FEDERALIZACIÓN
O CAPITALIZACIÓN DE BUENOS AIRES
1880
Por
Elena Luz González Bazán * especial
para Villa Crespo Digital
16
de diciembre del 2016, Actualizado el 12 de diciembre
del 2017
Dentro
del perímetro de la novel Capital Federal quedó
el puerto y la aduana, esto no fue casual, las disputas
internas llevaron a consolidar, a través de
la que luego sería la Capital de la República,
el diseño de una nación alrededor del
puerto y la aduana, lugares por donde entra y salen
mercaderías, en el pasado y la actualidad,
se desarrolla el comercio y con cuyos ingresos condicionó
la vida del resto de las provincias argentinas.
El 20 de septiembre de 1880 se sancionó la
Federalización de la Ciudad de Buenos Aires,
lo que implicaba que, en forma definitiva, los ingresos
por los derechos de aduana del puerto de la ciudad,
quedarían en manos del Estado Nacional; era
el final de Nicolás Avellaneda como presidente
de la Nación.
El nuevo presidente, Julio A. Roca, asumió
sus funciones el día 12 de octubre de 1880
con todas las provincias sujetas al poder central
y gobernando desde Buenos Aires, convertida en la
Capital Federal de la República. Durante su
gobierno fue fundada la Ciudad de La Plata para ser
la sede de las autoridades de la provincia de Buenos
Aires.
Una
gran masa de inmigrantes llegaron al país entre
1857 y 1914, periodo en el que ingresaron según
las diferentes fuentes entre: 3.300.000 personas,
4.500.000 inmigrantes y las más auspiciosas
6.500.000.
El
4 de enero de 1881 es instalado el Primer teléfono
en Buenos Aires.
En
1882 se coloca la primera central eléctrica
y en el mismo año se inaugura el primer frigorífico
del país.
En
1886 se inicia la construcción del puerto de
Buenos Aires bajo la dirección del ingeniero
Madero.
En
1889 comienzan los trabajos de apertura de la actual
avenida de Mayo y en el mismo año se habilita
la línea telefónica bajo el Río
de la Plata que unió Buenos Aires con Montevideo
siendo éste el primer cable telefónico
tendido bajo el agua a nivel mundial.
El
9 de julio de 1894 se inaugura la Avenida de Mayo
y en el mismo año en noviembre se habilita
el servicio público de aguas corrientes.
En
1896 se produce la Primera exhibición cinematográfica.
En
1897 se pone en funcionamiento el primer tranvía
eléctrico.
En
1898 se funda el Jardín Botánico bajo
la dirección del urbanista Carlos Thays.
En
1903 circulan en la ciudad los primeros taxímetros
En
1904 se realiza la primera transmisión de radio.
En
1904 circulan los primeros ómnibus por la Av.
de Mayo.
En
1908 se inaugura el Teatro Colón.
En
1913 comienza a circular la Primera línea de
Subtes que une Plaza de Mayo con Plaza Once. La actual
Línea A.
El
24 de agosto de 1916 se inaugura el primer ferrocarril
eléctrico entre Buenos Aires y Tigre.
LA FEDERALIZACION
A
fines de 1876, este es el año en que se inauguraba
el hipódromo y a Buenos Aires arribaba el primer
barco frigorífico transportador de carne congelada,
se produce una incursión de originarios que
irrumpe la línea defensiva de los fuertes y
llega a 250 kilómetros del puerto. Por tal
motivo, el general Julio Argentino Roca decide poner
fin a esta situación bajo mandato de Nicolás
Avellaneda, presidente de la Nación.
La
estrategia será la última Campaña
del Desierto, ya que anteriormente se realizan: en
1820 la de Manuel Rodríguez y en 1829 la de
Juan Manuel de Rosas, esto será alejar a los
llamados malones del horizonte porteño, y de
esta forma ampliar la pampa húmeda, lo que
dará el espaldarazo final al modelo agroexportador.
