Es un día triste en esta larga diáspora, a pesar de ello,
los ferroviarios, recuerdan lo que fueron y lo que fue el ferrocarril
aquel, el deficitario. El recuerdo regresa en ese ¿té
acordás? Momento del primer paso dado en busca de la memoria,
el primer tranco dado para ganarle al olvido. Una de las características
de los ferroviarios fue siempre su terquedad. Dije era, porque hoy algunos
ferroviarios disuelven las brumas de la diáspora, otros tratan
de rescatar la historia.
IDENTIDAD…
Es dable aclarar que trabajar en el ferrocarril no
es lo mismo que ser ferroviario. El ferroviario incorporó a su
Ser ese inmenso objeto metálico en movimiento, como su Sujeto:
él es el ferrocarril, era de su pertenencia, no como una propiedad
privada, sino porque él era parte constitutiva del ferrocarril,
no estaba añadido, adosado, sino incluido; el ferrocarril y él
constituían un conjunto integrado, armónico. Caminar por
las playas de maniobras o recorrer sus rincones, era como recorrer el
patio y las comisuras de su casa, de tu hogar.
Somos como nuestros hermanos aborígenes, donde
el árbol (objeto) es el sujeto que los contiene y los protege:
les da sombra, alimentos, leña y los cantos de los pájaros,
sus habitantes. Porque ellos y nosotros somos la naturaleza y no estamos
sobre ella. Nosotros los ferroviarios somos el ferrocarril, no estamos
sobre él. Eso marca nuestra identidad.
La historia de los ferroviarios es un testimonio de lucha, abnegaciones,
sacrificios, rebeldías, muertes y desapariciones. Desde sus inicios,
el movimiento obrero ferroviario fue duramente reprimido. Nunca lo doblegaron.
Todos los gobiernos de todos los signos trataron de sujetar y domesticar
a los trabajadores del riel: los ferrucas.
Desde 1888 a la de 1896 fueron largas peleas, confrontaciones, en 1896:
la primera huelga masiva contra los ingleses, o la del 6 de enero de
1912, con 52 días de huelgas. 7.000 ferroviarios enfrentaron
a las 17 empresas británicas, y así, hasta el advenimiento
del gobierno peronista, donde son movilizados militarmente en 1950,
momento en que Eva Perón concurre a los talleres Remedios de
Escalada para disuadirlos, no logrando tal cometido.
Muchos
de esos compañeros que le dijeron no a Eva, más tarde,
en 1955, integraron la Resistencia Peronista. Eran jóvenes peronistas
en esa huelga, pero tenían metido dentro de su ser la pertenencia:
la de corresponder a la clase obrera. Los conocí...
Más tarde y amanecido oscuro, otro golpe de
estado, el del 16 de septiembre de 1955, la represión y la movilización.
El Plan Conintes en tiempos de Arturo Frondizi. Dura huelga resistente
fue la de 1961, fueron 42 días de paro férreo contra el
primer intento de desguace ferroviario de la mano del general Larkín.
La dictadura de Onganía militarizó a los ferroviarios
mediante el decreto 5324, todos teníamos grado militar. La repuesta
obrera fue la formación de las Comisiones Clandestinas Ferroviarias.
Siempre resistiendo todos los intentos represivos.
La dictadura militar de 1976, a través del genocidio, crea un
vacío generacional entre los ferroviarios, compañeros
desaparecidos por todo el territorio, se instala el terror, a pesar
de ello los ferroviarios nunca dejaron de luchar. En octubre de 1977
se realiza el PRIMER PARO NACIONAL FERROVIARIO CONTRA LA DICTADURA MILITAR.
El regreso de las democracias relativas encuentra a
la sociedad en su conjunto, al decir de John William Cooke, blanda.
Los factores de poder adueñados y consolidados dentro del aparato
del Estado ejecutan el desguace del ferrocarril. Primero son los intentos
de Alfonsín de la mano del eficiente Terragno y, luego Menem,
con toda la iconografía peronista y el embuste, la patraña,
la mentira, cierra los ferrocarriles y expulsa a 85.000 ferroviarios
más unos 30.000 que trabajaban en las empresas colindantes de
Ferrocarriles Argentinos, eran las empresas que abastecían y
que al cerrar el ferrocarril dejó a miles también en la
calle.
Con el ferrocarril desintegrado, más los ferroviarios expulsados,
el sistema comete en un mismo acto un gigantesco FERROCIDIO.
Así las cosas este 1º de marzo del 2015. La realidad es
oscura: la Masacre de Once, el asesinato de Mariano Ferreyra, la muerte
de cuatro tiros y uno de gracia de LEONARDO ANDRADA. Dura situación
social donde los ignotos, los advenedizos, los que ocupan cargos oficiales
e intentan dar clases de ferrocarriles, quedan al desnudo ante la mínima
realidad…
POR JUSTICIA
OBREROS FERROVIARIOS
Como dijera el poeta Roque Daltón: No hay héroes
posibles cuando la tempestad ocurre en un oscuro mar de mierda.
