EL
CORDOBAZO UNA REBELIÓN POPULAR
En
estos años hemos entregado una serie de trabajos, informes
e investigaciones sobre los acontecimientos protagonizados por
el Movimiento obrero de Córdoba entre el 29 y 30 de mayo
de 1969. Los reeditamos con las correcciones correspondientes
y siendo fieles al tiempo y la realidad transcurrida.
DEFINICIONES SOBRE EL CORDOBAZO Y SU HISTORIA *
Es
una historia sobre hombres y mujeres valientes, que vivieron
hace mucho tiempo, pero cuyos nombres nunca han sido olvidados…
Howard
Fast de su libro Espartaco
Parte
I, Parte II y Parte III
Por
Juan Carlos Cena * y Elena Luz González Bazán
* especial para Villa Crespo Digital
26
de mayo del 2015 *. Actualizado el 29 de mayo del 2018
Todos
los años se conmemora el aniversario de aquella gesta
gloriosa que fue el Cordobazo, de distintas maneras e interpretaciones,
a veces, mentirosas y mal intencionados. En el seno del pueblo,
esa conmemoración nunca se interrumpió y ese recordar
no cesó ni tan siquiera en plena dictadura militar. Es
que en el seno del pueblo acaecen hechos esenciales que a simple
vista no se perciben, porque están en el subsuelo de
la patria, diría Scalabrini Ortiz, y no son muchos los
que se interesan lo que verdaderamente ocurre por esos estadios.
Hay que divulgarlos, darlos a la luz, porque son almacenamientos
de memoria que fueron ocultados para su preservación.
Durante los períodos de la triple A (Alianza Anticomunista
Argentina) y la represión de la dictadura cívico-militar,
los trabajadores escondieron el fuego sagrado de las luchas.
Cobijaron y clandestinizaron las palabras entre los rescoldos
de las cenizas que dejó a su paso el Chacal de Córdoba,
el general Menéndez. Tiempos donde todo era clandestino,
las voces se silenciaban y las palabras libres fueron vedadas,
período donde se guardó en forma viva esa lumbre
que era lo real maravilloso de las luchas.
No
podemos evocar el Cordobazo sino significamos, además,
el golpe cívico-militar genocida de 1976. Compañeros
protagonistas de esa gesta fueron ferozmente reprimidos, antes
y durante el golpe cívico-militar. El odio de la clase
dominante sobre los trabajadores y el pueblo es inalterable.
Son conscientes de la lucha de clases, nunca la olvidaron ni
la olvidan, para ellos no existe el olvido de clase. Esta memoria
de clase les permite a estos no olvidar y buscar con paciencia
el momento o los momentos para hacer tronar el escarmiento a
los luchadores que se atrevieron a defender la dignidad, libertad,
el derecho a vivir una vida digna y plena, es decir: ser hombres
libres, y rechazar las pretensiones de los explotadores de hacerlos
trabajar de la cuna a la tumba.
Hoy,
los nuevos compañeros están volviendo a soplar
la brasa - es lo real maravilloso de la clase obrera-, dando
nacimiento a los nuevos retoños que encarnan la certeza
de que la lucha continúa.
Antes
del golpe de estado de 1976, se dieron golpes parciales ejecutados
en pleno régimen democrático. Los golpes a los
gobiernos provinciales de Buenos Aires, Mendoza, Salta, Córdoba,
Santa Cruz. Luego de esos golpes, la represión se enseñoreó
por esos territorios a través de esa organización
para estatal que era la triple A.
En
Córdoba, el comisario Navarro fue la punta de lanza de
ese golpe, asumiendo luego el brigadier Lacabanne, y con él,
un enviado especial de López Rega para ejercer la represión
en forma sistemática, permanente y sangrienta: el represor
García Rey. Comienza la cacería. Todos los luchadores
pasan a la clandestinidad. Los compañeros obligan a Agustín
Tosco a tomar severas precauciones, se enferma, no puede ser
atendido a tiempo y fallece el 4 de noviembre de 1975. Es decir,
él, es una víctima de la represión. Luego
Atilio López, el abogado Curuchet, Alberto Caffaratti
dirigente del sindicato de Luz y Fuerza, Bazán, entre
otros. Y aparece un exilio forzado dentro del propio territorio
argentino migrando compañeros a otras provincias para
salvar sus vidas.
