La
Educación es el pasaporte hacia el futuro, el mañana
pertenece a aquellos que se preparan para él en el
día de hoy. / Malcolm X
El
Ferrocarril una cuestión nacional
EL
GOBIERNO NACIONAL CONTINÚA SUBSIDIANDO LOS ACCIDENTES
FERROVIARIOS
PARTE
II
Por
Juan Carlos Cena MONAREFA * especial para Villa Crespo Digital
21
de enero del 2015 *
No
es la fuerza la que determina la verdad, como preconiza la
filosofía de la agresión, la reacción
y la mentira, sino la verdad la que determina la fuerza. Fundamentos
sobre la Teoría de la verdad
Algunas
consideraciones sobre el Transporte en la Argentina
El
transporte interviene, reiteradamente, en la producción
y comercialización de bienes. La mercancía o
cualquier producto manufacturado toman valor, recién,
cuando interviene el transporte. Por eso, el precio y la calidad
de los servicios del mismo afectan profundamente la perfomance
de todo el sistema económico. Para tener una idea cuantitativa
de la importancia económica del Sector Transporte es
ilustrativo mencionar que el mismo genera más del 9%
del PBI y, que en él, se efectiviza un 11% de la Inversión
Bruta Interna.
El
transporte debe aportar irremplazables soluciones a los problemas
de integración del espacio territorial y de la Defensa
Nacional, cumpliendo trascendentes funciones de la ecuación
económica-financiera.
Allí,
en esa, su directa injerencia en la economía global,
donde el transporte adquiere capital importancia que debe
calificarse, sin duda alguna, como trascendente.
El
sistema constituye un aspecto clave de la vida nacional ya
no existe ninguna actividad que no requiera de una forma u
otra de este servicio.
El sistema de transporte es como el sistema arterial que irriga
al cuerpo humano. Sin este régimen circulatorio el
cuerpo no tendría vida. Todas las arterias, venas grandes,
pequeñas y conductos capilares, contribuyen armónicamente
al funcionamiento de ese camino circulatorio. Todos los vasos
arteriales son afluentes tributarios al sistema central de
irrigación, todos son necesarios, comunicantes y complementarios
entre sí. No compiten. Si eso ocurriera, habría
un serio desequilibrio en el metabolismo de ese cuerpo, o
no habría vida.
No
se puede imaginar el desarrollo de una comunidad que no cuente
con un sistema de transporte adecuado, armónico, integrado,
donde los distintos modos se complementen y sirvan a la universalidad
comunicacional del territorio nacional.
El
objetivo básico de cualquier Estado en ese sector es:
Transportar, eficientemente, al más bajo costo social
para la Nación. Para eso deberá fijar objetivos
claros en su organización y armonización general.
El Estado debe intervenir definiendo las normas de comportamiento
de los distintos modos de transporte que beneficien a la Nación.
Cumpliendo, con plena facultad, la función de planificador
y organizador; asumiendo, a su vez, el papel de ente regulador
a través de un férreo control de gestión,
para así, corregir errores y desviaciones en los objetivos
fijados.
El
ferrocarril es un integrante medular del Sistema Nacional
de Transporte, en este marco se debe considerar su relación
con la economía general y su incidencia. En tales fines
el ferrocarril tiene funciones específicas a las cuales
la Nación no puede renunciar. Sin embargo, en mérito
a constreñirlo a un papel netamente comercial, se abandonaron
infraestructuras y servicios de importancia estratégica,
sin que los medios sustitutos, rigiéndose por estrictos
e impropios mecanismos de lucro hayan cubierto mínimamente
los espacios vacíos, por el retiro del medio ferroviario
de transporte, condenando a la despoblación y a la
extinción a poblaciones íntegras.
El
ferrocarril es el medio más barato para el transporte
terrestre masivo de personas y cargas en medias y largas distancias,
bajo ciertas condiciones. Desde el Mo.Na.Re.FA (Movimiento
Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos)
siempre hemos sostenido que el ferrocarril es un sistema integrado
de transporte, industrias y comunicaciones; debe ser servicio
publico, cumplir una función social, que abarque toda
la geografía del país; y que entre sus características
principales figuran la de transportar todo a todas partes
y en todo tiempo, con la regularidad obligada de sus servicios.
Empresa
ferroviaria que debe ser estatal, monopólica y eficiente.
Además, debe recuperar esa función fundamental
que desempeñó, fundamentalmente, desde su nacionalización:
la de ser un organismo articulador y vertebrador del territorio
nacional.
