BIBLIOTECA
ALBERDI
Esta
entrevista la realizamos en julio del 2010... con el
bibliotecario de la Biblioteca Popular Alberdi.
21
AÑOS DE COMPROMISO CON EL LIBRO
Por
Elena Luz González Bazán especial para
Villa Crespo Digital
MÁS
DE DOS DÉCADAS DE COMPROMISO CON EL LIBRO
29
de julio del 2010
Antonio
Oscar Petrongari nació el 10 de mayo de 1928,
tiene 82 años y desde el 18 de agosto de 1989
es el bibliotecario de la Biblioteca Popular Juan Bautista
Alberdi.
Antonio
de menuda presencia, calmo en su hablar y afectuoso
está jubilado del Ferrocarril, más exactamente
del Ferrocarril Belgrano desde 1986, con una jubilación
mensual de tan sólo 1.500 pesos, luego de haber
desempeñado una tarea de responsabilidad en la
empresa estatal.
Pero
esta historia de los jubilados y los bajos salarios
no es nueva, es una injusticia que perdura para millones
de ellos y ellas, aunque los aumentos se sucedan, la
mínima no llega al salario básico.
El
18 de agosto de 1989 luego de presentar su currículum
es seleccionado entre varios postulantes para ocupar
el cargo de bibliotecario en la Alberdi.
En
su diploma que luce en una de las paredes de la biblioteca,
que se encuentra en el 1º piso de Acevedo 666,
se puede leer: Biblioteca Nacional Instituto Superior
de Bibliotecología. Ley 14.473, Decreto 6797/64.
Escuela Nacional de Bibliotecarios, firmado por José
Edmundo Clemente, Rector, donde avala que Petrongari
se recibe el 13 de septiembre de 1986.
Aquel
día de agosto de 1989, luego de 43 años
de funcionar en Villarroel y Thames se traslada definitivamente
a Acevedo 666. Fueron 10 lugares desde su fundación
aquel 8 de julio de 1910. El Centenario de mayo.
En
ese espacio de Acevedo, Antonio tuvo que reorganizar
toda la biblioteca, en la entrevista nos muestra las
estanterías: algunas vinieron del anterior local,
otras fueron donadas y otras adquiridas por la Comisión
de la Biblioteca.
En forma de peine nos dice, cuya organización
se realizó de acuerdo a una técnica que
puso en funcionamiento como bibliotecario:
Primero fueron los diccionarios y enciclopedias, los
diccionarios de lengua castellana y lenguas extranjeras.
Luego
por materia y por cantidad de libros comenzó
con la ayuda de otras tres personas a levantarlos del
suelo y seleccionar uno por uno.
En este sector por materia para secundario, después
los infantiles y juveniles, posteriormente las especialidades:
como técnicas, ciencias, administración
de empresas y otras.
Después las novelas en general y por autores.
Finalmente la Hemeroteca: diarios y revistas de los
más variados, entre ellos la colección
de periódico.
Otros estantes nos muestran los temas de Buenos Aires,
el tango, historias barriales y diferentes temáticas.
En
1992, a tres años de aquella obra ciclópea,
comenzó a tener un dolor fuerte de pecho, salió
hasta la esquina para regresar a su hogar, se dio cuenta
que necesitaba ayuda, al lado había un servicio
de ambulancias y un médico lo atendió
se llamó al servicio de PAMI, angioplastía
le diagnosticaron, quedó internado y con reposo,
lo que tenía era un gran agotamiento…
Habían
pasado casi tres años, muchas horas de trabajo
y un esfuerzo muy grande, era lógico haber llegado
a ese nivel de extenuación…
Cuando
regresó a la biblioteca continúo su tarea
y pronto llegó la computación a la biblioteca
y de esa forma de las fichas de cartón se pasó
a incorporar toda la información de los libros
en la PC que hay en la biblioteca. El método
es el SIGEBI (Sistema de Gestión Bibliotecaria)
nos explica, fue a asesorarse y estudió para
tal fin.
Acá
nuevamente Antonio nos cuenta que se trató de
ingresar libro por libro, con una clasificación
donde se coloca: el autor, el título, la materia
entre otros datos.
Le
preguntamos sobre la cantidad de libros en aquella jornada
de agosto de 1989.
No
se nos dice, unos 15.000 libros.
¿Cuántos
hay clasificados?
Unos
13.500.
Con
sus 82 años a cuesta atiende a los chicos de
la primaria que llegan a preguntar por el calentamiento
global, les indica las estanterías y les pregunta
si encontraron lo que necesitaban cuando se retiran.
SE
TRATA DE SER UTIL
¿Por qué sigue trabajando? Además
de que la jubilación es pobre…
Conozco
la técnica de organización y métodos,
lo tengo en la cabeza, eso lo aprendí en el ISAP
(Instituto Superior de Administración Pública).
Por eso, la primera razón es económica
pero quiero seguir activo y me siento útil.
Entre
los logros que quiera remarcar.
La
hora de biblioteca. Lo incorporé y es grato ver
a los chicos del jardín y de la escuela primaria
como admiran la biblioteca, algo tan grande como es
una biblioteca popular y pública.
Y
otro logro.
Me
gratifica la atención al público y ser
útil cuando me requieren…
No
se muestra, y no se queja de cansancio, por eso al final
dice: Hasta que Dios diga basta…
Cerramos
este reportaje, este homenaje a un bibliotecario que
todos los días de lunes a viernes, con 82 años,
hace el trayecto de su casa en el límite de Parque
Chacabuco con Parque Patricios, donde queda su casa,
hasta el barrio de Villa Crespo…
La
historia la hacen los hombres… con la fuerza del
trabajo y del ejemplo…
FUENTES: propias.
Caracteres:
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