Este 1º de marzo del 2015 es un tiempo surcado por las luchas que
comenzaron en el siglo XIX. Más de cien años, tiempo que
les costó a los explotadores pretender domesticar la rebeldía
ferroviaria, no pudieron. Hoy la realidad lo confirma, y nos permite
afirmar que todo germina de nuevo, la clase obrera y los ferroviarios
en forma particular, que en su dimensión dialéctica, ésta,
siempre renace de sus cenizas, demostrando que no hay un fin, sino un
recomienzo más dinámico. La clase obrera, la clase más
antigua de la humanidad, nunca fue vencida a pesar de las persecuciones,
genocidios, represiones y las derrotas temporales. Si bien, debemos
sostener que la derrota es dura y larga…
Se van a cumplir 39 años del aniversario del
golpe de estado del 24 de marzo de 1976. Los ferroviarios fueron brutamente
reprimidos. Tenemos 111 detenidos desaparecidos junto a los ferroportuarios.
Es importante remarcar que inmediatamente de la derrota
ferroviaria se llevó adelante el objetivo de destrozar, hacer
que se extinguiera toda la cultura obrera, empezando por la palabra.
Los ferroviarios vivieron a través de la palabra por todo este
tiempo recorriendo el país montados en trenes de palabras. Ella
fue y es la transmisora de nuestras ideas, historias, triunfos, derrotas,
pero nunca acarreó historias de vencidos, porque siempre se resistió,
siempre.
Los ferroviarios nunca se dieron por derrotados ni
aún derrotados, porque no estaban vencidos, conservaron la palabra
y mientras haya guardapalabras que las cobijen, la vida continúa.
Ellos, los que cercaron la Ciudadela Ferroviaria lo sabían, y
se propusieron: ¡hay que arrebatarle la palabra a los ferroviarios!
para vaciarles el lenguaje aquel. Nunca lo lograron.
Nuestra experiencia, desde el MONAREFA, ha sido la
recuperación de medio centenar de propuestas culturales a lo
largo y ancho de Argentina que nos ayuda a mantener algo viva ese espíritu
que alguna vez fue miles…
Existen fenómenos que ocurren en el seno del
pueblo, y hay que divulgarlos, porque están almacenados de por
vida.
Durante la dictadura y los gobiernos democráticos serviles, los
trabajadores ferroviarios escondieron el fuego sagrado de sus luchas;
por ello cobijaron y clandestinizaron la palabra entre los rescoldos
de las cenizas de la devastación ferroviaria. Los nuevos compañeros
volvieron a soplar la brasa, es lo real maravilloso de la clase obrera,
dando nacimiento a nuevos retoños tibios que encarnan la certeza
de que la lucha continúa.
El olvido es una herramienta de la clase dominante. Se ha dicho que
hay un momento inicial de la memoria en que el río incontenible
de lo vivido es tumultuoso.
Arrastra todo a su paso, espumante, más allá, el río
armoniza su cauce.
La memoria es un proceso social. No hay un solo memorioso, y si lo hay,
es de algún modo arbitrario, porque quien narra elige un orden
que jamás será espejo del pasado.
El Guardapalabras, memorias de un ferroviario.
FERROVIARIOS EN LAS VÍAS
A modo de homenaje a los ferroviarios, en este 1º
de marzo, del Libro de Cesar Vallejo: España aparta de mí
este cáliz, el poema:
SOLÍA
ESCRIBIR CON UN DEDO GRANDE EN EL AIRE
Solía
escribir con un dedo grande en el aire:
"¡Viban los compañeros! Pedro Rojas",
de Miranda de Ebro, padre y hombre,
marido y hombre, ferroviario y hombre,
padre y más hombre, Pedro y sus dos muertes.
¡Viban los compañeros
a la cabecera de su aire escrito!
¡Viban con b del buitre en las enseñanzas
de Pedro
y de Rojas, del héroe y del mártir
UNA INVESTIGACIÓN FUNDAMENTAL
LA
HISTORIA DE LOS FERROVIARIOS, DESDE
SUS INICIOS HASTA LA ÚLTIMA HUELGA
• Juan Carlos Cena: Miembro fundador del MONAREFA.
Autor de numerosos trabajos y libros: EL FERROCIDIO, FERROVIARIOS, sinfonía
de acero y lucha, FERROCARRILES ARGENTINOS, destrucción recuperación,
entre otros.
ExSecretario General del Personal Técnico de Dirección
de los FF.AA. 1984 – 1989.
Primera versión publicada el 1° de marzo
del 2006. Corregida, ampliada y actualizada.
Caracteres:
9970