Comenzaba
la represión impuesta por las clases dominantes en todo
el país que no había olvidado las gestas de los
azos. Los allanamientos al llamado cordón rojo del Paraná,
desde Villa Constitución hasta San Lorenzo, operativos
financiados por las propias empresas, el Operativo Independencia,
la represión en Faimallá y Tafí Viejo,
las muertes selectivas siembran la geografía nacional.
Luego
vino el golpe. La represión continuó en forma
descarnada. A pesar de ello los trabajadores resistieron. Los
militares reprimían a su propio pueblo. Había
que quebrarles el espinazo a los trabajadores y al pueblo. Debían
derrotar y destruir a la resistencia obrera que venía
dando batallas sin claudicar. El odio de clase del represor
era y es muy grande.
En
Córdoba, el general Benjamín Menéndez,
el chacal de Córdoba asumió personalmente la represión
en toda su jurisdicción, vale un ejemplo. El compañero
Tomás Di Toffino, dirigente del sindicato de Luz y Fuerza,
protagonista del cordobazo, es detenido el 30 de noviembre a
la salida de su trabajo. Es llevado al campo de concentración
La Perla. Allá es torturado y vejado. Resiste, anima
a sus compañeros, no había que demostrar flaquezas,
se debía tener un comportamiento digno frente al odio
del represor. Nunca lo pudieron quebrar.
El
chacal Menéndez pide estar presente el día de
su fusilamiento, para alentar a la tropa, dice. Pero la verdad,
quería presenciar el asesinato de un valiente, esperó
en vano una flaqueza; Tomás era un obrero valiente que
el no podía soportar. El Titi Di Toffino se les ríe,
y antes de que lo ejecuten grita ¡Viva la clase obrera,
carajo! Hoy ese viva, grito digno si los hay, es el grito de
un digno hijo del pueblo, aún resuena por los rincones
de las barriadas populares como un canto libertario..
Por
eso y mucho más, no podemos dejar de concatenar estos
hechos. Los compañeros que protagonizaron el Cordobazo
fueron reprimidos por la dictadura de Onganía y sus sucesores,
por el gobierno "democrático" de Isabel Perón,
donde la triple A inicia sus acciones el 31 de julio de 1974
con el asesinato del diputado nacional Rodolfo Ortega Peña
y el golpe genocida de 1976.
Todos
los 29 de mayo se intenta volver a reflexionar sobre aquellos
tiempos y esas 36 horas de rebelión popular. Periodos
donde la dinámica de la conciencia política popular
estaba en su más alto nivel. Esa conciencia popular impulsaban
y generaban lidias que fueron los AZOS, donde el protagonista
principal era el movimiento obrero, que junto al pueblo y los
estudiantes produjeron: el primer Rosariazo. Es la señal
de un tiempo previo, que se aproxima, donde se manifestaban
las efervescencias estudiantiles en las universidades del interior
del país y las organizaciones vecinales organizadas de
variadas maneras, junto a los trabajadores.
La
realidad de esos procesos muestra la importancia y el peso político
de una clase obrera organizada, un estudiantado que trabajaba,
obreros que estudiaban y barrios organizados en la Coordinadoras
Barriales que rodeaban el mundo laboral y estudiantil en la
ciudad de Córdoba.
En
esos tiempos existía un movimiento obrero, mayoritariamente
peronista, que venía de la experiencia de la Resistencia
Peronista, y tenía como norte la lucha por el derrocamiento
de la dictadura para permitir el regreso de su líder.
Pero con otros sectores encabezó luchas resistentes,
se unió a otros sectores. Se daba el fenómeno
en la ciudad de Córdoba -de tener en cuenta- que los
peronistas votaban a los otros, y los otros votaban a los peronistas.