El
Ferrocarril está en manos del Estado en casi todos
los países capitalistas desarrollados del mundo. En
algunos tiene un articulado en la Constitución Nacional;
donde, puntualmente, dice que es un bien nacional y cuyo propietario
es la Nación, es decir, es un bien del pueblo, y el
Estado tiene la obligación de resguardar, conservar
y mejorar esa pertenencia.
Por
supuesto no ocurre así en Argentina, México
o en Uruguay, entre otros países colonizados o dependientes.
La conducta cipaya de los funcionarios de estos países
dependientes es un mal que padecen los gobiernos que reniegan
de la soberanía nacional.
Después
de estas necesarias consideraciones, como introducción,
vayamos al tema puntual que es la continuidad de la política
perversa diseñada en la década de los 60, aplicada
por los sucesivos gobiernos civiles o militares, concretada
en la década de los 90, que continúa aplicando
este gobierno subsidiándolos, a pesar de la pésima,
peligrosa y criminal prestación de los servicios por
parte de los concesionarios, tanto de pasajeros suburbanos
como de carga.
A
modo de recordatorios
Con
fecha 14/07/2004, expresaba en una nota titulada: El gobierno
ha definido una política de estado sobre los ferrocarriles:
estos…"Serán ferrocarriles sojeros/graneleros
al servicio de los grandes cargadores de granos, nacionales
e internacionales".
"Estos empresarios graneleros/sojeros serán
los que gerenciarán bajo un régimen de concesión
al Ferrocarril General Belgrano de Cargas. Otrora Ferrocarril
de Fomento, luego Ferrocarriles del Estado, y después
de la nacionalización: Ferrocarril General Belgrano,
que continúo transportando cargas y pasajeros, integrando
y acarreando solidaridad a gran parte del territorio nacional,
tal como fue ideado".
"Con
este proyecto de ferrocarril granelero/sojero, éste,
dejará de cumplir el objetivo por el cual fue creado:
Ser una empresa de transporte ferroviaria que cumpla una función
social, es decir, un servicio Público, y no como se
quiere transformar ahora, en este nuevo intento: En un servicio
privado con fines de lucro, ajeno a todo proyecto nacional".
"El
proyecto de reprivatización del Ferrocarril General
Belgrano-Carga y el Ferrocarril Metropolitano (suburbano de
pasajeros) es la respuesta y, al mismo tiempo, la afirmación
de que los ferrocarriles continuarán concesionados.
Porque lo esencial será permanecer con la misma política
privatista (concesionarista), por otras formas y medios. Esta
es la política del transporte ferroviario diseñada
por la Secretaria de Transporte y avalada por el Ministerio
de Planificación Federal, con la aquiescencia del Poder
Ejecutivo Nacional".
En
el artículo: Rieles Argentinos publicado el 13/09/2004,
decía: El ferrocarril no está más
integrado, ha dejado de ser un ente regulador, ordenador e
integrador del transporte en la Argentina. El quebranto de
esa integración es notorio, cunde la anarquía.
También
transcribíamos la noticia de que el presidente Néstor
Kirchner presentó, el 18 de febrero del 2004 el Plan
Nacional de Inversiones Ferroviarias (Planifer) que proyectaba
para este año inversiones por más de 300 millones
de pesos.
Dijo
en esa oportunidad con elocuencia: 'Es una decisión
irrevocable que la Argentina vuelva a tener un sistema de
ferrocarriles al servicio de todos los argentinos'. Más
adelante subrayó: "El tema de los ferrocarriles
es central. Cualquier país del mundo que se quiera
constituir como nación necesita un sistema de ferrocarriles
que funcione, lo más moderno posible. Estas obras son
fundamentales para la integración del MERCOSUR".
Pero
en realidad, el Planifer, es un subsidio encubierto a las
empresas de carga. Ya que estas debían mantener las
vías a 50 km/hora de promedio de velocidad para que
circulen los interurbanos normalmente. Imposible. Un importante
kilometraje de vías esta en pésimas condiciones
por falta de mantenimiento y renovación de vías,
durmientes, eclisas, cambios, agujas, etc. Daños originados
además, por el exceso en el peso por eje, asunto que
tiene que ver con la voracidad por la recaudación de
los fletes Esta negligencia obliga al Estado, que está
raptado por los concesionarios, a reparar y renovar las vías
para que, así, puedan continuar circulando los trenes
de cargas. Esta reparación es parte de los subsidios
otorgados por otras formas.
A
pesar de que el Presidente está en conocimiento, nos
imaginamos dijo: ¨Cualquier país del mundo
que se quiera constituir como nación necesita un sistema
de ferrocarriles que funcione..." ¿Todo es paradojal,
o no? Seguimos imaginando, porque es para preguntarse como
Mark Twain cuando manifiesta: A veces me pregunto si el mundo
está siendo gobernado por personas inteligentes que
nos están embromando, o por imbéciles que hablan
en serio".