Además,
durante el gobierno de Nicolás Avellaneda se
produce el proyecto de ley y luego aprobado por el
Congreso Nacional de la federalización de la
ciudad de Buenos Aires, esto es el 20 de septiembre
de 1880.
Asimismo,
la campaña al desierto comandada por Roca consolida
a Buenos Aires como la ciudad - puerto y el epicentro
económico, político y social de la Argentina.
Sin
embargo, la ampliación de las tierras cultivables
demandaba más mano de obra, pero esta mano
de obra no fue esencialmente al campo sino se afincó
en las ciudades. De todas formas, se calcula que unos
800.000 inmigrantes fueron hacia la zona de la amplia
pampa húmeda como mano de obra.
La
concentración de la tierra fue la respuesta
esencial de la última conquista al desierto.
Concomitante
a esta federalización, la fundación
de La Plata fue también una respuesta a una
necesidad grave, y no exenta de manchas de sangre
en luchas fratricidas. Buenos Aires la ciudad que
cumplía tres siglos de su última fundación
estaba envuelta en un cruento enfrentamiento armado
entre facciones militares y políticas.
Las
fuerzas militares del estado nacional que querían
convertirla en Capital Federal de la República,
y los defensores de la tradición de la ciudad
como metrópoli ancestral de la provincia bonaerense.
Triunfaron
los federales, eso se afirma, lo que es cierto que
la provincia luego de 300 años se quedó
sin capital.
EL
DISCURSO DOMINANTE Y LA LLEGADA INMIGRATORIA
Las
políticas estatales estuvieron en de traer
inmigrantes como mano de obra; el objetivo era este,
porque las grandes extensiones de nuestro territorio
y el modelo reinante lo necesitaban. En tal sentido,
en el imaginario nacional el ¨indio¨, o sea,
los indígenas, los naturales de nuestra tierra,
estaban considerados como ariscos y belicosos, los
enemigos a derrotar, a expulsarlos de sus tierras
y quienes por su actitud no servían como mano
de obra ni para las ciudades en crecimiento ni para
el campo.
Por
supuesto, que la mano de obra indígena esclavizada
por los terratenientes y oficiales de alto rango que
se quedaron con grandes extensiones de tierras sirvió
para los distintos oficios que les impusieron por
medio del terror y el sojuzgamiento.
Para
esa etapa ya los ¨gauchos¨ utilizados para
contrarrestar los malones de los ¨indios mal entretenidos¨
tampoco servían como mano de obra. Para esto
la personificación del Martín Fierro
habla por sí mismo.
Es
así que luego que estos ya fueran material
descartable para el trabajo, debían llegar
los inmigrantes. Argentina era un país de grandes
extensiones y escasísima población.
El
inmigrante llegaría por millones, muchos con
pasajes pagos, con promesas de salarios y sobre todo
con adelanto de poder adquirir un territorio para
cultivar, esas promesas se diseminaron en los países
europeos, esencialmente Italia y España que
nutrió al país y estos llegaron al Hotel
de Inmigrantes en Retiro y de ahí a la realidad.
Se
han conocido millones de historias y las expectativas
con que llegaron. Buenos Aires se inundó de
inmigrantes, este fue el nuevo personaje de las calles
porteñas, pero de las calles populares, de
trabajadores, de barriadas laboriosas.
En
su gran mayoría hombres que cambiaron para
siempre la fisonomía de la ciudad, no sólo
por sus idiomas y hábitos particulares, sino
como portadores de una nueva sensibilidad y de ideologías
que, hasta ese momento no habían echado raíces
en el Río de la Plata.