Habían derrotado al sectarismo, en ese momento, generado
por un sector de las pequeñas burguesías ilustradas
auto llamadas "vanguardias" del proletariado. Confundidos
y confundiendo, no sabiendo u ocultando que es una organización
política y que es una organización de masas, y
cual su diferencia fundamental.
El
tiempo previo al Cordobazo
El
Cordobazo, fue una rebelión obrera y popular (...) surgió
de la clase obrera y del pueblo. Lo esencial del Cordobazo es
que surge de los trabajadores y de los estudiantes y que ellos
por sus convicciones salen a la calle a luchar. Agustín
Tosco sobre el Cordobazo.
El
Cordobazo no fue un acto espontáneo como, mal intencionadamente,
algunos autores seudo progresistas afirman. El Cordobazo es
heredero de las más ricas luchas del movimiento obrero.
El
21 de septiembre, más precisamente de 1955, los Aeronáuticos
juntos a comandos civiles toman por asalto a casi todos los
sindicatos, ocupan la UOCRA. Un grupo de civiles partidarios
de la denominada Revolución Libertadora, convocaron a
una reunión para hacerse cargo del gremio. Es el primer
antecedente resistente de Córdoba después del
Golpe de Estado de 1955, se genera en la Unión Obrera
de la Construcción. Canelles del Partido Comunista y
el compañero Guardia perteneciente a la Resistencia Peronista
forjan la unidad, ambos dirigentes de la UOCRA, abortan esa
convocatoria espuria, eligiendo para presidir la asamblea a
Eustaquio Tablada (descendiente de negros esclavos del barrio
de Alto Alberdi) Comunidad de negros conocidos como los Negritos
del Alto. Ante este vuelco imprevisto, los libertadores no aceptan
y se desata una persecución contra Juan Vera, Eustaquio
Tablada, Jorge Canelles, Guardia y otros. Detienen a José
Marchese y Justo Molina, trabajadores de la Siemmens Baunionn.
Se declara la huelga que dura 45 días, y dirigido por
el Comité de Huelga. Esta huelga es el disparador de
otras, y es el antecedente resistente más fuerte después
del golpe del 55.
Otros
antecedentes son los Congresos de Huerta Grande y La Falda,
la acción contra la enseñanza religiosa, llamada
la lucha de la enseñanza laica contra la libre en 1958,
durante el gobierno de Arturo Frondizi. Acá, en Córdoba,
se vuelve a dar la unión obrera estudiantil como en 1918
en la Reforma Universitaria. El otro hecho es la toma y resistencia
en el Frigorífico Lisandro de la Torre, fue una de las
primeras acciones territoriales de la Resistencia Peronista,
las otras dos son Monte Caseros y Tartagal. La creación
de la CGT de los Argentinos fue otro hito que va marcando la
elevación de la conciencia política de los trabajadores.
Estos son sólo algunos de los antecedentes donde abrevó
el Cordobazo.
Por
esos tiempos el movimiento obrero organizado contaba con dos
expresiones, por un lado el "participacionismo", y
por otro lado la expresión combativa en la CGT de los
Argentinos con Raimundo Ongaro como Secretario General, con
gran adhesión en las regionales del interior, en Córdoba
el Sindicalismo de Liberación que lideraba Agustín
Tosco, va apareciendo el sindicalismo clasista y combativo,
que se va manifestando en las comisiones internas y el cuerpo
de delegados, que toman forma recién después del
Cordobazo, como SITRAC, SITRAM, y el SMATA que lideraba Rene
Salamanca.
El
ambiente se venía caldeando, crecían las luchas
por reivindicaciones específicas de las masas y contra
la dictadura, tales como en Villa Ocampo (Santa Fe) y de los
trabajadores azucareros de Tucumán donde muere Hilda
Guerrero de Molina.
En 1966 en Córdoba, en una movilización estudiantil,
el 7 de septiembre, es herido Santiago Pampillón, estudiante
y obrero, quien fallece días después. El 14 de
mayo del 69 en Corrientes, en el marco del reclamo contra la
privatización del comedor universitario cae asesinado
a manos de la policía, el estudiante de medicina Juan
José Cabral. El 16 en Rosario, una manifestación
de repudio es reprimida ferozmente produciéndose la muerte
del estudiante Adolfo Bello. Hecho que desembocó en la
jornada del 21 conocida como el Rosariazo, donde muere el joven
ayudante metalúrgico Luís Blanco.