Así
se expresaba el presidente de la Nación sobre el sistema
ferroviario. Pero nosotros desde el Mo.Na.Re.FA insistimos
en que es necesario reconstituir seriamente el Sistema Integrado
de Transporte Ferroviario que fue destrozado. Porque es la
única manera de ensamblar de nuevo el territorio nacional
a través del eslabonamiento de los pueblos, reconectarlos
en la integración, donde las economías regionales
se complementen y, que ese proceso permita que los poblados
abandonados sean habitados nuevamente y cobren vida. Es decir,
que el ferrocarril vuelva a ser un servicio público,
integrador, articulador y que beneficie a la Nación.
Cuyo único beneficio sea el Beneficio Público,
única manera de recuperar la Soberanía Nacional
del transporte en nuestra geografía.
Lo paradojal se hace presente desde el comienzo de la gestión
de este gobierno, ¿es la ausencia de la verdad? Nosotros
creemos que es la verdad la que determina la fuerza y que
ella se concretará a través del pueblo, única
manera de alcanzar una transparencia verdadera. Creemos que
está ausente, y esta es reemplazada por la no-verdad.
Veamos,
en el PLANIFER (Plan Nacional de Inversiones Ferroviarias)
la asignación de recursos demuestra que todo irá
a parar a las arcas de los concesionarios, aunque los controle
el Estado (¿?) Será para mejorar la infraestructura,
dicen, que los privados supieron destruir. Se premia al destructor
con el anuncio de la necesidad, porque se sostiene, los ferrocarriles
son centrales. Cualquier país del mundo que se quiera
constituir como nación necesita un sistema de transporte
ferroviario que funcione, lo más moderno posible".
¿Es una verdad la que dice el Presidente? ¿O
es sólo una declamación?
Con esta línea argumental se invierten fondos del erario
público para seguir beneficiando al devastador privado,
es decir, lo público financia al privado; gratificado
que poseído por la dinámica del capital solo
buscará la ganancia máxima y al menor esfuerzo.
Este sector, el de los concesionarios ferroviarios, sigue
fungiendo como uno de las patas del poder en la Argentina,
la más parasitaria.
"Cualquier
país del mundo que se quiera constituir como nación
necesita un sistema de transporte ferroviario que funcione,
lo más moderno posible", dijo el presidente
de la Nación, repito. Estamos de acuerdo. Pero no apelando
y convocando a los mismos que los destruyeron, que usufructuaron
las mieses de los subsidios o el no pago de los cánones.
El
reparto de la vergüenza
Veamos
ese reparto. En el rubro obras a iniciar se incluyen, entre
otros, los siguientes estipendios durante este año
para ramales interurbanos:
*Rosario-Córdoba: $ 15 millones para renovación
de algunos tramos de vías. (Concesionario NCA-Nuevo
Central Argentino) Aceitera General Deheza.
*Rosario- Tucumán: $ 10 millones para el cambio, parcial
de durmientes y rieles, entre otros. (Mismo concesionario)
*Olavarría - Bahía Blanca: $ 10 millones para
cambiar rieles. (Concesión a Amalita Fortabat). Paquete
accionario vendido a un grupo brasilero.
*Buenos Aires - Posadas: $ 15 millones para permitir una velocidad
constante de 70 kilómetros/hora. Concesionado a Pescarmona
en primera instancia, ante el fracaso del eficientismo fue
vendido, su paquete accionario, al grupo brasilero América
Latina Logística.
*El Metropolitano: $ 25 millones para comprar locomotoras,
reparar vías y electrificar algunos ramales.
* Trenes de Buenos Aires (TBA): $ 20 millones (renovación
de coches, obras eléctricas y otras)
* Metrovías: 20 millones (Tren Urquiza y las cinco
líneas de subte. (Concesionario Benito Roggio).
Es
decir, estos recursos son asignados a los concesionarios que
han venido lucrando las mieses de las mal llamadas privatizaciones,
que son en realidad concesiones, se les otorgan las nuevas
demandas requeridas por éstos y, que el Estado concede
a estos comerciantes parasitarios que brindan un servicio
ferroviario desastroso, plagado de accidentes evitables. Los
trenes suburbanos subsidiados transportan a los pasajeros
peor que al ganado. Diariamente ocurren accidentes ya veremos
ese asunto.