LA
LEY DE FEDERALIZACIÓN
El
artículo 2º de la ley de federalización
de la ciudad de Buenos Aires, dispuso que "Todos
los establecimientos y edificios públicos situados
en el municipio quedarán bajo jurisdicción
de la Nación, sin que los municipales pierdan
por esto su carácter". Así el Archivo
Público Provincial, que había sido creado
en 1821, pasó a ser propiedad del estado nacional
e igual suerte corrieron la Universidad de Buenos
Aires y la Biblioteca Pública provincial (hoy
Nacional) entre otras entidades. La ley excluyó
de esa forzosa transferencia al sistema bancario y
a los ferrocarriles y el telégrafo de la Provincia
cuya situación no fue alterada.
La
nueva Buenos Aires
Los
límites de la novel Capital Federal se delimitaron
en 1888, ocho años después de su federalización.
El problema esencial será hacia fines de siglo
con el tema de la obra pública que tornará
sumamente escabroso todo el desarrollo social y urbanístico.
La
Capital Federal tenía, en sus límites
extensos, terrenos sin urbanizar y núcleos
ocupados por antiguos pueblos que era preciso poner
en comunicación.
La
Capital Federal recibió el mayor nivel de inmigración,
esto queda demostrado en los censos poblacionales.
El crecimiento demográfico es lo que refleja
esta llegada inmigratoria.
En
materia económica la política que se
implementó fue la inversión nacional
e internacional en infraestructura y servicios. En
ese plano nacional la acumulación derivada
de las grandes exportaciones de producción
primaria servirá para dicho objetivo.
Esto
generará una fuerte especulación en
tierras e inmuebles. Además de las grandes
obras, los edificios representativos del Estado Nacional
y las múltiples iniciativas individuales, que
la crisis de los años noventa durante el siglo
XIX, no logrará frenar completamente.
Igualmente,
es fundamental ver el desarrollo que tendrá
la conformación de esta ciudad, obras públicas
y construcción privada. Desde la universidad
se generarán nuevas disciplinas: ingenieros
en diversas especialidades, higienistas, sanitaristas
y otros. Los espacios públicos de la Administración
y sus dependencias se verán ocupados por estos
profesionales.
En
la Sociedad Científica Argentina parece haber
sido un ámbito de reflexión donde se
debatirán: infraestructura, relevamientos cartográficos,
trazado del catastro, Reglamentos de Edificación,
técnicas constructivas y otros temas anexos.
Más tarde, estos principios serán puestos
en práctica en las reparticiones nacionales,
provinciales y municipales.
Saneamiento:
la Oficina de Obras Públicas (reglamentada
en 1891) reformula el Reglamento de Construcciones
(aprobado en una primera versión de 1887),
inicia las tareas de levantamiento catastral (1894),
efectúa tareas de regularización (pavimentos,
nivelación, alineamientos).
Nivel
Municipal: transformación de las modalidades
de control urbano que se transfirieron de las Comisiones
de Vecinos a las oficinas de la Administración
municipal.
El
Plano Topográfico de la Ciudad
En
1894, la Intendencia designó una Comisión
para emprender el trazado definitivo de calles, plazas
y avenidas, ¨de acuerdo al cual debía procederse
en el futuro¨.
El
Plan que se encarga en 1894 fue imaginado como un
instrumento de convergencia de todas las iniciativas
públicas y privadas, un instrumento más
en la amplia gama de herramientas utilizadas en la
regulación del espacio urbano. Tal como se
planteaba en la Revista de Ingeniería, se hablaba
de la necesidad de coordinación de todas las
obras públicas: “si de una vez se formulara
un plano regulador de las obras inherentes a un nuevo
trazado del Municipio, a más de la homogeneidad
y armonía de los proyectos, se conseguiría
evitar tanto desacierto administrativo, que tantos
prejuicios irroga a los intereses públicos¨.
*
Autora del libro BUENOS AIRES, CIUDAD INDUSTRIAL –
VILLA CRESPO CASO TESTIGO
FUENTES: Catastros, censos municipales, archivo de
la Ciudad de Buenos Aires, fuentes propias
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