Son
tiempo de luchas…
Parte
II
El
Cordobazo es la expresión militante, del más alto
nivel cuantitativo y cualitativo de la toma de conciencia de
un pueblo, en relación a que se encuentra oprimido y
a que quiere liberarse para construir una vida mejor, porque
sabe que puede vivirla y se lo impiden quienes especulan y se
benefician con su postergación y su frustración
de todos los días." Agustín Tosco "
En
Córdoba los acontecimientos se suceden vertiginosamente.
El factor unidad comenzó a concretarse, este factor unidad
fue vital para que las dos CGT trabajaran juntas para lograr
el éxito del cese de actividades el día 29 a partir
de las 10 de la mañana, y marchar para un acto en el
centro de Córdoba. Así comenzó la coordinación
y planificación del acto.
Por un lado los correos que andaban en motos y motonetas, de
esa forma llevaron y trajeron información desde las distintas
columnas, los barrios y los actos relámpagos que se organizaron.
El centro de coordinación estaba a cargo de Atilio López,
que aún no había asumido en UTA - Unión
Tranviarios Automotor.
Todo
se va concretando en una combativa y masiva asamblea del SMATA,
conducida por Elpidio Torres, exponente del sindicalismo conciliador,
"vandorista", se produce un violento choque entre
los obreros y la policía. El 15 y 16 de mayo se cumple
con gran acatamiento el paro decretado por la UOM (Unión
Obrera Metalúrgica), gremio en manos de los "participcionistas"
y el sindicato del transporte, donde se adhieren varios gremios
y ambas CGT, estamos hablando de la C.G.T. de los Argentinos
que estaba liderada a nivel nacional por el gráfico Raymundo
Ongaro y la C.G.T. Azopardo donde estaba encuadrado Elpidio
Torres.
Reuniones,
asambleas, conversaciones, todo era ebullición. Se constituyen
los comandos de auto defensa. Había que parar la represión
desatada por el gobierno dictatorial. Así se va arribando
al paro nacional del 30 de mayo el cual, regionalmente, de acuerdo
a lo resuelto por los Plenarios de ambas CGT comenzaría
el 29 a partir de las 10 de la mañana. Se reclamaría
la anulación de la conquista del sábado inglés,
contra el alza de las tarifas del transporte y los impuestos,
de los artículos de primera necesidad, por la libertad
de los presos políticos y sociales, la derogación
de la legislación represiva y por la vuelta al régimen
constitucional.
Desde
el principio se sumaron a la organización del acto para
el día 29 los 150 Centros Vecinales liderados por el
vecinalista Vicario, la Coordinadora de los InterBarrios (compuesta
por vecinos, centros vecinales, partidos políticos, estudiantes,
gremios, parroquias, clubes, etc), y las organizaciones estudiantiles.
La
caldera de El Cordobazo
Ese
día, las columnas del SMATA, rechazan la represión
por dos veces consecutivas, primero a la Policía de la
provincia y después la embestida de la Policía
Federal. Era una columna de 4.000 trabajadores más los
integrantes del barrio de Santa Isabel. Pueblo, trabajadores
y estudiantes todos juntos, peleando codo a codo, donde las
burocracias sindicales olieron y sintieron los temblores de
Córdoba y no quisieron quedar afuera. Donde las sensaciones
y el olfato de las dirigencias anti burocráticas entendieron
y asumieron el mandato de las bases.
Es
más conocido, ya, lo que pasó, estalla la bronca
ante el asesinato de Máximo Mena, el combate popular
gana la ciudad, principalmente en el centro y en los barrios
estudiantiles como el Clínicas, la policía se
ve totalmente superada y se debe recurrir al ejército.
Recién al día siguiente éste pudo volver
a controlar la situación.