Por
si esto fuera poco, no pagan los cánones los trenes
de cargas. Toda una política delineada desde la Secretaría
de Transporte, cuyo responsable es el profesor Ricardo Jaime,
tan vapuleado y demonizado por los grandes medios de prensa
adheridos a la SIP. Pero, la pornográfica ausencia
de comentarios sobre el desastre ferroviario de los medios
masivos afiliados a la SIP, más de algunos llamados
independientes y medios partidarios, es significativa, todo
es una unidad silenciosa de eso no se habla, es el apotegma.
Esta ausencia les otorga el título de cómplices,
se encubre, se oculta, en consecuencia, se es encubridor del
demonizado profesor Jaime. Vapuleado por los cuatros costados.
Además, es cuestionado por el Fiscal Nacional de Investigaciones
Administrativas, entre otros.
Cuando
el Presidente presentó el Planifer manifestó:
El tema de los ferrocarriles es central. Cualquier país
del mundo que se quiera constituir como nación necesita
un sistema de ferrocarriles que funcione, lo más moderno
posible.
Cuando
se extingue el discurso pronunciado por el presidente y uno
lo lee, detenidamente, observa que en realidad son demandas
para un programa de obras a realizar para los concesionarios
de pasajeros y cargas. Es decir, esa asignación de
recursos es otro subsidio, pero encubierto, otro más,
a estas empresas que destrozaron la estructura ferroviaria
y prestaron y prestan un deplorable servicio. Esto, sin contar
el saqueo de máquinas y herramientas, ventas indebidas
de galpones, talleres, rieles, material tractivo y remolcado
pasado como chatarra y así. Se calcula, en, aproximadamente,
17 mil millones de dólares el valor del saqueo de los
bienes materiales, faltan otros que ya citaremos. Son discursos
declamativos, repetidos, es la instalación de una no-verdad
que en la repetición aristotélica toma un valor
de verdad. Goebels sabía, este murió, pero sus
ideas y mecanismos repetitivos, no.
Es
decir, los administradores de este Estado no solamente continúan
con las políticas concesionaristas de las anteriores
administraciones, sino que tampoco han investigado las depredaciones.
A pesar del fracaso de la gestión privada se los vuelve
a beneficiar concediéndole recursos, modificando addendas
(reformas a los contratos originales lo que permite a las
empresas volver a renegociar deudas y/o cancelarlas, modificar
otras y pedir en general más subsidios) a partir de
esa renegociación se induce al perdón de lo
adeudado, o sea, se decreta la indulgencia a los concesionarios
de carga que nunca pagaron los cánones pactados. No
se los sanciona. Ofrecen el perdón de la deuda al moroso
y consagran una nueva partida de dinero en la asignación
de recursos.
Una
arbitrariedad, demandada por los propios concesionarios recién
llegados, como el consorcistas de carga Ferrosur, cuyo accionista
principal es la cementera Loma Negra (ex-propietaria Amalita
Fortabat) hoy Grupo Camargo Correa - Brasilero, y el Ferroexpreso
Pampeano (accionista principal Techint Grupo Rocca), o a los
beneficiados con subsidios: Grupo Taselli, responsable de
la muerte de catorce mineros en Río Turbio y de la
falta de seguridad en Altos Hornos Zapla, entre otros.
Las
empresas de carga debían mantener la vía a 50
km/hora de velocidad promedio, de acuerdo al contrato, para
que circulen los interurbanos, pero no, un importante kilometraje
de vías esta en pésimas y peligrosas condiciones.
En consecuencia, el Estado se hace cargo y reparara las vías
para que puedan continuar circulando los trenes suburbanos,
como el caso de Empalme Maldonado, línea Mitre, mismos
que ya están sufriendo un marcado deterioro por exceso
de peso por eje de los trenes de carga del concesionario Nuevo
Central Argentinos y la pésima tecnología utilizada
por la empresa tercerizada encargada de la instalación.
A
pesar de ello, los empresarios/comerciantes polifuncionales
de Ferrovias-Emepa y Benito Roggio Transporte son los nuevos
proponentes que integraran el Ferrocarril General Belgrano
Carga, junto a Macri, Pedraza Unión Ferroviaria), los
chinos, Moyano (Camioneros), Maturana (La Fraternidad), entre
otros.
Hacer
conocer el patético cuadro de nombres de esta nueva
sociedad pensando seriamente en un proyecto de nación
independiente y soberano es una contradicción, es casi
como sembrar la desesperanza y el desasosiego. A pesar de
esa contrariedad, debemos mostrar estas patéticas máscaras.
Contra esto hay que seguir luchando en forma empecinada, batallar
por el ferrocarril estatal, las empresas desnacionalizadas
de energía, comunicaciones y transporte, es un deber
patriótico...
*
Trabajo
entregado el 16 de marzo del 2009 / y el 27 de noviembre del
2006. Ahora corregido. |