Mauricio Morán fue realizada por el fiscal de Delitos Complejos, Luís Correa Llano que sostuvo que el dato surge de la necropsia efectuada al cuerpo de Mauricio. Vamos a señalarlo sin tapujos ya que el funcionario dijo y aclaró que decidió la libertad de los policías, a última hora del viernes 5 de mayo último porque: ¨tiene la convicción de que no se van a escapar y porque están secuestradas todas las armas que portaban en la trágica represión por el robo de carbón a una formación de tren de la empresa América Latina Logística¨. La información agrega lo siguiente: ¨Esos estudios fueron encargados al Cuerpo Médico Forense para dar a la investigación mayor transparencia y para evitar cualquier suspicacia, se dejó de lado a los especialistas de Criminalística que posee la propia fuerza policial. Por otro lado los efectivos dijeron que comenzaron la represión con sus armas reglamentarias cuando escucharon varios tiros de armas de fuego y ellos entendían que peligraban sus vidas. En tanto se supo que los seis efectivos fueron dejados en libertad y se espera una pericia balística para determinar la responsabilidad de los uniformados que podrían ser apresados cuando se aclare sus actuaciones en el hecho¨. Según informan los miembros de la Inspección General de Seguridad que estuvieron en el lugar de la represión son los que iniciaron una investigación de oficio. El pequeño Raúl Frías Morán, sobrino como dijimos de Mauricio, no perderá el dedo, pero hay que preguntarse cual será el daño psicológico que le quedará. El tren en cuestión detenido en el barrio Cuadro Estación de Perdriel, Luján de Cuyo estaba cargado de carbón que había partido desde la Destilería y su destino era Palmira. Su padre, César Morán no entiende lo que ha pasado, esta tragedia lo deja sin un hijo de los siete que tenía, ahora quedan seis, no comprende la represión que sufrieron y no puede entender: "No sé por qué los policías dispararon así. Si pasó algo no era aquí, cerca de las casas; al chico mío le dieron cuando estaba cerca de mi casa y después no quisieron llevarlo al hospital, dejándolo tirado". Por otro lado, ¨cuenta que un vecino solidario, José Luís Sasso, llevó al malherido pibe, y que aparentemente llegó muerto al centro asistencial. A los otros dos baleados sí los llevó un móvil policial. Unas horas antes de enterrar a Mauricio en el Cementerio de Luján, los padres no sabían la causa del deceso, sostiene la información: "El médico forense no me lo quiso decir por el secreto del sumario. Sólo habló de un impacto a la altura de la tetilla derecha", agregó el hombre, que hace unos días cosechaba uvas en las inmediaciones y que ahora está desocupado¨. Los seis hijos de Miriam Rosales y César Morán tienen entre 9 meses y 21 años, Mauricio era el cuarto, ahora en medio de un sepelio incomprensible y lleno de dolor van recibiendo el pésame de todos los que se acercan a saludarlos. Niños asesinados, niños pobres asesinados por un pedazo de carbón, nada justifica la muerte, el muslo herido del otro adolescente y el dedo y el trauma que quedará en el pequeño Raúl. Es así, para la justicia mendocina parece que estos implicados pueden quedar libres, hay un muerto que es un adolescente de 14 años, un chico con una bala de plomo en el muslo y otro niñito herido, sin embargo pueden volver a sus casas, deambular por el barrio, otros, muchos otros más, y comparando con el TBA y Haedo los chicos responsabilizados están en cárceles de alta peligrosidad, y no hay muertos… La justicia tiene un código penal para unos y otro para otros… Cada uno puede sacar algunas conclusiones… hay niños y jóvenes de tercera, y empresas de primera: América Latina Logística y Trenes de Buenos Aires…entre otras. Es muy sencillo, no hay privilegios para los niños y adolescentes empobrecidos e indigentes. Los privilegios, las prebendas, la ¨justicia¨ solo la tienen quienes tienen y hacen ostentación del poder, tanto económico como político. Mientras tanto, los grandes medios de comunicación masivos dedican horas, páginas y tiempo a los jóvenes asesinados de las clases encumbradas, a los Blumberg o los Bragagnolo, porque en los medios locales la noticia cayó por el final, por el medio o en lugares semi ocultos, sólo Los Andes versión internet dedica tres notas sobre el tema, otros, ni siquiera se preocuparon por esta muerte. Es que los pobres no venden…y son otras muertes. Cruel, real y verídico, no venden… y si lo hacen es cuando estos medios deciden colocar su lente, cámara, grabador o nota periodística como una caterva infernal de lágrimas que poco contribuyen, detrás de este objetivo está cuánto han vendido… la solidaridad es inexistente… ¨Por otra parte, todo malhechor, al atacar el derecho social, se vuelve por sus delitos, rebelde y traidor a la Patria, deja de ser miembro de ella al violar sus leyes e incluso le hace la guerra¨: la cita corresponde al libro El Contrato Social Jean Jacques Rousseau… A quien se le caiga el sayo, que se lo ubique donde corresponde…