Para
ir finalizando, esta parte, diremos que el Cordobazo no fue
un movimiento lleno de espontaneismo, como dicen algunos "intelectuales"
que vieron este acontecimiento desde arriba de un árbol,
y que lo han intentado distorsionar. Lo demuestra el hecho de
la planificación de las líneas generales de la
acción esbozadas por sus principales exponentes Tosco,
Canelles, Felipe Alberti, Tomás Di Toffino, Caffarati,
entre otros. La autodefensa de masas fue uno de los puntos discutidos
y, luego, la organización por el control del puentes
de La Cañada y los del Río Primero que circundan
la ciudad y los itinerarios de la columnas obreras, el papel
de los estudiantes y de los vecinos.
Tampoco
hubiera podido ser protagonizado solamente por los sectores
combativos, sino se hubiera tenido en cuenta el diseño
de una política de unidad por un lado y de alianzas,
por otro, con una parte del sindicalismo conciliador-vandorista.
La clase trabajadora realizó todo con una total independencia
política, poseía, por ese entonces, una fuerte
concepción sobre el factor unidad y políticas
de alianzas, lo que le permitía una correlación
de fuerzas importante.
Si
bien el movimiento obrero y popular no contaba con un proyecto
y una dirección unificada nacional que pudiera terciar
en el medio de la crisis asentada, (o al menos de la coordinación
efectiva de los distintos destacamentos) hirió de muerte
a la dictadura de Onganía y se constituyó en un
punto de inflexión de las luchas obreras y populares,
pudiéndose ubicar sin lugar a dudas como el hecho que
dio impulso a la lucha revolucionaria de las masas en la década
del 70 que fue abortada por la dictadura militar genocida del
76.
Esta
rebelión popular pudo ocurrir porque prevaleció
el factor UNIDAD, Estos son los ejemplos que debieran tomar
las nuevas camadas de trabajadores, estudiantes y pueblo trabajador
en general. Primero destacando que el factor UNIDAD en la diversidad
es posible y necesario. Que esa unidad se manifiesta en la vida
cotidiana, en forma repetida y permanente. Es la UNIDAD entre
los opuestos, es decir, es la UNIDAD de los contrarios, que
no es otra cosa que pensar en el otro aunque sea diferente,
ya que pensar en el otro es sencillamente: pensar entre todos
para todos. Esta armonía nace en el seno de los trabajadores
y se ha ido deteriorando y recomponiendo en el devenir de la
historia, cuando en el regazo de los trabajadores penetran ideologías
pequeñas burguesas absolutistas, individualistas que
dicen ser vanguardias, diríamos hasta discriminatorias
o aristocráticas, aunque se disfracen de progresistas.
La
UNIDAD es el momento en que la clase obrera deja de ser arena,
se cuaja en roca, dice el libertario Rafael Barret y agregamos
si eso no ocurre la arena es roca degradada.
El
Cordobazo y la última dictadura militar tienen un hilo
conductor, Córdoba no era una provincia casual para golpearla
como lo fue. Las luchas que protagonizó tienen que remontarse
a días del golpe del 16 de septiembre de 1955, huelgas
de los obreros de la construcción en 1956, paros en las
huestes ferroviarias, resistencias a las dictaduras de turno.
El 66 no es un momento más, es la fundación de
un proyecto de entronización de otra dictadura que quiso
desindustrializar el país, el Cordobazo lo paró
por siete años más… pero en el 74 vino la
Triple A -Alianza Anticomunista Argentina-que asesinó
a Atilio López el 16 de septiembre de 1974, que secuestró
a Alberto Caffaratti del sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba
y que asoló los tiempos de Córdoba y del país
con amenazas, secuestros y torturas, muertes y fusilamientos
a mano armada. Todo esto fue producto de un momento histórico
y político donde un comisario se adueñó
de Córdoba y la UNIDAD no fue…
Todo
tiene un hilo conductor, la represión hacia el movimiento
obrero no es de hoy, de ayer o de El Cordobazo, aparece desde
mucho antes, y la historia hay que verla en procesos históricos
que ayuden a analizar mejor y reflexionar sobre la realidad.
La represión al movimiento obrero comienza desde la conformación
del primer atisbo de organización sindical, de las sociedades
mutuales, de socorros mutuos, las primeras formas de organización.
El
proceso histórico que está en toda la inmensidad
y que contiene a el Cordobazo no puede ser visto separadamente
de la realidad nacional, pero hay que entender e interpretar
las particularidades de una provincia como Córdoba, la
clase obrera mejor paga del país hizo el Cordobazo y
esto tiene un elemento esencial.
En Córdoba hubo sindicalismo antiburocrático,
pero es una falacia mezclar las formas como se expresó
con tiempos históricos distintos, diferentes. Se expresó
el sindicalismo de liberación y el peronismo combativo
en distintas formas, o el peronismo a secas, porque también
estuvo la conducción burocrática, aunque esa unidad
durara 48 horas. El clasismo surge luego de la rebelión
popular del 29 y 30 de mayo de 1969. Por estos días de
homenaje esta falacia histórica se expresa sin contenido,
sin apoyatura real y documental. Y debemos ser claros, por respeto
a las generaciones de trabajadores que poco saben o se les ha
negado la posibilidad del mejor conocimiento.
El Cordobazo es un ejemplo de unidad y este es el valor incuestionable
de aquella gesta del movimiento obrero cordobés.
Parte
III
Lo positivo y posible para
el pueblo surgirá
solamente de la continuidad de la lucha
Agustín Tosco.
Cárcel de Villa Devoto
1º de junio de 1971
En este aniversario y en forma cotidiana debemos
rescatar las mejores enseñanzas de esos tiempos donde
el Cordobazo, los Rosariazos, el Viborazo y todos los azos recogieron
la suma de las rebeldías nacionales Estos tiempos son
otras estaciones, hay otras vivencias, otra composición
social y estructural de la clase obrera, el pueblo y los estudiantes.
Una dictadura medió en el tiempo y en
el espacio, se ensañó sobre el cuerpo social del
movimiento obrero, especialmente con los luchadores de bases,
apuntando a las comisiones internas, cuerpos de delegados, comisiones
ejecutivas, regionales, militantes obreros, barriadas compuestas
por trabajadores, estudiantes, empleados sin distinciones políticas
e ideológicas. Hubo complicidades y traidores, debilidades
y quebrantos, a pesar de todo ello, la clase obrera y el pueblo
resistieron. Resistieron y se enfrentaron a pesar de que se
volvió a instalar el miedo y el terror.
Hoy las condiciones son diferentes. No podemos
aspirar a otro Cordobazo en forma esquemática. Pueden
existir otras rebeliones, otros enfrentamientos, otras resistencias,
pero el Cordobazo puede y debe ser útil para pensar que
es posible doblarle el codo al poder político y económico…
se trata de recrear el Movimiento obrero y ser capaces de construir
la UNIDAD. Porque la UNIDAD es un valor de verdad imprescindible.
La clase dominante está unida. No es posible enfrentarla
con la fragmentación social que prevalece sobre la sociedad.
El enemigo es coherente. La clase dominante
siempre está unida. Nunca abandona la lucha de clases,
no se descuidan nunca. Son verdaderos clasistas. Tienen muy
claro que es la lucha de clases, que es contradictoria y violenta.
Es una razón para reflexionar. La unidad no es una consigna,
es una cuestión de principios, de supervivencia, es una
obligación militante, es una tarea permanente, es una
razón de conciencia política fundamental. Con
unidad, la resistencia obrera, en aquel momento, hubiera sido
otra y en este tiempo también.
Por todo eso, debemos honrar a nuestros mártires,
a nuestros niños que se mueren de hambre, a nuestros
jóvenes que caen presa de la policía del gatillo
fácil, de la droga, la delincuencia y la prostitución.
Por nuestro derecho a vivir dignamente, debemos terminar con
el hambre, la entrega y la represión que nos impone este
sistema capitalista perverso, que nos quiere explotar de la
cuna a la tumba.
Así como el Cordobazo es deliberadamente
tergiversado y olvidado, las historias de lucha del Movimiento
obrero son minimizadas, sus ejemplos son vituperados, y es común
escuchar a quienes jamás levantaron una mano para pelear
por sus derechos que ¨somos un pueblo de carneros¨.
Estas afrentas y otras más suman y resuenan en un conglomerado
de falacias que hacen que una mentira triunfe y sea la Historia
Oficial. Por eso no debemos olvidar estos hechos, hay que rescatar
la memoria de esas epopéyicas luchas.
"Despojados de su memoria, los pueblos
se opacan, mueren. Y suelen morir en medio de la algarabía
de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que
llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran
que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse
si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido.
Sin esta finalidad no hay ética posible. Héctor
Schmucler - 1994 Revista Estudios Universidad Nacional de Córdoba.
En este 37 aniversario de El Cordobazo debemos
honrar a nuestros muertos, desaparecidos, torturados, no hay
que marmolizarlos, porque es llevarlos al pétreo frío
de la inacción. Debemos honrarlos y festejarlos, continuando
con sus luchas, por la concreción de sus sueños
y esperanzas, que son las del pueblo. Hay que honrarlos todos
los días, a cada rato, en la sencilla vida cotidiana.
Debemos ser claros y precisos, no podemos negociar nuestros
mártires por coyunturas políticas circunstanciales.
Nadie tiene el derecho de hablar en sus nombres si no encarnan
la lucha por la que ellos padecieron. Sus memorias no se negocian.
Hay que festejarlos con sus historias y padeceres, con sus tristezas
y alegrías, y ahí, en la alegría, continuar
con sus utopías y esperanzas, sin claudicación.
Tosco, como un cronista obrero dice de El Cordobazo:
El Cordobazo es trágico, decenas de muertos, cientos
de heridos. Pero la dignidad y el coraje de un Pueblo florecen
y marcan una página en la historia argentina y latinoamericana.
En las fogatas callejeras arde el entreguismo, con la luz, el
calor y la fuerza del trabajo y de la juventud de jóvenes
y viejos, de hombres y mujeres. Ese fuego que es del espíritu,
de los principios, de las grandes aspiraciones populares ya
no se apagará jamás.
Para terminar diremos que el Cordobazo es,
como dice Howard Fast en su libro Espartaco: una historia sobre
hombres y mujeres valientes, que vivieron hace mucho tiempo,
pero cuyos nombres nunca han sido olvidados. Los héroes
de esta historia acariciaron el ideal humano de libertad y dignidad
y vivieron noble y honradamente (...) saquen de él la
fortaleza para nuestro turbulento futuro y puedan luchar contra
la opresión y la injusticia, de modo que el sueño
de Espartaco llegue a ser posible en nuestro tiempo.
TESTIMONIOS
VIVA LA CLASE OBRERA: TOMÁS
DI TOFFINO
En el Testimonio de Teresa Celia Meschiati
- Legajo Conadep Nº 4279 sostiene lo siguiente: Los militares
del Destacamento de Inteligencia 141 comentaron más de
una vez, dentro del campo de concentración La Perla,
la resistencia del movimiento obrero, llevada a cabo después
del golpe de Estado.
¨Cierta vez una unidad militar entró
a una fábrica en lucha, con la misión de reprimir
a los obreros, que reclamaban por sus justos derechos, buscando
entre ellos a los "extremistas infiltrados".
El oficial que dirigía el procedimiento, tuvo la oportunidad
de hablar (quizás por primera vez) con el personal que
estaba en lucha.
Allí no había "extremistas",
había hombres y mujeres que reclamaban por sus bajos
salarios, por los despidos de los compañeros, por el
incumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo...
También los militares contaron que este
oficial planteó sus contradicciones a sus mandos. El
tenía la orden de reprimir, pero lo que oía era
justo¨.
En el relato sigue sosteniendo que el capitán Barreiro
le tenía un especial encono a Tomás Di Toffino.
¨Lo consideraba un "zurdo independiente" (con
ideas de izquierda y sin contactos con organizaciones extremistas).
El rol de Di Toffino que había dirigido, junto a otros
compañeros, una huelga que había puesto en jaque
al régimen y su "carisma" demasiado peligroso
(por su historia de lucha antiburocrática, siempre luchando
codo a codo con los trabajadores) definieron su situación¨.
Por otro lado Graciela Geuna (Legajo N°
764) sostiene que: Cuando Tomás llegó a La Perla
como no pudieron probarle filiación política lo
anotaron en la lista diaria como "Zurdo Encubierto".
Tomás del Carmen Di Toffino fue secuestrado
el 30 de noviembre de 1976 a la salida de EPEC -Empresa Provincial
de Energía de Córdoba-, en la calle Sucre antes
de llegar a Humberto Primo. Entre el 20 y 21 de febrero de 1977
fue trasladado, ese día vino como lo hacía habitualmente
el genocida Luciano Benjamín Menéndez, hacía
la inspección y sostiene Geuna: ¨Se nos dijo que
en el caso de Tomás, el General Menéndez presidiría
el fusilamiento para " dar el ejemplo", "consolidar
la tropa", etc.
Y fue así, a Tomás el dirigente
de El Cordobazo, junto a Tosco, Felipe Alberti, Cafaratti, Atilio
López y tantos más, fue fusilado en presencia
de la tropa, para observar como se quebraba… pero el Titi
murió gritando VIVA LA CLASE OBRERA, fue digno hasta
el final, no se quebró, los represores nunca entendieron
tanta convicción, tanta valentía obrera…
nunca entendieron que las convicciones, la ética y la
moral de un trabajador tiene más fuerza que cualquier
sala de torturas… por eso este obrero murió dando
un ejemplo de vida… El Titi Di Toffino es un hijo del
pueblo y un dirigente de El Cordobazo.
En estos 37 años que se cumplen de aquellos
días de lucha en la provincia mediterránea, vaya
nuestro homenaje a este luchador que por el empecinamiento de
no perder la memoria queremos recordar y que su nombre se inscriba
en letras doradas, luminosas, fuertes, fulgurantes como fue
su lucha, su vida y la conciencia de un trabajador que llegó
al escalón más alto de la representación
obrera, en su sindicato, sabiendo que sus días estaban
contados, que la dictadura no le perdonaría su osadía
de enfrentarla con un paro que duró más de 40
días, no sólo de los lucifuercistas de Córdoba,
sino de todo el país. Fue la resistencia obrera, aquella
que muchos han determinado ocultar deliberadamente. Este fue
el Titi, el dirigente, obrero y luchador que dejó su
ejemplo ante las mesas de tortura de la dictadura y ante el
pelotón de fusilamiento que decidió terminar con
su vida.
No así con su ejemplo…
*
Juan Carlos Cena / Ex dirigente ferroviario, autor del libro:
EL CORDOBAZO, UNA REBELIÓN POPULAR (1999). Ferroviarios
Sinfonía de Acero y Lucha. Ferrocarriles Argentinos Destrucción
Recuperación (2012). Historia Viva de la Resistencia
Peronista (2016). El Cordobazo Una Rebelión Popular (2017).
Coordinador
General de la Escuela de Formación Sindical del Sindicato
de Luz y Fuerza de Córdoba y en la Escuela Político
Sindical de ATE La Pampa.
Fue
activo organizador y participante en las columnas de los obreros
y trabajadores ferroviarios.
**
Elena
Luz González Bazán periodista, historiadora y
docente / Ex
delegada de base de UPCN, Comercio y Bancaria. Periodista –
Autora de Mujer, Sociedad y Política y La Lucha Continúa,
(la lucha contra la privatización de EPEC). 30
de marzo de 1982, una gesta olvidada. Buenos Aires, Ciudad Instriel
Villa Crespo Caso testigo.
Coordinadora
de Cursos en la Escuela de Formación Sindical del Sindicato
de Luz y Fuerza de Córdoba y en la Escuela Político
Sindical de ATE La Pampa.
* La primera versión fue publicada el
29 de junio del 2006, corregida y corroborada.
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